Año 2045.
Desde su construcción en el año 2037, el centro comercial Levante, ubicado en el distrito de Sants-Montjuïc —al sur de Barcelona— se ha convertido en uno de los emblemas de la ciudad y uno de los más populares de su tipo en toda la ciudad.
—Vaya, este lugar si que es impresionante. No recuerdo haber visto un centro comercial tan grande, bonito y, curioso —describe Zora, maravillada e intrigada por la exótica arquitectura del recinto.
—Este lugar fue construido por inversionistas libaneses, quienes incluyeron toda clase de elementos de su cultura en su arquitectura —explica Alejandra, quien abraza a su amiga, mientras le señala los numerosos elementos fenicios del recinto, incluidas frases en dicho alfabeto.
—Vaya, por eso algunos creen que el Líbano quiere apoderarse del mundo: donde los brasileños aparecen, los libaneses llegan justo detrás.
La observación de Zora viene por el explosivo aumento de capitales libaneses en los países del bloque pro brasileño, hecho que suscita teorías conspirativas de toda clase.
—Por cierto, ¿estás segura de que el disco duro está aquí?
—Esta fue la dirección que papá nos dio. Si él nos dijo que buscáramos aquí, es porque aquí está.
—Además, se en qué lugar exactamente podría estar, incluso con toda esta gente, señorita Anaya —expresa Javad con optimismo.
Al ser sábado por la tarde, las dos plantas del centro comercial están abarrotadas de gente que ha salido a comprar, ir al cine o a pasar el rato en las plazas de comida.
—Puedes llamarme Alejandra. Los amigos de Zora, son mis amigos.
La iraní mira a su amiga amazónica con extrañeza. Aunque debido a su trabajo de periodista conoce mucha gente, es increíblemente desconfiada. Que haya tenido el gesto de llamar «amigo» a Javad, pese al poco tiempo que tiene de conocerlo, es un buen presagio, sobre todo teniendo en cuenta a lo que se enfrentarán.
—Gracias —él replica, visiblemente halagado.
Tras caminar por todo el lugar, el trío llega a una heladería, lo cual desconcierta a las chicas, pero Javad indica:
—Ustedes, vigilen la zona. Si algo pasa, avísenme.
Mientras Zora observa los alrededores, Alejandra mira que él entra y se queda hablando con la recepcionista quien parece conocerlo y tras señalar a la periodista, le entrega un disco duro portátil.
—Con que ese es el disco —murmura para sí misma.
Comentarios
me parecería más natural “replica él” que “él replica”. Los personajes me han parecido poco expresivos hasta que se ha lanzado la pregunta “¿crees en Dios?”. En los diálogos anteriores parecían robots recitando. Especialmente ese “vamos a morir, vamos a morir”. Una frase tan lapidaria (nunca mejor dicho) debería expresarse con más emoción. No pone como se siente Alejandra al decir eso, ni hay signos de exclamación, que le darían un toque más humano, etc.
—Con que ese es el disco —murmura para sí misma.
Pienso que esa frase que cito en negrillas, no debe llevar raya de diálogo, sino comillas, puesto que está pensando, no dialogando.
—Dos a nuestras espaldas; uno a la izquierda, dos a la derecha. Apuesto mi brazo mecánico a que son hombres de Prats.
Tal y como lo escribes sería tres tipos, ¿no?
Y ya no he captado más detalles de esos que explico. Pero sí veo demasiada aspereza o dureza innecesaria en tu relato. Quizás podrías decir lo mismo sin echar mano de ciertas palabras que denotan, e incluso incitan, violencia.
Por lo demás, bien redactado, aún habiéndosete escapado algunas tildes y comas, que considero ha sido más por distracción que por falta de conocimientos.
Sin, por supuesto, menospreciar tu trabajo (¡Dios me libre!), digo en este momento lo mismo que ya he dicho otras veces, y es que esta clase de historias no me llena, no me satisface. Ignoro si sería admitida por alguna editorial, si es que tienes la intención de lanzarla. Pero no me prestes demasiada atención, igual soy yo el que no sabe apreciar estos trabajos.
Hasta la próxima, colombiano de Barranquilla
Álvaro, confieso que al publicar este relato, cometí un error, y ese fue el no revisarlo antes de publicarlo. Cuando lo publiqué, tenía el presentimiento de que había algo que no estaba bien, que a este capítulo le faltaba algo. Ahora veo el qué.
Con respecto al inicio, buscaba enlazar algo que planeo montar más adelante con la historia que estoy contando, algo que en inglés se le llama "foreshadowing", aunque por lo visto, no lo hice bien.
Lo de "él replica" lo tomo de los escritores de acá, o sea, aquí lo escriben así (ni idea de que en España lo escriben de otra forma ). Hace un tiempito, leí un libro de un escritor colombiano, llamado Santiago Gamboa, cuya obra, "Será larga la noche" ha servido de inspiración para esta obra que les estoy compartiendo.
@cehi
Antonio, ya había anunciado que este capítulo iba a ser violento, ya que iba a haber una pelea entre Alejandra, Zora y Javad contra los hombres de Prats.
Con respecto a lo otro, estoy consciente que entre gustos no hay disgustos. Si a todos nos gustara lo mismo, este mundo no sería tan interesante. Y si, tengo planes grandes para esta historia, por eso quiero que me quede bien.
Una cosa más: en el borrador, hice un cambio al personaje Javad Madani; mientras que aquí es iraní, en el acabado final queda español y con un nombre 100% hispano, aunque su historia con Zora se mantiene. Fuiste tú quien me inspiró a hacer dicho cambio porque como tú me señalaste una vez, no quedaba bien que una historia ambientada en España no tuviera personajes españoles en el roster principal. Así que, aunque no seas lector de este tipo de historias, siempre aprecio las observaciones que me hacen, entre esas, las tuyas.
Nos seguimos leyendo, amigo español de Sevilla.
Gary, no me has comentado esto...
—Con que ese es el disco —murmura para sí misma.
Pienso que esa frase que cito en negrillas, no debe llevar raya de diálogo, sino comillas, puesto que está pensando, no dialogando.
—Dos a nuestras espaldas; uno a la izquierda, dos a la derecha. Apuesto mi brazo mecánico a que son hombres de Prats.
Tal y como lo escribes serían tres tipos, ¿no?
Gary
Insisto en que no me malinterpretes esto en negrillas
Sin, por supuesto, menospreciar tu trabajo (¡Dios me libre!), digo en este momento lo mismo que ya he dicho otras veces, y es que esta clase de historias no me llena, no me satisface. Ignoro si sería admitida por alguna editorial, si es que tienes la intención de lanzarla. Pero no me prestes demasiada atención, igual soy yo el que no sabe apreciar estos trabajos.
Es más, sinceramente, me considero incapaz de inventarme historias de ese tipo, con lo cual demuestro que le doy valor a tu inspiración, y si no me crees, cuando quieras nos citamos y nos decimos tres frescas a la cara
La primera frase no lleva comillas porque ella está hablando en muy baja voz (ya que, tengo entendido que murmurar es eso, hablar en voz muy baja; si no es así, favor házmelo saber). Si ella estuviera pensando y no hablando, la habría escrito así:
«Con que ese es el disco»
La segunda frase indica que son cinco matones, no tres. Zora indica que tienen a dos (2) tipos detrás de ellos; uno (1) a la izquierda; y dos más (2) a la derecha. Ahora, bien, como Alejandra, como dirían allá en España, se cargó a los que estaban a los lados, solo quedaron los dos que estaban a sus espaldas.
Con respecto a lo otro, créeme que no más pueda viajar a España, ahí estaré. Y de verdad, no te sientas mal por lo de que no logras apreciar mis historias por no ser tu tipo. Como escribí antes, entre gustos no hay disgustos.
Antes de que Zora pudiera responder, los sospechosos desenfundan sus armas, listos a matar."
"Los disparos alarman a los civiles que empiezan a correr despavoridos, permitiendo al trío confundirse entre la multitud y escapar al parqueadero, ubicado en un piso subterráneo."
Esta secuencia me parece un poco irreal en cierto sentido. Los personajes no solo logran abatir a los dos atacantes que tenían a su lado, atacantes que ya estaban apuntando sus pistolas inicialmente, sino que además logran escapar de los otros tres sin que estos emitan un solo disparo y eso que ellos también tenían sus armas apuntando hacia ellos. Yo, si soy uno de los asesinos, no dejaría que mis victimas hicieran un solo movimiento antes de disparar por lo menos un tiro, al menos que algo externo me impida hacerlo (que si es así, debería ser aclarado). Aquí no solo no pasa eso, sino que además logran escapar y todo. Es una escena algo Hollywoodense a mi parecer y que carece de realismo.
"Zora vigila la puerta de acceso, pero Alejandra se acurruca y se pone las manos sobre la cabeza mientras murmura, una y otra vez:
—Vamos a morir, vamos a morir."
"Los implantes cibernéticos, sobre todo los de fabricación militar, no solo aumentan la fuerza de sus usuarios, también otorgan habilidades que rayan en el campo de la magia, pero explicables por medio de la ciencia."
Esta idea de "ciencia que parece magia" me parece muy interesante, me hace acordar a los sistemas de magia que utiliza Brandon Sanderson en sus libros. No se si te lo has planteado pero estaría interesante que crearas (en caso de que no lo hayas hecho) un sistema que permita ordenar y poner reglas a este uso de la ciencia. Tal vez por ahora no sea necesario, pero estaría bueno verlo incluido y ver como se desarrolla poco a poco en la historia para futuros capítulos.
El capítulo en general me ha gustado, como es de costumbre. Hubo mucha acción, muchas balas y mucha pelea, que nunca viene mal jaja.
Sí, tienes razón en las dos frases. Ha sido un despiste mío, perdona
Como escribí antes, aquí cometí el error de publicar sin revisar. De ahí a que haya cometido errores así. Lo que planeaba escribir era que los matones de Prats iban a desenfundar sus armas, pero Alejandra les dispara antes de que ellos hagan su movimiento. En el capítulo anterior se demuestra que tiene la velocidad suficiente como para hacer eso, igual sucede con la secuencia en que Alejandra se acurruca y es paralizada por el miedo.
Lección para todos en este foro: revisen bien sus escritos antes de publicarlos.
El sistema mágico-científico que se usa en esta historia lo tengo explicado en uno de mis borradores. Planeo mostrarlo aquí en un capítulo aparte mucho más adelante, así que les pido, tengan paciencia, porque lo que viene es bueno.
De nuevo, muchas gracias por tus apreciaciones. Las valoro mucho.
Por lo demás, me gusta, sigues en tu línea. Estaré atento a las próximas entregas.