Esa mirada azul, que no dice nada pero expresa tanto, que me observa desde su rincón olvidado como si quisieran conocerme sus ojos, como si con ella retornara yo de pronto a otros años, muchos, y me viera en el patio de aquel colegio queriendo encontrar entre tanta soledad alguien a quien coger de la mano. Una mirada tan parecida. Me acerco muy despacio. A ti te parece que no voy a llegar nunca. Me recreo en mis pasos asonantes, escalenos, centenarios, descalzos, que se basan en el redoble de un bastón cansado. La sonrisa de tus ojos es una luz que me guía justamente hasta tu abrazo, y nos fundimos entre los surcos de otra piel que un día deslizaba como la seda. Me parece preciosa la escena. El encuentro. Los recuerdos. Eres una vieja hermosa como ya lo fuiste de niña, y hoy al verte de pronto después de toda una vida, es como nacer de nuevo y vuelvo, a querer quedarme, para siempre.
Comentarios
Chiquilla Lauris, me da que cada noche metes tu pluma en almíbar, chorrea dulzura. Qué cosas tan bonitas escribes. Y yo, un romántico empedernido, me relamo después de leerte. Ya lo hice en otros escritos tuyos. No puedo más que felicitarte
No creo te hayas molestado por eso de "chiquilla", palabra castiza cariñosa de mi tierra, Sevilla. Es que al devolverme ese calificativo, incluso con el énfasis que le da los signos de admiración, me ha confundido. Mi respeto hacia ti antes que nada
Me gusta tu reflexión, bastante acertada...
Me sugiere una historia de amor que no pudo ser pero que el protagonista (narrador) nunca ha olvidado. El reencuentro llega demasiado tarde pero... ¡llega!
A ella la imagino con Alzheimer, pero eso supongo que es cosa mía.
Enhorabuena, me ha gustado mucho.
Lástima que Lauris no se prolifere más en este foro. Su forma de escribir es "pasota", pero un pasota lleno de sensibilidad. ¡Vuelve de nuevo a deleitarnos, chiquilla!