Hola!!! No voy a aburrirlos contando toda mi historia clínica. Pero, por equis motivo, estuve desde enero de 1992 hasta marzo de 1996 padeciendo de fuertes dolores cervicales, crónicos e invalidantes. Yo era bailarina clásica, y, aunque no lo crean, nunca me deprimí. Iba de médico en médico, buscando respuestas que nunca llegaban. Mis dolores eran refractarios a fármacos y tratamientos, convencionales y alternativos. En noviembre de 1995 tomé la decisión de estudiar, aún en una situación tan difícil.
En el hemisferio sur, las clases comienzan en marzo. Pocos días antes de comenzar, tuve un sueño muy extraño. Una estatua de Jesús cobraba vida y me mostraba sus estigmas. ¿Por qué digo "extraño"? Porque hasta el año anterior había practicado budismo, y, aunque vivo en un país católico, no practico esa religión. El día que comenzaron las clases me levanté sin dolor. En fin, tuve una remisión espontánea de un año entero sin ningún tratamiento ni cambios en el estilo de vida. Nunca pude entender cómo se dio esto.
Al año siguiente, tuve una gran recaída, precisamente el día que comenzaba 2do año. Luego, fui psiquiatrizada, y, tuve muchas remisiones, pero medicada.
En 2021 volvieron los síntomas. Tengo síntomas que van y vienen y nunca supe por qué. Ningún psiquiatra, psicólogo, traumatólogo, neurólogo, reumatólogo, etc. pudo nunca darme un diagnóstico ni una explicación. Tampoco nadie pudo explicarme por qué estos síntomas tan intensos son refractarios a todo. Mi licencia médica laboral tiene un diagnóstico "burocrático", por así decirlo.
No soy religiosa, pero sí soy muy espiritual y creo en un Poder Superior. Pensando en todo esto, recordé el sueño. Y se me ocurrió pensar si lo que me sucede podría tener un origen espiritual. Siempre confié en la ciencia. Tal vez me haya equivocado.
Comentarios
Sí, ha debido ser y sigue siendo una travesía desmoralizante. Pero estás saliendo medio airosa, estimada Clarito, porque eres una mujer perseverante y no te arredras por nada; te estás demostrando a ti misma tu entereza y tu positivismo. Sin conocerte en persona te tengo afecto desde aquel día que me contaste tu calvario. Siento de veras que tengas que pasar por todo esto. Nadie, ningún ser humano debería sufrir innecesariamente, máxime existiendo posibles soluciones.
Un abrazo
Eso es formidable, estimada Clarito.
Un abrazo
Seguro que con el tiempo sabrás como tener bajo control todas esas dolencias, espero y deseo. Un saludo...