Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!
— ¿Siempre haces lo que quieres?
— Sí, siempre. — Dejaste marcado con acento para que tu seguridad y rotundidad rompiese la pantalla del ordenador.
De reojo, vi el anuncio en el periódico local que comenzaba un curso de escritura creativa. Y te recordé, floreció la seguridad que me enseñarían algo nuevo sobre algo que me gusta muchísimo. Me pareció un plan estupendo para llenar los huecos de mis pensamientos.
Conocí a Augusto Monterroso, escritor y qué, según dicen, escribió el mejor microrrelato de la historia: El dinosaurio, «Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí.»
—¿Se le ocurre a alguien un microrrelato también? — Nos preguntó la profesora para animarnos—. Y pensé: «Qué te haría y me harías con sólo unos zapatos rojos».
No soy buena escribiendo microrrelatos, son más de nueve palabras y sólo vale para dos. Opté por el compromiso del silencio eligiendo que el resto de lo que cuenta, volase por las esquinas del aula. Aprendí calladamente lo que tanto me gusta, sonriendo como una buena alumna. Desde entonces, adoro los microrrelatos y sólo quiero usar zapatos rojos.
Comentarios
Siempre me ha gustado Monterroso; creo que fue un escritor muy original y por fuera de los cánones que se esperaban para la época.
En cuanto a tu microrrelato, me gustó tu poder de síntesis y que en pocas líneas pudiste cerrar una historia muy rica.
Saludos.