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Andora o la pasión sublimada 14va. entrega (Por Carlos Pereyra)

(Pausa en el registro)

Sus pechos se agitan a intervalos y sus labios se contraen ligeramente, me imagino que debe estar soñando... un sueño erótico ¿Quizás? Eso creo por la presencia de algunos rasgos de humedad sobre la minúscula prenda que semioculta su sexo… La presión que ejerce con sus muslos hace que una parte del bikini “sea tragada” por sus piernas, descubriendo el clítoris que se muestra enhiesto y apenas sobresaliendo de los labios de su vulva. No quiero despertarla todavía, así que la contemplo silente, velando sus últimos minutos de sueño... Tiene un sueño húmedo, de eso no cabe duda, sus pezones están erectos y ya las secreciones de su vagina traslucen la frágil tela. Por un momento lleva su mano hasta su sexo para rozarlo ligeramente... ¿Con qué o con quién estará soñando?

Verla así me enloquece ¿De dónde saco fuerzas para poder decir lo que le tengo que decir? ¿Cómo le explico que ya todo se acabó? En este instante no tendría voluntad para enfrentarme a sus lágrimas si comenzara a llorar. Sin embargo, tengo que hacerlo, es mi estabilidad emocional la que está en juego y primero estoy yo antes que ella… ¡bueno, eso creo!

Cuando ya estaba recurriendo a los últimos argumentos para sugestionarme, sucede algo inusitado que me desarma... En el medio de su sueño, pronuncia un nombre, es mi nombre… Raúl.

No puedo evitar el llevar mi mano hasta sus muslos, muy cerquita de su sexo para masajearla ligeramente incitándola a despertarse. Ella abre los ojos y al percatarse de mi presencia no parece inmutarse, por el contrario, una leve sonrisa dibujada entre sus labios me hace saber que aprueba mi cercanía. Sin dejarme hilvanar el hilo de mi discurso me dice, con esa ingenuidad tan provocativa que me descontrola:

-       ¿Tienes rato allí?... Qué bueno es verte  después de haber soñado contigo.

    Mi silencio la desconcertó.

-       ¿Qué te sucede?

-       Andora, es necesario que hablemos –al fin le dije-

-          Está bien, pero a menos deja que me dé un baño para desperezarme, además... ¡Mira como traigo el bikini! estoy toda corrida y se delatan mis intimidades.

Por qué demonios  tenía que hablarme  así, con esa ingenuidad que yo reconocía como espontánea y me fascinaba de sobremanera. Todo en aquella mujer comenzaba a enloquecerme, llevándome a unos límites hasta ahora inexplorados por mi consciencia. Al cabo de algunos minutos se presentó ante mí, no se había secado y varias gotitas de agua corrían por su cuerpo haciéndolo más provocativo a mis ojos. Su cabello también estaba mojado, ligeramente alborotado para que secara y resaltando más su negro azabache. Se sentó sobre un madero que utilizaba como banca y entreabrió un poco las piernas al acomodarse. Nos miramos en expectativa por algunos segundos y al final me dijo:

-       Ahora si puedes disponer de mí. ¿Qué me tienes que decir?

-       Yo... pues la verdad era que me disculparas por fisgonearte mientras dormías, pero me provocó demasiado y no me pude contener.

-       No era eso lo que reflejaba tu mirada cuando llegaste. ¿No será que dudas de mí?... ¿Quieres que continuemos con estos encuentros?

-       Sí me interesa tu historia –le respondí un poco más resuelto- pero si algún día la culmino, ¿Quién la querrá publicar? Yo no tengo dinero para eso.

-       Ese no es el problema y tú lo sabes. Hay alguien que está dispuesto a financiar todo lo concerniente a esta historia y de hecho lo está haciendo.

Quedé inmóvil y callado, en aquel instante más que un argumento para terminar con nuestros encuentros, lo que necesitaba era uno para disimular mi flaqueza, pero no pude encontrar las palabras más apropiadas. Me acerqué hasta ella y tomándola por los hombros con ambas manos solo alcancé a decirle mientras la besaba en la frente:

-       No te preocupes, solo fue un lapsus, ya no hay dudas en mí. Seguiré contigo hasta el final.

De nuevo la cinta del grabador comienza a correr, Andora retoma el hilo de la historia  mientras yo escucho atento sus confidencias…

Por: Carlos Pereyra
(Continuará) 

Comentarios

  • Apreciados lectores, se me hace muy dificil publicar la novela por acá debido al limitado número de caracteres que permite cada publicación. Seguire publicando en este foro poemas y relatos breves pero si deseais una copia de la novela completa podeis escribirme a mi correo: [email protected] y con gusto os la haré llegar 
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    Hola y como nos pasas el libro por correo o como se hace, yo si quiero saber como termina la historia  :)
  • Hola y como nos pasas el libro por correo o como se hace, yo si quiero saber como termina la historia  :)
    Saludos Amparo me hubiera gustado terminarla de publicar por acá pero cada cierto tiempo la pagina me rechaza la contraseña y debo renovarla, escribeme al correo [email protected] y con gusto te la haré llegar. 
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