Me
gustaría terminar el año, con el sabor dulce y suave de los relatos de Carlos
del Amor en los labios, degustando cada palabra, cada pausa, pero en esta
ocasión Carlos y sus libros no formaban parte de mis prioridades. Sencillamente
no estaban en el menú.
Ojalá
pudiéramos al inicio de cada año elegir lo que nos va a suceder y lo que no,
como si nos hubiésemos sentado a la mesa de un prestigioso restaurante y la
carta estuviera llena de sabrosos deseos, todos a nuestro alcance. Sin duda nos
ahorraríamos muchos sinsabores. Lamentablemente, la fonda de la vida no dispone
de tanta variedad ni nos permite tal libertad de elección. A todos nos toca
pasar algún que otro mal trago.
Veníamos
de un 2021 un tanto indigesto. Ya se nos hacía pesado el COVID. Queríamos
olvidarlo, pero ahí vuelve desde oriente a dejarnos regalitos de Reyes, y tiene
toda la pinta de ser carbón. Temo que no es del dulce, pero igual hasta nos
sirve para calentarnos. Sí, porque, aunque a alguien le parezca gracioso y se
permita llamar tontos a quienes le hacen cada vez más rico, el precio de la luz
se convirtió en un amargo drama para muchas familias.
Estalló
una guerra, que para nosotros básicamente consiste en tenerlo todo por las
nubes, hasta los alimentos. O al menos eso dicen, que es culpa de la guerra.
Aunque para el agrio carácter de Putin se trate tan solo de inestabilidad
territorial. Siempre hay una manzana podrida que contagia al resto, y esta se
ha empeñado en estropear el cajón entero.
A
pesar de ello aquí estamos una vez más, sentados a la mesa dispuestos a darnos
un festín para despedir el año. No podemos evitar lágrimas saladas con el
recuerdo de los que ya no estarán a nuestro lado, con la última despedida que
nos separa de un ser querido y a la vez nos une a los demás en el agridulce
momento del consuelo.
Hay
otros adioses no tan amargos por no ser definitivos, y que vienen acompañados
de un toque de acidez que nos obliga a reaccionar, a recolocarnos como en un
escalofrío, para despertar nuestros sentidos antes de volver a empezar, casi de
cero. No es un plato de buen gusto alejarse de la familia, de los amigos,
cerrar una casa. Se pone a veces un nudo en la garganta que no te deja tragar.
Pero
no todo en este año iba a ser amargura, acidez de estómago y exceso de sal. Cuánta
dulzura en la sonrisa de los niños, en sus primeros pasos, en sus juegos y
primeras palabras. Cuánto alimenta el alma cada buen deseo de una amistad
sincera, aunque sea en la distancia. Qué buen sabor de boca nos dejan los
sueños cumplidos, las esperanzas nuevas…
¿Y
yo? ¿Con qué me quedo?
Sin
duda, me quedo con el umami, ese que nos acompaña desde la primera leche
materna, con la sutileza de la sensación aterciopelada que perdura en mi boca
después de un beso, con ese sabor que apenas sabe a nada, pero aumenta la
intensidad agradable de todo lo bueno y atenúa lo malo, que es nuestro pan de
cada día, que lo equilibra todo y, sin necesidad de más condimentos ni alardes,
le da sabor a esta vida en cada uno de sus pequeños detalles. Me quedo contigo.
Feliz
fin de año, amigos. Y no olvidéis saborear el umami cada día de 2023.
Hola, amigos. Una vez terminada la mudanza y puesta más o menos en orden mi nueva casa (al menos ya tengo dónde sentarme a escribir), me paso por aquí a desearos todo lo mejor para el año que entra. No tuve ocasión de entrar para Navidad. Espero que lo hayáis pasado muy bien y rodeados de personas queridas. Ahora vamos a coger fuerzas para hacer del 2023 un año estupendo. Nos vemos entre letras. Besos mil a todos. Ana
Hola, amigos. Una vez terminada la mudanza y puesta más o menos en orden mi nueva casa (al menos ya tengo dónde sentarme a escribir), me paso por aquí a desearos todo lo mejor para el año que entra. No tuve ocasión de entrar para Navidad. Espero que lo hayáis pasado muy bien y rodeados de personas queridas. Ahora vamos a coger fuerzas para hacer del 2023 un año estupendo. Nos vemos entre letras. Besos mil a todos. Ana
Sabía yo de antemano que, por muy ocupada que hayas estado y estés, recibiríamos una misiva tuya deseándonos lo mejor. Gracias, amiga Ana.
En cuanto a tu anterior comentario (larguito pero sabroso, que sabe a poco, vaya), me atrevo a decir que el puñetero Covid es un San Covid para los políticos y le ha venido de perla a muchos países. Me explico. Ciñéndome solo a nuestro país, España, ése virus le ha servido a los políticos como una especie de tapadera que ha tapado y sigue tapando las muchas picias que cometen y que siguen cometiendo; pero, ojo, ¡a costa de nuestro dinero!
Ejemplos palmarios....
"Por culpa del Covid, no hemos podido hacer esto, lo sentimos". "Por culpa del Covid, nuestras promesas se han ido al garete, lo sentimos". "Por culpa del Covid, no hemos podido realizar aquello y lo de más allá, lo sentimos". "Por culpa del Covid ha subido el coste de la electricidad, el agua, el combustible, el carro de la compra... etc... etc..., lo sentimos.
Feliz Salida de año 2022 y Feliz Entrada de año 2023
El guarda del lago natural de aquel pueblo,
descubría el cuerpo en la orilla y enseguida daba parte. Pronto estaban allí,
conmocionados en un despertar de pesadilla, su madre, su padre y el alcalde del
pueblo, cuyo corazón y el corazón del guarda se rendían al
llanto y al desgarro de esos padres frente a su gesto de ternura, tras arropar
a su niña. Nadie de aquella comitiva de dolor había visto
a esa figura negra, que, con siniestra majestuosidad, incansablemente remaba
hasta desaparecer. Nadie sabía que junto al lago iba a dormir esa noche una niña
de 12 años, ahora acurrucada como bebé en el vientre de su mamá. Nadie imaginaba,
ni remotamente, lo que iba a ocurrir aquel viernes de fiesta. De nuevo, un
psicópata compulsivo, que era buscado desde un año atrás, había violado y asesinado,
y con esta pequeña eran ya seis sus víctimas en los últimos seis meses, una por
mes y siempre el mismo día, pero en distinto lugares, para no levantar
sospechas y no le siguieran la pista.
Una noche de verano lloraba yo desconsoladoramente porque perdí a mi perro labrador. Después de buscarlo dos horas y de no encontrarlo, regresé a la casa de mi abuela (que era allí donde yo vivía con ella), pero en el trayecto vi tirado en la calle un cuento. Entré volando a la casa de mi yaya, me fui directamente a mi dormitorio y allí empecé a leerlo. Trataba ese cuento de un niño que había perdido a su mono tití pigmeo. Al día siguiente, no bien desperté, un niño, de mi misma edad, estaba al pie de mi cama y me miraba con unos ojos lastimeros, llenos de lágrimas, sin explicarme yo cómo había entrado a la casa y a mi dormitorio y porqué estaba llorando y mirándome. Después de cambiar con él unas palabras me daba cuenta del porqué de su presencia y de su actitud: aquel niño, al igual que yo, había perdido a su mono tití pigmeo, y cuando regresaba a su casa encontraba tirado en el adoquinado de una calle un cuento que trataba sobre un niño que había perdido a su perro labrador.
Buenas tardes de Sol y nubes del sábado 31 diciembre 2022 en la ciudad de Sevilla. Último día del año, y sigue el Covid-19 haciendo de las suyas; que se lo pregunten, si no, al país que lo parió: China. 9.000 fallecimientos diarios en esta última oleada de macabra pesadilla.
Gracias (a veces no le echo el ojo a las menciones, disculpa)
¿Eres catedrático de Literatura, Antonio?
¡Por Dios, qué halago tan maravilloso; yo, catedrático de la Excelentísima Literatura, mi vocación y profesión frustrada!
Pero no, soy ingeniero agrónomo y he ejercido como tal más de 50 años. Pasa que la Literatura ha sido y es una de mis pasiones que se puedan contar públicamente, y, ahora, con tanto tiempo libre, me prolifero en la escritura y en la lectura.
Tenía y todavía tengo y mantengo amistades profesionales en tu bella Murcia, debido precisamente a mi carrera profesional. No olvides, estimada Sarasvati, que Murcia y su provincia es la huerta por antonomasia se España, por lo que antes estaba muy vinculada a mi profesión; ya no, obviamente, por motivos de jubilación.
Créete que ese es el mejor piropo que me han echado nunca, aunque lanzado a través de una interrogación: ¿Eres catedrático de Literatura, Antonio? . Es decir, tú no te andas por las ramas al decirme nada menos que catedrático, cuando profesor es ya una grandeza.
Siempre mis buenos deseos hacia ti. Me encanta chatear contigo. Ambos aprendemos de ambos en esto de las letras.
Pues esto hace quizá más curiosa tu vocación literaria. Además de proporcionar un bagaje más complejo. (No digo que ingeniería agrónoma y literatura estén reñidas ) Recuerdo además que dibujas también.
Pues esto hace quizá más curiosa tu vocación literaria. Además de proporcionar un bagaje más complejo. (No digo que ingeniería agrónoma y literatura estén reñidas ) Recuerdo además que dibujas también.
Igualmente, es un gusto siempre hablar contigo.
Casi sin proponérmelo, mi vida y mis actividades han sido, y son, aunque menos ahora, polifacéticas; al igual que estoy satisfecho de mi rendimiento como profesional de la agricultura (mi único medio para ganarme la vida), no lo estoy menos como aficionado de la Exma. Literatura; se me da bastante bien dibujar a lápiz, monto a caballo (con mi magnífico potro "Jaco"); sé tocar algunos instrumentos musicales (piano, guitarra y clarinete), y..., bueno, paro ya, no vayas a pensar que soy un petulante.
Nada, que el próximo año nos traiga a todos salud y amor.
Yo, particularmente, me siento liberado porque ya se ha ido el mes más mangonero del año (diciembre). Tantas fiestas, y seguidas además, como que abruman. Cada familia vive las Fiestas Navideñas a su modo, porque cada familia tiene sus hábitos y sus costumbres; y, sin querer o queriendo, hay inclinación por recordar más lo bueno que lo malo.
Porque la noche de Nochebuena es una noche de familia, de conversaciones amistosas, de chistes, de anécdotas, de armonía, de estar todos juntos a partir un mismo piñón; pero, quizás por culpa del alcohol ingerido, o por aquello de que "la confianza de asco", sale a relucir algún encono antiguo. Y si a la flaca cara de la avaricia le da por aparecer, pueden discutir agriamente e incluso hasta pelear hermanos contra hermanos, pugnándose algún patrimonio o alguna herencia. Las mentalidades sanas se convierten en puntillosas, y tanto lo más grave como lo más baladí, sirve de pretexto para llamar al odio.
Pues esto hace quizá más curiosa tu vocación literaria. Además de proporcionar un bagaje más complejo. (No digo que ingeniería agrónoma y literatura estén reñidas )
Sin ninguna clase de modestia*, no me veo como un buen escritor, es que ni siquiera como un escritor a secas; solo soy un gran entusiasta de la escritura y por ende de la Literatura, que casi permanentemente estoy aprendiendo de la gente que de verdad sabe escribir, e interpretar, leyendo, lo que escriben otros. "La humildad como tal, solo tiene valor para sí y para los demás, cuando es reconocida por uno mismo".
Estoy inscrito en algunos foros de Literatura, tanto de la lengua española como de la lengua inglesa; y leyendo a escritores consagrados y a otros no tanto, grandemente me sirve para irme perfeccionando. Cuando escribo de lo que sea, me olvido de mi edad; porque, en mis momentos de concentración e inspiración, me considero un chaval de 81 años * Modestia: es una palabra que se me atraganta.
Pues esto hace quizá más curiosa tu vocación literaria. Además de proporcionar un bagaje más complejo. (No digo que ingeniería agrónoma y literatura estén reñidas )
Sin ninguna clase de modestia*, no me veo como un buen escritor, es que ni siquiera como un escritor a secas; solo soy un gran entusiasta de la escritura y por ende de la Literatura, que casi permanentemente estoy aprendiendo de la gente que de verdad sabe escribir, e interpretar, leyendo, lo que escriben otros. "La humildad como tal, solo tiene valor para sí y para los demás, cuando es reconocida por uno mismo".
Estoy inscrito en algunos foros de Literatura, tanto de la lengua española como de la lengua inglesa; y leyendo a escritores consagrados y a otros no tanto, grandemente me sirve para irme perfeccionando. Cuando escribo de lo que sea, me olvido de mi edad; porque, en mis momentos de concentración e inspiración, me considero un chaval de 81 años * Modestia: es una palabra que se me atraganta.
Yo entiendo la condición de escritor como el interés y la actividad literarios. No me gustan demasiado términos como aficionado, si existen una vocación y una relación estrecha con la literatura. Tanto más porque escribir como oficio, es decir, poder vivir de ello como profesión, está al alcance de sólo unos pocos, y no es cuestión de talento.
Como lectora tuya (y como lectora, en general) ya sabes mi opinión sobre tus textos.
Más o menos como siempre, con la salvedad de que a partir de este año 2023 tengo que privarme de algunos alimentos (precisamente los que son más de mi gusto, corroborando el dicho de: "todo lo prohibido es más apetecido") por prescripción médica y debido a las tres operaciones quirúrgica del colon. Pero aquí estoy contándote esto, que no es poco.
Aunque parezca un flagrante desagradecimiento, me abruman las excesivas atenciones por parte de mi familia, sobre todo las de mis hijos y mis nietos.
Yo entiendo la condición de escritor como el interés y la actividad literarios.
Coincido contigo. Pero lo que se viene llamando interés, en mi caso es tan desmesurado que me parece de vida o muerte.
No me gustan demasiado términos como aficionado, si existen una vocación y una relación estrecha con la literatura.
Bueno, todos o casi todos somos aficionados, y mal le irían las cosas a quien se considere un profesional, en lo que sea, consagrado, algo que, sin darse cuenta, le va minando capacidad e incluso dedicación.
Tanto más porque escribir como oficio, es decir, poder vivir de ello como profesión, está al alcance de sólo unos pocos, y no es cuestión de talento.
Pues ahí está el quid, que yo me entrego a la escritura y a la lectura como si no hubiese un mañana, o porque tuviese vacía la nevera.
Como lectora tuya (y como lectora, en general) ya sabes mi opinión sobre tus textos.
La sé y mi reciprocidad hacia ti me la demuestro a mí mismo, preguntándome; ¿Le gustará a Sarasvati este o aquel texto mío? Qué cosas, ¿no?
Más o menos como siempre, con la salvedad de que a partir de este año 2023 tengo que privarme de algunos alimentos (precisamente los que son más de mi gusto, corroborando el dicho de: "todo lo prohibido es más apetecido") por prescripción médica y debido a las tres operaciones quirúrgica del colon. Pero aquí estoy contándote esto, que no es poco.
Aunque parezca un flagrante desagradecimiento, me abruman las excesivas atenciones por parte de mi familia, sobre todo las de mis hijos y mis nietos.
¿Y a ti y a los tuyos qué tal?
"Año nuevo, vida nueva"
Saludos
Te mando ánimo, porque quitarte los hábitos y gustos de toda la vida tampoco es ninguna tontería. Pero cuidarse es lo primero y está ante todo, ni que decir tiene.
Aunque parezca un flagrante desagradecimiento, me abruman las excesivas atenciones por parte de mi familia, sobre todo las de mis hijos y mis nietos
Me imagino que tendrás tu parte de razón; me parecen reacciones naturales, las tuyas como las suyas, porque los baches de salud afectan a todo el entorno. Pero el cariño y las atenciones necesitan de un equilibrio y una medida, como todo.
Mis Navidades, corrientes y molientes... tranquilas, que no es poco decir. Con sus momentos buenos, y otros que no tanto. En mi familia, llevándonos generalmente bien, no somos tampoco una "piña".
La sé y mi reciprocidad hacia ti me la demuestro a mí mismo, preguntándome; ¿Le gustará a Sarasvati este o aquel texto mío? Qué cosas, ¿no?
Pues me halaga mucho que me tengas en cuenta. Cuídate, un abrazo
Quizás por naturaleza, los seres humanos apostamos más por no reconocer los valores ajenos; nos parece, no sé porqué, mas "acertadas" las descalificaciones que los elogios. Craso error. Porque el hecho de felicitar a alguien por sus buenas obras, su acciones, sus actitudes y aptitudes, no nos desmerecemos; al contrario, nos engrandecemos.
Otro gallo nos cantaría si obrásemos todos con objetividad; y, sobre todo, con buena fe.
Ese es mi talante, lejos, muy lejos de gratuidades.
Comentarios
Buenas días nublados (¿prometen buen Sol?) de viernes 30 diciembre 2022
¡Feliz Salida Año 2022 - Feliz Entrada Año 2023 A TODOS!
ME QUEDO CON EL UMAMI
Me gustaría terminar el año, con el sabor dulce y suave de los relatos de Carlos del Amor en los labios, degustando cada palabra, cada pausa, pero en esta ocasión Carlos y sus libros no formaban parte de mis prioridades. Sencillamente no estaban en el menú.
Ojalá pudiéramos al inicio de cada año elegir lo que nos va a suceder y lo que no, como si nos hubiésemos sentado a la mesa de un prestigioso restaurante y la carta estuviera llena de sabrosos deseos, todos a nuestro alcance. Sin duda nos ahorraríamos muchos sinsabores. Lamentablemente, la fonda de la vida no dispone de tanta variedad ni nos permite tal libertad de elección. A todos nos toca pasar algún que otro mal trago.
Veníamos de un 2021 un tanto indigesto. Ya se nos hacía pesado el COVID. Queríamos olvidarlo, pero ahí vuelve desde oriente a dejarnos regalitos de Reyes, y tiene toda la pinta de ser carbón. Temo que no es del dulce, pero igual hasta nos sirve para calentarnos. Sí, porque, aunque a alguien le parezca gracioso y se permita llamar tontos a quienes le hacen cada vez más rico, el precio de la luz se convirtió en un amargo drama para muchas familias.
Estalló una guerra, que para nosotros básicamente consiste en tenerlo todo por las nubes, hasta los alimentos. O al menos eso dicen, que es culpa de la guerra. Aunque para el agrio carácter de Putin se trate tan solo de inestabilidad territorial. Siempre hay una manzana podrida que contagia al resto, y esta se ha empeñado en estropear el cajón entero.
A pesar de ello aquí estamos una vez más, sentados a la mesa dispuestos a darnos un festín para despedir el año. No podemos evitar lágrimas saladas con el recuerdo de los que ya no estarán a nuestro lado, con la última despedida que nos separa de un ser querido y a la vez nos une a los demás en el agridulce momento del consuelo.
Hay otros adioses no tan amargos por no ser definitivos, y que vienen acompañados de un toque de acidez que nos obliga a reaccionar, a recolocarnos como en un escalofrío, para despertar nuestros sentidos antes de volver a empezar, casi de cero. No es un plato de buen gusto alejarse de la familia, de los amigos, cerrar una casa. Se pone a veces un nudo en la garganta que no te deja tragar.
Pero no todo en este año iba a ser amargura, acidez de estómago y exceso de sal. Cuánta dulzura en la sonrisa de los niños, en sus primeros pasos, en sus juegos y primeras palabras. Cuánto alimenta el alma cada buen deseo de una amistad sincera, aunque sea en la distancia. Qué buen sabor de boca nos dejan los sueños cumplidos, las esperanzas nuevas…
¿Y yo? ¿Con qué me quedo?
Sin duda, me quedo con el umami, ese que nos acompaña desde la primera leche materna, con la sutileza de la sensación aterciopelada que perdura en mi boca después de un beso, con ese sabor que apenas sabe a nada, pero aumenta la intensidad agradable de todo lo bueno y atenúa lo malo, que es nuestro pan de cada día, que lo equilibra todo y, sin necesidad de más condimentos ni alardes, le da sabor a esta vida en cada uno de sus pequeños detalles. Me quedo contigo.
Feliz fin de año, amigos. Y no olvidéis saborear el umami cada día de 2023.
Una vez terminada la mudanza y puesta más o menos en orden mi nueva casa (al menos ya tengo dónde sentarme a escribir), me paso por aquí a desearos todo lo mejor para el año que entra.
No tuve ocasión de entrar para Navidad. Espero que lo hayáis pasado muy bien y rodeados de personas queridas.
Ahora vamos a coger fuerzas para hacer del 2023 un año estupendo.
Nos vemos entre letras.
Besos mil a todos.
Ana
Sabía yo de antemano que, por muy ocupada que hayas estado y estés, recibiríamos una misiva tuya deseándonos lo mejor. Gracias, amiga Ana.
En cuanto a tu anterior comentario (larguito pero sabroso, que sabe a poco, vaya), me atrevo a decir que el puñetero Covid es un San Covid para los políticos y le ha venido de perla a muchos países. Me explico. Ciñéndome solo a nuestro país, España, ése virus le ha servido a los políticos como una especie de tapadera que ha tapado y sigue tapando las muchas picias que cometen y que siguen cometiendo; pero, ojo, ¡a costa de nuestro dinero!
Ejemplos palmarios....
"Por culpa del Covid, no hemos podido hacer esto, lo sentimos".
"Por culpa del Covid, nuestras promesas se han ido al garete, lo sentimos".
"Por culpa del Covid, no hemos podido realizar aquello y lo de más allá, lo sentimos".
"Por culpa del Covid ha subido el coste de la electricidad, el agua, el combustible, el carro de la compra... etc... etc..., lo sentimos.
Feliz Salida de año 2022 y Feliz Entrada de año 2023
Otros mil besos para ti
Nuestra compañera forera Gades (Ana) nos ha enviado 100 palés de esto
Atacó de nuevo
El guarda del lago natural de aquel pueblo, descubría el cuerpo en la orilla y enseguida daba parte. Pronto estaban allí, conmocionados en un despertar de pesadilla, su madre, su padre y el alcalde del pueblo, cuyo corazón y el corazón del guarda se rendían al llanto y al desgarro de esos padres frente a su gesto de ternura, tras arropar a su niña. Nadie de aquella comitiva de dolor había visto a esa figura negra, que, con siniestra majestuosidad, incansablemente remaba hasta desaparecer. Nadie sabía que junto al lago iba a dormir esa noche una niña de 12 años, ahora acurrucada como bebé en el vientre de su mamá. Nadie imaginaba, ni remotamente, lo que iba a ocurrir aquel viernes de fiesta. De nuevo, un psicópata compulsivo, que era buscado desde un año atrás, había violado y asesinado, y con esta pequeña eran ya seis sus víctimas en los últimos seis meses, una por mes y siempre el mismo día, pero en distinto lugares, para no levantar sospechas y no le siguieran la pista.
Sevilla diciembre 2022
Antonio Chávez López
Sevilla diciembre 2022
Buenas tardes de Sol y nubes del sábado 31 diciembre 2022 en la ciudad de Sevilla. Último día del año, y sigue el Covid-19 haciendo de las suyas; que se lo pregunten, si no, al país que lo parió: China. 9.000 fallecimientos diarios en esta última oleada de macabra pesadilla.
Recuerdo además que dibujas también.
Igualmente, es un gusto siempre hablar contigo.
Este no ha sido mi año tampoco.
A ver si el que entra viene un poco mejor.
Casi sin proponérmelo, mi vida y mis actividades han sido, y son, aunque menos ahora, polifacéticas; al igual que estoy satisfecho de mi rendimiento como profesional de la agricultura (mi único medio para ganarme la vida), no lo estoy menos como aficionado de la Exma. Literatura; se me da bastante bien dibujar a lápiz, monto a caballo (con mi magnífico potro "Jaco"); sé tocar algunos instrumentos musicales (piano, guitarra y clarinete), y..., bueno, paro ya, no vayas a pensar que soy un petulante.
Nada, que el próximo año nos traiga a todos salud y amor.
Saludos afectuosos
Buenas días soleados de domingo 01 enero 2023
Año nuevo, vida nueva
Una reflexión escabrosa
Yo, particularmente, me siento liberado porque ya se ha ido el mes más mangonero del año (diciembre). Tantas fiestas, y seguidas además, como que abruman. Cada familia vive las Fiestas Navideñas a su modo, porque cada familia tiene sus hábitos y sus costumbres; y, sin querer o queriendo, hay inclinación por recordar más lo bueno que lo malo.
Porque la noche de Nochebuena es una noche de familia, de conversaciones amistosas, de chistes, de anécdotas, de armonía, de estar todos juntos a partir un mismo piñón; pero, quizás por culpa del alcohol ingerido, o por aquello de que "la confianza de asco", sale a relucir algún encono antiguo. Y si a la flaca cara de la avaricia le da por aparecer, pueden discutir agriamente e incluso hasta pelear hermanos contra hermanos, pugnándose algún patrimonio o alguna herencia. Las mentalidades sanas se convierten en puntillosas, y tanto lo más grave como lo más baladí, sirve de pretexto para llamar al odio.
Año Nuevo, Vida Nueva
Sin ninguna clase de modestia*, no me veo como un buen escritor, es que ni siquiera como un escritor a secas; solo soy un gran entusiasta de la escritura y por ende de la Literatura, que casi permanentemente estoy aprendiendo de la gente que de verdad sabe escribir, e interpretar, leyendo, lo que escriben otros. "La humildad como tal, solo tiene valor para sí y para los demás, cuando es reconocida por uno mismo".
Estoy inscrito en algunos foros de Literatura, tanto de la lengua española como de la lengua inglesa; y leyendo a escritores consagrados y a otros no tanto, grandemente me sirve para irme perfeccionando. Cuando escribo de lo que sea, me olvido de mi edad; porque, en mis momentos de concentración e inspiración, me considero un chaval de 81 años
* Modestia: es una palabra que se me atraganta.
Buenas tardes nubladas y semi lluviosas de lunes 02 enero 2023
Hola a todos (el día promete buen Sol). Miércoles 04 enero 2023
Buen y soleado día de jueves 05 enero 2023
¿Cómo están yendo estas Navidades, Antonio?
Yo entiendo la condición de escritor como el interés y la actividad literarios.
No me gustan demasiado términos como aficionado, si existen una vocación y una relación estrecha con la literatura.
Tanto más porque escribir como oficio, es decir, poder vivir de ello como profesión, está al alcance de sólo unos pocos, y no es cuestión de talento.
Más o menos como siempre, con la salvedad de que a partir de este año 2023 tengo que privarme de algunos alimentos (precisamente los que son más de mi gusto, corroborando el dicho de: "todo lo prohibido es más apetecido") por prescripción médica y debido a las tres operaciones quirúrgica del colon. Pero aquí estoy contándote esto, que no es poco.
Aunque parezca un flagrante desagradecimiento, me abruman las excesivas atenciones por parte de mi familia, sobre todo las de mis hijos y mis nietos.
¿Y a ti y a los tuyos qué tal?
"Año nuevo, vida nueva"
Saludos
Hola a todos. Sábado nublado 07 enero 2023
Buenos días, pero lluviosos, de domingo 08 enero 2023
Buenos días, nublados, de lunes 09 enero 2023
Buenos días, nublados, de martes 10 enero 2023
Me agrada ver que se van reincorporando al foro algunos foreros antiguos.
Te mando ánimo, porque quitarte los hábitos y gustos de toda la vida tampoco es ninguna tontería.
Pero cuidarse es lo primero y está ante todo, ni que decir tiene.
Aunque parezca un flagrante desagradecimiento, me abruman las excesivas atenciones por parte de mi familia, sobre todo las de mis hijos y mis nietos
Me imagino que tendrás tu parte de razón; me parecen reacciones naturales, las tuyas como las suyas, porque los baches de salud afectan a todo el entorno.
Pero el cariño y las atenciones necesitan de un equilibrio y una medida, como todo.
Mis Navidades, corrientes y molientes... tranquilas, que no es poco decir.
Con sus momentos buenos, y otros que no tanto. En mi familia, llevándonos generalmente bien, no somos tampoco una "piña".
La sé y mi reciprocidad hacia ti me la demuestro a mí mismo, preguntándome; ¿Le gustará a Sarasvati este o aquel texto mío? Qué cosas, ¿no?
Pues me halaga mucho que me tengas en cuenta.
Cuídate, un abrazo
Quizás por naturaleza, los seres humanos apostamos más por no reconocer los valores ajenos; nos parece, no sé porqué, mas "acertadas" las descalificaciones que los elogios. Craso error. Porque el hecho de felicitar a alguien por sus buenas obras, su acciones, sus actitudes y aptitudes, no nos desmerecemos; al contrario, nos engrandecemos.
Otro gallo nos cantaría si obrásemos todos con objetividad; y, sobre todo, con buena fe.
Ese es mi talante, lejos, muy lejos de gratuidades.
Buenos días, nublados, de miércoles 11 enero 2023