A pedido de Celina, comenzamos otro poema encadenado pero esta vez sin romanticismo..
Esto lo inicio Celina:
Vida sin respuesta, guardada entre noches
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
y este agrego:
vida..que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vias y el desierto de ese pueblo olvidado
Comentarios
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida.
Vida sin respuesta, guardada entre noches
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
vida..que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vias y el desierto de ese pueblo olvidado.
Y entonces,
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida
soy vida y soy terreno desplazado
en la jungla de andantes desconocidos
de motores y fábricas que vibran en latidos
sin pausa, sin odios, sin gemidos, sin anhelos.
y entre las nubes que juegan con mi imaginación,
vida entre los caminos que esconden te quieros,
vida que es sólo sueño, en el cuerpo de una ilusión.
Ilusión pedida y encontrada
Dulcemente desquebrajada,
Pero fuertemente renovada
En bellos momentos
Y en inolvidables encuentros.
en la soledad del cesped embrujados
por estrellas que iluminan rostros cargados,
humildad y silencio...con paz anocheciendo.
cuando oigo el crujir de los vientos
que viene a por mi,
para limpiar ese viejo dia que llevo dentro
Vida sin respuesta, guardada entre noches
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
vida..que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vias y el desierto de ese pueblo olvidado.
Y entonces,
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida
soy vida y soy terreno desplazado
en la jungla de andantes desconocidos
de motores y fábricas que vibran en latidos
sin pausa, sin odios, sin gemidos, sin anhelos
Vida que respiro entre los árboles que abrazan el cielo,
y entre las nubes que juegan con mi imaginación,
vida entre los caminos que esconden te quieros,
vida que es sólo sueño, en el cuerpo de una ilusión.
Ilusión pedida y encontrada
Dulcemente desquebrajada,
Pero fuertemente renovada
En bellos momentos
Y en inolvidables encuentros.
encuentros en esos bosques encantados,
en la soledad del cesped embrujados
por estrellas que iluminan rostros cargados,
humildad y silencio...con paz anocheciendo
Y es en la oscuridad de la noche cuando veo mis sueños
cuando oigo el crujir de los vientos
que viene a por mi,
para limpiar ese viejo dia que llevo dentro
Dentro, las puertas cerradas, y las ventanas abiertas,
los muebles opacos, desteñidos por los dias,
la revolución de ese viento que arrastra papeles sucios,
papeles dibujados de letras dormidas sin nostalgias, ni magias.
desnudos y helados en la noche del tiempo
olvidados entre la sinrazón y el sueño
o colgados entre el silencio y la espesura
en un desván oscuro y loco de misterios.
Acomplejados los sentidos, insulsos ellos.
Nombrar la palabra susurrada,
por el arroyo que ha lo lejos suena,
soñar el bosque.
Con los lobos cazar en manada,
comer por instinto,
sembrar cada pisada firme,
desmenuzar los gijarros de madrugada
y sentir el beso suave del amanecer en tu cara.
A ver ¿Quién da más?
Lena
Vida, que es muerte de sentidos,
agobios de esperanzas y llanto de eternidad.
No es más que un suspiro de divinidad
que por tierra se siente
y a los sentidos miente
durante al menos un siglo de momentos perdidos.
Vida, que en vida vive su vivencia,
a la que el alma debe un favor;
cometiendo el gran error
de alabar todo esto
pongo, así, de manifiesto
que la vida no es más que una herencia.
Así vamos:
Vida sin respuesta, guardada entre noches
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
vida… que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vías y el desierto de ese pueblo olvidado.
Y entonces,
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida
soy vida y soy terreno desplazado
en la jungla de andantes desconocidos
de motores y fábricas que vibran en latidos
sin pausa, sin odios, sin gemidos, sin anhelos
Vida que respiro entre los árboles que abrazan el cielo,
y entre las nubes que juegan con mi imaginación,
vida entre los caminos que esconden te quieros,
vida que es sólo sueño, en el cuerpo de una ilusión.
Ilusión pedida y encontrada
Dulcemente desquebrajada,
Pero fuertemente renovada
En bellos momentos
Y en inolvidables encuentros.
encuentros en esos bosques encantados,
en la soledad del césped embrujados
por estrellas que iluminan rostros cargados,
humildad y silencio...con paz anocheciendo
Y es en la oscuridad de la noche cuando veo mis sueños
cuando oigo el crujir de los vientos
que viene a por mi,
para limpiar ese viejo día que llevo dentro
Dentro, las puertas cerradas, y las ventanas abiertas,
los muebles opacos, desteñidos por los días,
la revolución de ese viento que arrastra papeles sucios,
papeles dibujados de letras dormidas sin nostalgias, ni magias.
Porque la vida a veces nos deja desnudos,
desnudos y helados en la noche del tiempo
olvidados entre la sinrazón y el sueño
o colgados entre el silencio y la espesura
en un desván oscuro y loco de misterios.
Acomplejados los sentidos, insulsos ellos.
Nombrar la palabra susurrada,
por el arroyo que a lo lejos suena,
soñar el bosque.
Con los lobos cazar en manada,
comer por instinto,
sembrar cada pisada firme,
desmenuzar los guijarros de madrugada
y sentir el beso suave del amanecer en tu cara.
Esto hay hasta el momento:
Vida sin respuesta, guardada entre noches
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
vida… que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vías y el desierto de ese pueblo olvidado.
Y entonces,
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida
soy vida y soy terreno desplazado
en la jungla de andantes desconocidos
de motores y fábricas que vibran en latidos
sin pausa, sin odios, sin gemidos, sin anhelos
Vida que respiro entre los árboles que abrazan el cielo,
y entre las nubes que juegan con mi imaginación,
vida entre los caminos que esconden te quieros,
vida que es sólo sueño, en el cuerpo de una ilusión.
Ilusión pedida y encontrada
Dulcemente desquebrajada,
Pero fuertemente renovada
En bellos momentos
Y en inolvidables encuentros.
encuentros en esos bosques encantados,
en la soledad del césped embrujados
por estrellas que iluminan rostros cargados,
humildad y silencio...con paz anocheciendo
Y es en la oscuridad de la noche cuando veo mis sueños
cuando oigo el crujir de los vientos
que viene a por mi,
para limpiar ese viejo día que llevo dentro
Dentro, las puertas cerradas, y las ventanas abiertas,
los muebles opacos, desteñidos por los días,
la revolución de ese viento que arrastra papeles sucios,
papeles dibujados de letras dormidas sin nostalgias, ni magias.
Porque la vida a veces nos deja desnudos,
desnudos y helados en la noche del tiempo
olvidados entre la sinrazón y el sueño
o colgados entre el silencio y la espesura
en un desván oscuro y loco de misterios.
Acomplejados los sentidos, insulsos ellos.
Nombrar la palabra susurrada,
por el arroyo que a lo lejos suena,
soñar el bosque.
Con los lobos cazar en manada,
comer por instinto,
sembrar cada pisada firme,
desmenuzar los guijarros de madrugada
y sentir el beso suave del amanecer en tu cara.
Vida, que es muerte de sentidos,
agobios de esperanzas y llanto de eternidad.
No es más que un suspiro de divinidad
que por tierra se siente
y a los sentidos miente
durante al menos un siglo de momentos perdidos.
Vida, que en vida vive su vivencia,
a la que el alma debe un favor;
cometiendo el gran error
de alabar todo esto
pongo, así, de manifiesto
que la vida no es más que una herencia.
Vida sin respuesta, guardada entre noches
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
vida… que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vías y el desierto de ese pueblo olvidado.
Y entonces,
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida
soy vida y soy terreno desplazado
en la jungla de andantes desconocidos
de motores y fábricas que vibran en latidos
sin pausa, sin odios, sin gemidos, sin anhelos
Vida que respiro entre los árboles que abrazan el cielo,
y entre las nubes que juegan con mi imaginación,
vida entre los caminos que esconden te quieros,
vida que es sólo sueño, en el cuerpo de una ilusión.
Ilusión pedida y encontrada
Dulcemente desquebrajada,
Pero fuertemente renovada
En bellos momentos
Y en inolvidables encuentros.
encuentros en esos bosques encantados,
en la soledad del césped embrujados
por estrellas que iluminan rostros cargados,
humildad y silencio...con paz anocheciendo
Y es en la oscuridad de la noche cuando veo mis sueños
cuando oigo el crujir de los vientos
que viene a por mi,
para limpiar ese viejo día que llevo dentro
Dentro, las puertas cerradas, y las ventanas abiertas,
los muebles opacos, desteñidos por los días,
la revolución de ese viento que arrastra papeles sucios,
papeles dibujados de letras dormidas sin nostalgias, ni magias.
Porque la vida a veces nos deja desnudos,
desnudos y helados en la noche del tiempo
olvidados entre la sinrazón y el sueño
o colgados entre el silencio y la espesura
en un desván oscuro y loco de misterios.
Acomplejados los sentidos, insulsos ellos.
Nombrar la palabra susurrada,
por el arroyo que a lo lejos suena,
soñar el bosque.
Con los lobos cazar en manada,
comer por instinto,
sembrar cada pisada firme,
desmenuzar los guijarros de madrugada
y sentir el beso suave del amanecer en tu cara.
Vida, que es muerte de sentidos,
agobios de esperanzas y llanto de eternidad.
No es más que un suspiro de divinidad
que por tierra se siente
y a los sentidos miente
durante al menos un siglo de momentos perdidos.
Vida, que en vida vive su vivencia,
a la que el alma debe un favor;
cometiendo el gran error
de alabar todo esto
pongo, así, de manifiesto
que la vida no es más que una herencia.
De la cual, yo soy deudor
A mis ancestros me remonto
Para buscar el error cometido.
Pues de todos es sabido;
Que en el bosque de la vida
Nadie quiere ser el cazador
ni cazado, ni buscado, ni perdido
solo austero viajante de camino,
que el tiempo con su paso delgado
aulle en el semblante del tiempo.
A mis ancestros me remonto
Para buscar el error cometido.
Pues de todos es sabido;
Que en el bosque de la vida
Nadie quiere ser el cazador ni cazado, ni buscado, ni perdido
solo austero viajante de camino,
que el tiempo con su paso delgado
aulle en el semblante del tiempo.
(mi continuacion, perdon por mi sentido de humor)
y si mi reloj depulsera sirviera
para dtener el tiempo que lento
cojo mi cargada cafetera
y coorro como el viento...:rolleyes::rolleyes::rolleyes:
ese tiempo que es tirano,
autoritario y sorda emblema
mientras el humeante negro
destila... su aroma ...
un rumbo sin rumbo
por que no hay caminos
los recuerdos son tibios
y las palabras inciertas
que el tiempo no tiene principio
fin o limite.
Alguien pregunta por nosotros
y asoma su nostalgia a la ventana.
Le prometió una eternidad
y le llueven pensamientos
silentes, silenciosos , silenciados…
no perdura la nostalgia ni el espanto
ni la vid conserva sus racimos,
en ninguna parte hay permanencia
ni la dicha sostiene lo que atrapa.
¿Dónde comienza la esperanza?
¿ En el día?
¿ En el filo de la noche?
La oscuridad retiene muda
el color no definido.
¿Existió nuestra hora?
Tiempo...
irreverente tic tac que me atormenta
¡detén tu paso cruel!, pues me doy cuenta
que aunque cazador fuí ... hoy,
¡hoy no tengo presa!.
de agua, entre vientos de hielo, entre sombras
de vida. Vida derramada en caminos, entre
risas, en besos robados. Vida... existida para
plasmar en palabras... vida...
vida… que me das vida, valles sin montañas,
almas sin remedio, en ese remolino que sacude polvo
Quiero paz, entre los ruidos del acero fundido,
entre las vías y el desierto de ese pueblo olvidado.
Y entonces,
desde la desembocadura de mi alma,
Renacer con todas mi fuerzas
sintiendo con cada poro de mí ser
sintiendo con cada latido
remontar caminos,
enfrentar esos desiertos
construir mi universo
forjar mi destino
desde la conciencia
que soy luz, soy vida
soy vida y soy terreno desplazado
en la jungla de andantes desconocidos
de motores y fábricas que vibran en latidos
sin pausa, sin odios, sin gemidos, sin anhelos
Vida que respiro entre los árboles que abrazan el cielo,
y entre las nubes que juegan con mi imaginación,
vida entre los caminos que esconden te quieros,
vida que es sólo sueño, en el cuerpo de una ilusión.
Ilusión pedida y encontrada
Dulcemente desquebrajada,
Pero fuertemente renovada
En bellos momentos
Y en inolvidables encuentros.
encuentros en esos bosques encantados,
en la soledad del césped embrujados
por estrellas que iluminan rostros cargados,
humildad y silencio...con paz anocheciendo
Y es en la oscuridad de la noche cuando veo mis sueños
cuando oigo el crujir de los vientos
que viene a por mi,
para limpiar ese viejo día que llevo dentro
Dentro, las puertas cerradas, y las ventanas abiertas,
los muebles opacos, desteñidos por los días,
la revolución de ese viento que arrastra papeles sucios,
papeles dibujados de letras dormidas sin nostalgias, ni magias.
Porque la vida a veces nos deja desnudos,
desnudos y helados en la noche del tiempo
olvidados entre la sinrazón y el sueño
o colgados entre el silencio y la espesura
en un desván oscuro y loco de misterios.
Acomplejados los sentidos, insulsos ellos.
Nombrar la palabra susurrada,
por el arroyo que a lo lejos suena,
soñar el bosque.
Con los lobos cazar en manada,
comer por instinto,
sembrar cada pisada firme,
desmenuzar los guijarros de madrugada
y sentir el beso suave del amanecer en tu cara.
Vida, que es muerte de sentidos,
agobios de esperanzas y llanto de eternidad.
No es más que un suspiro de divinidad
que por tierra se siente
y a los sentidos miente
durante al menos un siglo de momentos perdidos.
Vida, que en vida vive su vivencia,
a la que el alma debe un favor;
cometiendo el gran error
de alabar todo esto
pongo, así, de manifiesto
que la vida no es más que una herencia.
De la cual, yo soy deudor
A mis ancestros me remonto
Para buscar el error cometido.
Pues de todos es sabido;
Que en el bosque de la vida
Nadie quiere ser el cazador
ni cazado, ni buscado, ni perdido
solo austero viajante de camino,
que el tiempo con su paso delgado
aulle en el semblante del tiempo.
y si mi reloj depulsera sirviera
para dtener el tiempo que lento
cojo mi cargada cafetera
y coorro como el viento..
ese tiempo que es tirano,
autoritario y sorda emblema
mientras el humeante negro
destila... su aroma ...
Un poco de café,un vaso,un jarro
un rumbo sin rumbo
por que no hay caminos
los recuerdos son tibios
y las palabras inciertas
que el tiempo no tiene principio
fin o limite.
¿Alguien nos recuerda?
Alguien pregunta por nosotros
y asoma su nostalgia a la ventana.
Le prometió una eternidad
y le llueven pensamientos
silentes, silenciosos , silenciados…
no perdura la nostalgia ni el espanto
ni la vid conserva sus racimos,
en ninguna parte hay permanencia
ni la dicha sostiene lo que atrapa.
¿Dónde comienza la esperanza?
¿ En el día?
¿ En el filo de la noche?
La oscuridad retiene muda
el color no definido.
¿Existió nuestra hora?
Tiempo...
¡tiempo de vivir! que ya te agotas,
irreverente tic tac que me atormenta
¡detén tu paso cruel!, pues me doy cuenta
que aunque cazador fuí ... hoy,
¡hoy no tengo presa!.
sin yelmo ni armadura,
con aquel espasmo en las entrañas
y la sangre estupefacta.
Busqué , salvaje, el palpitar de la carne
y la fragante ardentía de la vida.
Sólo encontré gélidas calaveras
sin el dulce del jugo de los sesos
ni las brasas del aliento.
Escudriñe el cielo en el infinito
que siempre mira arriba.
Arañe la tierra en el infinito
que siempre mira abajo,
cada segundo aullaba
ávido de palabras locas
y expiraba en las palabras no turbadas…
Tiempo, segundos .
Tiempo, batallas…
tiempo, batallas
tiempo pensando en como salir de aquí
desperdiciando el poco oxigeno que alarga mi vida
mi patética vida
a la que ni el sol ni mil luceros iluminan
buscando refugio en lugares oscuros
contemplado el placer de ser un ser abandonado
olvidado por el mismo tiempo con el que hasta aquí he llegado
dejando atrás la verdad que hasta hoy no he podido recordar
porque es mas fácil olvidar que intentar luchar
luchar por aquello que es eterno
para refrescar el corazón austero
y la poción, lánguida, que no tiene sabor.
¡Transfigúrame el alma tantas veces como quieras!
para llevarte, sinuoso, entre las venas
y obligarte a salir de tus trincheras.
¡ Lígame a tu forma que se pliega!
para erguirme aguerrida
y desplegarme entre tus velas...
pd : Maru, me encanta tu firma, besos
en la tísica febril de quien vela
un crisol de vida,una hermosura.
Un titán en envase de niña
sostiene la proclama de vida,
en ella hay fuerza aguerrida
con la sabia latente de un viña...
entre cruces yel dolor de ser fugitiva soñolienta
como la peña aislada donde rompe las olas
y canta ,canta risueña y ebria de azur.
tampoco rimas
ni magia
solamente decepción profunda
y versos disparejos
algunos
más largos que
otros
para que te desorientes
y los perros inmortales suicidas carcoman tu cabeza.