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carta del jefe indio seattle a franklin pierce

tremebundotremebundo Pedro Abad s.XII
editado enero 2010 en Literatura
en 1854 el presidente de los estados unidos franklin pierce le hizo una oferta al jefe indio seattle,nativo americano,de comprarle unas tierras a cambio de dinero y alojar a su pueblo en una reserva.este ,analfabeto, dicto una carta a un traductor y fue enviada a pierce.
en honor a lo que este contesto hoy dia hay una ciudad en usa que lleva su nombre.una carta llena de sabiduria,maestria y filosofia de la buena.
como soy muy torpe no puedo adjuntarla para quien no la halla leido lo haga aqui.por favor si la leeis comentar lo que pensais y compartimos.gracias

Comentarios

  • artemisaartemisa Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2008
    El gran jefe de Washington manda palabras, quiere comprar nuestras tierras. El gran jefe también manda palabras de amistad y bienaventuranzas. Esto es amable de su parte, puesto que nosotros sabemos que él tiene muy poca necesidad de nuestra amistad. Pero tendremos en cuenta su oferta, porque estamos seguros de que si no obramos así, el hombre blanco vendrá con sus pistolas y tomará nuestras tierras. El gran jefe de Washington puede contar con la palabra del gran jefe Seattle, como pueden nuestros hermanos blancos contar con el retorno de las estaciones. Mis palabras son como las estrellas, nada ocultan.

    ¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida.

    Si no somos, dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán, ustedes comprarlos?

    Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo, cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo.

    La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. Los muertos del hombre blanco se olvidan de su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas.

    Somos parte de la tierra y asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.



    Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos.

    Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es sagrada para nosotros. El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente el agua sino también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes.

    El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

    Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objeto que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.

    No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizás también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.

    El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres comparten un mismo aliento - la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

    Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré condiciones: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.

    ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos. Esto sabemos: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra.

    El hombre no tejió la trama de la vida; ? él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, no queda exento del destino común. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. Él es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco.

    Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirían, quizás antes que las demás tribus. Contaminen sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarían hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.

    Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos porqué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.

    ¿Dónde está el bosque espeso?… Destruido.

    ¿Dónde está el águila?… Desapareció.

    Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir.


    ( Tremebundo, no soy más vivaz tecnológicamente que tú pero tengo una gran amiga que me ayuda... )
  • CésarCésar Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2008
    Hace tiempo leí esta carta del jefe indio Seattle y la guardé, la guardé porque es uno de los escritos más impresionantes y lleno de grandes conocimientos ancestrales... y me vinieron algunas preguntas como "¿Y estos eran los "salvajes"?" "¿Y nosotros, los conquistadores, somos los civilizados?"...
    Siento una profunda admiración hacia este jefe indio, y porque no tengo sombrero sinó le diría: "Chapeau gran jefe, mi más profundo respeto y admiración por su sabiduría. Enséñeme a vivir por favor".

    Permitid que ponga su fotografía, así podremos disfrutar de su noble rostro.

    seattlevz1.jpg

  • artemisaartemisa Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2008
    No puedo evitar insertar:
    civilizar.

    (De civil).


    1. tr. Elevar el nivel cultural de sociedades poco adelantadas. U. t. c. prnl.

    2. tr. Mejorar la formación y comportamiento de personas o grupos sociales. U. t. c. prnl.


    Realmente César es discutible a qué se refiere éso de ADELANTAR, o bien ¿ adelantar desde qué y hacia qué? tal vez el camino en que transcurre este desplamiento sólo tenga en consideración los bienes materiales.
    Lo peor según mi consideración es que fueron los propios seres humanos los que fijaron los parámetros de su enriquecimiento y somos los mismos, los que vivimos esclavos de ese paradigma.
  • CésarCésar Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2008
    artemisa escribió : »
    No puedo evitar insertar:
    civilizar.

    (De civil).


    1. tr. Elevar el nivel cultural de sociedades poco adelantadas. U. t. c. prnl.

    2. tr. Mejorar la formación y comportamiento de personas o grupos sociales. U. t. c. prnl.


    Realmente César es discutible a qué se refiere éso de ADELANTAR, o bien ¿ adelantar desde qué y hacia qué? tal vez el camino en que transcurre este desplamiento sólo tenga en consideración los bienes materiales.
    Lo peor según mi consideración es que fueron los propios seres humanos los que fijaron los parámetros de su enriquecimiento y somos los mismos, los que vivimos esclavos de ese paradigma.

    No hay nada más que añadir. Estoy de acuerdo.
  • tremebundotremebundo Pedro Abad s.XII
    editado octubre 2008
    César escribió : »
    Hace tiempo leí esta carta del jefe indio Seattle y la guardé, la guardé porque es uno de los escritos más impresionantes y lleno de grandes conocimientos ancestrales... y me vinieron algunas preguntas como "¿Y estos eran los "salvajes"?" "¿Y nosotros, los conquistadores, somos los civilizados?"...
    Siento una profunda admiración hacia este jefe indio, y porque no tengo sombrero sinó le diría: "Chapeau gran jefe, mi más profundo respeto y admiración por su sabiduría. Enséñeme a vivir por favor".

    Permitid que ponga su fotografía, así podremos disfrutar de su noble rostro.

    seattlevz1.jpg

    muy buena la aportacion cesar,nunca lo habia visto.
  • tremebundotremebundo Pedro Abad s.XII
    editado octubre 2008
    ¿os habeis dado cuenta que seatle en su carta habla de lo que ocurre ahora? me refiero,a lo mal que tratamos el planeta,calentamiento global ,etc... que vision tuvo este gran hombre
  • raorao Anónimo s.XI
    editado mayo 2009
    Yo también leí esta carta hace un tiempo y, una vez acabada, me asaltó el pensamiento del mundo de ruinas en que estamos convirtiendo el planeta. Yo no se si será la revolución tecnológica, el progreso o qué, pero está claro que hay algo no estamos haciendo bien …
  • sergioglopez1980sergioglopez1980 Anónimo s.XI
    editado septiembre 2009
    Es increíble la sabiduría del jefe indio. Me pregunto si era un genio aislado o si todos los indios americanos poseían una inteligencia tan desarrollada. He conocido a algunos indios y la verdad es que no se caracterizan por ser intelectuales, aunque tampoco es fácil estimar el daño que la invasión europea ha tenido sobre su cultura, ni imaginar cómo era ésta durante su apogeo.
  • eanueanu Banned
    editado septiembre 2009
    Yo la lei de niño, y en aquel momento me gustó mucho. Creo que venía como introducción a algún tema de naturales. Ya no me acuerdo. Pero al leerla ahora solo leo un rollo soporífero y un montón de palabras sin sentido, y algo que no sirve de mucho. ¿En serio os importa el jefe indio ese? A mi no me importa en lo más mínimo. Es un colgado, asi que le den. ¿Qué hizo por mí? Solo escribe una carta absurda que no vale para nada. Es como si la Pantoja o yo escribimos una carta.
  • sergioglopez1980sergioglopez1980 Anónimo s.XI
    editado septiembre 2009
    eanu escribió : »
    Yo la lei de niño, y en aquel momento me gustó mucho. Creo que venía como introducción a algún tema de naturales. Ya no me acuerdo. Pero al leerla ahora solo leo un rollo soporífero y un montón de palabras sin sentido, y algo que no sirve de mucho. ¿En serio os importa el jefe indio ese? A mi no me importa en lo más mínimo. Es un colgado, asi que le den. ¿Qué hizo por mí? Solo escribe una carta absurda que no vale para nada. Es como si la Pantoja o yo escribimos una carta.

    Sí, a mí me importa. Para empezar Seattle tiene razón al decir que el hombre blanco no vive, sino que sólo sobrevive. Tuve la oportunidad de crecer junto al campo, cerca de un río y de islas casi desiertas, y entendo completamente lo que dice el indio. El hombre está hecho para disfrutar de la naturaleza, para oír el canto de los pájaros, para ver las estrellas o nadar en el mar. Hoy por hoy me da la sensación de que estamos todos encerrados en estas malditas jaulas de cemento, sin siquiera ver el sol. La vida no debería ser así. Por otra parte Seattle se adelanta casi un siglo a su tiempo. Habla de extinción de especies (incluyendo la humana) en un momento en el que la conciencia ecológica no existía en absoluta. Es más, creo que ni siquiera los científicos de la época tenían idea de lo que es el desarrollo sustentable, mientras que el jefe sí tiene claro este concepto. Esta carta es una muestra de lo más excelso de la cultura de los nativos americanos, es un tesoro antropológico y filosófico.
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado enero 2010
    Es un manifiesto poderoso, lleno de nostalgia, desengaño y aún, dignidad.
    La primera vez que la leí, me emocionó sobremanera, su sentido de la profecía es intimidante. Lamentablemente vivo en el mundo del fatal pronóstico de Seattle. Donde los hombres han apagado las estrellas y envenenado el río, usurpado la tierra y ultrajado al indómito, el animal ya no es libre sino espectáculo de egoismo y trofeo.
    El valor emotivo de esta carta es superlativo, su valor ético es inefectivo, las cosas no son lo que eran. Esta carta empezó a contar la cruda verdad.
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    editado enero 2010
    El mundo nativo norteamericano siempre me ha interesado y atraído. Tengo varios libros sobre ese tema y son de una belleza increíble: sus cuentos, su filosofía de vida, su tolerancia... Lamentablemente, las películas yankees nos han dejado un montón de tópicos inciertos pero por suerte hoy en día ya conocemos más sobre esta gente y esos tópicos se van cayendo por sí mismos.

    Intento transmitir a mis hijos esa manera de vivir, con su serenidad y ecología. Espero conseguirlo.
  • DiógenesDiógenes Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado enero 2010
    Sobre las contradicciones, las luces y las sombras de la historia humana se podría escribir durante horas, recuerdo a un personaje que en broma le decía a otro, ...
    ¡ Convéncete ! Los mejores árboles son las farolas....

    Está claro que hay que preservar la biosfera, la biodiversidad, de este EXCESO DE ÉXITO del hombre blanco, de color, asiático o mestizo. En esto de contaminar todos somos desafortunadamente iguales, claro que quienes más consumen, más contaminan.

    Desde que el hombre dejó de ser exclusivamente cazador y comenzó a cultivar la tierra en el Neolítico, acabando con el bosque primigenio, han pasado muchas cosas. Si hubiéramos seguido cazando nada más, no os estaría dando la murga como ahora, estéis donde estéis, con este teclado y un ordenador.

    El gran jefe indio que en tanta estima tenía a sus caballos, no hubiera tenido ni conocido uno sólo en su vida si a América no hubiera llevado Hernán Cortes....su caballo. Los aztecas al ver, por primera vez en su vida, los equinos que trajo, creyeron que caballos y jinetes, constituían un sólo animal, y se maravillaban de ver descender de la silla del suyo a Hernán Cortés.

    Asimismo los descendientes del gran jefe indio tienen ahora una esperanza de vida, ( sea esta de la calidad que sea ) de casi 80 o más años. Si la invasión europea no hubiera llegado a America, todavía las apendicitis serían tratadas con la poderosa magia del Gran Brujo de la Gran Tribu de los pieles rojas,....con los consabidos resultados.

    No se puede ver todo lo bueno en un lado de la balanza y todo lo malo en el otro. Como en la parábola del trigo y la cizaña, ambos crecen juntos.

    Las luces y las sombras forman parte del destino humano. La realidad es muy compleja, insólita y hasta sorprendentemente paradójica.

    De todas formas, no te equivoques de contenedor cuando tires la basura. Y recuerda, la loza no es cristal. Las botellas de ginebra, si.

    Un cordial saludo a todos.
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    editado enero 2010
    No podemos irnos a los extremos. ¿Hemos llevado cosas buenas a otras tierras? Posiblemente si, pero no hacía falta robar, matar, expropiar... para llevar algo bueno. Los indios -y muchos otros pueblos en muchos otros países- vivían felices hasta que nosotros llegamos, con nuestro progreso y todo eso. De hecho, hoy en día todavía hay tribus que viven muy muy felices sin todo lo que nosotros tenemos.

    En lo que no se les puede quitar la razón es que las formas que el hombre blanco acostumbra a utilizar no son las apropiadas. Siempre llega queriendo imponer sus costumbres sin pararse a aprender de las de los demás. Nosotros les habremos dado cosas buenas, como he dicho, pero ¿qué tenemos nosotros de ellos? Nada, pero porque no hemos querido. Total, sólo eran unos salvajes :mad::mad:
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado enero 2010
    texas escribió : »
    El mundo nativo norteamericano siempre me ha interesado y atraído. Tengo varios libros sobre ese tema y son de una belleza increíble: sus cuentos, su filosofía de vida, su tolerancia... Lamentablemente, las películas yankees nos han dejado un montón de tópicos inciertos pero por suerte hoy en día ya conocemos más sobre esta gente y esos tópicos se van cayendo por sí mismos.

    Intento transmitir a mis hijos esa manera de vivir, con su serenidad y ecología. Espero conseguirlo.

    Recuerdo querida Texas, hace un tiempo, veía un documental sobre la vida y obra de Marlon Brando. Uno de los hechos mas comentados de su vida, fue su negación de su segundo Oscar a mejor actor por "The Godfather". En aquella oportunidad, envía en su lugar, a una representante indígena (que también era actriz) a rechazar el galardón y leer un discurso que repudiaba el actuar de Hollywood con sus pueblos originarios... en la retrospectiva del documental, entrevistan a la actriz, la cual, confiesa, recordando... que apenas terminó la apretada lectura de su discurso, tras bambalinas, unos guardias tuvieron que contener a un iracundo John Wayne, que tras comerciales, ya se lanzaba a golpear a la chica por su presentación... John Wayne, que es el mascarón más evidente del "Far west" norteamericano, que trabajó con el gran director John Ford y que lamentablemente también condicionaron de manera tan dramática el prejuicio y la intolerancia frente al indio americano... John Wayne... mostró su lado menos heroico...
    No puedo pensar en otra manera mas efectiva de formación de un odio frente a los indios americanos, que la mayoría de las películas de "Cowboys"... tienes mucha razón.

    Complementariamente, diría que a veces, los grandes actores tienen grandes roturas éticas; ya nos lo mostraba Michael Moore en su "Bowling for Columbine" con Charlton Heston y su incómodo compromiso con las armas de fuego.

    Saludos.
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