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Los siete reinos

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Comentarios

  • SylphaenSylphaen Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado enero 2009
    Al

    -Me quedo aquí. Sólo estorbaría.
    - Vamos, no te dejaré por aquí sola y triste *sonreí y le ofrecí mi mano de la manera más amable y sincera*
  • NuriaNuria Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    Arya

    cogí su mano e intenté sonreir
    -No estoy triste y me gusta la soledad- murmuré
  • ZerosZeros Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    Tenía que salir rápido de la ciudad, ese anciano podría cambiar de opinión en cualquier momento, es muy fácil conseguir a un aventurero para que vaya a un reinado maldito si tienes un tesoro ilimitado…

    Mientras iba por una calle bastante concurrida, encontré los famosos carteles de “se busca” en una de las paredes, decidí buscar mi cartel, para ver que nuevos cargos me habían puesto y si estaba bien retratado… y ahí estaba, un retrato mío, no habían captado mi verdadero ser, ya que el dibujo era de una persona con mi cara pero algo irritado, con esos ojos rojos fielmente dibujados me intimidaba hasta a mi, ¿De verdad daré esa impresión? Justo debajo ponía “Drein”, ¿Es tan difícil poner la segunda n? seguí mirando y ponía “Buscado por: Pillaje, Secuestro, Contrabando, Suplantación de personalidad, Incendio, Depravación y saqueo” bien, otra ciudad más a la que sé que no debo ir… mientras me giraba para seguir mi camino, me encontré otro cartel que me llamó la atención, estaba el retrato del parásito y ponía “Alexander”… y yo creía que Al venía de Alphonse, jeje… en ese momento, ya supe el motivo por el que me había visto en el cartel, se estaría buscando a él mismo y entonces, pasó lo inevitable, uno de los que pasaban por ahí dijo –¡Mirad! Es un criminal buscado por la ley –que rápidos… saqué mis dos cimitarras y la enseñe a la gente que había amenazadoramente, entonces divisé un hueco que se había formado ante algunos cobardes que se apartaron, salí por allí justo a tiempo, ya que llegué hasta un punto que se dividía en dos calles mas, y por una venían cuatro o cinco guardias corriendo al haber escuchado la palabra “criminal”, así que envainé ambas cimitarras y salí corriendo por la otra calle.
  • SylphaenSylphaen Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado enero 2009
    Off: gracias por liarte al pobre de Al, Zeros... has descubierto su lado criminal... por suerte no leíste los cargos... xD

    Al

    *Arya se levantó y volvimos por la gente. Hasta los aldeanos sólo llegaron ella y Kirara*
    - No quiero que se asusten o algo por el estilo...
    Sang... me traes más problemas que beneficios... ¿cuándo acabará esto...? (¿realmente quieres saberlo...? sube las colinas y verás el verdadero amanecer...) *sonreí. Sang podía ser agradable mientras no usara mi cuerpo para alimentarse. Me senté entre la sombra, porque no tenía algo más que hacer, y porque estaba muy cansado*
    María... la culpa nunca se escapará de entre mis manos...
  • ZerosZeros Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    Iba corriendo por una calle totalmente desconocida para mí, cualquier esquina podría conducirme a un callejón sin salida, debía pensar rápido… y ahí estaba, una casa un poco descuidada, tenía muchos “peldaños” para subir hasta el tejado… con mi agilidad (y un poco de suerte) podré subirla… di el primer salto y me empotré en la pared, después me agarre a un saliente que había justo cuando un guardia me iba a coger del pie, ya no me podían coger a menos que subieran conmigo pero entonces, empezaron a tirarme piedras, debía concentrarme para no caerme mientras seguía subiendo, cuando ya casi estaba arriba, una piedra me dio de lleno y perdí el equilibrio, caía lentamente, me pregunto cuanto tiempo pasaré en la mazmorra… pero entonces, noté como un brazo procedente del tejado me cogía y me elevaba, seguí la vista por el brazo hasta ver la cara del dueño del brazo, ¿Ferl? ¿Qué hace aquí Ferl? Me dejó en el tejado mientras decía con una sonrisa –Cuanto tiempo sin verte, Dreinn –le devolví la sonrisa diciendo –Ferl, viejo amigo, ¿Qué haces en Bendek? –Ferl miró hacia abajo, mirando a los guardias enfadados –Te iba a preguntar lo mismo, pero veo que no es un buen momento, sígueme, conozco un escondite.
    Sylphaen escribió : »
    Off: gracias por liarte al pobre de Al, Zeros... has descubierto su lado criminal... por suerte no leíste los cargos... xD

    CFR: Si los leí, pero Gerr me pidió que lo editara xD, y otra cosa, espero que no te moleste que mi pj llame al tuyo "Parásito", es simple interpretación :3.

    CFR: Y por cierto, el nombre de Ferl si está sacado de Farl, compañero de Elminster xD.
  • LadyNekoLadyNeko Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    Me acerqué a los ciudadanos. Se notaba que estaban conmocionados por todo lo ocurrido. Suspiré. Un niño se acercó y tiró de mi pollera. Me agaché y lo miré a su misma altura.
    - Podrían acompañarnos a nuestro pueblo? *dijo tímidamente*
    - Por supuesto, pequeño, miauu.
    - Tu hermano está en Dirus, acaso no querés volver a verlo? *dijo una voz detrás de ella*
    - Ehh?
    Cuando me dí la vuelta, no había nadie allí. Pero un escalofrío recorrió mi cuerpo. El hechicero seguía allí? Era raro que no halla reaccionado ante el alboroto de la gente, tal vez se vio inútil sin sus kobolds o el caballero negro. Miré a Al, a Arya, a Miale y a los demás...
    - Volvemos, miauuu?
    En el camino, me encargaría de la gente herida. Uno de los niños más pequeños se acercó a mi y extendió sus brazos para que lo alzara.
    - Cómo te llamás pequeño? *le preguntó*
    - Mi nombre es... Kiby... *dijo el pequeño*
    Me sorprendí bastante, era como si el destino estuviera pidiendome que me moviera.
    - Jeje, tengo un hermano que se llama igual que vos, miauuu *le contestó sonriendo*
  • SylwënSylwën Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    La grougrach finalmente, comentó- wow... qué desenlace -miró al lobo gris que la acompañaba- bueno, los humanos ya están a salvo... ¿falta matar al hechicero, no?
    Addul le miró. Casi se podía percibir una sonrisa en su hocico. Mialë miró la ardilla que, temblorosamente, se sujetaba a su hombro- bien pequeña rate sin futuro... guíanos.
    El animal pequeño saltó al suelo y comenzó a correr en alguna dirección, deteniéndose de vez en cuando para ver si la druida le seguía. Pasó junto a Al y los demás, mirando con desprecio al hematomante. Clavó los ojos en un aldeano- ¿Pueden volver solos a su pueblo?
    S... sí... -respondió el hombre, tembloroso tanto por el lobo, como por la extraña apariencia de la elfa salvaje.
    Entonces váyanse. Antes que decida visitarlos -se giró y siguió a la ardilla, con su arma en mano.
  • LadyNekoLadyNeko Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    Miale pensaba volver para acabar con el mago. No podía dejarla sola. Por más que sabía que ella era muy fuertey que yo no sería más que un estorbo, quería acompañarla.
    - Miale, puedo acompañarte? miauu... no quiero dejarte sola. *le dirige una sonrisa amistosa*

    CFR: perdon si me tardo en contestar, me fui otra vez de vacaciones Un_n... igual voy a tratar de conectarme dia por medio :)
  • SylphaenSylphaen Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado enero 2009
    Off: Al ver que nadie posteaba, Al se lanzó por un acantilado mientras gritaba "Bastardos!!!" xD

    Al

    Demoran mucho... *Había notado que el grupo se estaba demorando demasiado. Decidí ir a buscarlos, ignorando si les resultaba cómodo o no a los aldeanos*
    Nací con el propósito de llevar esta espada a Dirus, no dejaré que la cortesía me detenga en paso...
    *Me levanté y fue entonces que lo sentí. La música más estruendósamente melódica y bella que jamás hubiese escuchado jamás*
    ( E- --s mel--icas no--s...) *Apenas escuchaba a Sang, esa canción me tenía maravillado* Es imposible que los demás no la escuchasen... es imposible
    - Oh, si es posible...
    *Me dí vuelta y mi corazón se detuvo, la música dejó de sonar y mi espada cayó al piso*
    - Que tal, querido... o... acaso creíste que por haberme matado no volverías a verme, ¿Al?
  • LadyNekoLadyNeko Pedro Abad s.XII
    editado enero 2009
    CFR: uff, que muerto que está esto XD.

    Pensé bien si estaría bien acompañar a Miale, sería más un estorbo que ayuda. Asi que luego de preguntarle si podía acompañarla, me arrepenti, y retracté lo dicho anteriormente.
    - Mejor voy con los aldeanos, miauu... tal vez estén heridos *se dio media vuelta y se fue*
    Kishin me acompañaba fielmente, siempre cerca mio. Estaba llegando con los aldeanos, cuando un anciano se acercó a mi, por su vestimenta, parecia ser un médico. Me incliné para saludarlo respetuosamente, y él puso su mano sobre la herida de mi ojo.
    - Sildur? *preguntó*
    Sildur era el nombre de mi padre, el hombre debió haberse dado cuenta que estaba en lo correcto cuando pudo notar mi cara de sorpresa ante la pregunta.
    - S... si... señor... él es mi padre, miauu.
    - La hija de Sildur? Kirara?
    - Asi es señor, como conoce a mi padre?
    - Yo atendí a tu madre antes de su muerte. Luego me mudé a esta ciudad, que me necesitaba más. Pero veo que elegiste bien tu camino, te quisiste convertir en sacerdotiza?
    - Asi es señor, no hay nada que me haga más feliz que ayudar a la gente, miauu.
    - Tu padre será una bestia, pero tienes mucho de él, pequeña Kirara. Por eso pude reconocerte en cuando ví esa herida. Pero dime, estás conciente de que vas a quedarte ciega verdad?
    El comentario me recordó aquello que trataba de olvidar, era algo inevitable. Uno de mis ojos ya estaba dañado, y por alguna razón, estaba perdiendo la vista de mi ojo derecho.
    - Si...
    - Entonces, quiero que te quedes con esto *mete la mano en su bolsillo y saca un trozo de tela blanco en el que habían dibujados dos ojos abiertos* - Estube esperando a darte esto desde que naciste.
    Extendí mi mano y tomé el trozo de tela.
    - Desde que nací?
    - Tu madre, también tenía el mismo problema que vos. Y pude deducir por tu dificultad al mirar fijo a la gente que tú también la tendrías. Tápate tus ojos con eso cuando quedes completamente en tinieblas, y ellos te ayudarán a ver con los ojos de tu corazón, lamento que siendo tan jóven, pierdas uno de los sentidos más agradables que tenemos. Fue un placer haberte vuelto a ver, Kirara.
    - Pero...
    Cuando levanté la vista para agradecerle, había desaparecido. Cada vez estaba más cerca de creer que estaba enloqueciendo. Qué me pasa? las cosas que veo son reales? Miré el trozo de tela en mi mano, y luego el que tenía atado en mi brazo y cerré los ojos. Una lágrima brotó de mi ojo a la vez que escuchaba en mi cabeza una voz que decía "jamás dejes que vean tu mirada perdida, aquéllo es muestra de debilidad" Ya basta de cosas de niñas, ahora era el momento de madurar y convertirme en una mujer. El mundo parecía más oscuro a medida que iba pasando el tiempo. Pero mis amigos lo iluminaban con sus sonrisas y la forma en la que me veían.
    - Gracias... *dijo al aire*
  • SylphaenSylphaen Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado enero 2009
    Al

    - ¿Maria...?
    - Hola, amor. No me olvidaste, ¿o sí...?
    Es imposible... tú... tú estás muerta....
    - Claro que no *respondió cuando aún estaba penasando*, estoy aquí, ¿no lo ves...? Pero no te preocupes mucho, sólo estaba de visita. Veo que ese viejo zorro aún juega con kobolds, que molesto...*dijo eso mientras improvisaba una actuación mala, típico de ella cuando quería hacerme reir*
    - ¡¡TÚ!! vete ahora... ¡TÚ NO ERES MARIA!! *dije mientras hacía que Sang se envolviera de poder rojo*
    - Cariño, esa espada otra vez... ¿no aprendiste de la última vez? ¡qué va!, ya te enseñaré cómo se usa una espada *se lanzó sobre mí con un estoque en sus manos. Logré detenerla con Sang, pero al tocar el suelo, dió un salto atrás, luego uno hacia adelante y con una increible velocidad atravesó mi pierna.
    Grité y traté de reaccionar lo antes posible, lanzando un golpe hacía su cabeza con la empuñadura de Sang, pero logró esquivarlo y se hechó hacia atrás otra vez*
    - Vas mejorando, pero aún te falta mucho, cariño. No te preocupes, nos volveremos a ver, tal vez en ese momento juguemos algo más... *se acercó con su rapidez inhumana y me besó, después se volvió música y se perdió en el aire*
    Imposible... tú no puedes ser ella... no... no puedes...
    - Maria...
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