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Memento III

ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
editado julio 2014 en Narrativa
III


El trabajo es una bendición, no te deja pensar o acordarte. Las horas pasan demasiado de prisa, no como cuando recorres innumerables veces el dichoso pasillo alfombrado acomodando objetos, mudándolos de lugar porque hoy quieres probar a ver si colocando los cuadros en otro sitio, consigues alterar la apariencia física de esta monotonía.

Y no hablemos de las fotografías, no te explicas cómo las más antiguas se mantienen nítidas como el primer día, no te queda más remedio que mirarlas todas antes de volverlas a guardar en sus cajas, esa niña de erguida inmovilidad delante del espejo, cómo se puede llevar semejante lazo en la cabeza, pobrecita la abuela. Las fotografías son tan antiguas que ni siquiera tienes recuerdos para ellas. Las menos antiguas, esas no las miras, sic transit gloria mundi.

Entre foto y foto escuchas a la madre de tu vecino que llama, como si estuviese al fondo de un túnel, pepitooo, pepitooo. Él entra y sale, no sabes por qué entra y sale tantas veces, montones de veces a lo largo del día, esperemos que no me lo cruce, ni que tuviese perro como tú que tener que sacar, pepitooo, sigue la mujer, se ve que ha salido, vuelve siempre con pequeñas bolsitas de compra, cuarto y medio de jamón cocido, queso blanco sin sal para mamá que es hipertensa. La llamada al hijo pródigo te distrae de la fatigosa empresa de recuperar memorias y olvidar otras. Cómo se puede llamar a un hombre Pepito, o Bartolo.


Terminado el trabajo, de camino a casa, paras en el bar de tus amigos maricones, ellos si que saben agogerte, qué guapa que estás, no estás gorda más bien exuberante, cómo me gusta tu pelo. Ahora bebes cervezas sin culpa y dedicas un tiempo sin apremio a ti misma y a la conversación con estos inocuos amigos que te aconsejan cremas y masajes, que te regalan sonrisas y aprecio sin interés. Parece que lo que nunca hiciste o pensaste ahora forma parte de tu cotidiana costumbre, tú misma reencontrándote, como la primera imagen de la mañana en el espejo. Has superado el exámen, has pasado la prueba que la vida te trabó, has dejado incontables piedras en el camino, ya no te agachas ni vuelves la cabeza hacia atrás.


De camino a casa recuerdas a Antonio, tu compañero de trabajo y amigo que siempre se jactaba de lo bien que lo hacía, con la mujer en casa y la amante en el camino, el aperitivo en la calle y la comida en casa, decía. Pobre Antonio, aquel día no volvió a casa y sí que se quedó en el camino, en casa de Laura, su compañera y amante, encogido como un caracol, una noche de verano,tendido desnudo delante de la nevera, in ictiu oculi.

Sigue siendo difícil aceptar el dolor, cómo han podido carecer de una mínima sensibilidad para no ser recordados como el más emérito de los cabrones, mientras agarrada al respirador y encogida por los puntos de sutura, intentabas volar con tu cabeza hiper ventilada por las paredes de la sala de intensivos tras dar a luz, una, dos, tres veces, tu cuerpo siempre más ensanchado, abierto, rajado, desgarrado y recosido, a ver si pierdes esos kilitos, que te has puesto como un huevo de pascua, mientras, por qué no vamos a cenar al italiano ese.

La clave es el humor, decía tu padre, si eres gorda, ser gorda feliz, si estás sola cantar a tu soledad. Llegará el día en que dejes por fin los cuadros en su sitio y pises las alfombras con pie firme, las paredes retumbando, que se enteren todos. El baño se queda así por ahora, ya te has acostumbrado al pálido reflejo de sus baldosas color rosa mosqueta.

Llenarás la casa de flores, ramos frescos en floreros que irás colocando sobre los muebles, porque las flores están ahí para ti, y ya no eres una de ellas. Memento mori.

Comentarios

  • ZanbarZanbar San juan de la Cruz XVI
    editado julio 2010
    Estos textos son muy agradables de leer, tienen un toque poético en el que a veces más que una historia lo que estás escuchando son los sentimientos expresados de manera rutinaria por la protagonista.

    Claro que eso tiene su contrapartida, sobre todo porque algunas veces, al ser algo tan íntimo, te pierdes (bueno, a mí es que no me va la poesía, quizá sea por eso).

    Vigila este fragmento:

    "... tú que tener que sacar...": algo enrevesado y además suena mal.

    Por cierto, confieso que el último párrafo no lo entiendo del todo :rolleyes:
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado julio 2010
    Gracias Zanbar! Sobre la frase enrevesada, tienes razón, a mi tampoco me gustó pero al final la dejé así por olvido o costumbre. Tal vez sonaría mejor "ni que tuviese que sacar al perro como haces tú" o algo así.

    ¿Cuál es la parte que no entiendes? ¿A partir de "sigue siendo difícil" o "la clave es el humor.." Seguramente será debido a mi excesivo hermetismo al tratarse de la expresión espontánea de recuerdos muy personales. :o
  • ZanbarZanbar San juan de la Cruz XVI
    editado julio 2010
    Lo que más me despista es lo de "ya no eres una de ellas". :confused:
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado julio 2010
    Una de ellas "las flores".
    Me refiero a lo del florero, está en el II, cuando digo "tu ex no te eligió por las tetas...te eligió porque representabas el florero más hermoso...entre los floreros que podía exhibir..." Capito? ;)
  • ZanbarZanbar San juan de la Cruz XVI
    editado julio 2010
    Claro, es que entre fragmento y fragmento luego se me olvida, y como es tan sutil... Jeje, ahora sí ;)
  • Miguel Monte RealMiguel Monte Real Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado julio 2010
    Buenas ,Shai:
    Parece el escrito biográfico de tus memorias. Agradezco el detenimiento sobre las cosas sencillas, y como das la vuelta sobre ellas dándoles sentido buceando en tus recuerdos. Te salen algo atropellados, pero auténticos.

    Un placer leerte .
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado julio 2010
    ¡Gracias Miguel, aprecio siempre tus comentarios! Si, escribí con atropello (sobre todo Memento I), dejando correr como un manantial el flujo de mis recuerdos. :)
  • Jack LondonJack London Garcilaso de la Vega XVI
    editado julio 2010
    Un buen colofón a la historia. Triste situación la que vive uno cuando manifiesta "El trabajo es una bendición", frase que refleja perfectamente su estado de ánimo: el trabajo como evasión de problemas y recuerdos que uno quiere olvidar.

    Las fotografías antiguas siempre son un recurso interesante en cualquier historia. Cuánta emotividad y recuerdos -buenos y malos- nos traen. Nostalgia a borbotones que a veces no nos deja respirar.

    En cuanto al estilo y demás, está dicho todo en los capítulos anteriores.

    Enhorabuena. ;)
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado julio 2010
    Gracias Jack por tu generoso comentario. :o
  • odmaldiodmaldi Fray Luis de León XVI
    editado julio 2014
    Oscuro. Le recuerda a la mujer que poco a poco va marchitando; pareciera estar inconforme, buscando un escape al hecho que se marchita. ¿Temor a la muerte? ¿Por eso debe recordarse que todos hemos de morir?

    Me quedo con esto:
    Parece que lo que nunca hiciste o pensaste ahora forma parte de tu cotidiana costumbre, tú misma reencontrándote, como la primera imagen de la mañana en el espejo. Has superado el exámen, has pasado la prueba que la vida te trabó, has dejado incontables piedras en el camino, ya no te agachas ni vuelves la cabeza hacia atrás.

    Muy bueno, igual que las primeras partes: Memento I & Memento II
  • FrancescaFrancesca Fernando de Rojas s.XV
    editado julio 2014
    Me ha gustado.


    ¿Por qué? Me parecía estar escuchando el pensamiento esa mujer. Yo también lo hago y " mi disco duro" nunca descansa.


    Creo que ha sido un hallazgo lo de terminar cada párrafo con una sentencia latina.
    El párrafo que antecede es muy directo y coloquial ( Dicho sea de paso, desconozco si esa manera tan peculiar de puntuar las oraciones es un recurso estilístico, o no.), incluso divertido. Así que el latinajo que cierra cada parte, le da un aire sacerdotal, o de texto de nuestro siglo de Oro, en la línea de los cuadros de Valdés Leal.


    ¡Apúntate un tanto!
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