¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Servilletas de papel

PapuPapu Pedro Abad s.XII
editado noviembre 2009 en Narrativa
Mientras hacía girar con el dedo el cubito de hielo que flotaba en el vaso, dentro de un trance hermético, se me dio por levantar la cabeza y leer las frases escritas en rojo en el espejo del bar. Entre unas cuantas oraciones que no me llamaron la atención se destacaban tres que parecían ser dirigidas a mí en ese día.
¨ Lo esencial es invisible a los ojos ¨, ¨ Ojos que no ven corazón que no siente ¨ y una tercera que no recuerdo, pero que decía algo sobre la belleza interior. Yo había escuchado de rechazos raros, de burlas a gente poco agraciada, y hasta de alguna que otra había sido partícipe, pero que un espejo me trate de feo era mucho. Sin ser un erudito en cuestiones de lógica era evidente el razonamiento que se desprendía de los enunciados.
−Si lo esencial es invisible a los ojos, y estos últimos son los informantes para despertar sentimientos, a menos que alguna señorita me hiciese ahí mismo algún tipo de ecografía o estudio similar, quién se atrevería a invertir tiempo especulando en una potencial belleza interior.− ¡Estaba perdido!
Lejos de romper el reflejo que se burlaba de mi destino, y condenarme así a siete años de mala suerte, le pedí al morocho que me proveía de los elixires más divinamente embotellados, un par de servilletas para empezar a escribir.
Es probable que hubiese sido él el que haya escrito todo lo del espejo pero preferí pasarlo por alto…
Ni bien estiré el papelito, como planchándolo, recordé esa época en que mi invisibilidad llegó a la cumbre. Yo terminaba la secundaria y Paula hacía lo mismo con nuestra relación…
Con los besos, las salidas a escondidas de su mamá y el calor en los umbrales se había llevado mi perfume, mis hormonas sexuales y la luz que me hacía visible. Después de ella mi piel había adoptado un estado casi paranormal. Espectral. No me veía ni Magolla. ¿Quién es Magolla?
Cómo el más hábil de los jugadores de escondidas, podía camuflarme involuntariamente en la nada misma, era un camaleón de los más versátiles. Era un fantasma al que las mujeres chocaban sin percibirlo. Mis artilugios de conquista las atravesaban sin que pudieran notarlo. Llegué a usar remeras prestadas para impregnarme de feromonas ajenas, robé alianzas con el fin de despertar la sed de alguna piba envidiosa y hasta hice el papel de amigo gay, involuntariamente, en más de una ocasión.
Y allí seguían, de todos modos, las mismas preguntas sin responder: − ¿Por qué será que la soledad se retroalimenta? ¿Por qué no repartir de manera más ecuánime? ¿Por qué no percibimos que nos vamos correteando en ronda sin ver el posible amor que viene detrás?
Y cuándo terminaba el último signo de interrogación en un azul lavado por la transpiración del vaso que pisaba el papel, una voz detrás murmuró un tímido − ¿Qué se yo…? Y en el espejo que se había reído de mí, se reflejaba el cuello por donde acababa de transitar la frase. Y de éste, divinamente, colgaba un dije dorado que decía ¨ Paula ¨.
No era la misma Paula que me había robado la magia, pero me sonrió al leer las últimas palabras de la servilleta, y eso me bastó para quitarme la sabana fantasmal que me cubría, e invitarla con un trago. ..

No importa si se fue conmigo, si aceptó la invitación, o si me rechazó. Después de todo, esos instantes con brillos en los ojos, me bastaron para aprender que, mientras haya tinta, se puede soñar con que, entre garabatos y puntos suspensivos, uno está a tiempo de recibir un suspiro en el oído.


Ojalá lo hayan disfrutado.Abrazo!
http://letradedoctor.blogspot.com

Comentarios

  • bartonbarton Juan Boscán s.XVI
    editado noviembre 2009
    Me gusta, y me ha hecho reír muchísimo lo de <<¿Quién es Magolla?>> :D Lo único que le veo algo raro es el principio, que empieza como "borroso", porque es tan brusco que no me da tiempo a imaginar nada, además de la falta de descripción. Pero por lo demás, me gusta, y mucho. Me ha recordado a mí como estoy ahora... Solamente que todavía no he podido ni hablarme con mi romeo :o Xao.

    Gabriela Barton
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado noviembre 2009
    Me ha gustado la autoironía, la manera de transmitir sentimientos difíciles y a veces dolorosos como la frustración, la soledad, el abandono. Lo haces con ritmo ligero, con una suave y esperanzadora interrogación existencial. Muy acertado el final fantasioso y optimista.
    Saludos,
    Shai
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com