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Mis poemas del alma

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Comentarios

  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado enero 2015
    Hay que vivir sin imposturas.
    Vivir de modo que con el tiempo,
    Nos lleguemos a ganar el amor del espacio,
    y oigamos la voz del futuro.
    Hay que dejar blancos,
    En el destino y no en el papel.
    Y en los márgenes anotar,
    Pasajes y capítulos de la vida entera.
    Debemos sumirnos en el anónimo,
    Y ocultar en él nuestros pasos.
    Tal como se oculta el paisaje,
    Tras una niebla espesa.
    Otros siguiendo tus huellas, frescas.
    Recorrerán tu camino palmo a palmo,
    Pero tú mismo no debes distinguir
    La derrota de la victoria.
    No debes renunciar ni a una brizna de ti mismo.
    Tú debes estar vivo.
    Solamente vivir, de eso se trata...
    Hasta el final.

    Boris Pasternak
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado enero 2015
    Las flores crecen como dones

    Las flores crecen como dones y después
    se dilatan
    una vigilancia aguda las silencia
    no cansarse jamás de los dones

    El mundo es un diente arrancado
    no me pregunten por qué
    hoy tengo tantos años
    la lluvia es estéril.

    Buscando las semillas destruidas
    eras la unión marchita que buscaba
    robar el corazón de otro para después
    usarlo.

    La esperanza es un daño quizá definitivo
    las monedas resuenan crudas en el
    mármol
    de la mano.

    Convencía al monstruo de que se
    escondiera
    en los cuartos limpios de un albergue
    imaginario
    había en el bosque pequeñas víboras
    embalsamadas.

    Me disfracé de cura de la poesía
    pero para la vida estaba muerta
    las vísceras que se pierden
    en el barullo
    mueres barrido por la ciencia

    El mundo es sutil y plano:
    Deambulan allí pocos elefantes, obtusos.

    Amelia Rosselli
  • QuintiQuinti Juan Boscán s.XVI
    editado enero 2015
    Yo soy mía,
    y de muchos:
    amiga, hermana, compañera, familia, novia, vecina, alumna, clienta, desconocida…


    Pero yo soy mía y de nadie más.


    Mi alma es mía y de nadie más, tiene esa dualidad de
    alma libre y alma jaula,
    que te quiero en libertad
    y encerrado en mí,
    que me quiero en libertad
    y a la vez, presa de ti.



    Mi alma es mía.


    Mi cuerpo es mío.
    Te puedo ceder una teta.
    Te puedo decir que mi culo es para ti.
    Puedes jugar con mi cuerpo.
    Incluso introducirte en mí.
    Porque mi cuerpo es mío y de nadie más.




    Silvestre es escritora, y amiga mía.


    .
    .
    .
  • QuintiQuinti Juan Boscán s.XVI
    editado enero 2015
    Noche de Halloween

    Víspera de Todos los Santos
    persiguiendo al Hombre de Rojo.
    Galernas de hielo masacran,
    acuchillan sin piedad mi carne podrida,
    sangrienta, purulenta,
    abierta en cráteres a la cruel escarcha.
    No dejo de rascarme los pedazos
    de sangre seca,
    que escuecen como una ilusión rota,
    y de dejar caer los párpados
    por el propio peso de la fiebre que desafía
    a las alegres luces de la Alameda.
    Tambaleante y salido de una angustiosa tumba
    descomponiéndose mi pelo y mi carne
    bañado en sudor frío y amargo
    deambulo por las calles con el corazón en pena
    en busca de lo único que brilla en mi noche.
    Casi perdido.
    Casi ausente.
    Casi indiferente.
    Susurrándome su paradero con una cara
    y huyendo, dándome la espalda con la otra
    (claro, es que es Géminis).
    Es Víspera de Todos los Santos
    y yo
    persigo al Hombre de Rojo.


    Javier Gato

    .
    .
    .
  • pepetopepeto Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado febrero 2015
    Dejo dos poemas para estos días

    Hija del viento

    Han venido.
    Invaden la sangre.
    Huelen a plumas,
    a carencias,
    a llanto.
    Pero tú alimentas al miedo
    y a la soledad
    como a dos animales pequeños
    perdidos en el desierto.

    Han venido
    a incendiar la edad del sueño.
    Un adiós es tu vida.
    Pero tú te abrazas
    como la serpiente loca de movimiento
    que sólo se halla a sí misma
    porque no hay nadie.

    Tú lloras debajo del llanto,
    tú abres el cofre de tus deseos
    y eres más rica que la noche.

    Pero hace tanta soledad
    que las palabras se suicidan.


    Pizarnik
  • pepetopepeto Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado febrero 2015
    Madrugada

    Desnudo soñado una noche solar.
    He yacido días animales.
    El viento y la lluvia me borraron
    como a un fuego, como a un poema
    escrito en un muro.


    Pizarnik
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado febrero 2015
    ...aparte de recorrer las calles improvisando rimas,
    ya nada quedaba por hacer en el mundo...

    -Concha Urquiza- (El reintegro)


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  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado febrero 2015
    No quiero que me quieras por ser bueno
    no lo soy
    (nadie miente mejor que el que aprendió el oficio
    engañándose a si mismo).

    No quiero que me quieras porque estoy
    pues tengo la costumbre de marcharme
    casi sin remordimientos
    cuando alguien ignora mis indicios.

    No quiero que me quieras solo por lo que escribo
    (mis palabras son románticas rameras
    que dicen la verdad
    pero siempre me han consentido).

    No quiero que me quieras por estar disponible
    (no hay mayor egoísmo que darse sin medidas
    y sentirse necesario
    para quien te resulta imprescindible).

    No quiero que me quieras porque intuyes que te espero.
    Aunque me muestre inofensivo para no espantarte
    nunca podré asumir un destino de perchero.

    No quiero que me quieras porque sabes que te quiero.
    El mercado de mi vida no funciona con trueques
    y el amor debe ser más que un canje de prisioneros.

    Ya lo dijo Sabina -mejor- en la canción que conocemos,
    pero lo digo yo, que no aprendí a callarme a tiempo:

    Yo quiero que me quieras como quieras
    como inventes y sepas
    como menos te duela
    y te mate por dentro
    como mejor te salga
    como el peor secreto
    como no puedas querer de nuevo.

    Yo quiero que me quieras a tu manera
    aunque lo digas poco y lo sientas todo el tiempo
    aunque nunca me escribas un poema.

    No quiero que me quieras
    porque estoy enfermo
    sino
    porque no tienes más remedio.

    Y si no puedes quererme así
    de un modo imperfecto
    pero inédito
    entonces
    entonces no me quieras.

    Carlos Salem
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado febrero 2015
    Te veía
    llegar,
    cruzar la puerta,
    darme un besazo en el morro,
    mirarme a los ojos
    de esa manera única,
    como sólo tú miras
    a los ojos: rompiendo
    el calendario.

    Te veía
    hacer esas cosas sencillas
    que tú haces
    para que el mundo
    entre en razón;

    y no sabía
    a quién
    darle las gracias.

    Karmelo C. Iribarren
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado febrero 2015
    Gracias Negu, es tan relajante como caminar por la playa descalzo con una cerveza helada. Gracias.



    PREGUNTAS Y PENUMBRAS


    ¿Y si de pronto huyeran
    el valor y el destino
    -como alas- de este pájaro
    que me lleva a los vientos
    o a la muerte?
    Tal vez mañana mismo.

    Si de pronto volara
    de mi pecho
    el corazón, cayera
    como llave en un pozo:
    ¿Tú abrirías la puerta, cruzarías
    al umbral a mi paso señalado?
    Buscando entre los muertos

    Es a ti a quien hablo,
    a ti que creces
    como una larga herida
    en mi memoria, a ti que ignoras
    como yo
    los tatuajes de mi brazo. Es
    a ti a quien hablo.
    El cuerpo del hermano.
    Bajo mi cuerpo
    tiéndete, acerca tus oídos
    a la tierra: ¿Oyes cómo mis manos
    te acarician, como el mar suena
    todavía
    desde tu corazón?
    Nuestro cuerpo encontremos.

    Tras la puerta, otro fuego
    devora las montañas,
    los sueños
    y los hombres. No digas
    nunca: "hay tiempo,
    hay tiempo". Tal vez
    mañana mismo,
    buscando entre los muertos
    el cuerpo del hermano,
    nuestro cuerpo encontremos

    Cesar Calvo




  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado febrero 2015
    Ámame en mi locura.
    Nuestro camino es el mismo, igual que nuestra vida.
    Mi locura está poblada de maná paradisíaco.
    Ámame así en mi ardor.
    Sólo sé siempre sencilla
    Como las palabras de mis versos.
    Quiero ver al amanecer
    Tu cuerpo salpicado por gotas de rocío.
    Ámame en mi voluptuosidad:
    En mi flaqueza, e incluso en la demencia,
    El amor siempre nos mostrará el camino cierto
    Llenando nuestro paraíso de un calor sin límite.
    Ámame a pesar de los rechazos.
    Nuestro camino es el mismo, al igual que nuestra vida.
    Yo abriré todos los palacios,
    Y a tus pies arrojaré
    Todos los cetros y coronas
    La carga agotadora
    Todo lo que los creadores pueden dar.


    Fedor Sologub

    (4 de mayo de 1921)
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado febrero 2015
    Saludos, Juancho!!! :-D

    Avisos clasificados

    Se necesitan médicos y enfermeras.
    Así anuncian los periódicos
    Se necesitan sastres y modistas
    ¿Quién necesita poetas?

    Dónde encontrar un aviso que diga:
    "Invitamos poeta a domicilio
    Porque se hizo intolerable
    Explicarse en el lenguaje común.

    Necesitamos palabras hermosas
    Estamos dispuestos a entregar nuestras almas".

    Deseo comprar finca.
    Se necesitan vacas lecheras.

    23 de febrero de 1916
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado marzo 2015
    Fue cuando la flor del vino se moría en penumbra
    y dijeron que el mar la salvaría del sueño.
    Aquel día bajé a tientas a tu alma encalada y húmeda,
    y comprobé que un alma oculta frío y escaleras
    y que más de una ventana puede abrir con su eco otra voz, si es buena.
    Te vi flotar a ti, flor de agonía, flotar sobre tu mismo espíritu.
    (Alguien había jurado que el mar te salvaría del sueño.)
    Fue cuando comprobé que murallas se quiebran con suspiros
    y que hay puertas al mar que se abren con palabras.

    Rafael Alberti
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado marzo 2015
    Abre la boca y dispara

    Supongo que sabe que su sonrisa,
    consigue hacerme claudicar,
    que puedo dejar de mirarle las tetas a la camarera
    y a la amiga de esa amiga que nunca tuve.

    Que consigue que haga el idiota sin ruborizarme,
    contarle aquella vez que me cai en un charco,
    algo sobre la eyaculación precoz con cierta rubia teñida,
    algún vicio inconfesable,
    o hablarle del beso que le di al aire
    pensando que el amor de mi infancia
    jamás se apartaría.

    Supongo que sabe que su sonrisa,
    hace girar las agujas del reloj
    a una velocidad distinta
    a la que acepta la cordura.
    Que hace un minuto era de día
    y ahora tiene una estrella entre los labios
    que jamás sera fugaz.

    Que ignoro por completo,
    si ha preferido zapatos planos
    para no despertar al hombre equivocado.
    Si lleva el pelo suelto o una trenza,
    si es un vestido nuevo,
    o el mismo que he pensado
    desabrocharle mil veces.

    Supongo que sabe que cuando sonríe,
    me duele tanto parpadear
    como una guerra en Palestina.
    Que el olvido es el primer atajo
    que atraviesa por sus pómulos.
    Que su garganta un eclipse,
    que sus dientes un verano,
    que su lengua mar de fondo.

    Más allá de su rostro la vida,
    es una película de Tarantino,
    el futuro la promesa de un político,
    el amor hipotecas para siempre.

    Supongo que lo sabe, que es consciente,
    que tiene esa certeza incuestionable,
    de hacer feliz al resto si se ríe,
    cosquillas en el alma, cicatrices,
    de heridas que juraron ser eternas,
    paisajes devorados por su nombre,
    la magia concentrada en una mueca,
    la oscuridad humillada por su brillo.

    Supongo que lo sabe, aunque no importa,
    si ignora la verdad de su sonrisa,
    si algún espejo dijo lo contrario,
    si algún complejo le mintió al respecto,
    si algún recuerdo le confunde el ánimo.

    Yo se que su sonrisa es mi sonrisa
    y espero que ningún hijo de puta
    me la haga nunca llorar.

    Ernesto Pérez Gallego
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado marzo 2015



    Soledad,
    aquí están mis credenciales,
    vengo llamando a tu puerta
    desde hace un tiempo,
    creo que pasaremos juntos temporales,
    propongo que tu y yo nos vayamos conociendo.

    Aquí estoy,
    te traigo mis cicatrices,
    palabras sobre papel pentagramado,
    no te fijes mucho en lo que dicen,
    me encontrarás
    en cada cosa que he callado.

    Ya pasó
    ya he dejado que se empañe
    la ilusión de que vivir es indoloro.
    Que raro que seas tú
    quien me acompañe, soledad,
    a mi, que nunca supe bien
    cómo estar solo.

    Jorge Drexley
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado marzo 2015
    Y te diré que estoy triste
    qué otra cosa decir
    nada más
    que estoy triste.
    Estoy triste.
    Eso es todo.

    Ni con delicadeza
    ni con cuidado

    Acaso
    tiene delicadeza
    vivir
    romperse el alma

    Idea Vilariño
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2015
    Felicidades :)

    Una granada lanzada desde el río Mrovići

    Desde hace treinta horas
    las granadas
    llueven sobre nosotros desde todas partes.

    Una de ellas
    ha sobrevolado ahora
    este poema.

    Ha sido lanzada desde el Mrkovići
    donde antes de la guerra cogía margaritas
    con la mujer que amo.

    Izet Sarajlić
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    Tengo que acercarme más veces por aquí, para coincidir más contigo.
    Gracias, amiga poeta...

    No importa que la flecha no alcance el blanco
    Mejor así
    No capturar ninguna presa
    No hacerle daño a nadie
    pues lo importante
    es el vuelo la trayectoria el impulso
    el tramo de aire recorrido en su ascenso
    la oscuridad que desaloja al clavarse
    vibrante
    en la extensión de la nada

    José Emilio Pacheco
  • txetxu12txetxu12 Anónimo s.XI
    editado abril 2015
    Fue miserable, hablé con miseria, y que sería de mi
    si mí no eterna cara, no aborreciera el reflejo de las cuchillas,
    ya que deben ser reflejadas desde cerca,
    en aquel instante, en aquella cerca,
    aquella ensangrentada cuchilla,
    sufrió la visión en su acerado fin cortante,
    encerrada en la jaula: de piel y nudillos y tendones,
    incluso uñas, desgastadas todas ellas, por la intensa mirada de su amo,
    al elegir mi máscara de cara,
    como superficie objetiva a alcanzar,
    todo aquello esquivé, sin cerrar apenas los ojos,
    por mero afán de aborrecer reflejos.
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    txetxu12 escribió : »
    Fue miserable, hablé con miseria, y que sería de mi
    si mí no eterna cara, no aborreciera el reflejo de las cuchillas,
    ya que deben ser reflejadas desde cerca,
    en aquel instante, en aquella cerca,
    aquella ensangrentada cuchilla,
    sufrió la visión en su acerado fin cortante,
    encerrada en la jaula: de piel y nudillos y tendones,
    incluso uñas, desgastadas todas ellas, por la intensa mirada de su amo,
    al elegir mi máscara de cara,
    como superficie objetiva a alcanzar,
    todo aquello esquivé, sin cerrar apenas los ojos,
    por mero afán de aborrecer reflejos.

    Hola Txetxu. Perdona el atrevimiento... igual yo lo he entendido mal :)

    No sería mejor decirlo así?

    Fui miserable, hablé con miseria, y que sería de
    si mi no eterna cara, no aborreciera el reflejo de las cuchillas,


    Saludos!
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2015
    Volim te puno

    Quisiera ser de nuevo soldado en Bilecá
    y esperarte en la estación,
    beber contigo un café en la pastelería "da Bela",
    cogerte de la mano junto a la fuente de la Trebisnjica
    y recibir tus cartas.

    Para que este poema fuera feliz
    bastaría sólo con poder mirarte
    bajo el cuadro de nuestra Popovaca
    mientras que la enfermera del puesto de socorro
    te toma la tensión y te clava una aguja.

    Pero quizás,
    quizás te has muerto
    para evitarle la vejez a los poemas
    dedicados a ti.

    Como si yo o mis poemas
    hubiéramos podido amarte menos dentro de diez años.

    Izet Sarajlić
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    Ella solo le pidió
    un sueño,
    y el le regalo una realidad.
    A partir de ese dia
    lo perdio para siempre

    Maran Al-Masri
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    Pues lo que importa no es la luz que encendemos día a día,
    sino la que alguna vez apagamos
    para guardar la memoria secreta de la luz.
    Lo que importa no es la casa de todos los días
    sino aquella oculta en un recodo de los sueños.
    Lo que importa no es el carruaje
    sino sus huellas descubiertas por azar en el barro.
    Lo que importa no es la lluvia
    sino sus recuerdos tras los ventanales del pleno verano.

    Jorge Teillier, Los domingos perdidos
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2015
    Cuenta el bosque

    Corteza de árbol el vestido de novia,
    fantasma blanco de resina.
    Los días nacen de las noches,
    no entre pliegues de luz,
    una colina es sólo fango endurecido,
    el nacimiento una lejana estrella,
    y el poema únicamente voz.

    Caza nocturna de sueños,
    fisura en la mirada ajena.

    Rosa Lentini
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    Sarasvati escribió : »
    Cuenta el bosque

    Corteza de árbol el vestido de novia,
    fantasma blanco de resina.
    Los días nacen de las noches,
    no entre pliegues de luz,
    una colina es sólo fango endurecido,
    el nacimiento una lejana estrella,
    y el poema únicamente voz.

    Caza nocturna de sueños,
    fisura en la mirada ajena.

    Rosa Lentini

    Maravilloso. Gracias.
    Se me ha parado el aliento ...:-O
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    Anónima

    Para hablar del dolor,
    tengo que remontarme a tu nombre,
    ni cicatrices antiguas, ni contusiones recientes.

    Tu nombre, frustante,
    como una nana para un niño sin sueño.

    Para hablar de tu nombre,
    tengo que descoserme la boca,
    desprenderme del ego,
    desnudar el fracaso.
    Tengo que llamarte en otro rostro
    y que tu recuerdo,
    se convierta en incognita indescifrable
    de una ecuación de mi cerebro.

    Tu nombre, resbaladizo,
    como un tobogán tras la lluvia.

    Ayer lo escuché desde otra boca,
    suave, como si no significara nada,
    como si en sus sílabas no cupiera,
    toda la vida de un hombre.
    Claro que ella no eras tú
    y se giró levemente sin notar cuánto peso
    soportaba mi pecho en una sola palabra.

    Pensé en ti, en tu vida de casada,
    en tus manos indecisas calentando biberones,
    en tus tacones atrincherados
    en el armario de la decencia,
    en las abejas marchitas,
    del enjambre de tu escote.

    Pensé en ti,
    tendiendo tu desnudo con pinzas de la ropa,
    hablando del clima con tu vecina del segundo,
    llorando otra vez después de ver Pretty woman.

    Recordé como te mordías el labio
    cuando no estabas de acuerdo,
    esa manía infernal de dejar las llaves
    en cualquier sitio menos en tu bolso,
    el olor a mujer de otro que desprendías
    cuando te quedabas fija mirando al horizonte,
    el perfume a playa de tus muslos
    cuando ponías el grito en el cielo
    y el cielo en mi boca.


    Recordé que besabas al cerrar los ojos,
    que solo soñabas si los tenías abiertos,
    que cuando mentías se te arrugaba la frente,
    que bailabas por el pasillo para no tropezar con mi vida,
    que mi vida siempre esperaba que cerraras los ojos
    y que tu frente estuviera lisa
    después de un te amo.

    Y te maldije,
    maldije tu cintura de sirena a la deriva,
    tu lengua de serpiente,
    tu culo brasileño,
    maldije tu vientre y su lluvia de lunares,
    la pecas de tus pómulos,
    las líneas de tus manos.

    Tu nombre, grosero,
    como una sonrisa en un velatorio.

    Y te pensé,
    te recordé
    y te maldije.
    Pero no pude nombrarte,
    ni tú hubieras venido.

    Ernesto Pérez Vallejo


    Sarasvati: tienes un MP
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2015
    Negu, no me aparece ningún MP. (?)

    Aclimatación

    Primero te retraes,
    te agostas,
    pierdes alma en lo seco,
    en lo que no comprendes,
    intentas llegar al agua de la vida,
    alumbrar una membrana mínima.

    No soñar flores.

    El aire te sofoca.
    Sientes la arena
    reinar en la mañana,
    morir lo verde,
    subir árido oro.

    Pero, aún sin ella saberlo,
    desde algún borde
    una voz compadece, te moja
    breve, dichosamente,
    como cuando rozas
    una rama de pino baja
    ya concluida la lluvia.

    Ida Vitale
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado abril 2015
    Tu buzón está lleno y no admite más mensajes :(-(

    Parábola

    Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella.
    Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras:
    "¡Socorro!, estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta.
    Estoy en la orilla y espero ayuda. ¡Dense prisa. Estoy aquí!"
    -No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde.
    La botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.
    -Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano,
    dijo el pescador segundo.
    -Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla "Aquí" está en todos lados,
    dijo el pescador tercero.
    El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio.
    Las verdades generales tienen ese problema.

    Wislawa Szymborska
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado mayo 2015
    Hoy hubiera cumplido 85 sabios años


    Cerezas

    esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
    en el revés de un éxtasis
    hace dos o tres besos fue
    mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
    cuando le dan de amar

    y un beso antes todavía
    pisaba el mundo corrigiendo la noche
    con un pretexto cualquiera
    en realidad es una nube
    a caballo de una mujer
    un corazón

    que avanza en elefante cuando tocan
    el himno nacional y ella
    rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
    por la llovizna nacional

    esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
    que lava con furor
    con sangre
    con olvido
    encenderla es como poner en la vitrola un disco de Gardel
    caen calles de fuego de su barrio irrompible

    y una mujer y un hombre que caminan atados
    al delantal de penas con que se pone a lavar
    igual que mi madre lavando pisos cada día
    para que el día tenga una perla en los pies

    es una perla de rocío
    mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío
    le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío
    en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas
    creciendo

    el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza
    siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día
    limpiaba suciedades del mundo
    lavaba el piso del sur

    volviendo a esa mujer
    en sus hojas más altas se posan
    los horizontes que miré mañana
    los pajaritos que volarán ayer
    yo mismo con su nombre en mis labios.

    Juan Gelman
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado mayo 2015
    Negu escribió : »
    Hoy hubiera cumplido 85 sabios años

    El juego en que andamos

    Si me dieran a elegir, yo elegiría
    esta salud de saber que estamos muy enfermos,
    esta dicha de andar tan infelices.
    Si me dieran a elegir, yo elegiría
    esta inocencia de no ser un inocente,
    esta pureza en que ando por impuro.

    Si me dieran a elegir,
    yo elegiría
    este amor con que odio,
    esta esperanza que come panes desesperados.

    Juan Gelman
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