Hacía tiempo que no entraba a visitar el foro. Me he perdido muchas cosas que, a buen seguro, han sido interesantes. No vuelvo para escribir. Esta participación es muy especial.
Como escribió Charles Horman (John Shea) en la inmensa película "Missing", escribo más allá del Polo Norte.
Recuerdo con mucho cariño a Amparo y Sinrima. Y no puedo olvidar a Yorick, Cielito, Quinti, Juancho, Visionario, Nae, Suina... entre tantas personas queridas.
Os deseo de todo corazón, más allá del Polo Norte, feliz navidad. Que el Niñito que nos va a nacer (el mito del eterno retorno de la esperanza y el amor) sea el norte de nuestros pasos.
Que Dios os bendiga a todos.
Con mi afecto fraternal,
Miguel.
Comentarios
Felices fiestas, y feliz vida. Un abrazo grande de Suina.Ahora les pongo un cuentito de Navidad...esas cosa que a algunos ( me incluyo), nos pica tanto ( debe ser alergia navideña)
Me hago viejo, princesa, y como en el anuncio televisivo, vuelvo a casa por navidad.
He estado unas semanas, de nuevo, en Noruega. El frío me mata, aunque la luz de mis alumnos sea clara y caliente.
Qué extraña sensación no estar en casa dejando esta casa con tanto cántico de amor y vida, de horas repletas de lecturas de poemas, de constelaciones de versos de mis maestros del 27.
Hay una ola lenta de murmullos, de soplos tendidos bajo la aurora boreal. Algo así como un clamor de besos lanzados al cielo.
Y escuchar, con mis mil despistes: "Se ha dejado la cartera en el bar, como es lo habitual", de esos alumnos/as que no quieren que los deje. Que me esperan en la puerta de la facultad casi regalándome pájaros de colores.
Se me ha olvidado dónde dejé el coche otra vez. Media hora andando..., aunque, en realidad, fue un espíritu celeste que me acompañaba para no irme. Me dijo una alumna de cabello plateado al despedirse: " ¿Cómo es posible que lleve usted los calcetines de distinto color y que no cuide su chaqueta raída por los codos?... Y si me lo permite, sus pantalones están arrugados y con vueltas sobre las botas" (no sé la traducción exacta). La miré como un niño. Sonreí para mis adentros. La saludé, en principio, con una cordial sonrisa (en Noruega no se debe nunca besar a una mujer). Sin embargo no pude evitar darle un beso en las mejillas.
Cuando entré en el coche, sabiendo que no la vería nunca, pensé que todo era arena vivida con demasiado amor.
Hasta llegar a la residencia, mi coche cortaba el viento. Sí, mi chaqueta de pana estaba raída y mis calcetines eran de distinto color.
Soy algo así como una concha del mar irisada, un terrible despiste que deja su cabeza sobre la percha.
"Eres tú, Miguel", me despidió con una inmensidad de afecto derramada (la recuerdo como un pajarillo virginal). Entré en mi habitación y me duché con agua muy caliente. Tenía que volver a Valencia, pero vi un abismo; no sé, un monte demasiado alto me hizo recordar a Sísifo.
El avión me espera. Las clases ingrávidas se alejan. Vuelvo, de nuevo, a casa. Es navidad.
Otro abrazo. ( De la navidad lo más que me gusta es el jamón...su elección, su cata, su ir de tasca en tasca tomando vinitos hasta que decidimos mos nos llevamos éste, o aquel...un grupete de amigos algo etílicos y jamoneros perdidos). Lo dle Belén y el niño Diós lo dejo patí.
Besos.
Gracias por acordarte de nosotros.
Te abrazo.
Gracias por tu felicitación a un foro que te fue hostil por parte de algunos, pero sabes que tienes tus amigos entre las que me encuentro.
Un fuerte abrazo.
Mi vida ha sido, y sigue siendo, un canto a los más desfavorecidos, algo parecido a un vivificador de esperanzas, a un vendedor de sueños a cambio de unas sonrisas.
Me jubilo como docente, después de casi cuarenta años, con muchas luces y algunas sombras. Recuerdo cuando leí a Tennyson por primera vez. Unos versos suyos se incrustaron en mi memoria:
"Cierto que cualquier cosa que acontece
más la siento cuanto más duele.
Aún así, mejor es haber amado y haber perdido
que no haber amado jamás".
No es la historia de un perdedor. Es el testimonio del que lleva en sus manos cánticos luminosos para que este mundo sea más justo, más libre y más humano. Con palabras de Whitman, para mí cada centímetro cúbico de espacio es un milagro.
Seguiré escribiendo mi autobiografía, tocando el piano y pintado lienzos. Otra forma de vida, siempre arropado por ese regalo de Dios llamado Marisa, mi adorada esposa.
Gracias a los dos por esas palabras fraternales que me estremecen por entrañables.
Siempre adelante, siempre adelante.
Con mi cariño,
Miguel.
Don Miguel
Soy un católico tibio en proceso de enfriamiento, mi Madre iba a la iglesia con velo, la recuerdo de niño. Yo creía que el velo lo usaban las mujeres porque había algo malo en la iglesia y por eso se ponían velo.
Siempre le preguntaba porque las niñas no usan velo y ella me decía: “es que no son señoritas”.
Como era niño igual me quedaba: “en la luna”. Así decimos por acá.
No dispongo a la mano de alguna cita a la que recurrir y menos algo más o menos sofisticado que mencionar.
El espíritu de esta celebración está en los niños, los viejos como yo y usted comprenderá… sobramos en este evento solo podemos ser testigos y auspiciadores de que ellos tengan una navidad inolvidable llena de amor.
La historia de Belén y el pesebre, el buey, el burrito y el resto queda en eso, en una historia. Es la historia que les cuentan a los niños pobres para que se conformen con nada. No sigo porque puede armarse: “la de Dios es Cristo”.
En estos días solo vale desear amor para la gente, es lo único que nos puede componer en algo.
Gracias por mencionarme en sus mejores deseos, como puede ver soy casi menos que un energúmeno y por eso este breve texto para corresponder a sus atenciones.
A los demás que se apuntaron, lo mismo con la intención de que sea el doble,
Abracitos.
pd.: Un saludo a mi amigos antiguos ellos saben quienes son...
Un fuerte abrazo.
Sinrima
Ayer fue el 34º aniversario de mi boda con Marisa...¡más diez años de novios donde todo era una alfombra estratosférica de aterciopelados besos! Toda una vida juntos. En el brindis, con mi numerosa familia, hacia el final, no sé por qué, me vino a la cabeza una frase de F. Scott Frizgeradld: " Pueden haber desencuentros, sin embargo, aunque las cosas sean difíciles, siempre hay que estar dispuestos a mejorarlas". Me estaba acordando de mis críticos, algunos feroces, sobre todo en la facultad.
Después, estando solo escribiendo para el foro, me vino a la cabeza Torrejuelas, Odmaldi y Medea fundamentalmente. Yo, autor de un ensayo sobre "La pedagogía del perdón", me sentí mal, con una mente envejecida. ¿Qué ha pasado en mi interior?... Mi ego eran dientes afilados, un viento gélido entre aguas teñidas de negro.
Mirando desde la lejanía aquellos momentos, recordé lo que tantas veces he enseñado a mis alumnos/as sobre el imperativo categórico de Kant. Mi planteamiento fue tan estúpido como ególatra.
Hoy lo miro con otra piel, con otros ojos.
¡Feliz navidad!.
Con todo mi afecto,
Miguel.