Razones y llaves extrañas habitan ahora esta casa:
ayer vi un par de innovaciones, y se cerraron mis ojos.
Casa de mis padres en la que aún siento
el ruido mojado de la lluvia sobre sus tejas.
Otros son sus dueños, y otras manos
abren, de su portón gastado, el viejo picaporte ;
yo solía por las noches rebasarlo sigiloso
con mis diminutos y borrosos talones.
Casa de mi adolescencia, casa de la dicha y la agonía.
Hoy vuelvo como un ave ciega a tocar sus muros,
y percibo como una gota de miel desenterrada
(de mi memoria) derrama para mi madre, ya muerta:
un jazmín blanco en su añorado jardín; mientras escucho
su voz, invitándome a la hora alegre y absolutoria del mate.
Comentarios
Con un dominio sorprendente, juegas con acertadas metáforas que llevan al lector a recordar vivencias propias.
¿Cómo es posible que cosas de tu entraña como un viejo picaporte, un jazmín todavía vivo o la voz barruntada de una madre, puede pertenecer a otros sentires?
Escribes bien, josepanton.
Merece la pena escuchar lo que tengas que decir.
Mi felicitación. Un hermoso poema pleno de amor y nostalgia de la casa familiar en la que se vivieron los primeros años .
Escribes muy bien. Un placer haberte leído.
Saludos.
¡Muy bueno, José!. Ya no podré pasar de largo cuando vea tu nombre en un poema.
Mi felicitación.
Saludos.
Saludos.