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El escritor, entre el «arte y la razón», entre la «ilusión y la verdad».

Ariel GarcíaAriel García Gonzalo de Berceo s.XIII
Sospecho que la obra literaria, el libro, es capaz de «eternizar» inacabados tatuajes: un amor, una infancia, una etapa… Tal vez por esto, en tantas ocasiones los escritores sienten una racha de arte en las manos. Sábato pensaba que una de las raíces metafísicas de la obra de arte es la necesidad que el hombre tiene de «eternizar», que el arte nace de la necesidad de expresar y comunicar, pero expresar y comunicar la eternidad es imposible, por lo que el arte sería «una añoranza de la eternidad».

Esa necesidad de las personas de «eternizar» se hace evidente en el lector que entiende la obra literaria como una genuina metáfora. La metáfora escapa a cualquier posibilidad de parcelación o deconstrucción, me refiero a la dificultad de deshacer analíticamente una estructura conceptual.

Giambattista Vico señala que «la metáfora constituye el cuerpo principal de todas las lenguas», un enunciado que, según mi lectura, empuja a los escritores al campo de la magia y el misterio. Imagino al escritor como un ente creador, desplazándose entre «el arte y la razón», entre «la ilusión y la verdad». La diversidad y la acción caracterizan su obra, derivada de corrientes que trabajan de manera sincrónica y anárquica.

Ariel García

Comentarios

  • Cierto Ariel, por eso se destruye cuando no se tienen los mimbres precisos y el anhelo de crear choca con la incapacidad para hacerlo. Tal como Eróstrato quemó el templo de artemisa buscando la inmortalidad y sintiéndose incapaz de lógralo por otros medios muchos críticos destruyen con su fuego  iracundo el arte que les quema los ojos o les daña los oídos.  Por otro lado, hablando de la metáfora, es en sí un truco de magia, un trampantojo que nos engaña con la ilusión de dejar ver a través la realidad mundana pintada de bellos colores. Cómo siempre un placer leerte, consigues despertar al pequeño dragón literario y tertuliano que hay en mí.
  • Muchas gracias, Ariel <3 
  • Cierto Ariel, por eso se destruye cuando no se tienen los mimbres precisos y el anhelo de crear choca con la incapacidad para hacerlo. Tal como Eróstrato quemó el templo de artemisa buscando la inmortalidad y sintiéndose incapaz de lógralo por otros medios muchos críticos destruyen con su fuego  iracundo el arte que les quema los ojos o les daña los oídos.  Por otro lado, hablando de la metáfora, es en sí un truco de magia, un trampantojo que nos engaña con la ilusión de dejar ver a través la realidad mundana pintada de bellos colores. Cómo siempre un placer leerte, consigues despertar al pequeño dragón literario y tertuliano que hay en mí.
    Te entiendo a la perfección.
  • Ariel GarcíaAriel García Gonzalo de Berceo s.XIII
    Cierto Ariel, por eso se destruye cuando no se tienen los mimbres precisos y el anhelo de crear choca con la incapacidad para hacerlo. Tal como Eróstrato quemó el templo de artemisa buscando la inmortalidad y sintiéndose incapaz de lógralo por otros medios muchos críticos destruyen con su fuego  iracundo el arte que les quema los ojos o les daña los oídos.  Por otro lado, hablando de la metáfora, es en sí un truco de magia, un trampantojo que nos engaña con la ilusión de dejar ver a través la realidad mundana pintada de bellos colores. Cómo siempre un placer leerte, consigues despertar al pequeño dragón literario y tertuliano que hay en mí.
    Interesante y lúcida reflexión, Nacho. ¡Gracias por la aportación, compañero!


  • Ariel GarcíaAriel García Gonzalo de Berceo s.XIII
    Bumblebee dijo:
    Muchas gracias, Ariel <3 
    Gracias a vos, Bumblebee, por la lectura y el mensaje.
  • Cada escrito es un hijo huérfano que no me necesita... pero yo siempre necesitaré verlo feliz. 
  • Ariel, no te pude escribir en primer momento porque me emocioné demasiado. "Nostalgia de lo eterno", es verdad. Dolor del (no) regreso. He jugado a que instantes permanezcan inmortales porque necesitaría que lo fueran, que lo hubieran sido, y no sé si por estar escritos ya lo son... pero al intentarlo siento que revivo en ellos.
    Un abrazo, de nuevo gracias. 
  • editado 16 de febrero
    Sospecho que la obra literaria, el libro, es capaz de «eternizar» inacabados tatuajes: un amor, una infancia, una etapa… Tal vez por esto, en tantas ocasiones los escritores sienten una racha de arte en las manos. Sábato pensaba que una de las raíces metafísicas de la obra de arte es la necesidad que el hombre tiene de «eternizar», que el arte nace de la necesidad de expresar y comunicar, pero expresar y comunicar la eternidad es imposible, por lo que el arte sería «una añoranza de la eternidad».

    Esa necesidad de las personas de «eternizar» se hace evidente en el lector que entiende la obra literaria como una genuina metáfora. La metáfora escapa a cualquier posibilidad de parcelación o deconstrucción, me refiero a la dificultad de deshacer analíticamente una estructura conceptual.

    Giambattista Vico señala que «la metáfora constituye el cuerpo principal de todas las lenguas», un enunciado que, según mi lectura, empuja a los escritores al campo de la magia y el misterio. Imagino al escritor como un ente creador, desplazándose entre «el arte y la razón», entre «la ilusión y la verdad». La diversidad y la acción caracterizan su obra, derivada de corrientes que trabajan de manera sincrónica y anárquica.

    Ariel García
    Sí, es un poco eternizar; pero también es destruir. Y no veo contradicción en ello: uno tiende a eternizar una obra literaria; pero destruye y desguaza el andamio donde se apoya para llevarla a cabo. Es como si todas aquellas herramientas que nos ayudan a escribir y terminar un libro se calcinan; y por lo tanto, desaparecen.

    Con respecto a las metáforas, concuerdo que son el cuerpo principal; pero también los anclajes míticos, las experiencias personales; y la capacidad creadora de retorcer, machacar y crear un lenguaje mutante y vigoroso.
    Por poner un ejemplo: la modernización de la lengua inglesa de finales del siglo XIX corrió por cuenta de dos escritores no ingleses y que no tuvieron como lengua madre el inglés: Joseph Conrad y W. H. Hudson.  

    Saludos, y gran tema.
  • Yo siempre habría entendido "metáfora" de una forma curiosa, algo parecido a "metánfora", un recipiente precioso de significado, un recipiente necesario de posibilidad lingüística, una especie de "más allá del recipiente", o algo así.


  • Ariel GarcíaAriel García Gonzalo de Berceo s.XIII
    Gracias, Ohm, Reyes, MrBones y Juan Manuel por sus aportaciones, que enriquecen y potencian el tema. ¡Muy muy interesantes!

    ¡Saludo cordial, amigos!
  • Yo siempre habría entendido "metáfora" de una forma curiosa, algo parecido a "metánfora", un recipiente precioso de significado, un recipiente necesario de posibilidad lingüística, una especie de "más allá del recipiente", o algo así.


    "Más allá del ánfora". Amé esto, Gracias!
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