Hola, quería saber que opinan de mi estilo y forma de redactar, acá les dejó un fragmento de un cuento que hice. Obviamente no me molestan las críticas constructivas, de hecho, eso es lo que busco. Bueno acá se los dejo:
Las manos estaban aferradas a algo granuloso, cálido, el nómada abrió sus ojos; arrodillado, con las palmas de sus manos en la arena zafirina; una relajante luz emanaba de aquella arena mágica, frente a sus ojos contemplo un océano de oscuridad, aguas limpias pero ennegrecidas, las cuales provocaban lágrimas en quien las tocase.
Una suave melodía provenía de las aguas negras, calmas, y a lo lejos se escuchaban débiles susurros inentendibles.
En el lejano horizonte, un cielo oscuro sin estrellas abrazaba a una tormenta interminable que castigaba con rayos esmeraldas silenciosos el fin del mundo.
Un lugar familiar, el principio del sueño, y siempre el final del mismo. Volteó y miro hacia atrás, a su derecha; estaba allí, una antigua ciudad, de piedra y jardines idílicos bañada por una luz diurna que emanaba de un agujero en la oscuridad del cielo, un vórtice de luz blanca, sin el azul del cielo, sin nubes, solo una solitaria luz en la oscuridad.
Entre la playa y la ciudad, solo ruinas de piedra, caminos abandonados, y hacia donde mirase, no había rastro de vida, ni plantas ni animales, solo un lugar olvidado en el firmamento.
A la distancia, se distinguía el pilar de luz negra en el centro de la ciudad, donde residía la eterna prisionera de ensueños; fantasía de un olvidado, de un prisionero de la soledad.
Volvió su vista hacia las vastas aguas negras, y frente a él un montículo de arena zafirina se levantaba, dando forma a una figura humanoide, y finalmente la arena cayo dejando tras de sí a un joven envuelto en una túnica negra desgastada.
Era él, un reflejo de sí mismo, con una mirada siniestra; este apoyo su fría cabeza con la del nómada, y mirándolo fijamente a los ojos le dijo:
“Tienes que volver”
El nómada sabía que debía volver, pero entendía, dentro de sí, que regresar a “esa realidad” era algo realmente doloroso.
Aquel joven, retrocedió un poco, se levantó, y comenzó a caminar hacia la oscuridad de las aguas. Las frías aguas negras cubrían los pies del joven, esa sensación entristecía a ambos:
“Hoy no podrás sacarla de la oscuridad, mañana tampoco… sólo lo harás cuando aceptes tu propia oscuridad… tú dolor”
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Bueno eso es todo (⌒_⌒;)
Comentarios
Lo que he leído me ha gustado. Veo un estilo como muy personalizado; quiero decir, como si tuviera algo o mucho que ver con una experiencia personal, más que con tu imaginación. Bueno sería que publicases entero el cuento en este mismo foro, en el apartado que veas más idóneo; por ejemplo, en "narrativas".
Saludos cordiales
Publica aquí tu relato
Si la verdad que al releerlo se vuelve algo excesivo, es un detalle a corregir, gracias por tu critica sino lo hubiese pasado por alto