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[LISTA] Dayana Parte I Capítulo 6

editado diciembre 2020 en El oficio de escribir

CAPÍTULO 6

 

—¡Hija mía! —gritó Mina llevándose las manos a la cabeza al ver a su hija recién levantada. A juzgar por sus ojos como platos, estaba muy angustiada— ¿Cómo han podido hacerte esto?

—Tranquila, mamá —dijo Dayana sonriendo para no preocuparla—. Solo es un moratón, se va en unos días.

—¡Te lo tomas muy a la ligera! —contestó enfurruñada cruzándose de brazos.

—¡Tengo suerte de que solo fuera eso!

—¿Como te encuentras? —intervino su padre que, aunque se sentía muy rabioso por lo sucedido, conseguía mostrarse impasible.

—Bien—contestó ella mostrándose despreocupada—. Me duelen los golpes, pero ya está.


Mark asintió, orgulloso de ver la entereza de su hija. Enseguida continuó hablando.


—Sientate y toma algo —le dijo tendiéndole un plato con dos huevos fritos.

—¡Veo que hoy tengo desayuno fuerte!

—Necesitas recuperar fuerzas. Además hoy has dormido mucho, y casi es la hora de comer.

—Está bien. ¿Se sabe algo de esos hombres?

—Algo se sabe. Hace unas horas ha pasado Esther preguntando por ti. Nos ha contado que les han estado interrogando. En las habitaciones que pidieron en la posada se han encontrado navajas, machetes, pañuelos de esos que se usan para taparse la cara… y varios sacos de dinero. Sin duda son forajidos.

—¡Estaba claro que no eran trigo limpio! —comentó Dayana con la boca llena. No había comido desde antes del incidente y estaba realmente hambrienta, devorando el plato con ansia—. Desde el principio supe que eran bandidos, pero no entiendo por qué se han aventurado tanto como para entrar todos en un pueblo.

—Por eso mismo se les está interrogando.

—Ya he terminado —dijo colocando los cubiertos sobre el plato—. Me visto y me voy.

—¡Quédate! —la instó su madre—. Deberías descansar, ¡Y no deberías comer tan rápido! —la regañó.

—Ya he descansado —dijo mientras subía a su cuarto con paso ligero

—¡Dayana! ¡Espera!

—Déjala que se vaya —dijo Mark—. Es bueno que prefiera estar activa en vez de quedarse en casa lamentando que le hayan pegado.


Al poco rato, Dayana se encaminaba a su lugar de trabajo. Esta vez iba andando, y llevaba la melena suelta en lugar de su coleta habitual. Observó que las personas con las que se cruzaba no paraban de murmurar, y dió por hecho que hablaban de la mala experiencia que sufrió la noche anterior. Al llegar a la taberna, causó sorpresa en Esther, Steve y Jairo, que en el momento en que ella abrió la puerta los encontró hablando entre los tres.


—¡Hola! —exclamó ella—. Tranquilos, ya estoy mejor. Me duele un poco pero no tengo nada roto.

—¡Estaba muy preocupado por ti! —intervino Steve, que parecía que quería abrazarla pero algo se lo impedía—. ¡Menudos canallas, hacerte eso!

—¡Si les llego a pillar yo, les mato! —gritó Jairo gesticulando de un modo exagerado.

—Basta, chicos —dijo con una leve sonrisa—. Hablemos de otra cosa.

—¡Sí, definitivamente hoy es el día de las noticias! —intervino Esther—. Onara ha muerto devorada por perros.

—¿Qué? —preguntó Dayana incrédula.

—Anoche entró a robar en las bodegas, los perros la atacaron y se subió a un almendro. La rama no resistió su peso y cayó. Debió romperse algún hueso y no pudo escapar.


Qué noticia tan impactante. Ahora comprendía Dayana por qué, desde que salió de casa, solo ellos tres le habían preguntado por cómo se encontraba. El resto estaban hablando de la muerte de Onara. Vivió de una forma lamentable y murió de una forma lamentable.


—No sé que decir...

—¡Es normal! —dijo Jairo—. ¡Es lo que pasa cuando muere alguien de quien no se tiene nada bueno que contar!

—Ya no tendrás que defender más a su marido —comentó Esther a su compañera mientras servía una jarra a los dos chicos—. Para él se acabaron los golpes.

—Bueno, ¡Estoy recuperada y he venido a trabajar, basta de cháchara!

Y dicho esto, comenzó a atender a la numerosa clientela que había ese momento.

Comentarios

  • editado diciembre 2020

    ***

    Una vez cerrada la taberna, Dayana y Esther fregaban la vajilla que había sido usada aquel día.


    —¿Seguro que estás bien?

    —Tranquila, Esther. Tu marido me salvó ayer, solo son unos golpes. Cuando mi padre o sus hombres iban a la guerra sufrían mucho más que yo ayer.

    —Eso es verdad. Menos mal que ahora vivimos en paz. Miedo me da cuando Derek tenga que ir a combatir, porque la paz no va a durar siempre.


    En ese instante, alguien llamó a la puerta. Algo inusual a aquellas horas en las que ni siquiera la taberna estaba abierta.


    —¡Esther, soy yo! ¡Abre, por favor!


    Al oir la voz de su pareja, la muchacha fue a abrir la puerta enseguida. Tras hacerlo, Derek entró apresuradamente.


    —Tengo que hablar con tu compañera —dijo apartando a Esther. Se le veía muy nervioso tanto por su voz como por su lenguaje corporal, en el que se apreciaba un ligero temblor.

    —¿De qué tienes que hablar conmigo? ¿Y a estas horas? —preguntó Dayana muy sorprendida.

    —¡Sé que no es algo habitual, pero tampoco te voy a pedir algo habitual!

    —Bien —confirmó extrañada—, tú dirás.

    —Escuchadme las dos… los bandidos de ayer han sido interrogados bajo tortura, y han confesado que una joya que poseía su líder es mágica y se llama «Amatista Sagrada». Y sirve para encontrar las legendarias cinco cajas. ¡Si se sabe usar la joya, guía hacia cada una de ellas!


    Dayana entonces comprendió que eso tenía que ser verdad, por fuerza. Cneo y Máximus llevaban una de esas cajas y habían pasado recientemente por el pueblo. Los bandidos habían llegado hasta allí siguiéndoles la pista con la joya. En cualquier caso se preguntaba por qué había querido contarle todo esto a ella con tanta emergencia, pero Derek, tras tomar un poco de aire, se lo explicó enseguida.


    —Ahora es donde viene el problema. ¡El general Crepito Buffon ha preferido guardarla para sí mismo, en lugar de entregarlo al Templo de la verdad, como era su deber! ¡Un objeto así no puede caer en manos corruptas como las suyas!

    —dicho esto, sacó un mapa—. He organizado las guardias de los soldados, y he dejado desprotegida la zona donde vive Buffon. Sigue el camino que he trazado y podrás llegar a su casa. 

    —¿Yo? —preguntó incrédula— ¿Qué quieres que haga?

    —¡Puedes forzar la cerradura y quitarle la joya sin que te vea!

    —¡Hablas como si todo fuera tan fácil! —gritó irritada, sin poderse creer lo que le estaban pidiendo— ¡No lo es!

    —¡Desde luego que no! ¡Según lo que pase, yo me puedo comer un marrón porque mis hombres no te hayan impedido entrar en su casa! ¡Pero tenemos que hacer lo que podamos para evitar que el poder caiga en manos como las suyas! Quiero un buen destino para mí, para Esther, y para nuestros hijos… cuando lleguen. Confío en ti porque eres hábil, no te quedes de brazos cruzados. Yo no sé abrir puertas cerradas con llave, y para una chica bajita y delgada es más fácil pasar desapercibida y esconderse que para mí.

    —¡Es una locura! ¿Y eres el único soldado que está en contra del general ese? Podríais atacarle entre todos y quitarle la joya.

    —¡Seríamos acusados de alta traición a un superior! ¡Y tú eres la hija de un héroe de guerra! Sería fácil que te indultaran por ser la hija de Mark Blossom.


    Allí tenía razón Derek. Dayana era consciente de que por mucho que los soldados adujeran saber que tal joya era la Amatista Sagrada, el general podía negar saberlo, y afirmar haberse quedado con la joya solo por su belleza, retorciendo la realidad para hacer quedar a sus subordinados como codiciosos y traidores. Pero la palabra de un héroe valía más que la de alguien que había ascendido a capitán en tiempos de paz y nunca había pisado el campo de batalla. Bastaba que Mark pidiera que hicieran caso a su hija para que el rey la indultara.


    —Está bien —se resignó—, haré lo que pueda. No me voy a confiar por ser hija de quien soy y trataré de que no me pillen. Pero es verdad que lo tengo más difícil que tú para acabar en el patíbulo.

    —Gracias, confío en ti —respondió adoptando un tono solemne—. Voy a intentar entretenerle para que puedas hacer tiempo para ir a su casa. Date prisa.


    Dicho esto, se fue apresuradamente. «Nunca me llama por mi nombre, y tampoco por mi apodo. Parece que evite nombrarme». Y al instante, pensó que debía pensar en asuntos más serios, como hacer lo que Derek le había pedido. En ese momento, intervino Esther.


    —Hazle caso y apresúrate, Dayana. Por favor… está muy preocupado, y parece que con razón.


    Dayana pensó entonces en Cneo y Máximus. Si Buffon quería hacerse con las cinco cajas, tarde o temprano se enfrentarían. Y Buffon parecía un tipo implacable. No se le veía tan en forma como a los dos exsoldados, pero estaba podrido de dinero y, a juzgar por las palabras de Derek, podría contratar a los peores mercenarios para lograr sus objetivos, que no dudarían en asesinar a esos dos hombres a los que tanto apreciaba su padre. Cuanto más poder tuviera Buffon, más peligroso sería… y quizá estaba en mano de ella evitarlo.


    —¡Enseguida voy! Creo que tengo un plan... necesito unas cuerdas y llenar una cantimplora de absenta.

  • Oh hacía tiempo que no leía a Dayana, me alegra que hayas decidido volver a publicar en la LISTA, al menos por esta vez. 
    Recuerdo este extracto haberlo leído en su momento en el otro foro y, si no me falla la memoria, una de las cuestiones que más te habían remarcado es la falta de acotaciones/expresiones en los diálogos (eso de mostrar más y contar menos). Sin embargo, veo que has tomado nota, ya que aquí veo mucha mas naturalidad en cada uno de ellos, como que has intentado darle una segunda vuelta de tuerca a ese aspecto. 
    Lo único que aún me choca un poco es la parte en la cual Derek ingresa al bar luego de haber interrogado a los forajidos y, en un par de líneas, no solo le explica a Dayana lo que ha descubierto, sino que, además, la convence, casi sin resistencia por parte de ella, llevar a cabo un plan un poco suicida. Sin mencionar el hecho de que ella aún sigue algo herida, en todo caso esto la convierte en la menos indicada para realizar la misión. Una construcción mas lenta y pausada en esta escena en particular le daría un poco mas de credibilidad y naturalidad a todo el resto del relato, en mi opinión.
    Por el resto, me pareció todo muy dinámico y entretenido. Por suerte no recuerdo mucho lo que sucede a continuación, a pesar de que ya lo leí, así que quedará esperar expectante al próximo capítulo.  
  • Kantos dijo:
    Lo único que aún me choca un poco es la parte en la cual Derek ingresa al bar luego de haber interrogado a los forajidos y, en un par de líneas, no solo le explica a Dayana lo que ha descubierto, sino que, además, la convence, casi sin resistencia por parte de ella, llevar a cabo un plan un poco suicida. Sin mencionar el hecho de que ella aún sigue algo herida, en todo caso esto la convierte en la menos indicada para realizar la misión. Una construcción mas lenta y pausada en esta escena en particular le daría un poco mas de credibilidad y naturalidad a todo el resto del relato, en mi opinión.
    Gracias por el comentario. Sobre esto que cito, realmente tengo un problema. Deseo que Dayana sea la heroína de la novela, y por eso debiera ser ella la que le quita la joya al general. Para darle verosimilitud a la idea, escribí este fragmento concreto:

    —¡Es una locura! ¿Y eres el único soldado que está en contra del general ese? Podríais atacarle entre todos y quitarle la joya.
    —¡Seríamos acusados de alta traición a un superior! ¡Y tú eres la hija de un héroe de guerra! Sería fácil que te indultaran por ser la hija de Mark Blossom.

    Allí tenía razón Derek. Dayana era consciente de que por mucho que los soldados adujeran saber que tal joya era la Amatista Sagrada, el general podía negar saberlo, y afirmar haberse quedado con la joya solo por su belleza, retorciendo la realidad para hacer quedar a sus subordinados como codiciosos y traidores. Pero la palabra de un héroe valía más que la de alguien que había ascendido a capitán en tiempos de paz y nunca había pisado el campo de batalla. Bastaba que Mark pidiera que hicieran caso a su hija para que el rey la indultara.

    Creí que con ese fragmento podía justificar que Dayana fuera la más indicada para llevar a cabo esta misión (unido a lo que dice antes Derek de que sabe forzar cerraduras y llama menos la atención por el tamaño corporal). Lo de que está algo herida, aparte de tener marcas en la cara no parece tener más lesiones, por lo que creí que eso no sería razón para que no le encargaran la misión.

    Sin embargo, parece ser que me equivoqué, leyendo tu comentario del que me fío mucho (pues veo que has analizado mucho todo, incluso comparándolo con la versión anterior del mismo capítulo). Así que te pregunto, Kantos, ¿Cómo lo harías tú en mi lugar? Muchas gracias
  • Iramesoj dijo:
    Kantos dijo:
    Lo único que aún me choca un poco es la parte en la cual Derek ingresa al bar luego de haber interrogado a los forajidos y, en un par de líneas, no solo le explica a Dayana lo que ha descubierto, sino que, además, la convence, casi sin resistencia por parte de ella, llevar a cabo un plan un poco suicida. Sin mencionar el hecho de que ella aún sigue algo herida, en todo caso esto la convierte en la menos indicada para realizar la misión. Una construcción mas lenta y pausada en esta escena en particular le daría un poco mas de credibilidad y naturalidad a todo el resto del relato, en mi opinión.
    Gracias por el comentario. Sobre esto que cito, realmente tengo un problema. Deseo que Dayana sea la heroína de la novela, y por eso debiera ser ella la que le quita la joya al general. Para darle verosimilitud a la idea, escribí este fragmento concreto:

    —¡Es una locura! ¿Y eres el único soldado que está en contra del general ese? Podríais atacarle entre todos y quitarle la joya.
    —¡Seríamos acusados de alta traición a un superior! ¡Y tú eres la hija de un héroe de guerra! Sería fácil que te indultaran por ser la hija de Mark Blossom.

    Allí tenía razón Derek. Dayana era consciente de que por mucho que los soldados adujeran saber que tal joya era la Amatista Sagrada, el general podía negar saberlo, y afirmar haberse quedado con la joya solo por su belleza, retorciendo la realidad para hacer quedar a sus subordinados como codiciosos y traidores. Pero la palabra de un héroe valía más que la de alguien que había ascendido a capitán en tiempos de paz y nunca había pisado el campo de batalla. Bastaba que Mark pidiera que hicieran caso a su hija para que el rey la indultara.

    Creí que con ese fragmento podía justificar que Dayana fuera la más indicada para llevar a cabo esta misión (unido a lo que dice antes Derek de que sabe forzar cerraduras y llama menos la atención por el tamaño corporal). Lo de que está algo herida, aparte de tener marcas en la cara no parece tener más lesiones, por lo que creí que eso no sería razón para que no le encargaran la misión.

    Sin embargo, parece ser que me equivoqué, leyendo tu comentario del que me fío mucho (pues veo que has analizado mucho todo, incluso comparándolo con la versión anterior del mismo capítulo). Así que te pregunto, Kantos, ¿Cómo lo harías tú en mi lugar? Muchas gracias
    Gracias por confiar en mi criterio. Te comento que lo que hubiese hecho yo es dejar pasar unos días entre el acontecimiento de la taberna y esta escena en particular, algo así como una semana (o tal vez un poco menos). Durante esos días puedes mostrar como Dayana se replantea aceptar o no la misión, sopesando los peligros, aunque también reflexionando sobre lo importante que es su intervención. Finalmente terminaría aceptando, obviamente. Es más, podrías aprovechar estos días para justificar que Dayana ya se encuentra totalmente curada y que las heridas ya no configuran una escusa.
  • Ok, muchas gracias por el consejo, que me parece muy acertado.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

    Iramesoj

    En unos días opinaré sobre este Capítulo 6 Parte I de tu "Dayana". Lo que he hecho es imprimirme para mí en un Word todo lo que has insertado hasta ahora aquí de tu novela, y así empaparme desde el principio; porque, como bien sabes, algunos textos no los leí y, obviamente, no comenté, debido a que me di de baja en la LISTA.


  • editado diciembre 2020
    De Dayana comentaste todos los capítulos previos en la lista

    Y no hacía falta que te hicieras tú el word. Habermelo pedido a mí y te lo hubiera mandado.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Iramesoj dijo:
    De Dayana comentaste todos los capítulos previos en la lista

    Y no hacía falta que te hicieras tú el word. Habermelo pedido a mí y te lo hubiera mandado.

    Creo que no comenté todos, no estoy seguro, lo repasaré. Y en cuanto a imprimirlo para mí ha sido un pasatiempo más, no me costó trabajo. Igual me gusta demasiado y te robo los derechos de escritor  :) Gracias de todas formas.


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    cehi dijo:
    Iramesoj dijo:
    De Dayana comentaste todos los capítulos previos en la lista

    Y no hacía falta que te hicieras tú el word. Habermelo pedido a mí y te lo hubiera mandado.

    Creo que no comenté todos, no estoy seguro, lo repasaré. Y en cuanto a imprimirlo para mí ha sido un pasatiempo más, no me costó trabajo. Igual me gusta demasiado y te robo los derechos de escritor  :) Gracias de todas formas.



    Lógicamente me refiero a tener impresos todos los capítulos seguidos (los publicados hasta ahora y los venideros), y así, en orden, se puede seguir mejor el contenido de la novela


  • Pero al haber sacado los capítulos del foro el formato del texto no creo que haya quedado muy bien. Si me lo hubieras pedido te lo hubiera mandado y te lo habrías podido imprimir en condiciones mucho mejores.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Iramesoj dijo:
    Pero al haber sacado los capítulos del foro el formato del texto no creo que haya quedado muy bien. Si me lo hubieras pedido te lo hubiera mandado y te lo habrías podido imprimir en condiciones mucho mejores.

    Perfecto. Si quieres me lo envías a mi correo [email protected]

  • editado enero 2021
    Es aquí cuando la historia empieza a tomar más forma y se puede presentir que la acción va a empezar. Por cierto, el nombre "Crepito Buffon" me hace soltar una carcajada. Yo se porqué, pero no lo voy a decir.

    Por cierto, noto que Dayana es una chica que, o es muy despreocupada y segura de sus capacidades o muy imprudente. Además de lo escrito por el colega @Kantos, sería interesante que veamos a Dayana aprender a no caer en la imprudencia y a mejorar sus habilidades.

    En la vida real, es posible para una persona pequeña vencer a una grande, si tiene la suficiente habilidad para ello. De hecho, recordé un vídeo que se hizo viral en su momento en el que una chica que no medía mas de metro sesenta, le hace una llave de jujitsu a un tipo fornido de casi dos metros, pero la llave fue tan bien hecha que lo redujo al instante. Si quieres hacer que Dayana llegue a ser capaz de vencer a enemigos mucho más fuertes que ella a futuro, eso te puede servir de inspiración.
  • Muchas Gary por tu comentario.

    Si Dayana es muy despreocupada o muy imprudente, he fallado como escritor, porque no es lo que yo quería plasmar. Lo que yo deseo es que a Dayana no le guste nada meterse en líos, pero las circunstancias la llevan a necesitar cometer actos heroicos aunque no lo desee. Prefiere tener una vida tranquila pero tampoco elude sus responsabilidades, y si cree que algo depende de ella, lo hace.

    En este caso concreto, lo que yo quería es que Dayana fuera la más indicada para quitarle la joya al general. Para ello, busqué razones por las que los soldados no pudieran meterse en el asunto. Tales razones se plasman en este fragmento:

    —¡Es una locura! ¿Y eres el único soldado que está en contra del general ese? Podríais atacarle entre todos y quitarle la joya.

    —¡Seríamos acusados de alta traición a un superior! ¡Y tú eres la hija de un héroe de guerra! Sería fácil que te indultaran por ser la hija de Mark Blossom.


    Allí tenía razón Derek. Dayana era consciente de que por mucho que los soldados adujeran saber que tal joya era la Amatista Sagrada, el general podía negar saberlo, y afirmar haberse quedado con la joya solo por su belleza, retorciendo la realidad para hacer quedar a sus subordinados como codiciosos y traidores. Pero la palabra de un héroe valía más que la de alguien que había ascendido a capitán en tiempos de paz y nunca había pisado el campo de batalla. Bastaba que Mark pidiera que hicieran caso a su hija para que el rey la indultara.


    Creí que esa circunstancia explicaba que Dayana tenía unos privilegios que podrían librarla de la condena a la que se enfrentarían los soldados. Además, se menciona también que Dayana sabe abrir puertas con una ganzúa, y que los soldados no saben hacerlo. ¿Cómo iban ellos a colarse en la casa del general, entonces? ¿Con un ariete? Demasiado arriesgado.

    Aparte, Derek no iba a confiar en los soldados tanto como en Dayana. Ella es amiga de su mujer, y además se conocen desde que eran niños (tal como dice el capítulo anterior). Él sabe que Dayana no va traicionarle, pero... ¿y los soldados?

    Por último, se sabe que quien tiene la Amatista Sagrada podría hacerse con las cinco cajas, y dominar el mundo. ¿No sería irresponsable por parte de Dayana no hacer nada para impedirlo, estando en su mano? Ella ya sabe que el general Buffon es una mala persona (ver capítulo 4).


    Esta fue mi visión de las cosas cuando escribí este capítulo. Sin embargo, es probable que sea una visión incorrecta y que me haya equivocado yo al razonar. Si es así como lo veis (y esto va tanto por Gary como por el resto), sentios libres de hacerme ver mis fallos de razonamiento. Eso me ayudará mucho como escritor.

  • editado enero 2021
    @Iramesoj

    Es por eso que los tiempos son importantes, Álvaro. Si nos aclaras que Dayana se decide a actuar cuando sus heridas estén sanas, el párrafo quedaría excelente.

    Yo una vez cometí un error similar en la precuela: En el Capítulo 5-Nuevo Mundo, muestro que Lucia Coronado, hechicera inexperta, se recupera de una golpiza que recibió en el capítulo anterior (4-La Maya Blanca). Unas horas después, en el Capítulo 7-Antojo de un Dios, Lucia ya era capaz de pelear al mismo nivel de un experto. Yo lo solucioné al omitir que entre los capítulos 4 y 5, habían pasado tres meses, pero sí lo menciono en el Capítulo 7, cuando le preguntan por qué puede pelear tan bien, si se suponía que era inexperta, respondiendo ella que entrenó tres meses con las personas que curaron sus heridas y que el entrenamiento fue tan intensivo que casi muere.
  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    Iramesoj dijo:
    Muchas Gary por tu comentario.

    Si Dayana es muy despreocupada o muy imprudente, he fallado como escritor, porque no es lo que yo quería plasmar. Lo que yo deseo es que a Dayana no le guste nada meterse en líos, pero las circunstancias la llevan a necesitar cometer actos heroicos aunque no lo desee. Prefiere tener una vida tranquila pero tampoco elude sus responsabilidades, y si cree que algo depende de ella, lo hace.

    En este caso concreto, lo que yo quería es que Dayana fuera la más indicada para quitarle la joya al general. Para ello, busqué razones por las que los soldados no pudieran meterse en el asunto. Tales razones se plasman en este fragmento:

    —¡Es una locura! ¿Y eres el único soldado que está en contra del general ese? Podríais atacarle entre todos y quitarle la joya.

    —¡Seríamos acusados de alta traición a un superior! ¡Y tú eres la hija de un héroe de guerra! Sería fácil que te indultaran por ser la hija de Mark Blossom.


    Allí tenía razón Derek. Dayana era consciente de que por mucho que los soldados adujeran saber que tal joya era la Amatista Sagrada, el general podía negar saberlo, y afirmar haberse quedado con la joya solo por su belleza, retorciendo la realidad para hacer quedar a sus subordinados como codiciosos y traidores. Pero la palabra de un héroe valía más que la de alguien que había ascendido a capitán en tiempos de paz y nunca había pisado el campo de batalla. Bastaba que Mark pidiera que hicieran caso a su hija para que el rey la indultara.


    Creí que esa circunstancia explicaba que Dayana tenía unos privilegios que podrían librarla de la condena a la que se enfrentarían los soldados. Además, se menciona también que Dayana sabe abrir puertas con una ganzúa, y que los soldados no saben hacerlo. ¿Cómo iban ellos a colarse en la casa del general, entonces? ¿Con un ariete? Demasiado arriesgado.

    Aparte, Derek no iba a confiar en los soldados tanto como en Dayana. Ella es amiga de su mujer, y además se conocen desde que eran niños (tal como dice el capítulo anterior). Él sabe que Dayana no va traicionarle, pero... ¿y los soldados?

    Por último, se sabe que quien tiene la Amatista Sagrada podría hacerse con las cinco cajas, y dominar el mundo. ¿No sería irresponsable por parte de Dayana no hacer nada para impedirlo, estando en su mano? Ella ya sabe que el general Buffon es una mala persona (ver capítulo 4).


    Esta fue mi visión de las cosas cuando escribí este capítulo. Sin embargo, es probable que sea una visión incorrecta y que me haya equivocado yo al razonar. Si es así como lo veis (y esto va tanto por Gary como por el resto), sentios libres de hacerme ver mis fallos de razonamiento. Eso me ayudará mucho como escritor.

    Tus razonamientos son válidos. Por las circunstancias, Dayana se ve forzada a actuar. El fallo que yo veo es que cede muy rápido. Si haces que dude un poco más, por ejemplo haciendo que reflexione durante una noche y al día siguiente anunciar a sus amigos que intentará robar la joya, el capítulo sería más creible.
    Por lo demás, me ha gustado. Espero saber más de Dayana.
  • Gracias por dar tu opinión, Jano. Te lo agradezco mucho.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

    .
  • @Iramesoj

    Álvaro, se me ocurre una idea que te puede ser de mucha utilidad. Que las heridas que sufrió Dayana no sean de gravedad, lo cual explicaría como es que, a pesar de los golpes, podría ir al día siguiente a una misión.
  • Muchas gracias Gary.

    Creía que se daba por supuesto que las heridas no eran de gravedad por el hecho de que al día siguiente de los golpes va a trabajar y dice que le duelen los golpes pero no tiene nada roto. Sin embargo, veo que no se ha interpretado de ese modo.
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