Mi esposo legal es como un manzano: lo encontré terminando el sur de mi juventud primera y es dulce como el néctar de la del pecado original. Sin embargo, pecado es una palabra que no albergan nuestras almas, pues nuestra unión está bendecida por Dios y si Dios está con nosotros, ¿ qué malo nos puede pasar?
Mi esposo es una gaviota: me llevó al mar azul de la paz y naufragaron en mí las preocupaciones de la soledad. La tibieza de su sol de atardecer dibuja la sonrisa que jamás mi rostro alojó, y su cabellera espesa como las algas, y su pecho fuerte como el acantilado son el alivio de mi otrora alma circuncidada por la fuerza.
Comentarios
Sin embargo hay un par de imágenes bonitas, lo cual es notable en un texto tan cortito, y pues que suerte tienes de tener un marido así, que sea una gaviota que te llena de mar y paz, y que sea un manzano, pues los árboles son fuertes y no es fácil echarlos abajo. Y se nota que lo amas mucho... Sin embargo, en mi opinión, podrías pulir la idea, para que quede realmente a la altura de tus sentimientos.
Saludos! Sigue escribiendo más cosas por favor y gracias por publicar esta
Caro
Maru