Hijo del general francés Thomas Alesandre Davy de la Pailleterie, más conocido como Thomas-Alexandre Dumas hijo del Marqués Antoine Alexandre Davy de la Pailleterie quien se casó con Marie Céssette Dumas, una esclava negra de Santo Domingo, Indias Occidentales. Su abuelo era un hombre díscolo que buscó amor y fortuna en América, el cual también se casó con una mujer negra. Por tanto el padre de Dumas también era mestizo.
El Padre de Dumas murió cuando él tenía tres años de edad. Dada la exigua pensión de que disponía su madre, Dumas recibió una escasa educación escolar. Con unos estudios deficientes empezó a trabajar como mensajero, vendedor de tabaco y como pasante de un notario y, con su amigo, el vizconde Adolphe Ribbing de Leuven, escribe sus primeras obras. Estos balbuceos teatrales fueron otros tantos fracasos. También tradujo la obra de Walter Scott Ivanhoe.
En 1823 se instala en París y entra al servicio del Duque d'Orléans como escribiente, gracias a su perfecta caligrafía y a la recomendación del General Foy. Continúa escribiendo y completando su formación de manera autodidacta.
Con la representación, por la Comédie française en 1829, de Enrique III y su corte, consigue gran notoriedad y, en 1831, con Anthony alcanza su primer éxito. Éxito que continuará a lo largo de su carrera literaria con el género de su predilección: el drama y la novela histórica. Es un autor prolífico (tragedias, dramas, melodramas, aventuras...) aunque, para atender a la creciente demanda del público, tuvo que recurrir a la ayuda, notoria, de "colaboradores" entre los que destacó Auguste Maquet (1839-1851) que intervino en varias de sus novelas, entre ellas Los tres mosqueteros y El Conde de Montecristo (1844).
Gran admirador de Walter Scott, sus novelas históricas llenas de vivacidad y pintoresquismo, gozaron del beneplácito del público propiciado por su publicación, por entregas, en los periódicos.
Amasó una considerable fortuna que dilapidó con prodigalidad en fiestas y cenas, además de construir un castillo llamado Montecristo. Formó parte activa en la revolución de 1848, con lo que se vio involucrado en problemas políticos. Por estas fechas conoce a un joven Julio Verne. En ese mismo año rompió su relación con Macquet, el cual le denunció por haberse aprovechado de él. El juicio dictó que tenía que pagarle 145.000 francos en 10 años. Asediado por los acreedores, huyó a Bruselas en 1851. Fue criticado, censurado y denostado. Regresó a París en 1853 y se embarcó en diversas empresas, a cual más ruinosa. En 1847 fundó el Théâtre Historique que, cuatro años más tarde, fue a la bancarrota. Fue también fundador del semanario Le Monte-Christo (1857-1860) que también quebró.
Realizó diversos viajes, Gran Bretaña, Rusia, Italia, Alemania, Suiza, Arabia, trabajando de corresponsal y aprendiendo inglés, italiano y alemán. En Italia conoció a Giuseppe Garibaldi con el que colaboró en su revolución, en Sicilia, en 1860. Publicó dos obras sobre el libertador. Casi arruinado se refugió en casa de su hijo, también escritor, y allí murió.
Publicó aproximadamente 300 obras y numerosos artículos, convirtiéndose en uno de los autores más prolíficos y populares de Francia. Sus novelas van desde la aventura a la fantasía, pasando por la Historia. En 1869 inicia Le Grand Dictionnaire de Cuisine, que sería publicado, póstumamente, en 1873.
Dumas, Alejandro - La Reina Margot Dumas, Alejandro - Los tres mosqueteros Dumas, Alejandro - La hermosa vampirizada Dumas, Alejandro - La dama de las camelias Dumas, Alejandro - Historia de un muerto contada por él mismo Dumas, Alejandro - España y Africa, cartas selectas Dumas, Alejandro - El tulipán negro Dumas, Alejandro - El hombre de la máscara de hierro Dumas, Alejandro - El conde de Montecristo
Comentarios
El libro "El conde de Montecristo", de Don Alejandro Dumas, es el cuarto más leído en el mundo, traducido a varios idiomas. Todavía no ha sido desbancado del primer puesto "Don Quijote y Sancho Panza", escrito por el celebérrimo escritor español Don Miguel de Cervantes y Saavedra, y también es la obra que ha sido traducida es más idiomas (más de 140), además de diversas lenguas y variedades lingüísticas diferentes, y continúa traduciéndose hoy en día a nuevos idiomas como el coreano o el guaraní, lo que significa un grandísimo orgullo para la Literatura española.
Buen gusto, jefa. Para mí no es el preferido, pero sí es unos de los que más. Saludos