Muy hermosos estos últimos juancho, pareciera que me leyeras la mente, con el de Neruda y este de Benedetti, externan un poco de mis sentimientos, como dice el primero, a veces me canso de ser hombre, pero también estoy consciente de que aun es tiempo, cada instante es una nueva oportunidad para salir, luchar y rehacer el camino. Muchas gracias, algunos de estos los llevare por siempre en el corazón.
Muy hermosos estos últimos juancho, pareciera que me leyeras la mente, con el de Neruda y este de Benedetti, externan un poco de mis sentimientos, como dice el primero, a veces me canso de ser hombre, pero también estoy consciente de que aun es tiempo, cada instante es una nueva oportunidad para salir, luchar y rehacer el camino. Muchas gracias, algunos de estos los llevare por siempre en el corazón.
porque cogí la mariposa no en el jardín sino en el sueño porque en mi almohada oí cantar al río al crepúsculo orar porque el cielo breve de la flor me llevó lejos porque el niño aún (que fui que a veces soy) despierta y ve la mariposa volar en el jardín que ya no sueño.
Bendita sea la hora, el año, el día y la ocasión y el venturoso instante en que rendí mi corazón amante a aquellos ojos donde Febo ardía. Bendito el esperar y la porfía y el alto empeño de mi fe constante y las saetas y arco fulminante con que abrasó Cupido el alma mía. Bendita la aflicción que he tolerado en las cadenas de mi dulce dueño y los suspiros, llantos y esquiveces,
los versos que a su gloria he consagrado y han de vencer del duro tiempo el ceño, y ella bendita innumerables veces.
Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tánta vida y jamás!
¡Tántos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tánta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tántos años y siempre, siempre, siempre!
Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tánta vida y jamás! ¡Y tántos años,
y siempre, mucho siempre, siempre, siempre!
ELLA
Ella daba dos pasoshacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo
Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza
Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla
Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma
Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas
Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja, nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra y los álamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada
sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras.
Gerardo Diego
Gracias por compartir este poema, Shiainti, siempre me ha emocionado mucho.
Yo dejo aquí uno de Neruda, muy terreno, como se decía al principio del hilo de este post. Se trata de una parte de "Alturas del Machu Pichu". Desde que escuché un fragmento de este poema en una canción de Joan Baez, no ha dejado de emocionarme, es precioso:
ALTURAS DE MACCHU PICCHU
XII
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Roto ha de estar, supongo,
el vaso cojo de mi antigua casa.
¡Cómo ha podido contener, él solo,
el agua toda que bebí en mi infancia!
Alguna mano familiar y amiga
debió romperlo —una tarde acaso—
y toda el agua de mi infancia rota
cayó en mi alma, viuda de ese vaso.
No lo neguéis (mamá, no ha sido adrede)
desde aquí estoy viendo,
parado y solo en terraplén extraño,
el agua de mi infancia derramada.
Así como yo cuido mi corazón, cuidadme
los amados objetos de este reino
que edifiqué con risa ya llorada.
Ayer —no me lo dijo nadie, lo he sabido
como se advierte el dolor del llanto
en la cama de hotel que nos cobija—
alguien ha roto el vaso donde un niño
supo peinar la sed de lo jugado.
Por eso insisto:
guardad las cosas del que está lejano,
defendedlas de los vuelos terribles de la mano.
Estar ausente tantos años hace
sentirse un muerto al vivo más presente
y por eso perdono (yo al culpable)
tanto naufragio,
tanta rotura de alma impunemente.
Pero el vaso, no, el vaso nunca:
otros vasos habrá, pero ninguno
que conserve los versos de la fuente.
Gracias, Oniria. Siempre me emocionó esta estrofa de Río Duero:
"Quién pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua."
El de Neruda es bellísimo.
*****
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros.../Juan Ramón Jiménez
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco.
Todas la tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, mi espíritu errará, nostálgico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido… Y se quedarán los pájaros cantando.
Nostalgia/Juan Ramón Jiménez
Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos apretarán, suaves, la dicha conseguida, por un sendero solo, muy lejos de los vanos cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.
Las ramas de los sauces mojados y amarillos nos rozarán las frentes. En la arena perlada, verbenas llenas de agua, de cálices sencillos, ornarán la indolente paz de nuestra pisada.
Mi brazo rodeará tu mimosa cintura, tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza, ¡y el ideal vendrá entre la tarde pura, a envolver nuestro amor en su eterna belleza!
A veces amar es una pesada cruz,
pero tú eres tan simplemente bella...
El secreto de tu gracia es igual
a la clave del enigma de la vida.
En primavera se oye el susurro de los sueños
y el suave rumor de realidades y falsías.
Tú eres de la misma especie.
Tú eres indiferente como el aire.
Es fácil recobrar la vista al despertarse,
sacudir del corazón la basura de las palabras
y vivir sin atascarse de nuevo:
no se requiere una gran astucia.
No creas que me dejas.
Que he muerto todavía.
Que de esta historia ya no hay páginas.
... ....No creas en el fin ni en el comienzo
Tampoco que el ayer
se va en silencio
Allí en la confusión como presagio
Donde habla el corazón
Y tu conciencia me reclama,
Yo dormiré si sueñas…
Regresando como duende de los cuentos
en las cosas que no esperas,
que supones que se han muerto…
En el mágico temblor. En el deseo;
En la voz de los pálidos versos
que duermen en los libros.
Habré de estar en ti…
Aún no he partido…
siendo un pájaro viajero
O el simpático jinete que cabalga,
por las noches
.cada tramo de tu cuerpo..."
Fernando Fernan Sanchez - (Catamarca/Argentina)
Derechos Reservados.
NO TE DETENGAS
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …
Anónimo
Acabo de descubrir que este poema que todo el mundo atribuye a Walt Withman, en realidad no se sabe quién es su autor...
NO TE DETENGAS
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …
Anónimo
Acabo de descubrir que este poema que todo el mundo atribuye a Walt Withman, en realidad no se sabe quién es su autor...
¿Cómo lo has descubierto? Está en sus antologías y en línea con su estilo y temática, como por ejemplo "A tí".
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera vivir nuevamente mi vida.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]En la próxima trataría de cometer más errores.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Sería más tonto de lo que he sido, de hecho[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]tomaría muy pocas cosas con seriedad.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Sería menos higiénico.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]más helados y menos habas, tendría más problemas[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]reales y menos imaginarios.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Pero si pudiera volver atrás trataría de tener[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]solamente buenos momentos.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]no te pierdas el ahora.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo. [/FONT]
Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autor sería Don Herold o Nadine Stair.
Este es especial para mí. Lo pondré en dos partes:
Los motivos del lobo El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos de mal: el lobo de Gubbia, el terrible lobo, rabioso, ha asolado los alrededores; cruel ha deshecho todos los rebaños; devoró corderos, devoró pastores, y son incontables sus muertes y daños.
Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados. Los duros colmillos dieron cuenta de los más bravos perros, como de cabritos y de corderillos.
Francisco salió: al lobo buscó en su madriguera. Cerca de la cueva encontró a la fiera enorme, que al verle se lanzó feroz contra él. Francisco, con su dulce voz, alzando la mano, al lobo furioso dijo: ¡Paz, hermano lobo! El animal contempló al varón de tosco sayal; dejó su aire arisco, cerró las abiertas fauces agresivas, y dijo: ¡Está bien, hermano Francisco! ¡Cómo!, exclamó el santo. ¿Es ley que tú vivas de horror y de muerte? ¿La sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanto que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tanta criatura de Nuestro Señor, no han de contener tu encono infernal? ¿Vienes del infierno? ¿Te ha infundido acaso su rencor eterno Luzbel o Belial? Y el gran lobo, humilde: ¡Es duro el invierno, y es horrible el hambre! En el bosque helado no hallé qué comer; y busqué el ganado, y en veces comí ganado y pastor. ¿La sangre? Yo vi más de un cazador sobre su caballo, llevando el azor al puño; o correr tras el jabalí, el oso o el ciervo; y a más de uno vi mancharse de sangre, herir, torturar, de las roncas trompas al sordo clamor, a los animales de Nuestro Señor. Y no era por hambre, que iban a cazar. Francisco responde: En el hombre existe mala levadura. Cuando nace viene con pecado. Es triste. Mas el alma simple de la bestia es pura. Tú vas a tener desde hoy qué comer. Dejarás en paz rebaños y gente en este país. ¡Que Dios melifique tu ser montaraz! --Está bien, hermano Francisco de Asís. --Ante el Señor, que todo ata y desata, en fe de promesa, tiéndeme la pata. El lobo tendió la pata al hermano de Asís, que a su vez le alargó la mano. Fueron a la aldea. La gente veía y lo que miraba casi no creía. Tras el religioso iba el lobo fiero, y, baja la testa, quieto le seguía como un can de casa, o como un cordero. Francisco llamó la gente a la plaza y allí predicó. Y dijo: He aquí una amable caza. El hermano lobo se viene conmigo; me juró no ser ya vuestro enemigo, y no repetir su ataque sangriento. Vosotros, en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios. ¡Así sea!, contestó la gente toda de la aldea. Y luego, en señal de contentamiento, movió testa y cola el buen animal, y entró con Francisco de Asís al convento.
Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo en el santo asilo. Sus bastas orejas los salmos oían y los claros ojos se le humedecían. Aprendió mil gracias y hacía mil juegos cuando a la cocina iba con los legos. Y cuando Francisco su oración hacía, el lobo las pobres sandalias lamía. Salía a la calle, iba por el monte, descendía al valle, entraba en las casas y le daban algo de comer. Mirábanle como a un manso galgo. Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, desapareció, tornó a la montaña, y recomenzaron su aullido y su saña. Otra vez sintióse el temor, la alarma, entre los vecinos y entre los pastores; colmaba el espanto los alrededores, de nada servían el valor y el arma, pues la bestia fiera no dio treguas a su furor jamás, como si tuviera fuegos de Moloch y de Satanás.
Cuando volvió al pueblo el divino santo, todos lo buscaron con quejas y llanto, y con mil querellas dieron testimonio de lo que sufrían y perdían tanto por aquel infame lobo del demonio.
Francisco de Asís se puso severo. Se fue a la montaña a buscar al falso lobo carnicero. Y junto a su cueva halló a la alimaña. ¡En nombre del Padre del sacro universo, conjúrote! dijo, ¡oh lobo perverso!, a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? Contesta. Te escucho. Como en sorda lucha, habló el animal, la boca espumosa y el ojo fatal: --Hermano Francisco, no te acerques mucho... Yo estaba tranquilo allá en el convento; al pueblo salía, y si algo me daban estaba contento y manso comía. Mas empecé a ver que en todas las casas estaban la Envidia, la Saña, la Ira, y en todos los rostros ardían las brasas de odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos. Me vieron humilde, lamía las manos y los pies. Seguía tus sagradas leyes, todas las criaturas eran mis hermanos: los hermanos hombres, los hermanos bueyes, hermanas estrellas y hermanos gusanos. Y así, me apalearon y me echaron fuera. Y su risa fue como un agua hirviente, y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente; mas siempre mejor que esa mala gente. y recomencé a luchar aquí, a me defender y a me alimentar. Como el oso hace, como el jabalí, que para vivir tienen que matar. Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad, vete a tu convento, hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad.
El santo de Asís no le dijo nada. Le miró con una profunda mirada, y partió con lágrimas y con desconsuelos, y habló al Dios eterno con su corazón. El viento del bosque llevó su oración, que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...
Galtzagorri, ese hermoso poema de Rubén Darío ya esta en este hilo. No hay problema es un gusto volverlo a leer.
Aqui dejo otro del mismo.
Lo Fatal
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente
después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad
conforme
pero
que vendrá después
de la soledad
a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.
Comentarios
Gracias amigo Juancho por devolverlos a la memoria.
Solo te puedo dar una sonrisa
Un abrazo
Yo me quedo con usted, para poder conversar y compartir esta poesia.
Un abrazo
No te sientas esclavo, ni aun esclavo;
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
Y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
No la cobarde intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza,
O como el robledal, cuya grandeza
Necesita del agua y no la implora ...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
Ya rodando en el polvo tu cabeza!
Pedro Bonifacio Palacios (almafuerte)
porque cogí la mariposa
no en el jardín
sino en el sueño
porque en mi almohada
oí cantar al río
al crepúsculo orar
porque el cielo breve
de la flor
me llevó lejos
porque el niño aún
(que fui que a veces soy)
despierta y ve
la mariposa
volar en el jardín
que ya no sueño.
Javier Sologuren
Nicolás Fernández de Moratín
Bendita sea la hora, el año, el día
y la ocasión y el venturoso instante
en que rendí mi corazón amante
a aquellos ojos donde Febo ardía.
Bendito el esperar y la porfía
y el alto empeño de mi fe constante
y las saetas y arco fulminante
con que abrasó Cupido el alma mía.
Bendita la aflicción que he tolerado
en las cadenas de mi dulce dueño
y los suspiros, llantos y esquiveces,
los versos que a su gloria he consagrado
y han de vencer del duro tiempo el ceño,
y ella bendita innumerables veces.
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tánta vida y jamás!
¡Tántos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tánta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tántos años y siempre, siempre, siempre!
todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tánta vida y jamás! ¡Y tántos años,
y siempre, mucho siempre, siempre, siempre!
adonde no llegó ni el pensamiento;
me turba, y entristece este cuidado,
que lo que en breve sube en alto asiento,
suele desfallecer apresurado.
de vuestra sola gracia, y que en vos fío:
y vuestro bien hará durable el mío.
Aunque sientas el cansancio.
Aunque el triunfo te abandone
Aunque un error te lastime
Aunque una traición te duela
Aunque una ilusión se apague
Aunque el dolor queme tus ojos
Aunque ignoren tus esfuerzos
Aunque la ingratitud sea la paga
Aunque la incomprensión corte tu risa
Aunque todo parezca nada
¡Vuelve a empezar ¡
Cecilia Prezioso
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.
Ella daba dos pasoshacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo
Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza
Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla
Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma
Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas
Vicente Huidobro
Gracias por compartir este poema, Shiainti, siempre me ha emocionado mucho.
Yo dejo aquí uno de Neruda, muy terreno, como se decía al principio del hilo de este post. Se trata de una parte de "Alturas del Machu Pichu". Desde que escuché un fragmento de este poema en una canción de Joan Baez, no ha dejado de emocionarme, es precioso:
ALTURAS DE MACCHU PICCHU
XII
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca,
hablad por mis palabras y mi sangre.
Pablo Neruda
Roto ha de estar, supongo,
el vaso cojo de mi antigua casa.
¡Cómo ha podido contener, él solo,
el agua toda que bebí en mi infancia!
Alguna mano familiar y amiga
debió romperlo —una tarde acaso—
y toda el agua de mi infancia rota
cayó en mi alma, viuda de ese vaso.
No lo neguéis (mamá, no ha sido adrede)
desde aquí estoy viendo,
parado y solo en terraplén extraño,
el agua de mi infancia derramada.
Así como yo cuido mi corazón, cuidadme
los amados objetos de este reino
que edifiqué con risa ya llorada.
Ayer —no me lo dijo nadie, lo he sabido
como se advierte el dolor del llanto
en la cama de hotel que nos cobija—
alguien ha roto el vaso donde un niño
supo peinar la sed de lo jugado.
Por eso insisto:
guardad las cosas del que está lejano,
defendedlas de los vuelos terribles de la mano.
Estar ausente tantos años hace
sentirse un muerto al vivo más presente
y por eso perdono (yo al culpable)
tanto naufragio,
tanta rotura de alma impunemente.
Pero el vaso, no, el vaso nunca:
otros vasos habrá, pero ninguno
que conserve los versos de la fuente.
Juan Gonzalo Rose
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua."
El de Neruda es bellísimo.
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros.../Juan Ramón Jiménez
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
Nostalgia/Juan Ramón Jiménez
Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos
apretarán, suaves, la dicha conseguida,
por un sendero solo, muy lejos de los vanos
cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.
Las ramas de los sauces mojados y amarillos
nos rozarán las frentes. En la arena perlada,
verbenas llenas de agua, de cálices sencillos,
ornarán la indolente paz de nuestra pisada.
Mi brazo rodeará tu mimosa cintura,
tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza,
¡y el ideal vendrá entre la tarde pura,
a envolver nuestro amor en su eterna belleza!
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
tu mirada, tu voz y tu sonrisa guarde;
cante aquí tu hermosura su victoria impasible.
-estos versos nacieron tan lejos de tu oído-
mas, es la flor -¡recógela!- de mi tardío alarde.
él te devolverá la abolida belleza
y el capitoso efluvio de tu rosal vencido.
y porque solo el verbo triunfa sobre las horas,
sobre mi pensamiento tu eternidad empieza.
y colmarán de sombra los ámbitos del día,
y aún dará el ensueño sus diáfanas auroras.
que eterniza la carne si en alma la convierte
-dón que hice a tus ojos, ¡Inalcanzable Mía!
la noche en tus cabellos y el rumor de tu paso:
ya rescatada fuiste del poder de la muerte.
Edmond Haraucourt
A veces amar es una pesada cruz,
pero tú eres tan simplemente bella...
El secreto de tu gracia es igual
a la clave del enigma de la vida.
En primavera se oye el susurro de los sueños
y el suave rumor de realidades y falsías.
Tú eres de la misma especie.
Tú eres indiferente como el aire.
Es fácil recobrar la vista al despertarse,
sacudir del corazón la basura de las palabras
y vivir sin atascarse de nuevo:
no se requiere una gran astucia.
Boris Pasternak
No creas que me dejas.
Que he muerto todavía.
Que de esta historia ya no hay páginas.
... ....No creas en el fin ni en el comienzo
Tampoco que el ayer
se va en silencio
Allí en la confusión como presagio
Donde habla el corazón
Y tu conciencia me reclama,
Yo dormiré si sueñas…
Regresando como duende de los cuentos
en las cosas que no esperas,
que supones que se han muerto…
En el mágico temblor. En el deseo;
En la voz de los pálidos versos
que duermen en los libros.
Habré de estar en ti…
Aún no he partido…
siendo un pájaro viajero
O el simpático jinete que cabalga,
por las noches
.cada tramo de tu cuerpo..."
Fernando Fernan Sanchez - (Catamarca/Argentina)
Derechos Reservados.
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …
Anónimo
Acabo de descubrir que este poema que todo el mundo atribuye a Walt Withman, en realidad no se sabe quién es su autor...
¿Cómo lo has descubierto? Está en sus antologías y en línea con su estilo y temática, como por ejemplo "A tí".
Lo leí aquí: http://letransfusion.wordpress.com/2008/04/02/no-te-detengas-walt-whitman-video-youtube/
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]En la próxima trataría de cometer más errores.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Sería más tonto de lo que he sido, de hecho[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]tomaría muy pocas cosas con seriedad.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Sería menos higiénico.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]más helados y menos habas, tendría más problemas[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]reales y menos imaginarios.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Pero si pudiera volver atrás trataría de tener[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]solamente buenos momentos.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]no te pierdas el ahora.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.[/FONT]
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo. [/FONT]
El varón que tiene corazón de lis,
alma de querube, lengua celestial,
el mínimo y dulce Francisco de Asís,
está con un rudo y torvo animal,
bestia temerosa, de sangre y de robo,
las fauces de furia, los ojos de mal:
el lobo de Gubbia, el terrible lobo,
rabioso, ha asolado los alrededores;
cruel ha deshecho todos los rebaños;
devoró corderos, devoró pastores,
y son incontables sus muertes y daños.
Fuertes cazadores armados de hierros
fueron destrozados. Los duros colmillos
dieron cuenta de los más bravos perros,
como de cabritos y de corderillos.
Francisco salió:
al lobo buscó
en su madriguera.
Cerca de la cueva encontró a la fiera
enorme, que al verle se lanzó feroz
contra él. Francisco, con su dulce voz,
alzando la mano,
al lobo furioso dijo: ¡Paz, hermano
lobo! El animal
contempló al varón de tosco sayal;
dejó su aire arisco,
cerró las abiertas fauces agresivas,
y dijo: ¡Está bien, hermano Francisco!
¡Cómo!, exclamó el santo. ¿Es ley que tú vivas
de horror y de muerte?
¿La sangre que vierte
tu hocico diabólico, el duelo y espanto
que esparces, el llanto
de los campesinos, el grito, el dolor
de tanta criatura de Nuestro Señor,
no han de contener tu encono infernal?
¿Vienes del infierno?
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno
Luzbel o Belial?
Y el gran lobo, humilde: ¡Es duro el invierno,
y es horrible el hambre! En el bosque helado
no hallé qué comer; y busqué el ganado,
y en veces comí ganado y pastor.
¿La sangre? Yo vi más de un cazador
sobre su caballo, llevando el azor
al puño; o correr tras el jabalí,
el oso o el ciervo; y a más de uno vi
mancharse de sangre, herir, torturar,
de las roncas trompas al sordo clamor,
a los animales de Nuestro Señor.
Y no era por hambre, que iban a cazar.
Francisco responde: En el hombre existe
mala levadura.
Cuando nace viene con pecado. Es triste.
Mas el alma simple de la bestia es pura.
Tú vas a tener
desde hoy qué comer.
Dejarás en paz
rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!
--Está bien, hermano Francisco de Asís.
--Ante el Señor, que todo ata y desata,
en fe de promesa, tiéndeme la pata.
El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea. La gente veía
y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, quieto le seguía
como un can de casa, o como un cordero.
Francisco llamó la gente a la plaza
y allí predicó.
Y dijo: He aquí una amable caza.
El hermano lobo se viene conmigo;
me juró no ser ya vuestro enemigo,
y no repetir su ataque sangriento.
Vosotros, en cambio, daréis su alimento
a la pobre bestia de Dios. ¡Así sea!,
contestó la gente toda de la aldea.
Y luego, en señal
de contentamiento,
movió testa y cola el buen animal,
y entró con Francisco de Asís al convento.
en el santo asilo.
Sus bastas orejas los salmos oían
y los claros ojos se le humedecían.
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos
cuando a la cocina iba con los legos.
Y cuando Francisco su oración hacía,
el lobo las pobres sandalias lamía.
Salía a la calle,
iba por el monte, descendía al valle,
entraba en las casas y le daban algo
de comer. Mirábanle como a un manso galgo.
Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo
dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo,
desapareció, tornó a la montaña,
y recomenzaron su aullido y su saña.
Otra vez sintióse el temor, la alarma,
entre los vecinos y entre los pastores;
colmaba el espanto los alrededores,
de nada servían el valor y el arma,
pues la bestia fiera
no dio treguas a su furor jamás,
como si tuviera
fuegos de Moloch y de Satanás.
Cuando volvió al pueblo el divino santo,
todos lo buscaron con quejas y llanto,
y con mil querellas dieron testimonio
de lo que sufrían y perdían tanto
por aquel infame lobo del demonio.
Francisco de Asís se puso severo.
Se fue a la montaña
a buscar al falso lobo carnicero.
Y junto a su cueva halló a la alimaña.
¡En nombre del Padre del sacro universo,
conjúrote! dijo, ¡oh lobo perverso!,
a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal?
Contesta. Te escucho.
Como en sorda lucha, habló el animal,
la boca espumosa y el ojo fatal:
--Hermano Francisco, no te acerques mucho...
Yo estaba tranquilo allá en el convento;
al pueblo salía,
y si algo me daban estaba contento
y manso comía.
Mas empecé a ver que en todas las casas
estaban la Envidia, la Saña, la Ira,
y en todos los rostros ardían las brasas
de odio, de lujuria, de infamia y mentira.
Hermanos a hermanos hacían la guerra,
perdían los débiles, ganaban los malos,
hembra y macho eran como perro y perra,
y un buen día todos me dieron de palos.
Me vieron humilde, lamía las manos
y los pies. Seguía tus sagradas leyes,
todas las criaturas eran mis hermanos:
los hermanos hombres, los hermanos bueyes,
hermanas estrellas y hermanos gusanos.
Y así, me apalearon y me echaron fuera.
Y su risa fue como un agua hirviente,
y entre mis entrañas revivió la fiera,
y me sentí lobo malo de repente;
mas siempre mejor que esa mala gente.
y recomencé a luchar aquí,
a me defender y a me alimentar.
Como el oso hace, como el jabalí,
que para vivir tienen que matar.
Déjame en el monte, déjame en el risco,
déjame existir en mi libertad,
vete a tu convento, hermano Francisco,
sigue tu camino y tu santidad.
El santo de Asís no le dijo nada.
Le miró con una profunda mirada,
y partió con lágrimas y con desconsuelos,
y habló al Dios eterno con su corazón.
El viento del bosque llevó su oración,
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...
Rubén Darío
Aqui dejo otro del mismo.
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
ni de dónde venimos!...
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad
pero
que vendrá después
de la soledad
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.