Cuaderno de haibun (día 1)
Todo el fin de semana metido en casa, sentado frente al ordenador. Afuera llueve, nieva, brilla el sol; el viento dobla la copa de un pequeño pino, endeble y larguirucho, que se agarra con todas sus fuerzas a la tierra pisoteada del jardín. A veces se ve a lo lejos la sierra, cubierta por un manto blanco.
No hay nada como tener que estudiar para que a uno se le ocurran mil maneras de no hacerlo. La última es esta: un cuaderno de haibun.
Durante el mes de febrero que hoy comienza* me propongo escribir un haiku (o un intento) al final de cada jornada. El primero:
Viento del norte.
Un perro mientras mea,
pierde el equilibrio.
* Comencé el cuaderno hace diez días. Aunque ire subiendo a este mismo hilo un texto cada jornada, si alguno está interesado puede adelantarse en
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Comentarios
Cerca de mi casa hay un bar; ponen buenas tapas, algunas tardes hay partida.
Hoy ha estado lloviendo casi todo el día; apenas he salido, rodeado de montones de apuntes cuyo estudio he ido procrastinando hasta el límite.
Como apenas he tenido tiempo para comer, me he bajado al bar algo pasadas las cuatro de la tarde, con la esperanza de que aún quedara un pincho de tortilla. Llovía; los pocos metros de camino me bastaron para empaparme.
Sentados alrededor de las mesas, ya estaban los jubilados, que en días más soleados caminan a esas horas por los parques del barrio. La lluvia y el viento sacudían los cristales.
El sur de Madrid está plagado de cotorras. Se dice que todo empezó con la suelta de algunos ejemplares, allá por los años 80, después de que dueños arrepentidos por el barullo que armaban sus mascotas, decidieran abrirles las puertas de las jaulas.
Hoy se ven sus enormes nidos en los árboles, semejantes a pequeños pajares. Algunos llegan a pesar más de setenta kilos; en ocasiones hacen ceder a las ramas. Los árboles de Madrid están deshojados, marchitos por el invierno. Las nubes se deshacen en un halo de lluvia.
el que más me gusta es el del árbol y las cotorras,
me gustan porque ves una gran imagen, una imagen concreta, pero con tan solo diez o doce palabras,
es como un flash poético.
si no las veo, me llaman
con su cantar
algo así estaría correcto?
No soy ningún experto en el tema, todo lo contrario, pero te puedo decir lo que más o menos he ido aprendiendo:
1. Un haiku debe rondar las 17 sílabas, normalmente la métrica es 5-7-5.
2. Generalmente se evitan las metáforas o la aparición explícita del "yo".
3. Es habitual que se haga una referencia temporal: la estación del año, el momento del día, etc.
4. El lenguaje debe ser natural, fluido y sin artificios innecesarios. No debe haber un exceso de puntuaciones o de cortes.
En este foro hay gente mucho más experta que te podrá informar mucho mejor sobre lo que se supone es un haiku.
Gracias por la lectura y los comentarios.
Levantarse, correr, trabajo, llueve. Comer, un paseo, más trabajo, anochece. Vuelta a casa, cansancio, hoy no ha pasado nada, tal vez los ojos no han sabido ver.
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un saludo.
Dar clase puede ser algo infernal o sumamente gratificante. Cuando un chaval se cierra en banda, parece que no hay nada que hacer. Cierto es también que eso plantea un reto muy interesante.
Por otro lado, cuando un alumno mejora, cuando disfruta con lo que hace y uno siente que le está ayudando a avanzar, uno vuelve contento a casa, no importa lo largo que haya sido el día.
Después de que suene el timbre el patio se queda en silencio; aterrizan los pájaros, que esperaban en los alféizares de las ventanas. Hace frío y hace sol, el aire es ligero y transparente. En el suelo hay un pedazo de bocadillo, pipas y algunos jumpers.
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Después de que suene el timbre el patio se queda en silencio; aterrizan los pájaros, que esperaban en los alféizares de las ventanas. Hace frío y hace sol, el aire es ligero y transparente. En el suelo hay un pedazo de bocadillo, pipas y algunos jumpers.
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