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Cuando una mentira marca una vida,
La piel se eriza con el revuelo de una gaviota sobre el mar,
se detiene a los ojos la luz del cuerpo y la bocanada de aire se desmaya,
la verdad se escapa igual que un puñado de arena,
ya ni quedaran quebrantamientos del alma,
con una sola mentira, los árboles ya no tienen hojas ni tendrán.
Anunciados los muros de la resistencia y llamados a guardia,
la rodilla caída, la otra para levantar.
La fortaleza del instinto, nacida en los canticos del alba entre la noche y el día,
entre la luz y la oscuridad, presagian cuentos inciertos.
Solo una mujer hace de sus lamentos un canto;
y de la piel un vestido y del aliento un perfume de flores,
una mañana nueva y una noche solitaria que olvidar.
Solo una mujer torna de la pena una sonrisa,
una causa y una esperanza.
Y lee letras de pájaros libres mientras escaba su tumba,
mirando con ojos incrédula a la certeza de lo que nadie sabe
y ella construyó a su pesar.
Solo una mujer guarda el secreto del verbo amar.
Sí, solo una mujer.
Comentarios
¿Hay un guiquisito para uno más? Me apunto aunque el "berdugo" de mi médico me lo prohíba.
Le falta tal vez una mejor hilvanación y más claridad, algunos versos son muy difusos. Estéticamente mejoraría mucho con un poco más de elaboración.