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De tortas y café

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Comentarios

  • cehi dijo:


    Un local Deífico
     
    El hombre al que me voy a referir se veía rodeado de eso con seis letras que nunca se cita en los informes que él mismo preparaba a diario en un departamento de uno de los edificios de la Junta de Andalucía: POBRES.
     
    Era viernes. Después de salir de la oficina, con tres compañeros más del trabajo, se iban a su bar de siempre a tomarse unas cañas. Él pagó la última ronda y las cuatro cañas que se tomaron cada uno les habían sentado divinamente.
     
    Después de los cinco días de trabajo de cada semana, se lo pasaban pipa despotricando de Dios, de El Papa, de los curas y las monjas, de las hipocresías de la Iglesia, y de todo lo doctrina el ateísmo (los cuatro eran ateos). Este tipo de charlas y la amistad que tenían de años, los unía. Y los cuatro habían tenido la enorme suerte de colocarse en la Junta de Andalucía, un buen trabajo, fijo y con un magnífico sueldo. Y como los cuatro amigos eran funcionarios, seguro que tendrían más aseguradas sus pensiones de jubilación.
     
    Aquel viernes, acabada la tertulia, nuestro hombre se encaminó hacia su casa a almorzar (vivía cerca de su centro de trabajo, un imponente edificio de los muchos que tiene la Junta de Andalucía en Sevilla). Pero en una de las calles olió algo que lo llevó al paraíso de su niñez. Era un olor a cocido, el mismo que olía siendo niño cuando llegaba a casa después del cole y veía a su madre atareada en la cocina.
     
    Por curiosidad entró al local (nunca antes había reparado en él), del que provenía el olor. Le pareció un restaurante modesto, limpio y con buen ambiente. De pronto recordó que tenía que entregar el lunes un informe sobre "Las Familias en Situación Precaria", que le había encargado su jefe más inmediato.
     
    Pero no, no era un restaurante. Era un Centro de Beneficencia, un comedor social, muy frecuentado por personas necesitadas, de ambos sexos y de todas las edades.
     
    De pronto se quedó pasmado al ver que quien servía las comidas en una bandeja era una monja, y que había algunas monjas más en una cocina del fondo de una sala más grande que pequeña.
     
    Entonces se dio cuenta de que aquello era un Comedor Social, donde se veía rodeado de eso con seis letras que nunca se cita en los informes que él mismo preparaba a diario: POBRES.
     
    Quiso irse rápidamente de allí, pero una monja lo detuvo, lo miró, le sonrió y le dijo que no se preocupase, que la primera vez cuesta, que no debía avergonzarse, que aquel día tenían un cocido buenísimo, y que de segundo plato había filetes empanados, que no se perdiese las vitaminas de la ensalada ni las del zumo de naranja, que podía rematar la comida con un helado de vainilla o chocolate, y que le darían también un bocadillo, de chorizo o chóped o salchichón, si no podía acudir a la cena.
     
    Sin saber cómo ni por qué, se vio sentado a una mesa en la que había un matrimonio de personas mayores, rozando los 85, bien vestido los dos, y que comían en silencio, sin apenas levantar los ojos de la bandeja.
     
    Al lado de su mesa, en otra igual, un tipo con barba de varios días, le sonreía mientras devoraba un filete empanado, a la vez que le iba contando su vida: que había perdido su trabajo por cierre de su empresa, tras 25 años en ella, que el banco le había quitado su casa, que después vino el divorcio, y no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida, ropa y zapatos, y que dormía bajo techo en un albergue social. “Al final, he tenido suerte, amigo; así que no te agobies, que de todo se sale”.
     
    No podía creer lo que le estaba pasando. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias religiosas. Allí se dedicaban exclusivamente a dar de comer al hambriento.
     
    Cuando acabó de comer, se levantó y se fue presuroso hacia la puerta de la calle, sin dar las gracias a la monja que le había servido tan amablemente. Pero no por grosero, sino porque no podía articular palabra. Una leve inclinación de cabeza fue todo lo que le hizo.

    Pero la monja, amable todo el rato, lo abordó y le dijo: “vuelve siempre que lo necesites y, si yo no estoy aquí, cuando vengas de nuevo di que vienes de mi parte. Yo me llamo Esperanza. A él, lo único que le salió fue sonreírle, y enseguida salió a escape.
     
    Pero en todo el trayecto hasta su casa, se iba diciendo para sí: “no creo que exista en ninguna parte del mundo un comedor social regenteado por ateos”.




     :) 
    Curiosa historia en la que ensalzas la cara más humilde y necesaria de la religión. Estas monjas son el contraste perfecto con la riqueza y el barroquismo del estado dorado, El Varticano. Si la institución se renovase y volviese al camino de su propio discurso(la sobriedad de Jesucristo), seguro que muchos volverían a creer, a pesar de la ciencia y de la arqueología, las cuales  ganan, y además por goleada, a la doctrinas teológicas.
    Buen manuscrito, socio sevillano 🙂👌
  • Yo también agradezco a los sacerdotes y monjas toda su buena labor, entre ellas mi propia educación primaria. No obstante no estoy de acuerdo con el protagonista, si creo que habrá ateos ayudando igualmente. Por otra parte, si hay algún problema, le mando al padre Francisco y listo.

    Muy bueno, Antonio.
  • Fuimos a un pueblo desconocido para la despedida de soltero de mi amigo Javier. Aparcamos las motos y anduvimos casi sin pensar por las calles. Junto a una pequeña iglesia, la monja mas mayor y pequeña que he visto en mi vida se dirigió a mi. Me pidió que fuera a la farmacia y que pidiera sus medicamentos. Me dio varios euros en monedas. Mis amigos bromearon tras de mi:

    -Ya ha ligado, Fran, ya ha ligado!

    La farmacéutica me dijo que siempre hacía lo mismo. Cuando le di sus medicamentos la mujer me miró sonriendo y me dijo:

    -Todo el mundo es bueno.
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    ¿Las motos? Vaya, otro motero en el grupo, qué bien. 
  • Si de motos va el asunto ... me apunto.
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    Bieeeen. Grupo de escritores moteros.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    cehi dijo:


    Un local Deífico
     
    El hombre al que me voy a referir se veía rodeado de eso con seis letras que nunca se cita en los informes que él mismo preparaba a diario en un departamento de uno de los edificios de la Junta de Andalucía: POBRES.
     
    Era viernes. Después de salir de la oficina, con tres compañeros más del trabajo, se iban a su bar de siempre a tomarse unas cañas. Él pagó la última ronda y las cuatro cañas que se tomaron cada uno les habían sentado divinamente.
     
    Después de los cinco días de trabajo de cada semana, se lo pasaban pipa despotricando de Dios, de El Papa, de los curas y las monjas, de las hipocresías de la Iglesia, y de todo lo doctrina el ateísmo (los cuatro eran ateos). Este tipo de charlas y la amistad que tenían de años, los unía. Y los cuatro habían tenido la enorme suerte de colocarse en la Junta de Andalucía, un buen trabajo, fijo y con un magnífico sueldo. Y como los cuatro amigos eran funcionarios, seguro que tendrían más aseguradas sus pensiones de jubilación.
     
    Aquel viernes, acabada la tertulia, nuestro hombre se encaminó hacia su casa a almorzar (vivía cerca de su centro de trabajo, un imponente edificio de los muchos que tiene la Junta de Andalucía en Sevilla). Pero en una de las calles olió algo que lo llevó al paraíso de su niñez. Era un olor a cocido, el mismo que olía siendo niño cuando llegaba a casa después del cole y veía a su madre atareada en la cocina.
     
    Por curiosidad entró al local (nunca antes había reparado en él), del que provenía el olor. Le pareció un restaurante modesto, limpio y con buen ambiente. De pronto recordó que tenía que entregar el lunes un informe sobre "Las Familias en Situación Precaria", que le había encargado su jefe más inmediato.
     
    Pero no, no era un restaurante. Era un Centro de Beneficencia, un comedor social, muy frecuentado por personas necesitadas, de ambos sexos y de todas las edades.
     
    De pronto se quedó pasmado al ver que quien servía las comidas en una bandeja era una monja, y que había algunas monjas más en una cocina del fondo de una sala más grande que pequeña.
     
    Entonces se dio cuenta de que aquello era un Comedor Social, donde se veía rodeado de eso con seis letras que nunca se cita en los informes que él mismo preparaba a diario: POBRES.
     
    Quiso irse rápidamente de allí, pero una monja lo detuvo, lo miró, le sonrió y le dijo que no se preocupase, que la primera vez cuesta, que no debía avergonzarse, que aquel día tenían un cocido buenísimo, y que de segundo plato había filetes empanados, que no se perdiese las vitaminas de la ensalada ni las del zumo de naranja, que podía rematar la comida con un helado de vainilla o chocolate, y que le darían también un bocadillo, de chorizo o chóped o salchichón, si no podía acudir a la cena.
     
    Sin saber cómo ni por qué, se vio sentado a una mesa en la que había un matrimonio de personas mayores, rozando los 85, bien vestido los dos, y que comían en silencio, sin apenas levantar los ojos de la bandeja.
     
    Al lado de su mesa, en otra igual, un tipo con barba de varios días, le sonreía mientras devoraba un filete empanado, a la vez que le iba contando su vida: que había perdido su trabajo por cierre de su empresa, tras 25 años en ella, que el banco le había quitado su casa, que después vino el divorcio, y no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida, ropa y zapatos, y que dormía bajo techo en un albergue social. “Al final, he tenido suerte, amigo; así que no te agobies, que de todo se sale”.
     
    No podía creer lo que le estaba pasando. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias religiosas. Allí se dedicaban exclusivamente a dar de comer al hambriento.
     
    Cuando acabó de comer, se levantó y se fue presuroso hacia la puerta de la calle, sin dar las gracias a la monja que le había servido tan amablemente. Pero no por grosero, sino porque no podía articular palabra. Una leve inclinación de cabeza fue todo lo que le hizo.

    Pero la monja, amable todo el rato, lo abordó y le dijo: “vuelve siempre que lo necesites y, si yo no estoy aquí, cuando vengas de nuevo di que vienes de mi parte. Yo me llamo Esperanza. A él, lo único que le salió fue sonreírle, y enseguida salió a escape.
     
    Pero en todo el trayecto hasta su casa, se iba diciendo para sí: “no creo que exista en ninguna parte del mundo un comedor social regenteado por ateos”.




     :) 
    Curiosa historia en la que ensalzas la cara más humilde y necesaria de la religión. Estas monjas son el contraste perfecto con la riqueza y el barroquismo del estado dorado, El Varticano. Si la institución se renovase y volviese al camino de su propio discurso(la sobriedad de Jesucristo), seguro que muchos volverían a creer, a pesar de la ciencia y de la arqueología, las cuales  ganan, y además por goleada, a la doctrinas teológicas.
    Buen manuscrito, socio sevillano 🙂👌

    He estado dos veces en El Vaticano. La primera vez tendría yo unos treinta y pocos, y recuerdo que me sorprendió grandemente la abundancia de riqueza por doquier. No me considero una persona contestaría, pero tampoco soy una persona conformista así porque sí; me tiene que dejar satisfecho la respuesta o la actitud de mi interlocutor. Y eso viene a cuento porque ésa primera vez hablé con un Monseñor de ese millonario palacio, que era el que actuaba de guía. Le pregunté por qué tanto lujo en la iglesia si de la asignatura Historia Sagrada en mi niñez aprendí que Jesucristo nació y vivió pobre, a lo cual me respondió, medio en italiano, medio en español, pero entendible: "Eso ocurría en la antigüedad". No me hubiese importado establecer con él un pequeño diálogo, pero el fatuo curita se dio media vuelta y me dejó con la palabra en la boca. Luego observé que me lanzaba miradas hostiles, como diciéndome... "quién puñeta eres tú para meterte en lo que no te importa" . Soy creyente y creo en Dios, pero tengo mis dudas con respecto a la iglesia; demasiado clero, demasiado celibato, demasiados desmadres... 

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Yo también agradezco a los sacerdotes y monjas toda su buena labor, entre ellas mi propia educación primaria. No obstante no estoy de acuerdo con el protagonista, si creo que habrá ateos ayudando igualmente. Por otra parte, si hay algún problema, le mando al padre Francisco y listo.

    Muy bueno, Antonio.

    Y yo, y en mi caso en el Colegio Salesiano de la Santísima Trinidad, de Sevilla. Lástima que no topara allí con el padre Francisco  :)


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    • texas  ¿Las motos? Vaya, otro motero en el grupo, qué bien. 

    • ichavarria Si de motos va el asunto ... me apunto.


    Ea, amiga Isabel, ahí tienes uno más.

     :)
     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Fuimos a un pueblo desconocido para la despedida de soltero de mi amigo Javier. Aparcamos las motos y anduvimos casi sin pensar por las calles. Junto a una pequeña iglesia, la monja mas mayor y pequeña que he visto en mi vida se dirigió a mi. Me pidió que fuera a la farmacia y que pidiera sus medicamentos. Me dio varios euros en monedas. Mis amigos bromearon tras de mi:

    -Ya ha ligado, Fran, ya ha ligado!

    La farmacéutica me dijo que siempre hacía lo mismo. Cuando le di sus medicamentos la mujer me miró sonriendo y me dijo:

    -Todo el mundo es bueno.

    ¿Eso es real?

     :) 


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Buenos y calurosos días, Foro

     :)

     
  • cehi dijo:
    Fuimos a un pueblo desconocido para la despedida de soltero de mi amigo Javier. Aparcamos las motos y anduvimos casi sin pensar por las calles. Junto a una pequeña iglesia, la monja mas mayor y pequeña que he visto en mi vida se dirigió a mi. Me pidió que fuera a la farmacia y que pidiera sus medicamentos. Me dio varios euros en monedas. Mis amigos bromearon tras de mi:

    -Ya ha ligado, Fran, ya ha ligado!

    La farmacéutica me dijo que siempre hacía lo mismo. Cuando le di sus medicamentos la mujer me miró sonriendo y me dijo:

    -Todo el mundo es bueno.

    ¿Eso es real?

     :) 


    Si, me ocurrió de verdad, Antonio. Los salesianos eran los "enemigos" de los Agustinos, aquí en mi ciudad.

    Y si, soy motero hasta la médula. Con catorce años cogí una mobilette y mi corazón se enamoró de las motos para siempre. He tenido unas veinte motos, viajado por toda España y realizado alguna locura-aventura. Lo mejor es que tengo un grupo de amigos de toda la vida que comparten la pasión conmigo, haciéndola todavía mas apasionante.

    Uves
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    Seguro que has estado en Faro, que es la única que se me ha resistido. La única concentración motora, quiero decir.  He estado en Pingüinos y en La Bañeza. Tengo una CB500 a la que echo mucho de menos porque está en España.

    Si alguna vez subes a Coruña, avísame para que mis colegas te reciban.
  • Si, estuve el último Faro, con esto del covid no he podido repetir. Buen sitio, ambientazo y mucho olor a gasolina cerca del mar. Me volví loco subiendo fotos al instagram. Tengo una fjr1300 y una T7. También un blog de motos motodromo.es aunque no le hago mucho caso, lo voy manteniendo, no me da la vida para todo :) Tomo nota, Galicia siempre es un destino apetecible,  mas si te reciben bien.
  • Si, Acuarelista, una vez se mezcla tu sangre con la gasolina estás perdido. Las primeras curvas nunca son las últimas.... 
  • editado mayo 2021
    Claro, he estado en la concentración de Faro muchas veces de jovencito, ya las concentraciones no me gustan. Viajamos a nuestro rollo, intentando evitar aglomeraciones. 

    La primavera pasada subimos por la ruta de la plata hasta Asturias, luego, rumbo al sur oeste por Galicia para bajar por Portugal, Huelva y de nuevo Chiclana. Un gran viaje de seis noches que mi mujer aún no me ha perdonado. :) 

    Este verano tenemos pensado ir a hacer la ruta Transpirenaica pero aún está todo en el aire. Si vamos a Coruña te aviso.

    Uves
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Después de leer las hazañas de los audaces moteros de este foro, me he quedado medio acomplejado. En lo único que me he montado infinidad de veces sobre dos ruedas es en una bici. De chaval, tuve un ciclomotor Peugeot, pero una mañana de llovizna se colaron las dos ruedas en la vía del tranvía, me caí y me pegué una buena hostia que casi me jodo entero. Todavía mi cara es testigo directo de la secuela de una pequeña cicatriz. No, no iba yo para Nieto, Pedrosa o Márquez. Fin de mis andanzas moteras  :)

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Para Texas (Isabel), Acuarelista (Fran) e Ichavarría



     :)

     
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    Qué peligrosas son las vías del tranvía. En Coruña las tenemos, aunque ya no está el tranvía. Tú tienes un caballo y eso me da envidia.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    texas dijo:
    Qué peligrosas son las vías del tranvía. En Coruña las tenemos, aunque ya no está el tranvía. Tú tienes un caballo y eso me da envidia.

    Como yo le diga a mi "jaco" (oye, que no solo me oye, que también me escucha) que una señora y dos señores de un foro de Literatura me están azuzando con sus motos, emitirá un relincho como diciéndome "vamos a por ellos, que yo no estoy cojo"

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Buenas tardes, Foro

    (Como viene siendo habitual en Sevilla, aquí ha empezado ya el verano con casi un mes de antelación. Ahora mismo, 3 y media pasadas de la tarde, 36 grados)

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    El sábado pasado, 22 mayo 2021, se casó una de mis hijas (pospuesta la ceremonia en dos ocasiones por culpa del Diablo Covid, pero ya tengo tres de mis niñas casadas). Y, curiosamente, me he sentido más joven, de ahí que haya cambiado la fotografía de mi nick en este foro, que entonces tenía mi menda 38 tacos. Permitidme, porfa, que me auto felicite.

     :)

     


  • editado mayo 2021
    cehi dijo:


    Para Texas (Isabel), Acuarelista (Fran) e Ichavarría



     :)

     
    Que bonito, muchas gracias, Antonio. Felicidades, chavales!.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Acuarelista (Fran). Una curiosidad. ¿Qué significa "uves" que últimamente pones al final e tus comentarios?

     :)

     
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    Buenas noches Foro. 
    Seguimos adelante.
    Motos, caballos.... Mi Cortaito Stone de Artai (un Renault Captur del que otro día os explicaré el porqué de su nombre y apellidos) no va a envidiar a ninguno, y si es para ir a Galicia menos, que ya se sabe el camino. 
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Gades dijo:
    Buenas noches Foro. 
    Seguimos adelante.
    Motos, caballos.... Mi Cortaito Stone de Artai (un Renault Captur del que otro día os explicaré el porqué de su nombre y apellidos) no va a envidiar a ninguno, y si es para ir a Galicia menos, que ya se sabe el camino. 



     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Buenos días, Foro

     :)

     
  • cehi dijo:


    Para Texas (Isabel), Acuarelista (Fran) e Ichavarría



     :)

     
    Que bonito, muchas gracias, Antonio.
  • cehi dijo:


    El sábado pasado, 22 mayo 2021, se casó una de mis hijas (pospuesta la ceremonia en dos ocasiones por culpa del Diablo Covid, pero ya tengo tres de mis niñas casadas). Y, curiosamente, me he sentido más joven, de ahí que haya cambiado la fotografía de mi nick en este foro, que entonces tenía mi menda 38 tacos. Permitidme, porfa, que me auto felicite.

     :)

     


    Hombre, Antonio; felicidades por ese  buen casamiento. Debe de ser un placer ver como se casa un@ hij@, y más aún, después de haber pasado lo peor de esta dichosa pandemia.! ¿Mucha fiesta en la boda? 
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    cehi dijo:


    El sábado pasado, 22 mayo 2021, se casó una de mis hijas (pospuesta la ceremonia en dos ocasiones por culpa del Diablo Covid, pero ya tengo tres de mis niñas casadas). Y, curiosamente, me he sentido más joven, de ahí que haya cambiado la fotografía de mi nick en este foro, que entonces tenía mi menda 38 tacos. Permitidme, porfa, que me auto felicite.

     :)

     


    Hombre, Antonio; felicidades por ese  buen casamiento. Debe de ser un placer ver como se casa un@ hij@, y más aún, después de haber pasado lo peor de esta dichosa pandemia.! ¿Mucha fiesta en la boda? 

    Gracias, Nacho. Poca fiesta para mí, que ni siquiera fui al enlace. Tanto mi hija como ahora su ya marido viven y trabajan en Nueva York, son pareja desde hace 8 o 10 años y de pronto se les ocurrió casarse por lo civil, y se casaron, sin asistir a la boda nadie de la familia de ambos. Vendrán a España en el mes de Julio, a visitarnos y como una especie de viaje de luna de miel.

     :)

     
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