Dan Brown
Para Blythe, una vez más.
Más que nunca.
Agradecimientos
En primer lugar, le doy las gracias a mi amigo y editor Jason
Kaufman por involucrarse tanto en este proyecto y por entender
plenamente de qué trata este libro. Gracias también a la incomparable
Heide Lange, campeona incansable de El Código Da Vinci, extraordinaria
agente y amiga de verdad.
No tengo palabras para expresar la gratitud que siento por el
excepcional equipo de Doubleday, por su generodessidad, su fe y su
inestimable ayuda. Gracias especialmente a Bill Thomas y a Steve Rubin,
que creyeron en este libro desde el principio. Gracias también al primer
grupo de defensores de la obra en sus etapas iniciales, encabezado por
Michael Palgon, Suzanne Herz, Janelle Moburg, Jackie Everly y Adrienne
Sparks, además de a los muy buenos profesionales del equipo de ventas
de Doubleday, y a Michael Windsor por la atractiva cubierta de la edición
norteamericana.
Por su desinteresada ayuda en la investigación necesaria para la
preparación de este libro, me gustaría expresar mi reconocimiento al
Museo del Louvre, al Ministerio francés de Cultura, al Proyecto
Guttenberg, a la Biblioteca Nacional de Francia, a la Biblioteca de la
Sociedad Gnóstica, al Departamento de Estudios Pictóricos y al Servicio
de Documentación del Louvre, a la Catholic World News, al Real
Observatorio de Greenwich, a la London Record Society, a la Colección
de Archivos de la Abadía de Westminster, a John Pike y a la Federación
de Científicos Americanos, a los cinco miembros del Opus Dei (tres de
ellos en activo) que me contaron sus historias, tanto las positivas como
las negativas, en relación con sus experiencias en dicha organización.
Deseo asimismo expresar mi gratitud a la librería Water Street
Bookstore por conseguirme muchas de las obras con las que me he
documentado; a mi padre, Richard Brown —profesor de matemáticas y
escritor—, por su ayuda con la Divina Proporción y la Secuencia de
Fibonacci; a Stan Planton, a Sylvie Baudeloque, a Peter McGuigan, a
Francis McInerney, a Margie Wachtel, a André Vernet, a Ken Kelleher, de
Anchorball Web Media, a Cara Sottak, a Karyn Popham, a Esther Sung, a
Miriam Abramowitz, a William Tunstall-Pedoe y a Griffín Wooden Brown.
Finalmente, en una novela que le debe tanto a la divinidad
femenina, sería un olvido imperdonable que no mencionara a las
extraordinarias mujeres que han iluminado mi vida. En primer lugar a mi
madre, Connie Brown, también apasionada de la escritura, músico y
modelo a seguir. Y a mi esposa, Blythe, historiadora del arte, pintora,
Lo acabo de leer hace nada, y la verdad es que me ha resultado muy entretenido, una novela policíaca que entretiene hasta el último momento.
Sin embargo, en cuanto a valor literario, es bastante pobre, y las teorías que esboza carecen de todo tipo de rigor histórico, es una buena novela para leer como entretenimiento, pero que no soporta un examen demasiado exhaustivo.:cool:
Una novela muy entretenida, pero que deja mucho que desear en lo que a estilo se refiere. Tiene carencias en cada página, pero eso no le importa al lector, que lo único que desea es estar entretenido.
Un saludo.
Esta muy entretenido aunque el final me parece re trillado y nada original, es verdad que el tipo no es precisamente un genio de la literatura pero es interesante, lo que tambien me parece interesante es que tiene muchos detalles historicos...pero definitivamente es una ficcion.
Estoy de acurdo contigo, Lukas2santos, el final podría haber sido más original. Supongo que también era difícil dar salida a un tema tan complejo, pero se acepta.
Aún y así en mi opinión, el libro podría haber sido también algo más elaborado en lo que a narrativa se refiere.
Comentarios
Sin embargo, en cuanto a valor literario, es bastante pobre, y las teorías que esboza carecen de todo tipo de rigor histórico, es una buena novela para leer como entretenimiento, pero que no soporta un examen demasiado exhaustivo.:cool:
Un saludo.
Aún y así en mi opinión, el libro podría haber sido también algo más elaborado en lo que a narrativa se refiere.
Nonius
www.lalegiondelaspleyades.com
hablemos de cosas inteligentes, gracias.