Muchas veces nos encontramos en situaciones en las que necesitamos estar capacitados intelectualmente para realizar tareas de aplicación y expresión de hechos, reflexiones y conocimientos en general. Por eso, indudablemente, poder valernos de nosotros mismos para realizar trabajos de redacción con una gran perfección, es una excelente virtud que se hace muy necesaria a día de hoy, y que nos ayudará a salir victoriosos en momentos de importancia relevante.
Algunas de estas tareas, para entrar en detalle a lo que me refiero, podrían ser: escribir una carta a un político, redactar una acta durante una reunión de vecinos o comunicar sucesos mediante noticiarios de prensa. Pero, me pregunto, que ocurriría si intentamos apuntar más alto, mucho más alto: escribir un buen libro.
¿Conseguirlo es fácil? Definitivamente, no. Sobretodo para las personas que carecen de costumbre en la lectura y la escritura. Por eso, si queremos ser escritores sin esfuerzo podemos intentarlo escribiendo libros débiles -o mediocres-, siempre dentro de nuestras posibilidades. Pero con eso no haremos más que perder el tiempo y demostrar a quien nos lea nuestras pésimas habilidades de la escritura.
Solamente existe una solución clara y concisa que centralice todos los recursos que necesitamos en una sola acción: estudiar. Será la forma con la que adquiriremos los conocimientos base. Sin ellos, tendríamos una gran limitación en la utilización de recursos de todo tipo a la hora de redactar correctamente. Por eso, es importante escribir con la máxima preparación a nuestras espaldas.
Seguidamente, el factor que determina un correcto entendimiento de nuestros escritos será nuestra capacidad de expresión. No nos servirá de nada tener muchos conocimientos sobre una gran diversidad de temas si, después, somos incapaces de usarlos en el lugar correcto, en el momento oportuno y de la forma adecuada. La mejor manera de potenciar y mejorar la capacidad de expresión en un escrito es, sin ir más lejos, escribiendo.
Otro factor importante para poder llevar a cabo nuestra ambición es el tiempo. Cuanto más tiempo dediquemos a nuestros estudios, más recursos vamos a tener; independientemente de nuestro intelecto o CI (coeficiente intelectual) que nos haya brindado la genética de nuestros progenitores. Y cuanto más tiempo nos dediquemos a escribir, mayor capacidad de expresión adquiriremos. En mi opinión, la lectura y la escritura deben viajar juntas para poder progresar significativamente de un modo lineal.
Pero la inteligencia cognitiva (racional) no es la única que nos puede ayudar, ya que la inteligencia emocional también nos ofrece ciertas ventajas. Un estado de ánimo positivo y relajado nos ayudará a estar concentrados en nuestra tarea, mejorando notablemente los resultados.
En definitiva:
- Estudia para adquirir conocimientos.
- Escribe para mejorar tu capacidad de expresión.
- Dedica todo el tiempo posible a los dos puntos anteriores.
Y como consejo final:
"No pienses cinco minutos para escribir dos páginas, piensa dos horas para escribir cinco palabras".
Salutaciones,
"teclado"
Comentarios
Sin embargo, con el paso del tiempo, cada escritor adquiere su estilo.
La idea central de esta opinión se la debo a mi profesor de redacción en la UNAM, Espartaco Rosales. Un saludo para él.
Para escribir se necesita práctica, simplemente. Y si estás lo bastante loco como para que te guste, pues corregir lo que escribes, y reescribirlo cincuenta mil veces.
Otra mierda de consejo es lo de pensar dos horas para escribir cinco palabras. ¿Eso va en serio? Entonces no escribirás nunca nada.
No hay que pensar cuando escribes, echa la vomitona en el papel. Y luego corrige si te interesa.
El profesor ese no tiene ni pájara. A ver, dime que libros escribio, seguro que son un plomo. Dos horas para cinco palabras. Madre mía.
Para comenzar a escribir claro que sólo se necesitan ganas, pero para escribir bien te aseguro que se necesita mucho, mucho, mucho más que eso. Para comenzar mucha practica, algo en lo que tú también estás de acuerdo, y después técnica, recursos, estudios, vocabulario, gramática...
García Márquez o Neruda, por ejemplo, no escriben así porque están tocados por la mano de Dios o tienen más ganas que tú y que yo, sino porque han estado muchas horas frente a sus manuscritos, otras tantas frente diccionarios, otras más sobre libros de retórica o lingüistica o de estilo. Han estudiado, como muy bien dice el autor del tema.
Sinceramente, creer que con tener pasión todo lo vale es ser - y perdona si te molesta mi expresión - un tanto ingenuo. Ningún arte llega a algo bueno sólo con las ganas. Un pintor no llegará a nada si no aprende las reglas y las ténicas, ni un cantante, ni un bailarín, ni un escultor, ni un escritor... Las reglas son sólo herramientas que te ayudarán en tu hazaña, la mejoraran, y despreciarlas no viene al caso, puedes utilizarlas o no, pero te aseguro que no estorban.
No creo que estos consejos sean una mierda, sino bastante reales. Además, no creo que el autor haya despreciado las ganas o la pasión, sólo habla de reforzarlas. ¿De veras crees que el arte sólo necesita de corazón? yo creo que se alimenta de él, pero necesita mucho más para ser, para crecer.
Y en cuanto al consejo final, el de las dos horas para cinco palabras en realidad no hay que tomarlo literal. Viene a decir que busques las palabras exactas, que no te conformes con lo que te viene de primeras a la cabeza porque todo necesita ser perfeccionado. No hagas sólo un boceto, sino da pinceladas certeras. Puedes escribir por escribir, claro, pero si te esfuerzas, si vas a buscar lo exacto es posible que tu estilo mejore notablemente y que lo que plasmes sea justamente lo que tú quieres que sea.
En definitiva sólo viene a decirte que aprendas a dominar el arte, y que lo hagas de todas las formas posibles, así no fallarás. Gustarás o no, pero desde luego no fallarás.
Un saludo,
Sin embargo, para escribir bien (aunque jamás podremos definir con exactitud qué es escribir bien o mal) se necesita algo más que ganas. Con un vocabulario amplio se lograrán mejores versos, con una mejor sintaxis se lograrán mejores prosas.
Además, la literatura, por definición, es la belleza de la palabra. Tiene que haber alguna línea entre la palabra y la belleza de la palabra
La afición a leer y a escribir van juntas. Yo quiero aprender a escribir, leo y he leído siempre de todo: prensa, libros de distintos temas. En cambio hasta ahora nunca había escrito nada.
Ahora bien, creo que cualquier persona que tenga interés puede aprender a escribir, otra cosa muy distinta es que todo el mundo esté de acuerdo con lo que escribe cada persona. Hay normas para escribir bien pero lo todo lo que está impreso está sujeto a opinión.
No sé si me explico bien, pero no importa digo lo que pienso.
Saludos.
Sin embargo hay para todos los gustos y colores, te lo pongo de este modo:
"muchos piensan que un buen músico no se, son buenos si tocan la guitarra tan rapido con técnica y practica y hay quienes simplemente tocan 3 notas y es una muestra de belleza" Como expecifico hay para todos los gustos, hay a quienes les gusta recargar sus textos (en narrativa) o sus versos adornandolos con palabras de un alto vocabulario, como hay quienes que lo hacen simple y bello pero, eso no desprestigia a ninguno.
Yo creo que, no se necesitanta tanta tecnica sino ingenio y creatividad.
Puedes como te digo puedes pasarte toda la vida estudiando pintura, con los mejores maestros, pero ellos no te enseñan a crear, sino solo técnica. La técnica se aprende, con la creatividad se nace.:)
Para es muy importante el toque de locura. Ver las cosas desde otro punto de vista y atreverse a escribirlo en el momento en que se te ocurre.
La verdad es que el los consejos del texto que abre este hilo, es muy solemne y muy pauteado y en realidad quien escribe nunca es tan ordenado, si fuera por orden no se escribiría más que el principio. La locura es desordenada.
Por eso considero importante que un buen escritor debe, fundamentalmente, también ser un buen lector.
Sin embargo, hoy en día ha salido mucha literatura light, comercial, superflua, en donde la escritura se vuelve más una técnica. Por ejemplo, aquí en Colombia con todo este asunto del secuestro, todos los políticos que salen del cautiverio, al mes ya tienen publicado un libro con sus vivencias, y la verdad, no creo que esos sujetos tengan mucho de literatos, pero saben que su experiencia va a vender, entonces me imagino que incluso las editoriales se los pelean y les ponen algún periodista o redactor para narrar la historia, y listo, ¡un libro más al mercado!
Así mismo ocurre con todos esos manuales de autoestima, de amor, de superación personal, de buena gerencia, que la experiencia de fulanito, la vivencia de sutanita, todo muy comercial, y en esos casos la escritura sí es pura técnica, no hace falta estudiar, saber o leer mucho.
"Si no tienes tiempo para leer, mucho menos para escribir"
soy un buen lector por eso me dedico a este oficio, y por cierto entiendo lo que dices, ya que tambien soy Colombiano...
Todas esas ideas y la forma de llevarlas a cabo son el origen de un escritor. Yo hasta hace 7 u 8 meses apenas sabía poner un acento, ni uno, cero. Sin embargo me puse a estudiar por mi cuenta, usando internet y leyendo libros, y poco a poco empecé a ver que los monosílabos no llevan acento salvo que sean por tilde diacrítica. Empecé a ver que las palabras acabadas en ''on'' se acentuan en la vocal, salvo excepciones, empecé a ver que muchas palabras llevaban acento siempre, y otras palabras podrían llevar acento o no según lo que significase. Empecé a ver muchas de estas cosas ortográficas y en unos meses aprendí a escribir mucho mejor. Escribir no es tan difícil pero sí que rompe algo la cabeza, sobre todo con algunas palabras que apenas usas en tu vida normal y cuando quieres escribirlas no te acuerdas si llevaba acento o no lo llevaba, supongo que para alguien que tenga la carrera de literatura será más fácil detectar si ésa palabra lleva acento o no aunque no se acuerde, por su preparación y tal seguro que sabría detectarlo.
Pero para personas como yo, que no tenemos la carrera, resulta más complicado saber muchas veces si la palabra en cuestión lleva acento o no lo lleva. Cuando digo acento me refiero a la tilde claro, aunque acento es la forma de pronunciar algo y realmente lo que escribimos se llame tilde.
También es cierto que mientras más dedicación le ponemos a ello más palabras aprendemos, y mientras más libros leemos mejor sabemos explicarnos al escribir algo. Digamos que es un modo de vida, sobre todo si te gusta, y además es algo que engancha pues nunca en mi vida estuve tan enganchado a leer y escribir como lo estoy ahora. Cuando ves que mejoras y que avanzas, al mismo tiempo te entra ese gusanito de seguir mejorando y aprendiendo hasta el infinito y más allá.
Saludos.
Escribir tiene dos facetas:
Qué se escribe y cómo se escribe.
La relación de ambas cosas es importantísima, ya que si el tema es demasiado artificial "no te llega", mientras que, por más bello sentimiento que haya en el relato, si está plagado de errores gramaticales y carencia de vocabulario, es posible que no quede estéticamente muy bien.
Pero una cosa es profesionalidad y otra es hacer lo que te gusta!! Entonces haz lo que te pida el cuerpo
Yo, lo que busco, es un poco de ambas cosas
Eso es lo que a mi me ocurre mucho, que hago en este caso?
Ahora en serio, si tienes la idea en la mente y ganas de escribirla pero aún así no te pones a ello puede ser que la necesidad de echarlo fuera de tí todavía no sea lo suficientemente grande. Quizás te hayas acostumbrado a ser "camino de paso" para las ideas, les das posada pero las dejas marchar sin más. Puedes hacer dos cosas, en mi opinión, o bien esperas a que la necesidad de escribir sea más fuerte que la flojera (cosa que no te recomiendo) o te autoimpones una disciplina y te obligas a escribir algo cada día, aunque sólo sea una frase o un párrafo sin importar si es bueno o malo, bien o mal escrito. Lo importante es escribir y después ya vendrá el pulido.
Tengo que reconocer que me ha ecantado tu mensaje, me ha sacado una sonrisa. Y en cierto modo estoy muy de acuerdo.
¡Madre mia, que batiburrillo iba a salir!
Carta a un jóven escritor, por Arturo Pérez Reverte
y cuando te apasiona un arte, sea cualquiera las palabras que se digan las lees, las escuchas, las pesas, y no las rechazas porque es tu pasión.
Ningún artista que se respete hace cosas realmente importantes si no dedica mucho de su tiempo y de su capacidad a eso, convierte un gusto en una pasión dominante, y de pasión dominante se vuelve sin querer en profesión.
Si es un escritor que quiere avanzar, se retará a sí mismo cada día.
Se involucrará en más retos, y el arte es algo que toma fuerza a tal grado en tu vida, que todo lo relacionado a ese arte que quieras desarrollar le pondrás atención, y le sacarás el tiempo que sea.
Hay una diferencia entre el escritor que escribe porque si, porque se llena de inspiración y sale botando su cuento, hay quienes a ese vomito le ponen orden, lo editan, lo pulen mucho tiempo, no publican sino que corrigen por años, y si eso se hace así, de seguro hay corazón, pero también detrás de eso hay mucha búsqueda personal, mucha paciencia por encontrar lo que es y quitar lo que no es, y eso hace la diferencia.
Bien por todo lo que deje un claro camino para escribir, sea bien recibido!
Entre un vomito y un vomito de letras ordenado hay mucho sudor!
saludos.
II. Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.
III. Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.
IV. Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V. No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI. Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII. No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII. Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX. No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.
X. No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.