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Alonso Quijano, "el Bueno"

GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
editado agosto 2008 en ¿Te gusta leer?
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme,..."

¿Les suena? Hoy día no está de moda leer el Quijote. En realidad temo que casi nunca lo estuvo. Me sorprendo cada vez que alguien más me dice que no lo ha leído. Si pusiera una encuesta al respecto en el foro, temo que incluso entre nosotros, amantes de la literatura, sería escaso en proporción el número de quienes sí lo leyeron. Pocas veces leo entre los autores favoritos de mis compañeros de foro a Miguel de Cervantes. Eso, a pesar de que su obra es símbolo y referente de nuestra literatura, a pesar de haber creado a un personaje tan "especial" que incluso hay quienes dicen que todos los españoles somos un poco quijotes.

Es de él de quien me gustaría conversar con vosotros, de Alonso, ese hidalgo manchego que con medio siglo de vida a sus espaldas enloquece; siendo "el Bueno" para los vecinos de su aldea, decide convertirse en heroe como los de sus novelas; sin tener derecho a ello, se aplica un don de caballero; se cambia el nombre a sí mismo; se arma con las antiguallas de los abuelos ya oxidadas; se aferra a la imagen de una dama, su Dulcinea,campesina en verdad, encomendándose a ella en cada nueva hazaña. Y así, de esta guisa, se lanza al mundo a desfacer entuertos.

Cervantes convierte a un hombre humilde, insignificante incluso, en el héroe más loco y entrañable de nuestra literatura, y también con peor suerte. Se enfrenta a molinos, libera presos, salva a truhanes... Bufón de los nobles y perro apaleado por los aldeanos.

Se pueden llenar bibliotecas con lo que se ha escrito sobre el libro, sobre él, sobre su locura... Pero eso lo escribieron otros, lo pensaron otros. Ustedes, los que sí lo hayan leído, opinen por sí mismos. ¿Qué pensaron de él? ¿Qué les inspiraba? ¿Pena? ¿Risa? ¿Reflexión? ¿Qué amaron y qué odiaron de este personaje? ¿Qué parte quedó en ustedes de mi querido manchego, Alonso Quijano "el Bueno"?.

Comentarios

  • niranniran Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado julio 2008
    Montaigne decía que cuando algún otro escritor expresaba su pensamiento mejor que él mismo optaba por la cita.
    Por eso apelo a Jorge Luis Borges para expresar mi sentir acerca de Cervantes (y también de ese otro grande de nuestra literatura que es Quevedo):

    <Yo he admirado mucho a Quevedo, y lo admiro, pero en cambio, Cervantes y Alonso Quijano, que quiso ser don Quijote, y lo fue alguna vez, éstos son amigos personales míos. Es otra cosa, es una relación de amistad que no se establece nunca con Quevedo. Nadie se siente amigo de Quevedo, pero usted puede admirarlo...>

    <¿Por qué nos inquieta que don Quijote sea lector del Quijote y Hamlet sea espectador de Hamlet? Creo haber dado en la causa: tales inversiones sugieren que si los caracteres de una ficción pueden ser lectores o espectadores, nosotros, sus lectores o espectadores, podemos ser ficticios.>
    Sueña Alonso Quijano.
    El hombre se despierta de un incierto
    Sueño de alfanjes y de campo llano
    Y se toca la barba con la mano
    Y se pregunta si está herido o muerto.
    ¿No lo perseguirán los hechiceros
    Que han jurado su mal bajo la luna?
    Nada. Apenas el frío. Apenas una
    Dolencia de sus años postrimeros.
    El hidalgo fue un sueño de Cervantes
    y don Quijote un sueño del hidalgo.
    El doble sueño los confunde y algo
    Está pasando que pasó mucho antes,
    Quijano duerme y sueña. Una batalla:
    Los mares de Lepanto y la metralla.

    Jorge Luis Borges. El oro de los tigres.
  • PilarPilar Fernando de Rojas s.XV
    editado julio 2008
    Madre mia, el Quijote!!
    Lo leí hace unos 32 años, más o menos...total nada!!!:eek::eek::eek:
    Fué un trabajo del colégio, algo típico. Teníamos que leernos el libro y luego el examen final de lengua se basaría el ello. Recuerdo que aprobé con notable.
    Me leí el libro no de muy buena gana, lo confieso. Entonces yo era una soñadora romántica (creo que en esto no he cambiado mucho) y leía otras boberías más própias de mi edad. Pero cual fue mi sorpresa que me metí en la historia de una forma absoluta. Confesaré que hoy no me acuerdo muy bien de los detalles, todos conocemos la historia en general, pero ese libro está lleno de detalles, de frases conmovedoras, de situaciones cargadas de emotividad. Y eso es lo que más recuerdo del libro, su emotividad. Recuerdo que, como dice Odmaldi sentí mucha pena de nuestro hidalgo caballero. Me daba mucha pena Rocinante tan flaco, y Sancho tan humilde. Me indignaba con las burlas que les propinaban, me sentía defensora de sus pleitos...jajaja. Me enfadaba con Dulcinea por no querer a un ser tan necesitado de su amor. Admiraba a Sancho por su realismo y por su entrega incondicional a su "amo". Yo quería a estos personajes y quería que el libro pasase rápido para ver cuando todo les iba bien...pero...

    En fin, no recuerdo mucho pero no lo olvido tampoco. Sé que tengo que leerlo de nuevo, ahora, por puro placer.

  • mariaelenamariaelena Francisco de Quevedo s. XVII
    editado julio 2008
    Creo que en algun momentos todos, aquellos gustosos de la literatura nos identificamos con Don Alonso..., no estamos locos...claro que NO...ese que en la lectura se imagina...se convierte en un heroe, en un enamorado, en un viajante, en un caballero de proezas.
    Para mi -Don Alonso...es ante todo un romántico...y precisamente eso me ha dejado el personaje.

    un abrazo,

    p/d/: Gades...bonito tema has colgado...me encanta..., creo que nos trae a todos mucha dulzura y nostalgia.
  • AeneasAeneas Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado julio 2008
    Debo decir que El Quijote es una obra maestra, sólo superada por toda la composición de mi admirado Don Francisco. Con esto no estoy desprestigiando para nada a esta obra. Para mi es lo único de Cervantes que se puede considerar como literatura de la buena, en este caso de genial, por lo demás de este hombre a mi ni fu ni fa.
    Esta obra yo la tengo más que leída.
    El personaje del Quijote a mi siempre me ha causado ternura. Si ternura de ver cómo un hombre quiere luchar por unos motivos buenos, limpiar al mundo de todo eso que le sobra. Es tierno por la sensibilidad que muestra a su escudero, que aunque se lleve unos palos por su parte siempre lo tiene en gran estima. Ternura por el amor que siente a dulcinea; uno de los pasajes que más me emocionaron es el momento en el que se encuentra con aquellas cabreras y Sancho le dice que es Dulcinea con sus damas. Aquí Don Quijote ve perfectamente que son campesinas y que les huele el aliento, y que van sucias, etc… pero aun así se rinde ante sus pies. Esto puede parecer a casi todo el mundo una escena cómica, pero a mi me emociona ver a todo un hombre enamorado postrándose ante aquella campesina y demostrándole su amor cortés.
    Tampoco debemos olvidar el cambio de papeles, ¿quién es el loco al final?
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    editado julio 2008
    Me gusta lo que dice Niran de "amigos personales". Yo a tanto no llego.
    No me daba pena Don Alonso ni Don Quijote. Siempre le admiré. ¿El loco? No, el loco no era él. Locos son aquellos que no hacen nada por lo que quieren, que no se atreven a vivir la vida que desean, a ser como quieren ser. Alonso fue valiente, se atrevió.

    Para mí es un maestro de la vida, un maestro que me enseñó que por muy absurdo que parezca, lo que tú deseas es más importante que lo que opine en contra el resto del mundo.

    A mí me provocaba una extrña sensación de felicidad con cada nueva aventura, felicidad porque de nuevo tenía ocasión de mostrarse como el más digno de los caballeros, indignación por quienes se burlaban y sobre todo por aquellos que beneficiados por él ni se lo agradecían.

    Lo leí una vez por obligación. También era obligada la segunda lectura de la primera parte en el instituto, pero esa ya fue un placer. Después, ¿por qué no? de vez en cuando lo tomo, lo abro al azar y leo....
  • Eterno AprendizEterno Aprendiz Anónimo s.XI
    editado julio 2008
    Yo lo leí de niño. Demasiado niño.

    Me desagradó su crudeza, sus chistes de pipí y popó. La brutalidad de las bromas, la ingratitud de los personajes secundarios.

    Lo releí años después. Me divertí como enano, y pensé: "el bueno, es el primer tomo. El segundo es aburrido".

    Tiempo después, he aprendido a leer el segundo tomo, de un Cervantes más maduro, más vivido.

    Acabo de ver en una librería una edición anotada. La tengo en mi lista (es un libro que, en la familia, hemos comprado al menos tres veces...).
  • CatuloCatulo Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado julio 2008
    El Quijote es ese libro que todo el mundo dice haber leído y que nadie leyó más allá de los primeros capítulos, hasta donde pasa lo de los molinos y ya está, salvo los que tuvieron que leerlo por obligación, que quizás leyeron algo más. Yo seré sincero: lo leí por obligación en la carrera y hubo pasajes que... en fin, me los miraba por encima y bostezaba y en el bostezo, así como sin quererlo, me corría tres o cuatro páginas adelante. Hace poco, algo avergonzado, me propuse leerlo a pecholobo, frase por frase y sin perdón. Me dije: esto del Quijote es para un castellanoescribiente como La Meca para los musulmanes: hay que ir por lo menos una vez en la vida. Casi lo he conseguido. De momento me he quedado en el capítulo XXXVIII de la segunda parte "Donde se cuenta la que dio de su mala andanza la Dueña Dolorida".

    Ya lo retomaré cuando recobre los ánimos.

    El Quijote es pesado y duro de leer. Su gramática es antigua, su tono demasiado discursivo, es recurrente en las bromas y en su esquema humorístico, es casi -o sin casi- como una road movie donde a los personajes les van sucediendo historietas y aventuras a medida que transcurre el camino. No tiene, ni mucho menos, una estructura compleja. Van pasando cosas linealmente y entre suceso y suceso de los personajes principales, Cervantes mete historias "secundarias" a modo de morcillas y no se corta en colar incluso pequeñas novelas ejemplares como el Curioso Impertinente, tan independientes del resto de la obra que se podrían editar aparte sin ningún problema, y, de hecho, de ésta en particular se han realizado adaptaciones teatrales.

    El Quijote es un bufón, y Sancho es el otro bufón que le hace la réplica sistemática como los dos payasos de circo, el que hace tonterías y el que le reconviene continuamente, la típica pareja de payasos (aunque en este caso ambos se alternan reconviniéndose). De hecho, en la segunda parte se convierten en los bufones de la corte del Duque y de la Duquesa. No suele hablarse del falso autor que Cervantes se inventa, el tal Cide Hamete Benengeli. ¿Por qué se inventa Cervantes a este falso e inútil autor que, según cuenta él mismo, es el supuestamente auténtico cronista de los hechos de Alonso Quijano? Porque de este modo desvía toda posible culpa hallada por la vigilancia inquisitorial de la época a un moro, a un infiel. Los censores desde luego sabían que el autor era Cervantes, pero de este modo Cervantes venía como a decir que nada de lo que había escrito iba en serio, pues lo que escribe un moro no debe ser tomado en serio por un cristiano. Y en toda la novela se advierte este temor casi rastrero de Cervantes a incomodar a las autoridades morales de su tiempo que, por otra parte, no se andaban con chiquitas.

    De hecho, durante mucho, mucho tiempo el Quijote fue considerado como una novela de humor, como una ingeniosa bufonada. La gente leía el Quijote para echarse unas risas a costa de las payasadas del loco caballero andante y su zafio y simple escudero.

    Sin embargo, a medida que Cervantes iba escribiendo su novela, iba dándose cuenta de ciertas cosas que le decían los mismos personajes. Algo de una hondura que no terminaba de ver, pero que, intuitivamente, le decía que había escrito algo más que un simple escarnio bufonesco contra las novelas de caballerías, que eran tan famosas y tan leídas entonces como hoy día la novela histórica o cosas del estilo de las Crónicas de Narnia o El Señor de los Anillos -por ejemplo. Yo creo que Cervantes se encontró con el Quijote de modo parecido a como Colón tropezó con América. Iba buscando una cosa y dio con otra mucho más grande y desconocida. Pero esto no le quita ningún mérito. Se le ocurrió a él, y después él mismo se dio cuenta de que lo que estaba escribiendo era "mucho más", por así decirlo, de lo que había planeado escribir en un principio. Es como si el mismo Cervantes hubiera tropezado por el camino, en su oficio de recaudador y alcabalero, con el Quijote y con Sancho, y, después de reírse de ellos como de un pobre chalado y de un simple, se diera cuenta, a la luz de la hoguera, mientras oía al Quijano decir esa sarta de discreciones y disparates, esa extraña mezcla de locura y de cordura, de que había mucha, muchísima profundidad en la locura de Alonso Quijano.

    Un saludo,

    Catulo.

    :)
  • IonovaIonova Banned
    editado julio 2008
    Como casi todos en este foro, lo leí hace algunos años, pero creo que no hay mejor figura para describir lo que supone seguir un ideal. Todo a su alrededor era un montaje, casi parecía una evasión de la realidad, como si no le gustara nada de lo que el mundo le podía aportar. Y total, para qué, ¿para no ser consecuente? Qué va...don Alonso Quijano merece todos mis respetos, y si encuentro el tiempo para volverlo a leer, lo haré, y disfrutaré tanto o más que lo que disfruté en su momento, eso seguro...
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    editado julio 2008
    Y para ti, Cátulo, a parte de la opinión excelentemente desarrollada sobre la obra y el autor, ¿qué te inspira Alonso Quijano, qué te inspira Don Quijote? ¿Ves sólo un bufón? ¿Ves un loco? ¿Ves a un soñador? ¿Qué supuso o supone para tí este personaje?
  • editado agosto 2008
    Leí el Quijote obligada en la básica...y como la mayoría de los niños o adolescentes, adolescí de criterio y me aburrió...Luego en la Universidad GRACIAS A DIOS tuve una excelente profesora de literatura española la cuál tomó todo un semestre para ver al Quijote...LO AMÉ, LO AMO Y LO AMARÉ. Me maravilló su simpleza y su complejidad, la belleza interior de Sancho y el amor pos su amo...pero más la fuerza extraordinaria de los sueños de Alonso Quijano.

    Hoy, siendo yo la que tengo que dar clases de literatura, me duele el alma al ver que mis niños no lo toman en cuenta, que lo consideran aburrido, que no alcanzan en lo más mínimo a ver la grandeza de su relato...es así, triste y absurdo.

    Pero yo no me derrumbo, y así cómo "el bueno" de Alonso Quijano lucho contra molinos de viento, aunque estos me lleven a una cama agonizante.
    Al menos moriré intentándolo.

    post scriptum: Seré la buena...seré soñadora, pero no seré la única.

    (( LA VIDA ES ARTE ))
  • Caronte el barqueroCaronte el barquero Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2008
    No pierdas ese interés por transmitirle lo que puedas de la obra, MAFALDITA, es muy dificil apreciar el valor de la obra a edades tempranas. Pero si te das cuenta, todos la hemos leido de pequeños, y al no gustarnos hemos decidido leerla de nuevo al crecer...Puede que si de pequeños no lo hubiéramos intentado, no nos interesaría ahora mismo intentarlo de nuevo, ¿no crees? Inténtalo...y si no lo consigues, habrás sembrado una semilla que germinará en ellos algún día.
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