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Microrrelatos.

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Comentarios

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Traición 

    Deseo que esta misiva llegue a ti y que raspe tu espíritu. No necesito perdonarte, no es mi perdón lo que necesito. Sólo hay algo que me llena de dolor: tu traición. Ojalá que no seas feliz. Quisiera vivir en ti como un remordimiento, y es por eso, que deseo que me odies. Sí, lo deseo mil millones de veces. Tú abrasaste mi amor. Tú tiraste mi rosa roja al volcán. Tú has conseguido que olvide mi ansia de amar.  ¿Me amabas tanto como yo a ti? ¿Me amabas siquiera? O eras mío como un esclavo, como un botín de guerra, pasivamente, y sólo en mí el deseo. Tú no me has amado nunca. Amar es un deseo de morir en otro. Ojalá que mi recuerdo te persiga como una maldición. Y qué llores. Y que tu corazón no sea fértil para recibir la semilla de la felicidad. ¡No quiero volver a verte nunca más!






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO
    Autorretrato

    Un colega de la universidad solía decirme que yo era un retrógrado. Y tenía toda la razón. Soy un hombre de pasiones primarias, por lo tanto, no debo recaer sobre nadie la culpa de mis descalabros: yo mismo me los he ido labrando. El título de doctor en Literatura, que ostento, y la extensa cultura, a juicio de algunos, que he podido reunir, apenas han influido en mí. A pesar de todos esos postizos intelectuales, sigo siendo un cavernícola. Aun mi atavismo, y quizá, precisamente, a causa de él, no deja de haber en mí cierto margen de nobleza y posibilidades. Soy bruto, pero no malo. He bordeado el ámbito de una vida mejor, acaso feliz. En los últimos años he llevado una existencia loable, heroica casi, pero me han llevado a ella los remordimientos, la impotencia. El rasgo se empequeñece a mis ojos y no puedo verme sino como soy: un infeliz y un cobarde






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Hablan de mí

     

    Debido a mi fuerte carácter, una colega del hospital, la guapa enfermera Olga, dice de mí que soy “todo temperamento; demasiada pasión para nuestra época”. Y otro colega, Luis, médico amigo mío, confesó que Olga comenta que, en otro siglo, podría haber sido yo un puntal de la iglesia: un San Ignacio de Loyola o un San Agustín.  Curioso. Si hubiera dicho un Barbarroja habría estado más acertada. Me siento con mejores predisposiciones para ser bandolero que santo. Y lo digo sin pudor, pues ya quedan un poco lejanas las vanidades peyorativas de los veinte años y a estas alturas resulta desalentador llegar a conclusiones tan poco halagüeñas






  • Escribir es enamorarse, pero él está soltero. 
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Phedrera dijo:
    Escribir es enamorarse, pero él está soltero. 
     Pues la apariencia de la chavala es para enamorarse de ella, y quizá para algo más  ;)


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII



    Por cierto, Inma, verás que estoy cumpliendo, incluso con creces, tu deseo de que mi menda participase en este tu hilo de "MIcrorrelatos"


  • cehi dijo:



    Por cierto, Inma, verás que estoy cumpliendo, incluso con creces, tu deseo de que mi menda participase en este tu hilo de "MIcrorrelatos"


    Desde luego, Antonio. Cumples más que yo, qué duda cabe jajaja
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Phedrera dijo:
    cehi dijo:



    Por cierto, Inma, verás que estoy cumpliendo, incluso con creces, tu deseo de que mi menda participase en este tu hilo de "MIcrorrelatos"


    Desde luego, Antonio. Cumples más que yo, qué duda cabe jajaja

    Ya te leí en algún hilo que últimamente estabas muy ocupada. Primero la obligación y después la devoción. Un saludo afectuoso.


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Quien mal empieza

     

    Aquel individuo tenía una fuerza tan grande como su brutalidad. Se ganaba la vida a base de sablazos. Era adicto al vino, a las mujeres y a las peleas de tascas. A los 30 años se enamoró de una chica que aún no contaba los 20, pero su amor era agresivo. Ella le odiaba, pero él la acosaba con la procacidad de un sátiro. Dos hermanos de ella, un día le dieron una tremenda paliza, hasta dejarlo malherido. Esa noche se escondió y cuando al alba salieron sus agresores para acudir a sus trabajos, entró a la casa y mató a la chica a puñaladas. Luego, huyó y anduvo romero y vagabundo durante dos lustros. Trabajaba, para sobrevivir, en lo que le iba surgiendo. A los 40 años, quebrantado por su vida de borrachera y crápula, tuvo la suerte de colocarse de portero en un hotel de otra ciudad. Entonces usaba una barba, para tapar una herida que le cruzaba la cara, y mostachos. Vestido con el uniforme del hotel, parecía un militar revolucionario. Al los seis meses, se casó con una camarera del hotel, guapa y bastante más joven que él, pero en la noche de bodas murió de un infarto






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII



    MICRORRELATO

    Mi despampanante ex novia

    La vida se emplea en mí con una procacidad y una crueldad infalibles. No he tenido suerte en nada, y menos todavía en los asuntos amorosos. Acabo de recibir un mensaje de mi buen amigo y ex cuñado Álvaro. Las heces en mi copa desolada. Yo las apuro. Que la vida vierta en mí su penúltima crueldad. Yo la bebo. “El nuevo novio de mi hermana Lucía, un niño de papá adinerado, en el último momento ha decidido no casarse con ella”. ¡Lo sabía! “Le ha puesto un piso de lujo en el centro de la ciudad”. ¡Lo sabía! ¡Amancebarla con su careta de niño bueno, sí! ¡Echarle encima la mierda de su dinero, sí! ¡Pero casarse… casarse él con su apellidona y ricachona novia de siempre!






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    La taza con café

     

    Vierto café en una taza, añado leche y azúcar, remuevo con una cucharilla y, cuando la saco, veo en la superficie un pequeño remolino en el que se dispersa parabólicamente la espuma de un dulzor mientras se disuelve. Me llevo a los labios la taza y pienso que me voy a beber un agujero oscuro. Este universo en el que habitamos está constituido por diversas gotas de una sustancia en trance de disolverse en algún fluido antes de que unas gigantescas fauces se lo beban






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Sentencia el asesino


    En abril del pasado año, un individuo mató de dos tiros a otro porque se estaba acostando con su mujer. A este asesino lo condenaron a veinte años de cárcel, pero antes de ingresar solicitó, vigilado por la policía, hablar cinco minutos con su esposa; favor que le concedieron. “Por qué me has traicionado?”. “Porque en estos tres últimos años no me echabas cuenta,  me ignorabas, nunca estabas en casa, y me desenamoré de ti”. “Pero podíamos haber hablado antes de dar el paso de ponerme los cuernos”. “Si yo te hubiese contado eso, me habrías matado a mí también, incluso antes que a él”. “No olvides que todavía soy joven y veinte años, que, con un buen abogado se pueden quedar en diez, pasan pronto”






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII



    MICRORRELATOS
     
    Noche de Nochevieja

     

    Después de despedirme de mis numerosos amigos, mano en alto, empecé a caminar, tambaleándome, hacia mi casa. El amanecer blanqueaba las últimas estrellas. Un nutrido grupo, ronco ya, gritaba a más no poder. Corría el río celeste de un nuevo día. Aparecían ráfagas azules y violáceas, hasta que la luz natural iba adquiriendo un color oprimente. Me cruzaba con personas con el pelo revuelto, caras pálidas, debido al trasnoche y las libaciones. Caras desencajadas en las que la luz violácea dejaba angustiosas caras de ahogados. Caras ahogadas en el piélago oscuro de la noche, que poco a poco iban siendo sacadas a la orilla seca del alba





  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    Bonitas líneas y preciosa foto.
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    También me ha gustado el de la taza con café.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    El juez y su esposa

     

    El juez y su esposa no amigaban con nadie. Ella le llevaba la friolera de diez años a él, pero no lo parecía, ni se lo notaban. Lía, que así se llamaba “la jueza”, con sus cuarenta y seis bien cumplidos se conservaba lozana aún, mientras que Pedro, serio, apergaminado y solemne, iba perdiendo cabello, acometido por una calvicie prematura. Lía era una mujer atractiva, guapa incluso: ojos grandes, pelo moreno y cuerpo perfectamente siluetado. Procedía de una familia humilde. Había estudiado en un colegio de monjas, donde aprendió algunas habilidades caseras; un acervo que enriquecía, infatigable, inventando recetas de cocina, preparando comidas, y ensayando nuevos puntos de tejidos, además de ese bendito santo y seña para hacer desaparecer las manchas en la ropa. Su trato era amable y amena sus conversaciones. Había conocido a Pedro mientras éste cursaba la carrera de Derecho. Era huésped en su casa. Pienso que al principio debía tratar al joven con cierta benevolencia despectiva. Pero las cosas iban a cambiar, en forma harto halagüeña, para la soltera madurita. En fin, “Pedro acabó portándose como un caballero”






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    cehi dijo:


    MICRORRELATO

    Sentencia el asesino


    En abril del pasado año, un individuo mató de dos tiros a otro porque se estaba acostando con su mujer. A este asesino lo condenaron a veinte años de cárcel, pero antes de ingresar solicitó, vigilado por la policía, hablar cinco minutos con su esposa; favor que le concedieron. “Por qué me has traicionado?”. “Porque en estos tres últimos años no me echabas cuenta,  me ignorabas, nunca estabas en casa, y me desenamoré de ti”. “Pero podíamos haber hablado antes de dar el paso de ponerme los cuernos”. “Si yo te hubiese contado eso, me habrías matado a mí también, incluso antes que a él”. “No olvides que todavía soy joven y veinte años, que, con un buen abogado se pueden quedar en diez, pasan pronto”







    Pido perdón por haber plasmado este relato. Reconozco que se puede interpretar como que hago apología sobre lo que tanto odiamos las personas civilizadas.

    Ruego a la señora moderadora, amparo bonilla, que lo elimine.

    Mis disculpas a todos mis compañeros foreros




  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Mi querido marinero

    Como presentía de soltera mi madre, mi padre seguía siendo tan irresponsable como antes, una vez casado. Ganaba un sueldo exiguo, que el vino, las juegas, el juego “y…” reducían a la mitad, y con la otra adquiría para su amada esposa un lote de chucherías más ostentosas que útiles. Cuando venía a casa con permiso, traía muchos regalos, que mi madre se los agradecía “con muestras gráficas”. Él la veía feliz, pero no se le ocurría pensar que con “sus genialidades” nos mataba de hambre. También para mí venía cargado de costosos juguetes. Recuerdo haberme quedado dormido abrazado a un magnífico Mecano o un novedoso Scalextric, a la vez que oía cómo me rugían las tripas. Pero me envidiaban el hijo del tendero más rico de mi pueblo, y esto mitigaba mi “pequeño” sinsabor








  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII



    MICRORRELATO
    Mi enfermera Daniela

    Nunca había conocido antes a una mujer que aúne las virtudes de Daniela. Durante meses, hemos hablado a diario, la he sentido a mi lado como una sombra, como un algo útil, más que como una persona. Me ha costado entender que he depositado en ella mi poco caudal de afecto, el rescoldo que quedó de aquel incendio voraz con mi ex novia Berta, el deseo que un día me acometió de darme íntegro, ¡sí, darme íntegro!, y eso que no soy altruista tocante a mi intimidad. Ahora me alegra saber cuáles son los sentimientos que albergo para con mi dulce Daniela. Se pone a mi lado cual perrito fiel. Si quisiera, podría acariciarla. Me estremece imaginar que, cuando yo muera, conservará mi recuerdo y llorará sobre mi tumba. Es una chica muy religiosa, y no sé si habrá obrado milagro, pero seguro que los santos deben ser como ella. Cuando entra a mi habitación y observo su grandiosa bondad y sus buenas disposiciones, cierro los ojos y pienso que el día de mañana podría estar en los altares. Y no es que me burle de ella, todo lo contrario, nadie, excepto mi añorada madre, me ha inspirado tanto cariño y admiración. Pero me hace gracia sólo con pensar que puede pasar de una simple enfermera a intercesora del Dios imponente, Señor de los ejércitos y Juez inflexible. ¡Pobre Daniela, y qué apuros iba a pasar!





  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Donde está tu trabajo, está tu pan 

    Mientras su novio andaba forastero, se escribían casi a diario. Las cartas iban y venían, cupidas, copiosas... El estilo de la chica era inconfundible: barroco, florido... Pero bajo la hojarasca podía pulsarse la arteria de una conmovedora ternura. Por contra, él escribía en forma vulgar, encabezando cada línea de igual manera: “querida, también te diré…”. Y no sé qué singular encanto primitivo veía ella en ésa simple frase que la entusiasmaba. Le contaba trivialidades de su vida cotidiana, cómo le iba en el trabajo y el amor que sentía por ella, que en las cartas de su novia era el tema principal. Se notaba que él hacía un esfuerzo por copiar el mismo tono pomposo que el de su novia, pero al final de cada carta, la pasión le desbordaba y salían de su pluma algunas palabras desgarradas, que encendían de rubores y ansiedades a su enamorada, a juzgar por el estado en el que quedaba después de leerlas






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Luisa la Pescaera

     

    Luisa era una pescaera de 40 años que trabajaba en la plaza de abastos de su pueblo. Mujer liberal, guapa y con buenas hechuras, con bellos ojos verdes, peligrosamente soñadores. Sus pómulos, que sobresalían más de lo normal, daban a la cara cierto hechizo exótico. Vestía siempre prendas costosas, que hacían pensar que no estaban al alcance de su bolsillo. Su esposo, 48 años, media estatura, grosero y excesivamente tosco, llevaba siempre la ropa sucia de manchas y cenizas, le apestaba el sudor y sus hombros raramente no estaban nevados. Había en él un bastante de repulsivo, pero a su lanzada esposa, esas “simplezas”, no parecían preocuparla. Lo único que la obsesionaba era codearse e incluso intimar con gente adinerada a costa de lo que fuese, por encima incluso de su matrimonio. “Dispuesta a todo” estaba la hermosa Luisita








  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Las mujeres cacicas de aquel pueblo

     

    Las esposas de las autoridades de aquel pueblo eran mujeres sin relieve. Sus mundos, y con ellos sus inquietudes, se reducían al precio de los comestibles, las diabluras y las dolencias de sus hijos, el clima, la ropa, y paro de contar. Si lo había habido alguna vez, estaban ya soterrados los recuerdos de los ardientes años de la juventud, la quimera del amor… Eran mujeres tristes, resignadas, abrumada por el peso de la realidad prosaica, los achaques, los cuidados caseros, el tejido adiposo... Y las chicas solteras no eran muy diferentes; Soledad, y la hija de un ricachón del pueblo, Isabel, tenían 20 años, hembras guapas y con buenos cuerpos, risueñas y de palabra vivaz pero insustancial, que sólo iba del tópico manido a la insinuación más pueril. Pero daba la sensación de que veían esto sólo útil para pescar novio, algo que olvidarían después de convertirse en lo que sea que llegaran a ser el día de mañana. Y con los años, su ansia espiritual se alimentaría de alguna adocenada gaceta de modas, algún engendro literario rosa, o del argumento de la última película de cine. Me sorprendía que devorasen libros de ínclitos escritores, pero las expectativas de sus autores resbalaban sobre las mentes mediocres de las lectoras, y sus comentarios se limitaban a esos simples y casi despectivos, está bien, no está mal, bonito, feo, ameno, entretenido, soso…







  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Mi padre era marinero

     

    Mis padres se quisieron como el primer día los nueve años que estuvieron casados. Es cierto que en ése periodo de tiempo estarían juntos un año más o menos, puesto que los viajes de él eran larguísimos y los permisos muy cortos, y puede que esté aquí el origen de un cariño y un entendimiento permanentes, ya que no hay mejor manera de llevarse bien con alguien que no se ve más que de año en año. Pero acerca de esto no tengo elementos de juicio, porque yo tenía cuatro años cuando fallecieron y pocos los datos que más tarde he podido reunir. No obstante, me inclino a pensar que eran, en este aspecto, dos seres de excepción. Y diría que yo he heredado buena parte de ese primigenio impulso amoroso, del que siempre me he sentido muy orgulloso





  • cehi dijo:


    MICRORRELATO

    Mi padre era marinero

     

    Mis padres se quisieron como el primer día los nueve años que estuvieron casados. Es cierto que en ése periodo de tiempo estarían juntos un año más o menos, puesto que los viajes de él eran larguísimos y los permisos muy cortos, y puede que esté aquí el origen de un cariño y un entendimiento permanentes, ya que no hay mejor manera de llevarse bien con alguien que no se ve más que de año en año. Pero acerca de esto no tengo elementos de juicio, porque yo tenía cuatro años cuando fallecieron y pocos los datos que más tarde he podido reunir. No obstante, me inclino a pensar que eran, en este aspecto, dos seres de excepción. Y diría que yo he heredado buena parte de ese primigenio impulso amoroso, del que siempre me he sentido muy orgulloso





    En la costa caribe colombiana tenemos un dicho que ejemplariza la conclusión de este relato: "hijo de tigre sale pintado".
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    MICRORRELATO

    Se me fue

     

    Nací cuando le vi por primera vez. 20 primaveras contaban aquellos luceros de los que pude disfrutar de su mirada, y toda una vida por delante en la que hubiera podido pasar a su lado.  Él era feliz, sonriente, amable, respetuoso, educado, altruista, y, sobre todo, agradecido a la vida. La miel alimentaba el color de sus ojos, y el Sol desaparecía entre las nubes mientras éstos parpadeaban. Su pelo era del color del castaño, chirriante de fuerza; y su sonrisa... ¡oh, su sonrisa era la motor de mi vida, el móvil de mis sueños, el símil de lo perfecto! Él era grande, sincero, chispeante…, una de esas personas que con sólo su presencia le pone color a la vida. Le conocí casualmente en uno de esos trenes que no se pueden dejar escapar. Y el tiempo se detenía en el momento en que le vi marchar, sabiendo que sería la última vez que lo hiciese. Se teñía el cielo de gris, sin dejar rayo de Sol a la vista; las nubes se alineaban en forma de corazón, cerraba los ojos creyendo que si lo veía sería un espejismo. Pero cuando los volvía a abrir, se había ido, y lo único que quedaba en el aire era un abominable vacío, que desde su ida protagoniza mis días. Gritaba su nombre para romper el silencio, pero la respuesta era mi propio eco. Rodeada de gente estaba siempre y siempre me sentía sola, como si él se hubiese llevado consigo hasta ese último resquicio de vida que me quedaba, y sólo tenía fuerza para llorar






  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    cehi dijo:


    MICRORRELATO

    Se me fue

     

    Nací cuando le vi por primera vez. 20 primaveras contaban aquellos luceros de los que pude disfrutar de su mirada, y toda una vida por delante en la que hubiera podido pasar a su lado.  Él era feliz, sonriente, amable, respetuoso, educado, altruista, y, sobre todo, agradecido a la vida. La miel alimentaba el color de sus ojos, y el Sol desaparecía entre las nubes mientras éstos parpadeaban. Su pelo era del color del castaño, chirriante de fuerza; y su sonrisa... ¡oh, su sonrisa era la motora (*) de mi vida, el móvil de mis sueños, el símil de lo perfecto! Él era grande, sincero, chispeante…, una de esas personas que con sólo su presencia le pone color a la vida. Le conocí casualmente en uno de esos trenes que no se pueden dejar escapar. Y el tiempo se detenía en el momento en que le vi marchar, sabiendo que sería la última vez que lo hiciese. Se teñía el cielo de gris, sin dejar rayo de Sol a la vista; las nubes se alineaban en forma de corazón, cerraba los ojos creyendo que si lo veía sería un espejismo. Pero cuando los volvía a abrir, se había ido, y lo único que quedaba en el aire era un abominable vacío, que desde su ida protagoniza mis días. Gritaba su nombre para romper el silencio, pero la respuesta era mi propio eco. Rodeada de gente estaba siempre y siempre me sentía sola, como si él se hubiese llevado consigo hasta ese último resquicio de vida que me quedaba, y sólo tenía fuerza para llorar





    (*) la motora

  • Así sucede, cuando encuentras a tu media naranja y sientes que esa persona marcó un antes y un después en tu vida. Pero debe ser muy triste cuando esa persona se va.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Así sucede, cuando encuentras a tu media naranja y sientes que esa persona marcó un antes y un después en tu vida. Pero debe ser muy triste cuando esa persona se va.

    Mejor sería que se fuese con otra, en lugar de palmar, ¿no crees?  :)

    La gente buena no debería morir nunca, y lo digo principalmente por mí, que me considero una buena persona (sin modestia)  :D :D :D :D :D


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Por cierto, hablando de buenas personas, a la señorita Ana (Phedrera en el foro), habrá que tirarle de las orejas cuando aparezca por aquí. Y me explico: nos animó a todos a que fuésemos prolíficos en la inserción de microrrelatos en este hilo (creado por ella misma), y se esfumó como por arte de birlibirloque. ¡Esta salerosa gaditana...!  :)


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