¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

LISTA forodeliteratura (IV edición) Aquel sucio y ajado sombrero negro

antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


Aquel sucio y ajado sombrero negro

En lo más hondo de la comarca y próxima a la aldea “Cerro Hierro”, una extraña silueta volaba bajo el violento temporal que azotaba a aquel histórico punto de la “Sierra Norte", de Sevilla. Tan abominable presencia se sentía dueña de las sombras, y parecía bailar entre el fuerte viento y la densa lluvia, que a esas horas de la madrugada se dejaban oír en cada techo de la aldea.

Para este ente, solo era un juego, pero para los demás eran fichas en su tablero. Él siempre decidía cuándo y a quién atacar, y esa madrugada tenía la certeza de que iba a sumar una nueva víctima a su ya extenso listado macabro. 

Agitando sus largas orejas, ésta terrorífica cabeza avanzaba velozmente, dando gritos de alegría y sabiendo que sus gritos causarían pavor a quien lo escuchase, y con un demencial gesto impregnado en su cara, gritaba con fuerza haciendo resonar la voz en cada rincón de aquel escondido, pero histórico lugar serrano sevillano.

Mientras los ruines gritos retumbaban bajo la torrencial lluvia, un angustiado hombre se retorcía en su catre, sabiendo que enseguida iba a llegar el final de su vida: su sentencia había sido firmada, no le quedaba de otra que esperar. Y con el temor recreándose en su cuerpo, como un furtivo parásito, miraba el balcón de su cuarto buscando la centenaria higuera que se estremecía friolera por culpa del temporal. Aquel devastado hombre no tenía duda de que enseguida iba a posarse en una de aquellas gruesas ramas su terrible e implacable verdugo.

El desolado personaje que se retorcía en su catre era Pepe Trigo, o “el Pillo”, como le decían en la aldea; nacido y criado en este lugar; quería a su tierra tanto como a sus hijos. No existía allí cerro o llano que no conociese, era un auténtico hijo de la tierra. Había visto ya todo de todo en su vida, pero nunca había estado preparado para lo que iba a vivir en estos dos últimos días.

Pepe había escuchado ya esos fantasmagóricos relatos que rondaban en cada aldea de esos clásicos y espontáneos cuentos, que nacían bajo el alero de un abrigador brasero y un exquisito aguardiente. Nunca les daba importancia, los veía como un macabro invento que solo servían para pasar el rato. Pero, horas antes, todo había tornado, y junto a la lluvia que en aquel momento cubría íntegramente su aldea, el espíritu de Pepe se llenaba de horror en cada  momento. Sin querer, comenzaba a recordar la reunión del día anterior, donde todos esos absurdos relatos dejaban de ser meras fantasías, para convertirse en las más reales de las pesadillas. Recordaba que aquel día había llegado temprano a la casa de su compadre Montesino, o “el Tip”, como le motejaban todos sus colegas. 

Al poco, llegaba el resto de sus amigos: “el Cai”, “el Mico”, “el Leo” y “el Pari”, incluso “el Tori”. Todos ellos se juntaban en la mesa redonda de madera, que se encontraba en el patio de la casa de “el Tip”, para compartir un buen aguardiente, música y “la imprescindible rayita”, además de un sabroso conejo en salsa, que iba a servir para coronar la amistosa reunión.

El invernal atardecer discurría entre anécdotas variadas, pero el tema básico era recordar el buen caletre que habían tenido en la última cacería de palomas. Pepe siempre disfrutaba de estas reuniones. Después de todo, este grupo de hombres era una parte fundamental de su vida. Y así, entre anécdotas de todos los tipos y chistes verdes, la moche se iba adueñando del lugar, y uno a uno de sus amigos se iban yendo de la casa de “el Tip”; unos, obligados por el frío, y la mayoría de ellos por los efectos del aguardiente, y mientras iba terminando la larga jornada, solo quedada el propietario de la casa y Pepe, que era su compadre, que estaba pasado de copas, y él también, pero no quería irse porque habían empezado una mano de tute y esta vez el juego tenía más emoción, ya que se habían apostado una pechuga de paloma con tomate. 

Las horas iban avanzando y la mano de tute empatada, por lo que las raciones de aguardiente habían aumentado a grandes sorbos. Pero, de pronto, una inusual polvareda se alzaba en la calle, dando paso a un extemporáneo remolino que danzaba sin control unos segundos y acababa violentamente contra el portón de la casa de “el Tip”. Pepe no se preocupaba, solo se levantaba y recogía los naipes que aquel insólito viento había desperdigado fuera de la mesa. 

Al volver, se encontraba con un encorvado anciano, que los miraba desde el portón. “El Tip” se percataba de la presencia del viejo, pero, para verlo mejor, se levantaba y encendía la luz que daba al portón. Lo primero que llamaba la atención de Pepe era el elegante traje negro de tergal que vestía, parecía como si lo estuviese estrenando; no tenía una arruga, aunque el traje contrastaba con el tono del ajado y sucio sombrero que cubría sus enmarañadas canas. El otro extraño detalle era que, aun el vendaval que arreciaba, los zapatos negros que calzaba se hallaban impecables; ni una partícula de polvo y ni una gota de agua; por el contrario, brillaban. Pero lo que más intrigaba a Pepe era la cara del viejo, que delataba menos edad de la que representaba su desbaratada figura y su encanecida cabellera. 


-pasa a pagina 2 y última-



Comentarios

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    - ¡Buenas! ¡¿Cómo les va con ese tute?! -exclamaba y preguntaba el viejo, interrumpiendo los pensamientos que nacían de la mente de Pepe.
    - Bien -respondía “el Tip”, a la vez que se iba acercando al portón.
    - ¿Serían tan amables de darme algo de beber? Esta larga caminata nocturna me tiene sediento –les dijo con un desgastado y tembloroso tono, haciendo notar ahora su avanzada edad. 

    Se apoyaba en el portón y una burlesca sonrisa se dibujaba en su arrugado rostro.

    - No tenemos nada, abuelo. Siga su camino –dijo Pepe, desde más atrás, tratando de no detener su peleada mano de tute.
    - Sí tenemos. Pase. El portón está siempre abierto -dijo “el Tip”, con un indisimulado nerviosismo, anulando las palabras de Pepe.

    Pepe miraba extrañado a “el Tip” y le hacía gestos como preguntándole qué estaba haciendo. “El Tip” movía la cabeza de un lado a otro y hundía los ojos en el suelo. Pepe seguía sin entender qué estaba pasando, hasta que, finalmente, el anciano abría el portón y entraba. 

    Con lento paso se acercaba a la mesa y dejaba su sucio y ajado sombrero negro al lado de la baraja. Al sentarse, le dedicaba a Pepe una desdeñosa mirada. 

    - No tenemos vino, pero sírvase una copita de aguardiente, que está muy bueno –dijo “el Tip”, acercándole una temblorosa copita de cristal opaco.
    - Gracias. Ya veo que usted es más amable que su amigo –decía el anciano, con una dura y penetrante mirada clavada en Pepe.

    Pepe, que no acertaba a diferenciar si esa mirada encerraba una mueca de burla o de odio, miraba a “el Tip”, y con gestos de mano le pedía que se tranquilizase. Pero el viejo seguía con la mirada fija en Pepe. Luego de unos segundos, éste empezaba a sentir un extraño pero inquietante cosquilleo en todo el cuerpo, como si lo recorriese una pequeña descarga eléctrica.

    Pasados unos minutos, un suave susurro empezaba a extenderse por el interior de su cabeza, pero incapaz era de descifrar lo que oía. Un minuto más, y un punzante brillo en los ojos del anciano le hacía sentir un repentino escalofrío; el terror invadía su cuerpo, cual fulminante relámpago, dejándole inmóvil. Pepe se percataba ahora de quien era aquel misterioso hombre de negro.

    - Muy bueno estaba su aguardiente, amigo. Pero ahora me voy, para que sigan con sus manitas. ¡Ah, y muchas gracias!

    Y dicho esto, cogía su sombrero, se levantaba y con el mismo paso lento que entró se alejaba. Antes de cerrar el portón, se inclinaba y hacía una irónica reverencia con su sombrero en mano, y con un: “pronto nos veremos” se giró y se fue por donde había venido, dejando en el más absoluto de los silencios a Pepe y a “el Tip”.

    El sonido del fuerte viento y la violenta lluvia que aún caía, sacaba a Pepe el recuerdo de aquel fatídico día. Con desconsuelo miraba hacia el balcón de su cuarto y volvía a la realidad, como un reproche golpeando en su cabeza y de la misma forma que las gotas impactaban en los cristales de su balcón. Sabía que él era el único culpable de todo, era víctima de su incredulidad; no debía de haber negado nada al anciano. Debía de haber captado rápidamente que era un maléfico brujo, pero no lo hacía y con semejante negación, firmaba su sentencia.

    Justo en el momento en que el temporal amenazaba con arrasar con todo a su paso, la mortal hora estaba al acecho, esperando…

    Con las pocas fuerzas que le quedaban a Pepe, miraba hacia su cuarto, y como una gigantesca bola de luz, miles de imágenes pasaban por su cabeza. Se veía corriendo, como un inocente niño, por los caminos de tierra de su pueblo, recordaba el primer beso que le diese a quien iba a ser, años después, la madre de sus hijos; oía el llanto de su nieto, y con la emoción empañándole el alma, miraba el balcón sabiendo que al otro lado estaba aquel maléfico mito viviente esperándole en la higuera. Pero ahora no era un anciano, se había convertido en un siniestro Lucifer. 

    Bajo la tupida lluvia estaba la maléfica leyenda que, con gesto alegre, miraba a Pepe por última vez, el cual cerraba los ojos y sus silenciosas pero angustiadas lágrimas caían a través de sus mejillas. En el justo momento en que las lágrimas empapaban su almohada, unos gritos malignos  retumbaban en todo Cerro Hierro, y con un cántico de brujo, cual trágico remate final, un sucio y ajado sombrero negro caía de la higuera convirtiéndose en una fétida rama negra. Fue a más el violento temporal, hasta que finalmente... Pepe Trigo, alias “el Pillo”, moría calcinado.




  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Iramesoj

    La raya larga en los diálogos me sale perfectamente en mis escritos, pero no sé por qué no es igual en este foro, aun haciendo la misma maniobra, que ya, por fin, di con ella. Se trata de pulsar al mismo tiempo "ctrl" y "alt" y a la vez el signo de resta (-) (a la derecha del teclado), no la tecla de los guiones.



  • No entiendo qué es “la imprescindible rayita”. Pone “moche” en vez de noche. No pondría dos veces “se retorcía en su catre”, que queda repetitivo.

    Sobre la historia, me pregunto por qué Pepe sabía que ese día iba a sufrir ese destino tan fatídico, y por qué, a sabiendas de lo que le esperaba, fue a reunirse con sus amigos y jugar al Tute. ¿No le hubiera convenido más huir? No parece muy lógico su comportamiento.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

    Iramesoj

    "la imprescindible rayita"


    Suele ocurrir, desgraciadamente con insistente frecuencia (por supuesto, a aquellos que les ocurra, claro está, que nunca fue mi caso) que en reuniones de ocio entre amigos fumen porros o esnifen cocaína, a la que "coleguísticamente" le llaman "raya o rayita". El poner "imprescindible" se debe a que "ellos" lo consideran casi obligado.

    "Mientras los ruines gritos retumbaban bajo la torrencial lluvia, un angustiado hombre se retorcía en su catre..." 

    "El desolado personaje que se retorcía en su catre era Pepe Trigo, o “el Pillo”... "

    A esa frase que tú ves como repetitiva, intencionadamente la escribí dos veces, pero en diferentes párrafos, con la idea de identificar bien al personaje, ya que como hay varios apodos parecidos, podría prestar a confusión al lector. Y si así no fuese, pienso que no es "repetitivo" escribir una misma frase en distintos párrafos, sin que esto quiera decir que siso tu punto de vista; por otro lado, razonado por tu parte.

    Pepe Trigo, alias "el Pillo" desconfiaba siempre de esas leyenda urbanas sobre los relatos fantasmagóricos, pero en sus adentros siempre quedaba un recelo, un "¿serán verdad?". Pero él intuía que el brujo del "sucio y ajado sombrero negro" le iba a coger inquina para después aniquilarlo por su negación a dejarlo pasar a la casa de "el Tip" e invitarle a un copita de aguardiente. El brujo pocas razones necesitaba para matar a quien fuese, y así sumar a su lista sangrienta un inocente más. Por muy lejos que huyera el pobre Pepe, el brujo lo encontraría, precisamente por ser un brujo, al menos eso de las brujerías es lo que tradicionalmente tenemos (o tengo) concebido, aunque yo no creo que existan, solo existen (en exceso) mercachifles especialistas en estafas, tales como adivinos/as, el rollo del Tarot, videntes, medium paranormales... etc... y toda esa ralea confusa y desconcertante

    En cuando haber escrito "moche" en lugar de "noche, a todas luces se ve que es un fallo mecanográfico, que, como bien sabes, no puedo modificar porque eso es solo potestad del servicio de moderación del foro.

    ¿Aclaré tus dudas?

    Gracias por leerme, Álvaro


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

    Iramesoj

    Él siempre decidía cuándo y a quién atacar, y esa madrugada tenía la certeza de que iba a sumar una nueva víctima a su ya extenso listado macabro. 

    Esa frase puede servirte para aclarar tus dudas con respecto a esto tuyo...

    Sobre la historia, me pregunto por qué Pepe sabía que ese día iba a sufrir ese destino tan fatídico, y por qué, a sabiendas de lo que le esperaba, fue a reunirse con sus amigos y jugar al Tute. ¿No le hubiera convenido más huir? No parece muy lógico su comportamiento.


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    cehi dijo:

    Iramesoj

    Él siempre decidía cuándo y a quién atacar, y esa madrugada tenía la certeza de que iba a sumar una nueva víctima a su ya extenso listado macabro. 

    Esa frase puede servirte para aclarar tus dudas con respecto a esto tuyo...

    Sobre la historia, me pregunto por qué Pepe sabía que ese día iba a sufrir ese destino tan fatídico, y por qué, a sabiendas de lo que le esperaba, fue a reunirse con sus amigos y jugar al Tute. ¿No le hubiera convenido más huir? No parece muy lógico su comportamiento.



    Es decir, caprichosamente escogía al azar a alguien por cualquier insignificante motivo y por el puro placer de quitarlo de en medio. ¡Las cosas de los brujos!  :)


  • @cehi

    Este es quizás el relato más oscuro que te he leído. Pepe me recuerda a cierto humorista español (cuyo nombre se me escapa) que una vez fue a una casa embrujada y, como el hombre no creía en fantasmas, empezó a profanar la casa y a burlarse, hasta que los fantasmas se le manifestaron y lo hicieron correr de pánico.

    Las supersticiones y las historias de terror apelan a nuestros miedos más profundos. Puede que con el pasar de los años la gente crea cada vez menos en ellas, pero uno siempre debe tratar lo sobrenatural con respeto, porque en ocasiones, hay algo de verdad en esas historias.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    @cehi

    Este es quizás el relato más oscuro que te he leído. Pepe me recuerda a cierto humorista español (cuyo nombre se me escapa) que una vez fue a una casa embrujada y, como el hombre no creía en fantasmas, empezó a profanar la casa y a burlarse, hasta que los fantasmas se le manifestaron y lo hicieron correr de pánico.

    Las supersticiones y las historias de terror apelan a nuestros miedos más profundos. Puede que con el pasar de los años la gente crea cada vez menos en ellas, pero uno siempre debe tratar lo sobrenatural con respeto, porque en ocasiones, hay algo de verdad en esas historias.

    Quiero recordar, amigo Gay, que siempre te recuerdan algunos recuerdos  :) (valgan todas la redundancias) mis escritos.

    Efectivamente es un relato, más que oscuro, de un negro negrísimo trasfondo. Y de este tipo de historias de brujerías tengo unas cuantas en mi archivo.

    Gracias por leerme




  • @cehi

    Jajajaja, mira que no lo había notado, aunque ahora que lo pienso, es verdad, los escritos que te he comentado, me recuerdan a algo. Una curiosa coincidencia.

    Por cierto, aquí envío una petición de mi parte, ¿podrías publicar otra más de ese tipo? Puede ser cuando te toque en tu siguiente turno o cuando lo desees. Confieso que le tengo un cariño (por decirlo de alguna manera) a ese tipo de historias, aunque nunca he sido capaz de escribir una.
  • Lo de la rayita, no me lo esperaba de la clase de personajes que creo que son pepe y el Tip, que parecen ancianos aficionados a echar la partida de cartas en el bar. No cumplen el estereotipo de consumidores de cocaína.

    El párrafo que citas de que el brujo escogía las víctimas al azar no aclara por qué Pepe sabía que le iba a tocar a él. Me dices que él pensaba que le iba a tocar a él por negarle la entrada, pero ya antes de que hubiera sucedido eso, se retorcía en su catre de miedo
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    @cehi

    Jajajaja, mira que no lo había notado, aunque ahora que lo pienso, es verdad, los escritos que te he comentado, me recuerdan a algo. Una curiosa coincidencia.

    Por cierto, aquí envío una petición de mi parte, ¿podrías publicar otra más de ese tipo? Puede ser cuando te toque en tu siguiente turno o cuando lo desees. Confieso que le tengo un cariño (por decirlo de alguna manera) a ese tipo de historias, aunque nunca he sido capaz de escribir una.

    El hecho de que te recuerden algunos de mis escritos algo que has vivido en primera persona o te ha contado una fuente fidedigna, pienso que te dará más emoción.

    Cuando de nuevo llegue mi turno, buscaré en mi archivo cualquier historia o relato de esa índole o parecida.

    Saludos




  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Iramesoj dijo:
    Lo de la rayita, no me lo esperaba de la clase de personajes que creo que son pepe y el Tip, que parecen ancianos aficionados a echar la partida de cartas en el bar. No cumplen el estereotipo de consumidores de cocaína.

    El párrafo que citas de que el brujo escogía las víctimas al azar no aclara por qué Pepe sabía que le iba a tocar a él. Me dices que él pensaba que le iba a tocar a él por negarle la entrada, pero ya antes de que hubiera sucedido eso, se retorcía en su catre de miedo

    Por desgracia, las drogas de todo tipo están al orden del día, y no solo las consumen la juventud, también hombres e incluso mujeres de 50 o 60 años, y hasta de más edad, y esto es algo que tú estarás enterado igual que yo, que no es un bulo. Además, esos personajes que pinto en mi escrito no son tan mayores; el tal Pepe Trigo y sus otros colegas son gente de poco más de medio siglo, que abuelo (en el caso de Pepe) se puede ser con 40 años o menos.

    Uno de los poderes sobrenaturales que se le atribuye a brujos y brujas es precisamente eso que llaman "persuasión mental", con lo cual se sobreentiende en el relato que "el hombre del sombrero ajado y sucio" (un brujo) hace uso de ese poder. Recuerda esta frase: "Él siempre decidía cuándo y a quién atacar" . Es decir, en su mollera estaba ya su víctima, si no, el remolino que él mismo provocó no lo hubiese dejado justo en el portón de la casa, donde se encontraba. Es más, el brujo sabía que Pepe Trigo le iba a negar la entrada y también algo de beber, gracias a esa "persuasión mental" referida, aunque parezca una diatriba rocambolesca.

    Me gusta entablar diálogos sobre mis escritos. Gracias

    Saludos


  • Es cierto que no sólo los jóvenes consumen drogas, pero también es cierto que la cocaína se asocia a los ricos, gente de poder. Ahí veo yo gente rústica a la que me imagino con boina. Me espero ver consumiendo cocaína a trajeados hombres de negocios.

    Y el resto de cosas que explicas sobre el poder mental del brujo, no creo que los lectores en su mayoría den por supuestos esos detalles
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Iramesoj dijo:
    Es cierto que no sólo los jóvenes consumen drogas, pero también es cierto que la cocaína se asocia a los ricos, gente de poder. Ahí veo yo gente rústica a la que me imagino con boina. Me espero ver consumiendo cocaína a trajeados hombres de negocios.

    Y el resto de cosas que explicas sobre el poder mental del brujo, no creo que los lectores en su mayoría den por supuestos esos detalles

    ¿Quién te ha dicho que la cocaína es solo cosa de ricos? Estás en un error por dar certeza de que ese polvo se asocia a gente pudiente, Álvaro. Ni te imaginas la cantidad de cosas que es capaz de hacer la delincuencia callejera para conseguir dinero y a su vez comprar cocaína, y hasta heroína, que es más costosa (y más peligrosa), además de marihuana y otras drogas de diseño, que de éstas, el crack es el más usual.

    Los lectores mandan, ellos son lo que darán o no sus "por supuesto" a todos o algunos de los detalles que se explican. Sin olvidad, obviamente, que ese escrito mío es ficción. No creas que yo siempre comulgo con la hostia que predica leyendas extrañas. Pero como ficción que es mi relato, me explayo a mis anchas con la idea de enriquecer el texto.

    Nuevos saludos


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Iramesoj dijo, entre otras cosas:

    Ahí veo yo gente rústica a la que me imagino con boina. Me espero ver consumiendo cocaína a trajeados hombres de negocios.

    Sé (y me consta por casos que he podido comprobar), que a esos "trajeados hombres de negocio" les suministran drogas ciertos campesinos, de diferentes edades, que no solo la consumen ellos y las venden, sino que también las cultivan. Soy ingeniero agrónomo y en 50 años de ejercicio de mi carrera he visto de todo en el terreno de la agricultura


  • Este último detalle que cuentas es interesante. Te animo a escribir sobre ello, ya sea un relato basado en datos reales sobre el tema o un artículo de opinión como escribiste de las torres gemelas
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Iramesoj dijo:
    Este último detalle que cuentas es interesante. Te animo a escribir sobre ello, ya sea un relato basado en datos reales sobre el tema o un artículo de opinión como escribiste de las torres gemelas


    A estas alturas de mi vida, aunque siempre he sido un hombre honesto (sin modestia), no tengo inconveniente en hablar o escribir lo que sea, pero siempre con el máximo respeto y educación y con la consideración que me merezca el asunto a exponer.

    Recojo tu guante y si me da tiempo en mi próximo turno, y si no en el siguiente, trataré de plasmar en tu ya famosa LISTA algún caso real que en su día, por sorpresa, llamó mi atención y que sin pelos en la lengua denuncié en mi colegio de ingenieros agrónomos, que, finalmente, no llegó a más la denuncia, quizá por cobardía (o por intereses creados, vete a saber) de los señores ejecutivos que componían la directiva de entonces, todos ellos ya fallecidos. Este último dato de "fallecidos" es lo único que me puede frenar, simplemente por respeto a sus memorias. Y digo eso de "memorias" porque soy de esos que gustan informar con todo lujo de detalles: sexo, nombre completo, edad, cargo, y demás datos importantes de cada cual. Pero haré aquí una excepción y citaré nombres ficticios, pero, eso sí, con todo el histórico que recuerde. 


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Iramesoj
     dijo, entre otras cosas:

    como escribiste de las torres gemelas

    Ése escrito sobre la catástrofe de las "Torres Gemelas" (insertado en la 1ª o la 2ª edición de la LISTA) fue el único mío que no comentaste, que después te disculpaste (disculpa aceptada por mí) alegando, poco más o menos que te limitaste a leerlo y que no cabía ningún comentario.

    Bueno, pues ese artículo fue publicado en un periódico de mi ciudad, y mi único lucro fue recibir felicitaciones del director y del redactor jefe de dicho periódico, además de mi familia y amigos, puesto que iba rubricado con mi nombre y apellidos.



  • editado diciembre 2020
    No recuerdo haberme disculpado por no haber comentado ese texto, pero es necesario que puntualice que en esa época yo no era un miembro de la lista, sino unicamente el coordinador. Por tanto, no tenía el deber de comentar los textos (como los miembros de lista que deseen poder colgar su texto en su turno), sino solamente de organizarlo todo. Y pese a ello, comenté casitodos los textos de la lista, sin que eso me reportara beneficio personal (como si reporta cuando uno es miembro) solamente por ayudar y animar.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Iramesoj dijo:
    No recuerdo haberme disculpado por no haber comentado ese texto, pero es necesario que puntualice que en esa época yo no era un miembro de la lista, sino unicamente el coordinador. Por tanto, no tenía el deber de comentar los textos (como los miembros de lista que deseen poder colgar su texto en su turno), sino solamente de organizarlo todo. Y pese a ello, comenté casitodos los textos de la lista, sin que eso me reportara beneficio personal (como si reporta cuando uno es miembro) solamente por ayudar y animar.

    Me habré ofuscado y ahora soy yo el que te pide disculpas, pero quiero recordar que algo parecido a una disculpa dijiste al respecto, pasa que no recuerdo la fecha. En todo caso, la cosa no tiene importancia


  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

    Iramesoj

    Como soy un testarudo recalcitrante, hurgando, hurgando...

    No sé que decir del mensaje en sí, cosa que me ocurre a veces con tus textos (por eso no comenté el del 11-S. Lo leí, pero no sabía qué opinar sobre el contenido). Sí diré que estoy de acuerdo en que la sustitución de operadores por grabaciones y bots en servicios telefónicos me parece un grave error, pues al no poder razonar son bastante menos eficientes y muchas veces no comprenden las peticiones humanas del cliente.


  • Sospecho que la historia está inspirada en alguna leyenda sevillana. Aquí en Argentina existe un mito similar y se llama “el mito del tue tue”, muy esparcida por la gente que habita en zonas campestres. La trama es similar a la tuya en ciertos aspectos, aunque en este caso el victimario no es una cabeza andante, sino un pájaro negro. 

    Te comento algunas puntualizaciones/dudas que me surgieron al leer:

    “ unos, obligados por el frío, y la mayoría de ellos por los efectos del aguardiente, y mientras iba terminando la larga jornada, solo quedada el propietario de la casa y Pepe, que era su compadre, que estaba pasado de copas, y él también, pero no quería irse porque habían empezado una mano de tute y esta vez el juego tenía más emoción, ya que se habían apostado una pechuga de paloma con tomate.”

    Considero que a este extracto le falta algún punto y seguido entre medio. Entre cada coma se van revelando pequeñas pistas de información, sin embargo, toda junta puede llegar a marear al lector.

    Luego, me queda la duda de porque “el Tip” invita a aquel anciano a pasar sabiendo lo que se avecinaba. Sé que también lo ha comentando Iramesoj, sin embargo, a mí también me resulta extraño su comportamiento. Al fin y al cabo, el pepe era su amigo y debería haber hecho algo para evitar ese fatídico final. Ya sea negado su entrada y sacrificando así su propia vida (aunque veo esta posibilidad poco factible), o debería haber hablado previamente con pepe para que ambos actúen de manera similar y no dar motivo al anciano para que asesine a uno de ellos. 

    Por último, considero que para no repetir tanto los apodos de ambos amigos (el tip y el pepe), podrías asignarles a cada uno ciertas características puntuales para luego utilizarlas a la hora de mencionar a cada uno de ellos (el más bajo, el más alto, el más gordo, el mas flaco, el mas viejo, el más joven, por nombrar ejemplos sencillos). Esto es más de gusto personal, sin embargo es algo que por ahí podría ayudar. 

    El relato en sí es fabuloso, transmite ese aire místico a la vez que terrorífico que tanto necesitan estas historias. Me ha gustado mucho. La imagen final va de la mano con tan trágico final, me pareció un toque muy bueno.

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Kantos dijo:

    Sospecho que la historia está inspirada en alguna leyenda sevillana. Aquí en Argentina existe un mito similar y se llama “el mito del tue tue”, muy esparcida por la gente que habita en zonas campestres. La trama es similar a la tuya en ciertos aspectos, aunque en este caso el victimario no es una cabeza andante, sino un pájaro negro. 

    Pues sí. En la Sierra Norte de Sevilla, que la componen 11 pueblos serranos, corre una leyenda urbana que, en el antaño, merodeaban por allí fantasmas y brujos, los cuales ejercían contra los nativos sus peripecias fantasmagóricas y sus brujerías. Justo en en el término de Cazalla de la Sierra (uno de los pueblos) tengo yo una finquita que suelo ir a pasar temporaditas. Ya conocía yo ese mito argentino del "Tue Tue", que precisamente me interesé por él a través de Internet por la similitud en muchas cosas de la Argentina y España, al fin y al cabo, somos países hermanos.

    Te comento algunas puntualizaciones/dudas que me surgieron al leer:

    “ unos, obligados por el frío, y la mayoría de ellos por los efectos del aguardiente, y mientras iba terminando la larga jornada, solo quedada el propietario de la casa y Pepe, que era su compadre, que estaba pasado de copas, y él también, pero no quería irse porque habían empezado una mano de tute y esta vez el juego tenía más emoción, ya que se habían apostado una pechuga de paloma con tomate.”

    Considero que a este extracto le falta algún punto y seguido entre medio. Entre cada coma se van revelando pequeñas pistas de información, sin embargo, toda junta puede llegar a marear al lector.

    Pienso que no es necesario ningún punto y seguido, toda vez que las comas (,) delimitan la orientación de las frases dentro del párrafo. Pero no descarto ese posible lapsus por mi parte. Lo revisaré de nuevo.

    Luego, me queda la duda de porque “el Tip” invita a aquel anciano a pasar sabiendo lo que se avecinaba. Sé que también lo ha comentando Iramesoj, sin embargo, a mí también me resulta extraño su comportamiento. Al fin y al cabo, el pepe era su amigo y debería haber hecho algo para evitar ese fatídico final. Ya sea negado su entrada y sacrificando así su propia vida (aunque veo esta posibilidad poco factible), o debería haber hablado previamente con pepe para que ambos actúen de manera similar y no dar motivo al anciano para que asesine a uno de ellos. 

    "El Tip" no sabía que el brujo iba a ir por "Pepe Trigo, alias el Pillo". El que tenía ese presentimiento real era el propio Pepe, por aquello de "la persuasión mental" que ya comenté a Iramesoj.

    Por último, considero que para no repetir tanto los apodos de ambos amigos (el tip y el pepe), podrías asignarles a cada uno ciertas características puntuales para luego utilizarlas a la hora de mencionar a cada uno de ellos (el más bajo, el más alto, el más gordo, el mas flaco, el mas viejo, el más joven, por nombrar ejemplos sencillos). Esto es más de gusto personal, sin embargo es algo que por ahí podría ayudar. 

    Mientras se van creando personajes nuevos en cualquier historia, creo que hay que mantener el nombre o el apodo que a cada cual se le asigne en un principio, el irlos cambiando por alguna característica puntual (como apuntas), pienso que es más engorroso, además de más largo, lo cual puede confundir al lector, ¿no crees? No obstante ello, también le pegaré un repaso. 

    El relato en sí es fabuloso, transmite ese aire místico a la vez que terrorífico que tanto necesitan estas historias. Me ha gustado mucho. La imagen final va de la mano con tan trágico final, me pareció un toque muy bueno.

    Hombre, eso de "fabuloso" me ha inflado un poco  :). Aunque he escrito algunos relatos de terror y los conservo en mi archivo, no es precisamente esta clase de textos la que más me llena. Soy más de relatos con cierta comicidad, o con total ironía, y también de historias de amor, desamor, fantasía, romanticismo. además de los cinco libros que ya he escrito. Esa imagen de un tipo calcinado le ha venido de perla a mi escrito. Lo que me faltó es el pareado final que suelo hacer a casi todos mis textos, pero pensé que en este no tenía cabida.


    Gracias por leerme y por las sugerencias que me has hecho, Kantos.

    Saludos afectuosos para ti y para tu Argentina.


  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    Un relato terrorífico, explicado con mucho detalle teniendo en cuenta su corta extensión. Curioso personaje el de ese brujo y lo has descrito tan bien que he tenido que bajar la persiana por si se me aparecía algún rostro con sombrero en la ventana. Me ha encantado.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Jano dijo:
    Un relato terrorífico, explicado con mucho detalle teniendo en cuenta su corta extensión. Curioso personaje el de ese brujo y lo has descrito tan bien que he tenido que bajar la persiana por si se me aparecía algún rostro con sombrero en la ventana. Me ha encantado.

    Pues ten cuidado que igual el teclado de mi ordenador se está infectado de cicuta en alguna reunión aquelarre y que sin querer queriendo ha inyectado una dosis de brujería a todos los compañeros forero que han leído ése mi texto  :)

    Gracias por leerme, Jano. Saludos afectuosos.





  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    se está NO, 
    se ha, SÏ


Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com