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Comentarios

  • ro08maro08ma Garcilaso de la Vega XVI
    editado agosto 2011
    Muy hermosos estos últimos juancho, pareciera que me leyeras la mente, con el de Neruda y este de Benedetti, externan un poco de mis sentimientos, como dice el primero, a veces me canso de ser hombre, pero también estoy consciente de que aun es tiempo, cada instante es una nueva oportunidad para salir, luchar y rehacer el camino. Muchas gracias, algunos de estos los llevare por siempre en el corazón.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado agosto 2011
    Me quedo con Neruda. Mil veces. :)
    Gracias amigo Juancho por devolverlos a la memoria.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    ro08ma escribió : »
    Muy hermosos estos últimos juancho, pareciera que me leyeras la mente, con el de Neruda y este de Benedetti, externan un poco de mis sentimientos, como dice el primero, a veces me canso de ser hombre, pero también estoy consciente de que aun es tiempo, cada instante es una nueva oportunidad para salir, luchar y rehacer el camino. Muchas gracias, algunos de estos los llevare por siempre en el corazón.

    Solo te puedo dar una sonrisa :o

    Un abrazo
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    Shaianti escribió : »
    Me quedo con Neruda. Mil veces. :)
    Gracias amigo Juancho por devolverlos a la memoria.

    Yo me quedo con usted, para poder conversar y compartir esta poesia.

    Un abrazo
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    No te des por vencido, ni aun vencido,
    No te sientas esclavo, ni aun esclavo;
    Trémulo de pavor, piénsate bravo,
    Y arremete feroz, ya mal herido.

    Ten el tesón del clavo enmohecido,
    Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
    No la cobarde intrepidez del pavo
    Que amaina su plumaje al primer ruido.

    Procede como Dios que nunca llora,
    O como Lucifer, que nunca reza,
    O como el robledal, cuya grandeza
    Necesita del agua y no la implora ...

    ¡Que muerda y vocifere vengadora,
    Ya rodando en el polvo tu cabeza!
    Pedro Bonifacio Palacios (almafuerte)
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    El paso de los años

    para mi hija Viveka

    porque cogí la mariposa
    no en el jardín
    sino en el sueño
    porque en mi almohada
    oí cantar al río
    al crepúsculo orar
    porque el cielo breve
    de la flor
    me llevó lejos
    porque el niño aún
    (que fui que a veces soy)
    despierta y ve
    la mariposa
    volar en el jardín
    que ya no sueño.


    Javier Sologuren
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    Bendita sea la hora, el año, el día...

    Nicolás Fernández de Moratín

    Bendita sea la hora, el año, el día
    y la ocasión y el venturoso instante
    en que rendí mi corazón amante
    a aquellos ojos donde Febo ardía.
    Bendito el esperar y la porfía
    y el alto empeño de mi fe constante
    y las saetas y arco fulminante
    con que abrasó Cupido el alma mía.
    Bendita la aflicción que he tolerado
    en las cadenas de mi dulce dueño
    y los suspiros, llantos y esquiveces,

    los versos que a su gloria he consagrado
    y han de vencer del duro tiempo el ceño,
    y ella bendita innumerables veces.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    Hoy me gusta la vida mucho menos,
    pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
    Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
    con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
    Hoy me palpo el mentón en retirada
    y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
    ¡Tánta vida y jamás!
    ¡Tántos años y siempre mis semanas!...
    Mis padres enterrados con su piedra
    y su triste estirón que no ha acabado;
    de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
    y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
    Me gusta la vida enormemente
    pero, desde luego,
    con mi muerte querida y mi café
    y viendo los castaños frondosos de París
    y diciendo:
    Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
    ¡Tánta vida y jamás me falla la tonada!
    ¡Tántos años y siempre, siempre, siempre!
    Dije chaleco, dije
    todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
    Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
    y está bien y está mal haber mirado
    de abajo para arriba mi organismo.
    Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
    porque, como iba diciendo y lo repito,
    ¡tánta vida y jamás! ¡Y tántos años,
    y siempre, mucho siempre, siempre, siempre!
    César Abraham Vallejo Mendoza
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    AMOR CASI DE UN VUELO


    Amor casi de un vuelo me ha encumbrado

    adonde no llegó ni el pensamiento;
    mas toda esta grandeza de contento
    me turba, y entristece este cuidado,


    que temo que no venga derrocado
    al suelo por faltarle fundamento;
    que lo que en breve sube en alto asiento,
    suele desfallecer apresurado.


    mas luego me consuela y asegura
    el ver que soy, señora ilustre, obra
    de vuestra sola gracia, y que en vos fío:


    porque conservaréis vuestra hechura,
    mis faltas supliréis con vuestra sobra,
    y vuestro bien hará durable el mío.


    Fray Luis de León
  • mariaelenamariaelena Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    VUELVE A ESPERAR



    Aunque sientas el cansancio.

    Aunque el triunfo te abandone

    Aunque un error te lastime

    Aunque una traición te duela

    Aunque una ilusión se apague

    Aunque el dolor queme tus ojos

    Aunque ignoren tus esfuerzos

    Aunque la ingratitud sea la paga

    Aunque la incomprensión corte tu risa

    Aunque todo parezca nada

    ¡Vuelve a empezar ¡



    Cecilia Prezioso
  • mariaelenamariaelena Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    Y se muy bien que no estarás.

    No estarás en la calle

    en el murmullo que brota de la noche

    de los postes de alumbrado,

    ni en el gesto de elegir el menú,

    ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes

    ni en los libros prestados,

    ni en el hasta mañana.

    No estarás en mis sueños,

    en el destino original de mis palabras,

    ni en una cifra telefónica estarás,

    o en el color de un par de guantes

    o una blusa.

    Me enojaré

    amor mío

    sin que sea por ti,

    y compraré bombones

    pero no para ti,

    me pararé en la esquina

    a la que no vendrás

    y diré las cosas que sé decir

    y comeré las cosas que sé comer

    y soñaré los sueños que se sueñan.

    Y se muy bien que no estarás

    ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,

    ni allí afuera

    en ese río de calles y de puentes.

    No estarás para nada,

    no serás mi recuerdo

    y cuando piense en ti

    pensaré un pensamiento

    que oscuramente trata de acordarse de ti.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado agosto 2011
    Muy bonitos Mariaelena, gracias. :)
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado agosto 2011
    ELLA
    Ella daba dos pasoshacia delante
    Daba dos pasos hacia atrás
    El primer paso decía buenos días señor
    El segundo paso decía buenos días señora
    Y los otros decían cómo está la familia
    Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo

    Ella llevaba una camisa ardiente
    Ella tenía ojos de adormecedora de mares
    Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
    Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza

    Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
    Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla

    Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
    Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
    Era hermosa como un cielo bajo una paloma

    Tenía una boca de acero
    Y una bandera mortal dibujada entre los labios
    Reía como el mar que siente carbones en su vientre
    Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
    Como el mar que ha mordido todas las playas
    El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
    Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
    Antes que el viento norte abra sus ojos
    Era hermosa en sus horizontes de huesos
    Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
    Como el cielo a caballo sobre las palomas


    Vicente Huidobro
  • ONIRIAONIRIA Pedro Abad s.XII
    editado agosto 2011
    Shaianti escribió : »
    Río Duero, río Duero

    Río Duero, río Duero,
    nadie a acompañarte baja,
    nadie se detiene a oír
    tu eterna estrofa de agua.

    Indiferente o cobarde
    la ciudad vuelve la espalda.
    No quiere ver en tu espejo
    su muralla desdentada.

    Tú, viejo Duero, sonríes
    entre tus barbas de plata,
    moliendo con tus romances
    las cosechas mal logradas.

    Y entre los santos de piedra
    y los álamos de magia
    pasas llevando en tus ondas
    palabras de amor, palabras.

    Quién pudiera como tú,
    a la vez quieto y en marcha
    cantar siempre el mismo verso
    pero con distinta agua.

    Río Duero, río Duero,
    nadie a estar contigo baja,
    ya nadie quiere atender
    tu eterna estrofa olvidada

    sino los enamorados
    que preguntan por sus almas
    y siembran en tus espumas
    palabras de amor, palabras.

    Gerardo Diego

    Gracias por compartir este poema, Shiainti, siempre me ha emocionado mucho.
    Yo dejo aquí uno de Neruda, muy terreno, como se decía al principio del hilo de este post. Se trata de una parte de "Alturas del Machu Pichu". Desde que escuché un fragmento de este poema en una canción de Joan Baez, no ha dejado de emocionarme, es precioso:


    ALTURAS DE MACCHU PICCHU

    XII


    Sube a nacer conmigo, hermano.
    Dame la mano desde la profunda
    zona de tu dolor diseminado.
    No volverás del fondo de las rocas.
    No volverás del tiempo subterráneo.
    No volverá tu voz endurecida.
    No volverán tus ojos taladrados.
    Mírame desde el fondo de la tierra,
    labrador, tejedor, pastor callado:
    domador de guanacos tutelares:
    albañil del andamio desafiado:
    aguador de las lágrimas andinas:
    joyero de los dedos machacados:
    agricultor temblando en la semilla:
    alfarero en tu greda derramado:
    traed a la copa de esta nueva vida
    vuestros viejos dolores enterrados.
    Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
    decidme: aquí fui castigado,
    porque la joya no brilló o la tierra
    no entregó a tiempo la piedra o el grano:
    señaladme la piedra en que caísteis
    y la madera en que os crucificaron,
    encendedme los viejos pedernales,
    las viejas lámparas, los látigos pegados
    a través de los siglos en las llagas
    y las hachas de brillo ensangrentado.
    Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
    A través de la tierra juntad todos
    los silenciosos labios derramados
    y desde el fondo habladme toda esta larga noche
    como si yo estuviera con vosotros anclado,
    contadme todo, cadena a cadena,
    eslabón a eslabón, y paso a paso,
    afilad los cuchillos que guardasteis,
    ponedlos en mi pecho y en mi mano,
    como un río de rayos amarillos,
    como un río de tigres enterrados,
    y dejadme llorar, horas, días, años,
    edades ciegas, siglos estelares.

    Dadme el silencio, el agua, la esperanza.

    Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.

    Apegadme los cuerpos como imanes.

    Acudid a mis venas y a mi boca,

    hablad por mis palabras y mi sangre.

    Pablo Neruda
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    EL VASO

    Roto ha de estar, supongo,
    el vaso cojo de mi antigua casa.
    ¡Cómo ha podido contener, él solo,
    el agua toda que bebí en mi infancia!

    Alguna mano familiar y amiga
    debió romperlo —una tarde acaso—
    y toda el agua de mi infancia rota
    cayó en mi alma, viuda de ese vaso.

    No lo neguéis (mamá, no ha sido adrede)
    desde aquí estoy viendo,
    parado y solo en terraplén extraño,
    el agua de mi infancia derramada.

    Así como yo cuido mi corazón, cuidadme
    los amados objetos de este reino
    que edifiqué con risa ya llorada.

    Ayer —no me lo dijo nadie, lo he sabido
    como se advierte el dolor del llanto
    en la cama de hotel que nos cobija—
    alguien ha roto el vaso donde un niño
    supo peinar la sed de lo jugado.

    Por eso insisto:
    guardad las cosas del que está lejano,
    defendedlas de los vuelos terribles de la mano.

    Estar ausente tantos años hace
    sentirse un muerto al vivo más presente
    y por eso perdono (yo al culpable)
    tanto naufragio,
    tanta rotura de alma impunemente.

    Pero el vaso, no, el vaso nunca:
    otros vasos habrá, pero ninguno
    que conserve los versos de la fuente.

    Juan Gonzalo Rose
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado septiembre 2011
    Gracias, Oniria. Siempre me emocionó esta estrofa de Río Duero:
    "Quién pudiera como tú,
    a la vez quieto y en marcha
    cantar siempre el mismo verso
    pero con distinta agua."

    El de Neruda es bellísimo.
    *****

    Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros.../Juan Ramón Jiménez

    Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
    cantando;
    y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
    y con su pozo blanco.

    Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
    y tocarán, como esta tarde están tocando,
    las campanas del campanario.

    Se morirán aquellos que me amaron;
    y el pueblo se hará nuevo cada año;
    y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
    mi espíritu errará, nostálgico…

    Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
    verde, sin pozo blanco,
    sin cielo azul y plácido…
    Y se quedarán los pájaros cantando.



    Nostalgia/Juan Ramón Jiménez

    Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos
    apretarán, suaves, la dicha conseguida,
    por un sendero solo, muy lejos de los vanos
    cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.

    Las ramas de los sauces mojados y amarillos
    nos rozarán las frentes. En la arena perlada,
    verbenas llenas de agua, de cálices sencillos,
    ornarán la indolente paz de nuestra pisada.

    Mi brazo rodeará tu mimosa cintura,
    tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza,
    ¡y el ideal vendrá entre la tarde pura,
    a envolver nuestro amor en su eterna belleza!
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    AJEDREZ
    I
    En su grave rincón, los jugadores
    rigen las lentas piezas. El tablero
    los demora hasta el alba en su severo
    ámbito en que se odian dos colores.
    Adentro irradian mágicos rigores
    las formas: torre homérica, ligero
    caballo, armada reina, rey postrero,
    oblicuo alfil y peones agresores.
    Cuando los jugadores se hayan ido,
    cuando el tiempo los haya consumido,
    ciertamente no habrá cesado el rito.
    En el Oriente se encendió esta guerra
    cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
    Como el otro, este juego es infinito.
    II
    Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
    reina, torre directa y peón ladino
    sobre lo negro y blanco del camino
    buscan y libran su batalla armada.
    No saben que la mano señalada
    del jugador gobierna su destino,
    no saben que un rigor adamantino
    sujeta su albedrío y su jornada.
    También el jugador es prisionero
    (la sentencia es de Omar) de otro tablero
    de negras noches y blancos días.
    Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
    ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
    de polvo y tiempo y sueño y agonías?
    J.L. Borges
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado septiembre 2011
    El legado
    Este poema es tuyo, mi Amada Inaccesible;
    tu mirada, tu voz y tu sonrisa guarde;
    cante aquí tu hermosura su victoria impasible.
    Él es casi tu obra, y tú lo sabes tarde,
    -estos versos nacieron tan lejos de tu oído-
    mas, es la flor -¡recógela!- de mi tardío alarde.
    Cuando ya no me escuches, anciana y en olvido,
    él te devolverá la abolida belleza
    y el capitoso efluvio de tu rosal vencido.
    No morirás: mi mente ya forjó tu firmeza;
    y porque solo el verbo triunfa sobre las horas,
    sobre mi pensamiento tu eternidad empieza.
    Desfilarán los siglos -rachas devastadoras-
    y colmarán de sombra los ámbitos del día,
    y aún dará el ensueño sus diáfanas auroras.
    Fuera del tiempo el verbo es sagrada armonía
    que eterniza la carne si en alma la convierte
    -dón que hice a tus ojos, ¡Inalcanzable Mía!
    Yo encendí los fulgores de tu blancura inerte,
    la noche en tus cabellos y el rumor de tu paso:
    ya rescatada fuiste del poder de la muerte.

    Edmond Haraucourt



  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    A VECES AMAR...

    A veces amar es una pesada cruz,
    pero tú eres tan simplemente bella...
    El secreto de tu gracia es igual
    a la clave del enigma de la vida.

    En primavera se oye el susurro de los sueños
    y el suave rumor de realidades y falsías.
    Tú eres de la misma especie.
    Tú eres indiferente como el aire.

    Es fácil recobrar la vista al despertarse,
    sacudir del corazón la basura de las palabras
    y vivir sin atascarse de nuevo:
    no se requiere una gran astucia.

    Boris Pasternak
  • mariaelenamariaelena Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    Aún no he partido

    No creas que me dejas.
    Que he muerto todavía.
    Que de esta historia ya no hay páginas.
    ... ....No creas en el fin ni en el comienzo
    Tampoco que el ayer
    se va en silencio

    Allí en la confusión como presagio
    Donde habla el corazón
    Y tu conciencia me reclama,
    Yo dormiré si sueñas…
    Regresando como duende de los cuentos
    en las cosas que no esperas,
    que supones que se han muerto…

    En el mágico temblor. En el deseo;
    En la voz de los pálidos versos
    que duermen en los libros.
    Habré de estar en ti…
    Aún no he partido…
    siendo un pájaro viajero
    O el simpático jinete que cabalga,
    por las noches
    .cada tramo de tu cuerpo..."

    Fernando Fernan Sanchez - (Catamarca/Argentina)
    Derechos Reservados.
  • GaltzagorriGaltzagorri Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    NO TE DETENGAS
    No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
    sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
    No te dejes vencer por el desaliento.
    No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
    que es casi un deber.
    No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
    No dejes de creer que las palabras y las poesías
    sí pueden cambiar el mundo.
    Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
    Somos seres llenos de pasión.
    La vida es desierto y oasis.
    Nos derriba, nos lastima,
    nos enseña,
    nos convierte en protagonistas
    de nuestra propia historia.
    Aunque el viento sople en contra,
    la poderosa obra continúa:
    Tu puedes aportar una estrofa.
    No dejes nunca de soñar,
    porque en sueños es libre el hombre.
    No caigas en el peor de los errores:
    el silencio.
    La mayoría vive en un silencio espantoso.
    No te resignes.
    Huye.
    “Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
    dice el poeta.
    Valora la belleza de las cosas simples.
    Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
    pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
    Eso transforma la vida en un infierno.
    Disfruta del pánico que te provoca
    tener la vida por delante.
    Vívela intensamente,
    sin mediocridad.
    Piensa que en ti está el futuro
    y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
    Aprende de quienes puedan enseñarte.
    Las experiencias de quienes nos precedieron
    de nuestros “poetas muertos”,
    te ayudan a caminar por la vida
    La sociedad de hoy somos nosotros:
    Los “poetas vivos”.
    No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …


    Anónimo


    Acabo de descubrir que este poema que todo el mundo atribuye a Walt Withman, en realidad no se sabe quién es su autor...
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    DEMASIADO AMOR TE MATARA




    Solo pedazos del hombre que solía ser

    demasiadas lágrimas amargas llovieron sobre mí.

    Estoy lejos de casa y he estado enfrentando esto solo por

    demasiado tiempo.


    Siento que nadie jamás me contó la verdad

    acerca de crecer y de lo mucho que me costaría.

    Con mi mente confusa estuve recordando todo para encontrar

    donde me equivoqué.


    Demasiado amor te puede matar

    sino puedes cambiar tu modo de pensar.

    Clavado entre tu amante y el amor que acabaste de dejar

    estas marcado para el desastre porque nunca lees las señales.

    Demasiado amor te puede matar en cualquier momento.


    Soy sólo la sombra del hombre que solía ser

    y parece que no hay salida de esto para mí.

    Solía traerte el sol brillando, ahora lo que hago es traerte desazón.


    Como sería si estuvieras en mis zapatos

    No puedes ver que es imposible de elegir

    No, eso no tiene sentido, siga el camino que siga

    estoy destinado a perder.


    Demasiado amor te puede matar

    estoy seguro como nadie, sacará la energía que hay en tí.

    Te hará patear, gritar y arrastrarte

    y el dolor te volverá loco

    eres la victima de tu crimen.


    Demasiado amor te puede matar en cualquier momento.



    Demasiado amor te puede matar, hará de tu vida una mentira.

    Demasiado amor te puede matar y no entenderás porque darás tu

    vida, venderás tu alma, pero regresará otra vez.



    Demasiado amor puede matarte al final, al final.
    Freddie Mercury
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado septiembre 2011
    Galtzagorri escribió : »
    NO TE DETENGAS
    No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
    sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
    No te dejes vencer por el desaliento.
    No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
    que es casi un deber.
    No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
    No dejes de creer que las palabras y las poesías
    sí pueden cambiar el mundo.
    Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
    Somos seres llenos de pasión.
    La vida es desierto y oasis.
    Nos derriba, nos lastima,
    nos enseña,
    nos convierte en protagonistas
    de nuestra propia historia.
    Aunque el viento sople en contra,
    la poderosa obra continúa:
    Tu puedes aportar una estrofa.
    No dejes nunca de soñar,
    porque en sueños es libre el hombre.
    No caigas en el peor de los errores:
    el silencio.
    La mayoría vive en un silencio espantoso.
    No te resignes.
    Huye.
    “Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
    dice el poeta.
    Valora la belleza de las cosas simples.
    Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
    pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
    Eso transforma la vida en un infierno.
    Disfruta del pánico que te provoca
    tener la vida por delante.
    Vívela intensamente,
    sin mediocridad.
    Piensa que en ti está el futuro
    y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
    Aprende de quienes puedan enseñarte.
    Las experiencias de quienes nos precedieron
    de nuestros “poetas muertos”,
    te ayudan a caminar por la vida
    La sociedad de hoy somos nosotros:
    Los “poetas vivos”.
    No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …


    Anónimo


    Acabo de descubrir que este poema que todo el mundo atribuye a Walt Withman, en realidad no se sabe quién es su autor...


    ¿Cómo lo has descubierto? Está en sus antologías y en línea con su estilo y temática, como por ejemplo "A tí".
  • GaltzagorriGaltzagorri Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Shaianti escribió : »
    ¿Cómo lo has descubierto? Está en sus antologías y en línea con su estilo y temática, como por ejemplo "A tí".

    Lo leí aquí: http://letransfusion.wordpress.com/2008/04/02/no-te-detengas-walt-whitman-video-youtube/
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Instantes [/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera vivir nuevamente mi vida.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]En la próxima trataría de cometer más errores.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Sería más tonto de lo que he sido, de hecho[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]tomaría muy pocas cosas con seriedad.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Sería menos higiénico.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]más helados y menos habas, tendría más problemas[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]reales y menos imaginarios.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Pero si pudiera volver atrás trataría de tener[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]solamente buenos momentos.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]no te pierdas el ahora.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.[/FONT]
    [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo. [/FONT]
    Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autor sería Don Herold o Nadine Stair.

    En algunas versiones no figura la ultima linea.
    Tambien les dejo el link: http://www.rcadena.net/borges.htm
    Aparte de todo, me gusta mucho.
    Un abrazo
  • GaltzagorriGaltzagorri Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Este es especial para mí. Lo pondré en dos partes:
    Los motivos del lobo
    El varón que tiene corazón de lis,
    alma de querube, lengua celestial,
    el mínimo y dulce Francisco de Asís,
    está con un rudo y torvo animal,
    bestia temerosa, de sangre y de robo,
    las fauces de furia, los ojos de mal:
    el lobo de Gubbia, el terrible lobo,
    rabioso, ha asolado los alrededores;
    cruel ha deshecho todos los rebaños;
    devoró corderos, devoró pastores,
    y son incontables sus muertes y daños.

    Fuertes cazadores armados de hierros
    fueron destrozados. Los duros colmillos
    dieron cuenta de los más bravos perros,
    como de cabritos y de corderillos.

    Francisco salió:
    al lobo buscó
    en su madriguera.
    Cerca de la cueva encontró a la fiera
    enorme, que al verle se lanzó feroz
    contra él. Francisco, con su dulce voz,
    alzando la mano,
    al lobo furioso dijo: ¡Paz, hermano
    lobo! El animal
    contempló al varón de tosco sayal;
    dejó su aire arisco,
    cerró las abiertas fauces agresivas,
    y dijo: ¡Está bien, hermano Francisco!
    ¡Cómo!, exclamó el santo. ¿Es ley que tú vivas
    de horror y de muerte?
    ¿La sangre que vierte
    tu hocico diabólico, el duelo y espanto
    que esparces, el llanto
    de los campesinos, el grito, el dolor
    de tanta criatura de Nuestro Señor,
    no han de contener tu encono infernal?
    ¿Vienes del infierno?
    ¿Te ha infundido acaso su rencor eterno
    Luzbel o Belial?
    Y el gran lobo, humilde: ¡Es duro el invierno,
    y es horrible el hambre! En el bosque helado
    no hallé qué comer; y busqué el ganado,
    y en veces comí ganado y pastor.
    ¿La sangre? Yo vi más de un cazador
    sobre su caballo, llevando el azor
    al puño; o correr tras el jabalí,
    el oso o el ciervo; y a más de uno vi
    mancharse de sangre, herir, torturar,
    de las roncas trompas al sordo clamor,
    a los animales de Nuestro Señor.
    Y no era por hambre, que iban a cazar.
    Francisco responde: En el hombre existe
    mala levadura.
    Cuando nace viene con pecado. Es triste.
    Mas el alma simple de la bestia es pura.
    Tú vas a tener
    desde hoy qué comer.
    Dejarás en paz
    rebaños y gente en este país.
    ¡Que Dios melifique tu ser montaraz!
    --Está bien, hermano Francisco de Asís.
    --Ante el Señor, que todo ata y desata,
    en fe de promesa, tiéndeme la pata.
    El lobo tendió la pata al hermano
    de Asís, que a su vez le alargó la mano.
    Fueron a la aldea. La gente veía
    y lo que miraba casi no creía.
    Tras el religioso iba el lobo fiero,
    y, baja la testa, quieto le seguía
    como un can de casa, o como un cordero.
    Francisco llamó la gente a la plaza
    y allí predicó.
    Y dijo: He aquí una amable caza.
    El hermano lobo se viene conmigo;
    me juró no ser ya vuestro enemigo,
    y no repetir su ataque sangriento.
    Vosotros, en cambio, daréis su alimento
    a la pobre bestia de Dios. ¡Así sea!,
    contestó la gente toda de la aldea.
    Y luego, en señal
    de contentamiento,
    movió testa y cola el buen animal,
    y entró con Francisco de Asís al convento.
  • GaltzagorriGaltzagorri Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo
    en el santo asilo.
    Sus bastas orejas los salmos oían
    y los claros ojos se le humedecían.
    Aprendió mil gracias y hacía mil juegos
    cuando a la cocina iba con los legos.
    Y cuando Francisco su oración hacía,
    el lobo las pobres sandalias lamía.
    Salía a la calle,
    iba por el monte, descendía al valle,
    entraba en las casas y le daban algo
    de comer. Mirábanle como a un manso galgo.
    Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo
    dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo,
    desapareció, tornó a la montaña,
    y recomenzaron su aullido y su saña.
    Otra vez sintióse el temor, la alarma,
    entre los vecinos y entre los pastores;
    colmaba el espanto los alrededores,
    de nada servían el valor y el arma,
    pues la bestia fiera
    no dio treguas a su furor jamás,
    como si tuviera
    fuegos de Moloch y de Satanás.

    Cuando volvió al pueblo el divino santo,
    todos lo buscaron con quejas y llanto,
    y con mil querellas dieron testimonio
    de lo que sufrían y perdían tanto
    por aquel infame lobo del demonio.

    Francisco de Asís se puso severo.
    Se fue a la montaña
    a buscar al falso lobo carnicero.
    Y junto a su cueva halló a la alimaña.
    ¡En nombre del Padre del sacro universo,
    conjúrote! dijo, ¡oh lobo perverso!,
    a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal?
    Contesta. Te escucho.
    Como en sorda lucha, habló el animal,
    la boca espumosa y el ojo fatal:
    --Hermano Francisco, no te acerques mucho...
    Yo estaba tranquilo allá en el convento;
    al pueblo salía,
    y si algo me daban estaba contento
    y manso comía.
    Mas empecé a ver que en todas las casas
    estaban la Envidia, la Saña, la Ira,
    y en todos los rostros ardían las brasas
    de odio, de lujuria, de infamia y mentira.
    Hermanos a hermanos hacían la guerra,
    perdían los débiles, ganaban los malos,
    hembra y macho eran como perro y perra,
    y un buen día todos me dieron de palos.
    Me vieron humilde, lamía las manos
    y los pies. Seguía tus sagradas leyes,
    todas las criaturas eran mis hermanos:
    los hermanos hombres, los hermanos bueyes,
    hermanas estrellas y hermanos gusanos.
    Y así, me apalearon y me echaron fuera.
    Y su risa fue como un agua hirviente,
    y entre mis entrañas revivió la fiera,
    y me sentí lobo malo de repente;
    mas siempre mejor que esa mala gente.
    y recomencé a luchar aquí,
    a me defender y a me alimentar.
    Como el oso hace, como el jabalí,
    que para vivir tienen que matar.
    Déjame en el monte, déjame en el risco,
    déjame existir en mi libertad,
    vete a tu convento, hermano Francisco,
    sigue tu camino y tu santidad.

    El santo de Asís no le dijo nada.
    Le miró con una profunda mirada,
    y partió con lágrimas y con desconsuelos,
    y habló al Dios eterno con su corazón.
    El viento del bosque llevó su oración,
    que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...

    Rubén Darío
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    Galtzagorri, ese hermoso poema de Rubén Darío ya esta en este hilo. No hay problema es un gusto volverlo a leer.

    Aqui dejo otro del mismo.

    Lo Fatal
    Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
    y más la piedra dura porque esa ya no siente,
    pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
    ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
    Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
    y el temor de haber sido y un futuro terror...
    Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
    y sufrir por la vida y por la sombra y por
    lo que no conocemos y apenas sospechamos,
    y la carne que tienta con sus frescos racimos,
    y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!...
  • GaltzagorriGaltzagorri Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Es precioso, Juancho :)
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    SOLEDADES
    Ellos tienen razón
    esa felicidad
    al menos con mayúscula
    no existe
    ah pero si existiera con minúscula
    seria semejante a nuestra breve
    presoledad
    después de la alegría viene la soledad
    después de la plenitud viene la soledad
    después del amor viene la soledad
    ya se que es una pobre deformación
    pero lo cierto es que en ese durable minuto
    uno se siente
    solo en el mundo
    sin asideros
    sin pretextos
    sin abrazos
    sin rencores
    sin las cosas que unen o separan
    y en es sola manera de estar solo
    ni siquiera uno se apiada de uno mismo
    los datos objetivos son como sigue
    hay diez centímetros de silencio
    entre tus manos y mis manos
    una frontera de palabras no dichas
    entre tus labios y mis labios
    y algo que brilla así de triste
    entre tus ojos y mis ojos
    claro que la soledad no viene sola
    si se mira por sobre el hombro mustio
    de nuestras soledades
    se vera un largo y compacto imposible
    un sencillo respeto por terceros o cuartos
    ese percance de ser buenagente
    después de la alegría
    después de la plenitud
    después del amor
    viene la soledad
    conforme
    pero
    que vendrá después
    de la soledad
    a veces no me siento
    tan solo
    si imagino
    mejor dicho si se
    que mas allá de mi soledad
    y de la tuya
    otra vez estas vos
    aunque sea preguntándote a solas
    que vendrá después
    de la soledad.
    Mario Benedetti
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