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(LISTA) Lluvia a Medianoche (capítulo 2)

editado febrero 2020 en Fantástica
Ante todo, debo pedir disculpas por postear el primer capítulo de la novela sin contar nada de mi. Llevo poco tiempo escribiendo en serio. He escrito muchos relatos cortos y finalmente he decidido dar el paso y escribir una novela. Si tuviera que calificarla en una categoría diría que es Fantasía urbana distópica. El principio es extremadamente dramático, pero tiene un porqué para explicar acontecimientos posteriores. El texto es bastante extenso así que os pido paciencia. Espero que os guste.

Capitulo 2

 

     El dormitorio estaba en silencio; una fría luz de luna se colaba muda alumbrando una cama de matrimonio deshecha. En un rincón entre unas viejas cortinas y un armario se agitaba nervioso un niño pequeño. Su pelo, espeso y pajizo se pegaba a su nuca húmeda y caliente. Estaba sollozando y se frotaba los ojos de manera compulsiva. Sentado en el suelo con sus pequeñas piernas colocadas en un extraño ángulo emitía de manera intermitente pequeños gemidos apenas audibles y en su tierna cabeza aturdida por la alta fiebre se sucedían de manera vertiginosa pensamientos con olor a pesadilla, rápidos y confusos coloreados de rojo y negro.

         Apartó los puños de sus mejillas dejando un cerco rojo en su piel y parpadeó deprisa para constatar una vez más la multitud de pequeñas presencias que sobrevolaban la fría habitación. El niño, que no tendría más de tres años no se sorprendió con el espectáculo visual que se desplegaba ante él. Lo cierto es que estaba acostumbrado a ver aquellas extrañas estructuras de colores estridentes y formas afiladas contrastando con la suavidad de los tonos pastel de las paredes. La fiebre solo le hacía más consciente de esos entes extraños  que él había aprendido a ignorar. Si lloraba era porque se sentía mal.

       Intentó gatear hacia la cama aunque sabía que era demasiado alta para él pero las nauseas le hicieron parar en seco, su pelo húmedo y sudoroso apuntó hacia el suelo y sus espesas pestañas se mojaron rápidas con lagrimas de angustia y frustración. Respiraba de manera entrecortada y un lejano pitido comenzó a taladrar su oído izquierdo convirtiendo la experiencia conjunta en algo doloroso. A pesar de su corta edad era consciente de que estaba solo. Papá y mamá se habían marchado hacía demasiado tiempo y aunque eso no era extraño estaba acostumbrado a estar solo.  Realmente eso no le preocupaba, pero si aquel estado extraño de frío angustioso y mareante. Consiguió llegar al borde de la enorme cama de matrimonio y con gran esfuerzo y tambaleante se puso en pie dejando descansar su cabeza en la fría y mullida colcha. Olía a mamá. 

           Tras unos minutos en esa posición y sintiéndose algo más recuperado alzo de nuevo la cabeza, lo que contempló lo dejo boquiabierto. Las extrañas criaturas -por llamarlas de algún modo- se arremolinaban rodeándolo, nunca las había visto flotando tan cerca del suelo, casi siempre las veía como manchas de luces en la retina a la altura del techo moviéndose como peces en un acuario y  aquella noche las tenía tan cerca que casi podía tocarlas. Por un momento se olvidó de su malestar y maravillado giró sobre sí mismo para intentar rozar una de ellas pero una oleada de angustia y nauseas recorrió su cuerpo y se dio cuenta de lo débil y enfermo que se encontraba y de nuevo apoyó la cara contra la cama llorando en silencio. Al final, el cansancio le fue venciendo poco a poco mezclando de nuevo con fiebre y agitados sueños.

    

       “Caleb”… —Caleb— El sonido de su nombre le obligó a abrir los ojos. Estaba sentado en una incómoda silla de hospital, miró sus vaqueros de un azul oscuro desgastado y sus antebrazos apoyados en sus rodillas. Inconscientemente su mirada se centro en las cicatrices de su mano y brazo izquierdos que el vello apenas lograba disimular; “heridas de guerra” las llamaba él cuando los curiosos le preguntaban. —Caleb— repitió de nuevo la voz de mujer. Este alzó la vista para mirar a la ceñuda doctora que lo observaba preocupada al otro lado de la mesa. Sonrió con familiaridad a aquella mujer de rostro y marcado acento sudamericano que tanto conocía.

 

— ¿Te he contado alguna vez que de niño veía “luces”? —dijo Caleb

—Te preguntaba por la universidad, ¿Luces dices? —contestó la mujer entornando los ojos.

—No sé, “luces extrañas”, parecían estar vivas—

— ¿Vivas? ¿podrías ser más claro?— La doctora lo miraba interesada.

—Lo cierto es que de niño las veía a menudo, no sé bien que eran aquellas luces. Solo sé que un día deje de verlas siendo adolescente—. concluyó serio.

La doctora lo miraba dubitativa. —Los niños tienen mucha imaginación además los recuerdos son engañosos como bien sabrás—

—Sí, eso es cierto, pero también leí que los niños pequeños resultan más receptivos y abiertos a percibir… presencias—

- ¿C- ¿Crees que eran fruto de tu imaginación? ¿Te asustaban aquellas cosas?

Caleb torció el gesto un instante y continuó —Esas cosas, entes, seres o lo que fueran se presentaban a menudo. Nunca sentí miedo en su presencia más bien lo contrario.

—Nunca me habías contado nada sobre esto  —dijo la mujer con cara seria.

—No creí que fuera importante, pensé que era algo común en niños pequeños

— ¿Lo que me acabas de contar? Pues no, en mi experiencia te diré que esas experiencias no son comunes a ninguna edad- La doctora calló un momento y pensativa dijo- ¿Qué significa esto para ti? ¿Qué sentimientos te trae ese recuerdo?

Caleb cerró los ojos unos instantes y concluyó  —Supongo que me traen buenos recuerdos, sentía su presencia, de algún modo estaban vivos y me daban paz  — La luz del sol de mediodía entraba con fuerza en la pequeña sala blanca deslumbrando por momentos a Caleb que basculaba en la silla evitando el reflejo en la mesa como buenamente podía. María, su psicóloga, lo miraba curiosa esperando a que continuase. Al verle cerrarse de pronto continuó:

— ¿Te gusta la parapsicología?

—No, en realidad no

—Entonces, ¿por qué me contaste esto hoy? Preguntó María en voz baja.

—Solo… tan solo me acordé, nada más, ¿es importante?

— ¿Te preocupa el tema?

—No

—Entonces no veo problema —dijo la mujer sonriente.

 

El pabellón de salud mental era el último de la primera planta del enorme hospital provincial. Caleb salió de la consulta de su psicóloga como siempre, algo aturdido y melancólico. Avanzó por el estrecho pasillo de color blanco esquivando las sillas colocadas en el lateral y evitando mirar a otros pacientes. No quería saludar ni ser saludado por nadie, odiaba aquel lugar a pesar de su pátina luminosa y pulcra lleno de sonrisas piadosas y falsas esperanzas. A veces pensaba en detenerse delante de todo el mundo y gritar “¿No veis que aquí no se cura nadie?, somos solo locos socialmente aceptados, suficientemente cuerdos o lo bastante mansos para vivir en esta pantomima que solemos llamar sociedad moderna”. Pero claro, entonces ya no sería manso, ni lo bastante cuerdo o lo bastante hipócrita.

Comentarios

  • Aunque no toque leer y comentar este texto en la lista voy a hacerlo por amor al arte:

    “El niño, que no tendría más de tres años, no se sorprendió” ->Fíjate que he puesto una coma.

    ”Papá y mamá se habían marchado hacía demasiado tiempo y aunque eso no era extraño estaba acostumbrado a estar solo”->demasiada ausencia de signos de puntuación

    Hay un “sí” que le falta tilde. Sigues usando algún guión y no usas comillas latinas, como corresponde a los textos literarios. También deberías corregir esto:

    ” - ¿C- ¿Crees que eran fruto de tu imaginación? ¿Te asustaban aquellas cosas?”

    y quitar el espacio sobrante en las veces que lo pones entre la raya y la primera palabra de la frase.

    Sobre la historia, es interesante por el tema que toca de los sueños, las alucinaciones, y los problemas psiquiátricos, y habiendo leido el capítulo 1, el lector se pregunta en la relación de la historia de Caleb con la de Ann, aunque parece que estará relacionado con las criaturas extrañas con las que ambos se encuentran.
  • Muchas gracias por comentar mi texto. Digamos que la historia de Ann es un prefacio que tiene una doble función. La primera es empezar con algo de acción para captar la atención del lector y la segunda porque es importante conocer ese breve encuentro entre Ann y ese ser para conocer en lo sucesivo lo que desencadena su decisión.

    Abusando de tu generosidad me interesaría mucho saber si te parece que está bien escrito o mal redactado. Entenderé perfectamente que no tengas ganas ni tiempo de opinar en ese aspecto

    Un saludo afectuoso
  • Todo lo malo que he visto lo he mencionado ya, así que no te preocupes que si hubiera alguna cosa más que hubiera considerado mal hecha te lo hubiera dicho
  • muchas gracias, de corazón.
  • ¿Así que esta es la segunda parte? Me gustaría saber qué conexión tiene la historia de Ann con Caleb.

    Solo una amonestación: cuando mencionas "Tras unos minutos en esa posición y sintiéndose algo más recuperado alzo de nuevo la cabeza", esa palabra tiene tilde, ya que está en tercera persona.

    Una pregunta, motivada por la curiosidad más que cualquier cosa: ¿cual es la manía de los escritores de este género de usar nombres anglosajones? Quizás yo soy el único roñoso que nada contra la corriente y usa nombres latinos en sus personajes XD.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    ¿Así que esta es la segunda parte? Me gustaría saber qué conexión tiene la historia de Ann con Caleb.

    Solo una amonestación: cuando mencionas "Tras unos minutos en esa posición y sintiéndose algo más recuperado alzo de nuevo la cabeza", esa palabra tiene tilde, ya que está en tercera persona.

    Una pregunta, motivada por la curiosidad más que cualquier cosa: ¿cual es la manía de los escritores de este género de usar nombres anglosajones? Quizás yo soy el único roñoso que nada contra la corriente y usa nombres latinos en sus personajes XD.

    Hablando de tildes, dos observaciones, sin ánimo de enmendar la plana a nadie.

    "Sólo una amonestación...."
    "Cuál es la manía de los..."

    Saludos


     
  • ¿Así que esta es la segunda parte? Me gustaría saber qué conexión tiene la historia de Ann con Caleb.

    Solo una amonestación: cuando mencionas "Tras unos minutos en esa posición y sintiéndose algo más recuperado alzo de nuevo la cabeza", esa palabra tiene tilde, ya que está en tercera persona.

    Una pregunta, motivada por la curiosidad más que cualquier cosa: ¿cual es la manía de los escritores de este género de usar nombres anglosajones? Quizás yo soy el único roñoso que nada contra la corriente y usa nombres latinos en sus personajes XD.
    Llevas toda la razón en ese tilde. Por adelantar algo diré que la historia de Ann y de Caleb distan mucho en cuanto a tiempo, aunque el protagonista es Caleb. El primer capítulo podríamos llamarlo un preámbulo de lo que la decisión de Ann va a repercutir en las vidas de Caleb y secundários. 

    En lo que sefiere a los nombres no soy el tipo de escritor que le gusta poner a sus personajes: Jen, katty... etc. Cada personaje proviene de una parte del mundo distinta y su nombre irá en consonancia con su lugar de origen. 

    Por contarte una curiosidad, el sonido "An" está registrado por los linguistas como uno de los primeros sonidos para referirse a lo que podríamos llamar "los primeros nombres propios de la historia" De ahí ese Ann, con una ene de más para darle un toque exótico.

    Ya digo, todo en esta novela tiene su porque. Entiendo que al leerla tan despacio surgan muchas dudas al inicio.

    Muchas gracias por leerme, por supuesto, por tu tiempo y un gran abrazo.
  • (continúa)

         Abrió la pesada puerta y sintió el aire fresco de la mañana invernal. A veces, pensaba que la puerta era tan gruesa para evitar que los “locos” escapasen de allí o que alguien entrase por equivocación, esos pensamientos eran los que le hacían dudar de su estado mental aunque, ¿No habían dicho siempre que los dementes no eran conscientes de su locura? “Eres demasiado rumiativo”, le decía María, y seguramente llevaba razón pero no podía evitarlo, ¿Cómo se apaga el cerebro? ¿Cómo se detienen los pensamientos por negativos que estos sean?

        Cuando se dio cuenta estaba frente a la parada del autobús número uno. Llegaba tarde a clase, para variar, pero había bastante gente esperando el transporte, lo que quería decir que no tardaría en aparecer.

    El viaje en autobús le relajó un poco, era curioso como los peatones rara vez fijaban su atención en los transportes públicos lo cual le daba a veces la vergonzosa impresión de estar observando a personas sin su consentimiento. Tanto si iba de pie como sentado era como mirar desde una pecera móvil la ciudad pasar bajo sus pies. La vibración y cadencia del motor del vehículo ejercían un efecto sedante en él, lamentaba llegar a su destino la mayoría de las veces.

     

         Las clases habían empezado hacía meses y aunque Administración y Dirección de Empresas era la carrera que Caleb había elegido no le motivaba en absoluto, de hecho, de un tiempo a esta parte nada le apasionaba ni despertaba su atención lo suficiente como para emocionarle. Apenas tenía unos pocos conocidos en la universidad y se habían cansado hace tiempo de invitarle a salir por ahí debido a sus constantes negativas. Lo único que le salvaba del eterno encierro en su casa era su novia Rosa.

          Caleb, tras un día de clases y prácticas, la esperaba con la carpeta de apuntes en la mano al pie de las escaleras que unían la calle con la urbanización en la que ella vivía. Era de noche y al tratarse de viviendas recién construidas, unifamiliares en su mayoría, se encontraba casi en las afueras de la pequeña ciudad y la zona no era de las más seguras.

     

        Rosa, tenía la costumbre de hacerle esperar diez o quince minutos en los cuales Caleb observaba los grafitis que adornaban los suelos y paredes de piedra grisácea del alto muro que conectaba la calle con la vieja estación de autobuses en que dormían los enormes vehículos tras su ajetreado día en la urbe. El silencio del lugar solo roto por el silbido del viento y el lejano ladrido de algún perro era habitual a esas horas lo cual parecía aumentar la sensación  de frio.

          Caleb escuchó un taconeo a lo lejos y sonrió al reconocer su familiar cadencia. A los pocos segundos una muchacha de cabellos rubios semirizados rostro redondo y ojos negros se asomó a la barandilla que rodeaba la escalera luciendo una gran sonrisa.

    —¿Llevas mucho esperando? —pregunto con fingida cara de pena.

    —Un rato. Como siempre, ¿bajas? —respondió impaciente Caleb. La chica desapareció un segundo para reaparecer bajando los escalones con rapidez a pesar de los tacones, al llegar a su lado le saludo con un rápido beso en los labios y se agarró a su brazo.

    —Demos un paseo, ¿Qué tal te fue en salud mental?

    El chico suspiro melancólicamente y contestó —bien, supongo —Rosa alzo sus ojos negros en un gesto cargado de ternura y comento en voz baja.

    — ¿Algún avance? —Tras unos segundos Caleb le contó lo que había recordado de su infancia en la consulta de la doctora. La chica lo miró con curiosidad y pregunto sorprendida.

    — ¿En serio? Qué extraño es eso. ¿Los veías a menudo?

    —Bastante. Tengo algunos recuerdos de ellos, aunque quizá fuese mi imaginación…

    —Podría ser —dijo ella ladeando un poco la cabeza — ¿Has empezado a hablarle de tus padres? —

    —Mis padres... —musitó el muchacho. —Le he contado algo, lo más importante supongo. — Caleb sintió como Rosa apretaba su cuerpo al suyo acariciándole el brazo con delicadeza.

    —Bueno, no hay prisa, lo importante es que te sientas seguro y bien. — Avanzaron por el enorme parque al que habían llegado caminando lentamente desde la estación de autobuses y a la luz de farolas negras de luz blanca se sentaron en silencio en un banco de piedra sin respaldo. Rosa se colocó con las piernas cruzadas encarada hacia Caleb y al verlo algo ensimismado hundió su dedo índice en la mejilla de su novio que apenas reaccionó.

    —¿Qué piensas?— le dijo casi al oído. Caleb giro la cabeza y sus ojos de color gris se cruzaron con los de ella. Dudó unos instantes y respondió.

    —No es nada. Nada importante, quiero decir. —Sus últimas palabras fueron silenciadas por un viento que inundó el paseo de losas plomizas, alborotó el cabello pajizo de ambos y agitó las semidesnudas ramas de los arboles de color ceniza arrastrando las ultimas hojas en pequeños remolinos. No hacía buen tiempo, desde luego, pero ni Rosa ni Caleb sentían frío, solo el calor de sus cuerpos hormigueando su piel. Comenzó a llover. Sin decir palabra la pareja se puso en pie y se perdió abrazada entre los arboles de un intrincado jardín del solitario parque.


         Tras una corta cita Caleb se despidió de Rosa con un beso y se encaminó hacia casa con paso lento, sin prisa, nunca había prisa cuando se trataba de regresar a casa. No dudaba de las buenas intenciones de su novia, sabía que le quería; precisamente por ello no quería preocupar a Rosa con sus vaivenes emocionales. Si algo había aprendido en los años que llevaba enfermo es que siempre se podía estar mejor y peor, no era necesario transmitir su negatividad a una de las pocas personas a las que parecía importarle. La lluvia caía fría  sobre la acera y en la calzada se empezaban a formar los primeros charcos.

         Caleb andaba por la parte cubierta del enlosado aunque el viento lo mojaba a menudo lanzándole agua gélida por todo el cuerpo. Sonreía. Normalmente le gente odiaba estos días, sin embargo, a él le encantaban, la noche, el frió, la lluvia, el olor a tierra mojada, la soledad… no tenía ganas de llegar a casa… lamentablemente al girar la esquina divisó a lo lejos su portal de mármol negro y puerta acristalada con motivos en dorado. Cualquiera diría que era un buen lugar ¿Por qué no iba a serlo? Sintió como su ánimo se ensombrecía a medida que se acercaba y sus pies se volvían pesados lastres ante el inevitable retorno a su infierno particular.







  • ¡Hola de nuevo Sinuhe!

    Veamos, por partes:
    En la parte que concierne a la trama, creo que aún me falta contexto para enlazar los dos mundos :) Pero la idea me gusta. Veo por algunas respuestas que todo tiene su sentido, eso es importante, a mi me gusta encontrarme esos "easter eggs" en los libros, el saber que las cosas están por alguna razón, que nada es fruto del azar. 
    Me gusta.


    En cuanto a la parte ortotipográfica:
    Creo que tienes algunos fallos repetitivos (que son los menos preocupantes, porque una vez conoces la regla es muy fácil empezar a verlos). Y otros puntuales, ¡que tampoco son preocupantes!
    Yo, al igual que muchos (imagino), he ido aprendiendo muy poquito a poco a base de corregir una y otra vez mi propio texto. Y te aseguro que cometía muchos más errores que los que has cometido tú... Todo lo que te pueda decir está basado en la experiencia adquirida corrigiendo mis propios textos, ¡lo cual es una advertencia de que has de contrastar cualquier consejo!

    Te recomendaría prestar más atención a los incisos explicativos, debería aparecer una coma tanto al inicio como al cierre. Aunque te parezca que una coma puede ralentizar o hacer más pausada la lectura, en estos casos no es así y ayuda mucho a seguir el hilo correctamente. Te pongo un par de ejemplos que he visto:

    Su pelo, espeso y pajizo(,) se pegaba a su nuca húmeda y caliente.
    pensamientos con olor a pesadilla, rápidos y confusos(,) coloreados de rojo y negro.
    El niño, que no tendría más de tres años(,) no se sorprendió con el espectáculo visual que se desplegaba ante él. 
    Intentó gatear hacia la cama(,)  aunque sabía que era demasiado alta para él(,) pero las nauseas...

    Hay otros casos en los que yo también pondría comas para estructurar un poco más la frase, pero creo que, al menos, las de este tipo son "obligadas".

    En esta frase: "sus espesas pestañas se mojaron rápidas con lagrimas de angustia y frustración. " yo evitaría ese "rápidas". Aunque se entienda lo que quieres decir, creo que lo correcto es un "rapidamente", o si quieres evitar ese adverbio puedes probar con un "casi de inmediato" o "en un instante"... 

    Esta frase: "Papá y mamá se habían marchado hacía demasiado tiempo y aunque eso no era extraño estaba acostumbrado a estar solo.", me parece algo incongruente. ¿Puede que lo que intentas expresar sea: "... y como eso no era extraño estaba acostumbrado a estar solo."

    " pero aquel estado extraño de frío angustioso y mareante" (con tilde)

    Vigila las rayas, en esta frase: "—Caleb— El sonido", ahí falta un signo de puntuación tras la raya.

    La raya no es necesario incluirla al final de las frases: "—Los niños tienen mucha imaginación además los recuerdos son engañosos como bien sabrás—" La última no sería correcta.

    Vigila las redundancias: "Pues no, en mi experiencia te diré que esas experiencias "

    En esta frase faltaría una raya antes de la voz del narrador: —Entonces, ¿por qué me contaste esto hoy? Preguntó María en voz baja.

    Lo importante no es que te fijes en el error puntual que hayas podido cometer en este texto en concreto, sino que veas el "modus operandis" y sepas aplicarlo en un futuro :) .

    ¡Un saludo!
  • Disculpadme pero antes de comentar con propiedad creo que debería leer lo anterior o si no voy a hacerlo descontextualizadas, he visto que en este hilo no está, así que voy a indagar y luego volveré aquí para comentar, pero si alguien me deja aquí el enlace a la primera parte lo agradecería mucho. Un saludo! 
  • Hola Sinuhe! Ya he leído todo, primer capítulo de Ann y lo anterior a esto que toca comentar, así que tengo una idea bastante general. De nuevo voy a empezar resaltando las partes buenas, porque siempre las hay. 

    La verdad me parece que está muy bien narrada. No veo grandes problemas de redacción, te expresas con claridad y buen ritmo. 
    Caleb me gusta muchísimo, será que el aura melancólica me gusta mucho, pero lo veo un personaje interesante y del que quiero saber su pasado y su evolución, ahora mismo es el pilar de la novela, así que no lo descuides porque está muy bien construido. 

    No obstante veo algún fallo, pero la verdad, no es gran cosa. Son fallidos típicos del escritor novato que no puedes saber que cometes si no te los dicen ( y me he dado cuenta de que has cometido fallos en el prime texto que has enmendado en el segundo, así que muy bien por ti!) 

    Es importante que los adjetivos vayan detrás de los sustantivos. Al ponerlos delante creemos que queda poético, pero nada más lejos de la realidad, es un recurso en el que todos caemos al principio y que no solo no aporta, sino que hace que nuestras frases suenen raras. Ejemplo; ¿cómo te expresarías normalmente de entre estas dos opciones? 

    -Vaya, qué bonito ese coche rojo. 
    -Vaya, qué bonito ese rojo coche. 

    No es algo que diríamos, y cuando lo decimos queda extraño. Pues narrando pasa lo mismo. 

    Luego, tienes una tendencia a anticipar la reacción de personaje a la acción. "Lo que contempló lo dejó boquiabierto. Extrañas luces..." (no sé si lo has redactado exactamente así, es un ejemplo aproximado). Queda mejor que: o nos metas directamente en la acción de quedarse boquiabierto (esto despierta nuestra curiosidad para seguir leyendo) para luego explicarnos qué sucede, o que nos expliques qué sucede y luego nos cuentes la reacción de Caleb. Son pequeños truquillos para enganchar al lector. 

    También he visto que tienes frases muy largas y sin puntuación. Creo que debes corregir eso, no solo es problema de comas, también de puntos y de longitudes de frases. Truco: intenta leer esta frase tuya en voz alta:

    "Avanzaron por el enorme parque al que habían llegado caminando lentamente desde la estación de autobuses y a la luz de farolas negras de luz blanca se sentaron en silencio en un banco de piedra sin respaldo."

    Vas a tener que parar a tomar aire, por lo tanto necesita puntuación. 

    Y por último, aunque no he visto muchos, yo evitaría en la medida de lo posible los gerundios y los adverbios acabados en "-mente". No es un fallo al que recurras mucho, pero hay que tenerlo en cuenta. Ralentizan la narración y la hacen monótona, cuanta más agilidad ganemos, mejor. 

    Por lo demás la verdad es que está perfecta. Puliendo estos fallidos es una novela perfectamente válida. Quedo a la espera de la continuación porque me ha gustado lo que he leído. Mucho ánimo y un saludo!
  • Esto debería ser así:

    El chico suspiro melancólicamente y contestó.

    —bien, supongo —Rosa alzo sus ojos negros en un gesto cargado de ternura y comento en voz baja.

    En esta parte:

    “— ¿Algún avance? —Tras unos segundos Caleb le contó lo que había recordado de su infancia en la consulta de la doctora. La chica lo miró con curiosidad y pregunto sorprendida.

    — ¿En serio? Qué extraño es eso. ¿Los veías a menudo?”

    Yo creo que quedaría mejor que la voz narrativa hiciera alusión a las visiones, no solo a que recordó “su infancia”.

    Recomiendo el uso de las comillas latinas al ser un texto literario.

    Por lo demás, muy bueno. Creo que el personaje de Caleb está psicológicamente muy bien construido. ¿Te has documentado sobre problemas psicológicos para darle verosimilitud? Lo parece.

    También es interesante lo que se comenta de que eligió una carrera que no le motivaba, porque eso hace más complejo el personaje, más allá de que viera visiones o acuda a una psicóloga.

  • editado abril 2020
    Lo ideal sería que alguien te corrigiera el texto con el control de cambios (una herramienta que permite a la otra persona modificar tu texto en rojo, señalando las cosas que tenías mal y que te permite añadir comentarios donde te pueda explicar los errores) Es muy útil y aprenderías mucho, sobre todo en tema de guiones, acotaciones de diálogo y puntuación, que parece ser tu punto flaco. 
  • No sé como agradeceros el que hayáis comentado mi historia con tanto cariño. Conocía algunos fallos en mi escritura, como por ejemplo la densidad con la que escribo y el uso excesivo de adjetivos.

    Pero parece que mi principal problema va a ser los errores ortográficos. Voy a leer de nuevo el enlace que tan amablemente me dejó el forero Valdemargrim y empaparme de las reglas de ortografía que, realmente me causan bastante vergüenza. Mi problema con las comas es un clásico desde que escribía relatos cortos. Es triste que con el cuidado que pongo en intentar colocarlas bien no lo consigo. Como digo, le voy a dar un buen repaso a las reglas ortográficas y también a las que se centran expresamente en los diálogos.

    De nuevo, muchísimas gracias por vuestras palabras. Cuando reúna todos vuestros comentarios postearé la historia libre de fallos, o al menos con los menos posibles.

    Saludos afectuosos.
  • Respondiendo a la pregunta de Iramesoj, si, me he documentado bastante sobre el tema, aunque ya tenía cierta base debido a circunstancias personales y familiares.
  • Sinuhe dijo:
    No sé como agradeceros el que hayáis comentado mi historia con tanto cariño. Conocía algunos fallos en mi escritura, como por ejemplo la densidad con la que escribo y el uso excesivo de adjetivos.

    Pero parece que mi principal problema va a ser los errores ortográficos. Voy a leer de nuevo el enlace que tan amablemente me dejó el forero Valdemargrim y empaparme de las reglas de ortografía que, realmente me causan bastante vergüenza. Mi problema con las comas es un clásico desde que escribía relatos cortos. Es triste que con el cuidado que pongo en intentar colocarlas bien no lo consigo. Como digo, le voy a dar un buen repaso a las reglas ortográficas y también a las que se centran expresamente en los diálogos.

    De nuevo, muchísimas gracias por vuestras palabras. Cuando reúna todos vuestros comentarios postearé la historia libre de fallos, o al menos con los menos posibles.

    Saludos afectuosos.
    Sinuhe, ¡no sientas verguenza ninguna!
    Verguenza debe sentir únicamente el que, por cabezota o por orgulloso, se niega a corregir un texto que no está bien. El que decide aprender de sus errores y crecer más que verguenza yo creo que debe sentir orgullo.

    En cuanto a las comas, sinceramente a mí también me ha costado mucho siempre. Es un jaleo, al final muchas veces lo que terminas haciendo es acostumbrarte a las normas, pese a que muchas veces chirríe en tu cabeza.
    Con el paso del tiempo verás como mentalmente también empiezas a estructurar las frases de otro modo y te encajarán mejor.

    Yo pagué a un corrector profesional para que corrigiese mi novela, y casi me explota la cabeza cuando me dijo que las comas no representaban pausas forzosamente, sino que su objetivo era estructurar la frase. Vamos, ¡que ni haciendo las pausas donde las crees oportunas tienes asegurado el 100% de éxito!
  • "Verguenza debe sentir únicamente el que, por cabezota o por orgulloso, se niega a corregir un texto que no está bien"

    Frase muy sabia
  • Muchas gracias por vuestra comprensión y vuestros consejo a un pobre escritor novel. Como ya he dicho cuando tenga toda la información posible trataré de pulir en la medida de lo posible los capítulos.

    Un saludo.
  • Hola Sinuhe! Vuelvo para hacer un pequeño apunte al que le estuve dando vueltas anoche.

    Todas las historias del mundo están ya más que contada. Difícilmente vamos a escribir algo sobre lo que no haya escrito alguien antes. Sin embargo, lo que nos hace seguir leyendo y que nos guste un libro, no es solo lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. 
    Es decir, la voz del autor, su estilo, su manera de narrar. 

    "Conocía algunos fallos en mi escritura, como por ejemplo la densidad con la que escribo y el uso excesivo de adjetivos." 

    Yo no considero que esto sea un fallo, sino que forma parte de tu voz como escritor. Tienes una voz profunda y descriptiva y en eso te manejas muy bien, porque aún con todo tu novela es fácil de leer, no es enrevesada y se capta lo que tratas de decir a la primera. 

    Entonces, desde mi punto de vista, tienes que encontrar y defender tu estilo narrativo. No creo que debas aplicar todas las correcciones que se te dicen (incluidas las mías eh? ), sobre todo no deberías aplicar aquellas que modifiquen tu voz como escritor. 

    Cuando te dije en mi comentario lo de los adjetivos y las frases (igual me expresé mal) no era, ni mucho menos, con intención de que las suprimieras. Al contrario, creo que es en eso en lo que deberías trabajar. No es un problema de estructuración de frases porque están bien estructuradas, sino de darle un poco de ritmo y cadencia, y eso se hace con la puntuación. Y con los adjetivos lo mismo, sigue usándolos porque tu estilo es descriptivo, pero colócalos donde corresponde, que es detrás de los sustantivos (A ver, este parece mi mantra pero por supuesto hay excepciones, pero lo normal y natural es que vayan detrás porque así suena mejor la frase, menos barroca) 

    En fin, que me enrollo, lo que quiero decir es que encuentres tu voz y la defiendas!

    Ánimo y un saludo!
  • Muchas gracias de nuevo. Me siento abrumado por tanta atención y tantos consejos positivos. Me animáis mucho a seguí adelante y os lo agradezco infinitamente. 

    Gracias. Un saludo. 
  • Interesante historia. Ese Caleb por momentos me hace recordar un poco a mí mismo cuando estaba en la universidad. ¡Mataría por saber como se relaciona la de estos tipos con la de Ann y el ángel!

    Mis colegas ya desmenuzaron tu historia, así que cualquier observación a este punto, sería redundancia.

    Por otro lado, no temas equivocarte Sinuhe. De los errores se va aprendiendo. El error sería no aprender de los errores y seguir tercamente en ellos, solo por creer que uno lo sabe todo. 
  • Muchas gracias Gary por tu comentario. Cualquier opinión y punto de vista es bienvenido, no te cortes. Muchas gracias por tu tiempo. 

    Saludos
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