El bosque

Solrac Zerimar

Llevo siglos acá, viendo todo lo que oculta este inmenso bosque. Ellos me conocen, tanto como yo a ellos. Sus milenarias presencias fueron las primeras en llegar a este engañoso lugar. Pero a pesar de su antigüedad, son desconocidos para todos quienes visitan este paraje. Nadie se imagina lo que se oculta bajo este calido y bello lugar, nada aquí es lo que parece.

Durante el día, las risas de los niños que corren entre los árboles inundan el ambiente. Las familias que visitan este hermoso bosque, dejan una delicada fragancia, que mezclada con el rocío que humedece la tierra produce un atmósfera acogedora. La tranquilidad de este lugar se ve reflejada por el dulce canto de las aves, que revolotean por las copas de los viejos árboles. Pero al caer la tarde las risas se desvanecen, el aroma dejado por todas esas familias es absorbido con violencia por las primeras sombras, que lentamente se apoderan de todo.
Lo que era un inocente bosque de día, pasó a ser un frío y húmedo lugar.

La luz que dominaba la situación comienza a retirarse. Finalmente las aves silencian sus cantos y el crepúsculo es vencido por la noche...Esa es la señal que ellos esperan.

Poco a poco las extrañas y confusas sombras comienzan a apoderarse de todo. Imperceptiblemente unas fantasmagóricas presencias comienzan a salir de su letargo, para comenzar con su sigiloso trabajo, que noche a noche ejecutan con una certeza maldita.

Un hábil observador podría encontrar sus bizarras formas. Pero debería ser en el Momento exacto, en que un osado destello de luna logre penetrar la densa niebla, para dejar al descubierto sus demoníacos rostros, que están esculpidos en cada tronco de este tétrico bosque. De manera imperceptible comienza el ritual.
Movidos por la suave brisa los árboles comienzan a mecerse pasivamente, y unos débiles murmullos comienzan a resonar en las alturas, como un invisible lamento que revolotea con temor. Para cualquier persona, ese ruido no es mas que el viento danzando entre las hojas...Ellos saben ocultarse muy bien, siempre lo han hecho. Todos ignoran que el juego recién comienza.
Al suave pero intenso murmullo, se le une el crujir de las hojas que caen delicadamente de los árboles, como pasivas lágrimas doradas.

Ya esta todo dispuesto para que ellos salgan a saciar su sed. Los arboles se mueven con mas energía, intentando vanamente mantener atrapados en su interior a sus retorcidas presencias. Pero como ocurre cada noche, sus siniestros huéspedes salen y comienza el desfile de sombras que reptan por los troncos, buscando salir de ese bosque para ir en busca de su maléfico sustento.
Los veo reunirse y escucho sus demenciales risas, sus imperceptibles formas pasan a mi lado, mientras se alejan por entre los árboles.

Sus inocentes victimas esperan con ansias la llegada de la noche para descansar en paz. Mientras tanto, mimetizándose entre las sombras que produce la luna, ellos avanzan por la calles. Los gatos que merodean por las frías calles, son los testigos del avance de estas demoniacas formas.

Con una paciencia insana ellos esperan el momento indicado para atacar. Como una delicada pero gélida brisa de invierno se filtran en los cuartos. Cuando la luz se apaga, ya están acechando como una manada de lobos hambrientos. Su victima inocentemente comienza a ser más vulnerable, el cansancio de la jornada diaria lo deja a merced de sus malignos vigilantes, no sabe lo que le espera. Una sonrisa maquiavélica se dibuja en los bizarros rostros que lo observan desde un rincón de su cuarto.
Las calidas sabanas lo relajan al máximo, pronto esas mismas sabanas adquirirán diversas formas. Ellas serán cómplices del oscuro juego.

Nadie se les resiste, son intocables. Con deleite ven como su trabajo comienza dar frutos, el cambio repentino de respiración es el primer síntoma, los movimientos bruscos y tensos son la siguiente señal. Su prisionero no entiende que esta pasando. Todo es extraño, las imágenes que se le atraviesan no tiene sentido. La angustia domina sus actos, solo ve que esta atrapado en una fría habitación. Repentinamente el piso se mueve de lado a lado y unas negras serpientes brotan del suelo, lentamente suben por sus piernas. Se retuerce para liberarse de ellas. El sudor comienza a bañar su cuerpo, es presa del pánico, sus ojos se mueven frenéticamente buscando una salida, sin saber como, ya se encuentra fuera de ese cuarto entre unos callejones en ruinas. Escucha pasos que se acercan, mira hacia atrás y unos seres sin rostros de enormes dimensiones lo persiguen.

Mueve sus manos instintivamente para detener a su enemigo, pero es imposible ellos lo tienen en sus garras. No es más que un títere de las criaturas de aquel bosque perdido, no tiene escapatoria hasta que ellos lo decidan.

Mientras él sigue huyendo de aquellas bestias sin saber hacia donde. El cielo se abre y comienza a flotar, se eleva, desde la altura ve su cuerpo tendido en el piso, no entiende nada, la confusión es total, vuelve a su cuerpo y en ese instante el piso se llena de agua, para dar paso a un enorme mar que lo arrastra con violencia, se hunde en la oscuridad de sus aguas, y desde las profundidades emergen demonios alados que lo atacan, el brillo de sus garras es el único destello de luz que lo ilumina.

Y en el rincón de su cuarto ellos observan como el se enreda en las sabanas cada vez mas, sus risas dan paso a carcajadas que crean un zumbido en el ambiente, provocando que la falsa calma de la noche sea interrumpida por el feroz ladrido de los perros callejeros, que intentan sacar del trance a todos los poseídos por estas oscuras fuerzas.

Él deja de luchar y se hunde en las profundidades, su desesperación es total. De pronto no hay nada, el mar se desvanece la tierra explota se abren enormes grietas de donde nacen enormes montañas, una mas alta que la otra, y entre esas montañas un enorme sol brilla con un intenso color rojo.

Mientras los culpable de todas esas visones están en éxtasis, viendo como el se retuerce en su cama victima del pavor.

La luz le impide ver de forma clara. Intenta escalar, unos enormes arbustos comienzan a brotar del suelo, sin darse cuenta las raíces de los arbustos salen con un velocidad increíble y se abalanzan sobre el atrapándolo y comienzan a arrastrarlo hacia el interior, mientras es arrastrado ve una mancha gris que desaparece y aparece, bajando desde una montaña, cada vez se acerca más. Cuando esta a unos cientos de metros distingue que era aquella mancha. Del asombro paso al terror, es una jauría de famélicas bestias grises que van directamente a él. Gracias al pánico saca fuerzas de la nada y logra liberarse de las raíces que lo tenían atrapado, una vez libre mira a su alrededor para ver cuan cerca están esas bestias, pero vuelven a desaparecer, la incertidumbre de no saber que tan cerca aparecerán esta vez, lo hace temblar sin control. Los vuelve a ver justo en el instante que una de ellas le arranca una pierna de un mordisco y el grito escapa desde lo profundo de su ser y ese es el momento exacto en que vuelve a la realidad.

Con el grito de espanto de su victima, los despreciables entes ven coronada su demencial labor, y ríen sin control, la risa se repite en muchos lugares a la vez, sumado al aullido de los perros que resuenan en las calles vecinas crea una atmósfera inquietante, todo eso sirve para cerrar el capitulo de esta noche.

Él poseído mira hacia todos lados, desconoce que los culpables de todo lo vivido recientemente lo observan desde un rincón de su habitación.
Un frío sudor recorre su frente terminado en un repentino escalofrió, el miedo aun ronda en el ambiente.
En la penumbra de la noche comienza a reconocer su habitación, el sudor dejo marcada su silueta en las sabanas, el alivio de saber que fue solo otra pesadilla lo tranquiliza. Su respiración vuelve a la normalidad pero en lo que resta de la noche, ya no podrá dormir en paz. El recuerdo de esa angustiante pesadilla se ira con la llegada de los primeros rayos del sol.

Una vez satisfechos con su diabólico rito, silenciosamente ellos se van junto con las últimas sombras de la noche. Tal vez vuelvan por él en un futuro cercano para seguir con su siniestro trabajo, pero si no es él sera otro nunca le faltaran victimas. Siempre disfrutaran de cada sobresalto, de cada gota de sudor de sus prisioneros, que les dará la fuerza suficiente para poder soportar ocultos en los árboles la caída del sol para adueñarse de cada noche. Saben que bajo el manto de la noche no tienen rival, la noche les pertenece y les pertenecerá por siempre. Mientras tanto yo seguiré siendo mudo testigo de todo esto, hasta que no sea más que un tronco seco y caído en algún lugar de este inmenso bosque.

Solrac Zerimar

...

Solrac Zerimar

Solrac Zerimar escribió : »

pongan su opinion sea buena o mala por favor

Frida

Hola Solrac

Me parece que está bien escrito, pero a pesar de que me asusto con facilidad (no suelo leer o ver historias de terror porque lo paso fatal), no me ha dado miedo. Lo siento si tu intención era hacerme estremecer de pánico. Por lo demás, muy bien.

Solrac Zerimar

Gracias frida por tu comentario, es bueno saber que lo que uno hace es leido. Por otra parte más que intentar aterrorizár, mi principal idea era contar una historia inquietante, tenebrosa. No se si lo logré pero te vuelvo a reiterar mis agradecimientos
Saludos Frida

magickaito

A mi si me gustó ^^ y me gusta como relatas

Sutil

Hola Solrac, tu relato me ha parecido muy rico en detalles y me gusta como escribes, aunque la verdad es que miedo lo que se dice miedo no me ha dado.

PD: Lo mejor del relato el final

---

En breve publicaré mi primer relato un saludo