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Ella y el lapicero

manuelchocanomanuelchocano Anónimo s.XI
editado agosto 2008 en Erótica




Llamo un sábado en la tarde, me pregunto con su voz melosa, empalagante, casi adormecedora: -¿Que vas a hacer hoy Manuelito?- Manuelito ya estaba harto de tener que aguantar sermones acerca de su inconversión, no solo de ella, sino de sus amigos y familiares. Harto de aguantar las malas miradas de la madre preocupada por no ser lo suficientemente bueno para su hijita, un comunista, por ser un agnóstico, por odiar la religión. Eso si la doña temblaba, convulsionaba, cuando un pastor le imponía las manos, yo me mordía la lengua para no cagarme de la risa, mientras mi noviecita que percibía que entre mis dientes tenía el órgano de la comunicación, me veía con cara de reproche. Nadie en su entorno me quería, ni hablaba bien de mi, todos los que la rodeaban me querían lejos de ella.

-¿Cuál es el plan?- pregunte, acomodándome el teléfono en la oreja, mientras me sentaba en el suelo, y contaba mentalmente si tendría condones suficientes para ir a la batalla, 26 años, y aún tan inexperto en tantas cosas. Tardé como dos meses en darme cuenta de que ella no era tan nívea como me imaginaba, (Siempre pensé que los “Cristianos” eran personas ejemplares) hasta que ella prácticamente puso mi sexo latente en sus manos, ahí me di cuenta que los cristianos son tan humanos como el resto del mundo. Esa tarde noche hicimos el amor de una forma más torpe, que técnica, es decir, a veces la química corporal no va a la misma velocidad que el pensamiento (O el deseo) yo estaba un poco sorprendido, pero si recuerdo la crudeza de sus gemidos, y su humedad en mi boca. Ella al final era buena persona, era quijotesco ir a predicar a Cuba, o a alguna aldea perdida en el inhóspito interior de la republica. Los hoyuelos que se le hacían en las mejillas cuando sonreía, su casi uno ochenta de estatura, su belleza, y ese aire de ingenuidad (Que ahora me parece más hipocresía) que le daba un toque de sensualidad, todo eso era lo que me gustaba de ella. Era una amante mediocre conocía pocos trucos que además usaba casi nunca. No sé si al final ella, entendió o no mi naturaleza, creo que nunca leyó los libros que le di; así como Beatriz nunca leyó los libros de paginas cortadas que Borges le dio. Alguna vez con los ojos llorosos me dijo:
-Yo sé que sos demasiado inteligente para que te conviertas, quisiera que fueras un poco más bruto.- Quizá yo internamente hubiese querido ser más bruto para conformarme con encajar, con asistir a la iglesia donde un megalómano hablaría de cielo, infierno, diezmo, y salvación con exageración energética.

-Mamá y papá salieron de viaje a Nicaragua, me gustaría que vinieras.-
Después de decir eso sentí como algo se calentaba y crecía en medio de mis piernas. ¡Si tenía una caja de condones nueva, en una gaveta del armario¡ Me metí a bañar, me afeite, y me vestí, en tiempo record. Pedí un taxi en frente de mi casa, que me llevara a su casa me baje y para mi sorpresa, afuera estaban los carros de todas sus amigas y algunos de los amigos. Esto me hizo pensar algunas cosas que enunciare a continuación:
1.[FONT=&quot] [/FONT]Que la cabrona había preparado una fiesta de esas protestantes con limonada y Coca Cola, y de sexo nada.
2.[FONT=&quot] [/FONT]Tendría que aguantar a las amigas calentonas, y a los amigos (Enamorados secretamente de ella.) hablar estupideces que yo no estaba interesado en oír.
3.[FONT=&quot] [/FONT]Me aburriría como en velorio.
4.[FONT=&quot] [/FONT]mejor tomaba otro taxi y me regresaba a jugar Play Station 2 a la casa.
5.[FONT=&quot] [/FONT]Llamaba por celular a mis amigos para saber en que cantina estaban y ahogar el deseo en alcohol.
6.[FONT=&quot] [/FONT]Que podría ser que en lugar de fiesta, fuera un grupo de oración, a las que 4 y 5 serían imperiosamente necesarias. Solo tendría que decidirme por una de las dos.
7.[FONT=&quot] [/FONT]Que quizá había invitado a todos esos hijos/hijas de puta a ver como se la metía (Eso me pareció un poco improbable)

Esta batalla interna, por no llamarla indecisión, duro pocos segundos mientras me aproximé a la puerta de su casa, y casi por un acto reflejo toque el timbre, mientras el nervio bajaba. Si era una fiesta, y Jehová sea loado había ¡Licor! La música de Daddy Yankee sonaba, y ella con una faldita mona, un top pegado, unas sandalias altas, (Que la hacían más alta que yo) y el pelo en una cola, apresuro el paso al verme y me planto tremendo beso en la boca, y me dijo al oído, -Esta noche te quedas conmigo.- Mientras se separo despacito de mi, leí el deseo en sus ojos. Pues bien, sus amigos y amigas bailaban reggueton (Perreabán) Con una alegría pasmosa, sobre todo para ser jóvenes “salvos.” Ella me tomo de la mano y bailamos al ritmo candente de la música, toda ella pegada a mí, sus piernas desnudas yo comenzaba a imaginármelas en mis hombros. Nos besamos frente a todos ellos, yo me sentía tan feliz era una especie de declaración por parte de ella, de decir lo amo, me vale madre lo que ustedes piensen, de sentir que yo –Al fin - había triunfado. Me quede ayudándola a limpiar, y ella me tomo de la mano y me llevo a su cama, ahí sucedió lo inexplicable. Me tendió con fuerza sobre el colchón, me quitó el pantalón, y me comenzó a dar una muestra muy buena de lo que era capaz ella con tres tragos. Luego me beso y sentí su aliento a ron por mi paladar, se quito el calzón, y se subió en mí, yo estaba muy excitado, pensé hacerle el amor toda la noche la mañana siguiente, la vida entera. Ella se movía con buen ritmo, de pronto tomo un lapicero de el escritorio y lamiéndolo se lo comenzó a meter por la retaguardia, mientras yo miraba encantado como al fin se quitaba todas las ataduras en la cama. Ahí ocurrió, pasmado vi como después de tener el lapicero en el culo lo saco en una forma “sexy” y se lo chupo, si señoras y señores, en otras palabras; succionaba el lapicero luego de tenerlo en el culo. Yo suspicaz hasta el último momento pensé:
-Esta sabe perfectamente lo que comió.- Entonces me dio asco, nausea y me comencé a encoger dentro de ella por efecto de el lapicero que en sus manos había pasado de instrumento de placer a instrumento vomitivo. Fue una metáfora para nuestra relación forzada. Y si me repuse para hacerle el amor toda la noche, eso si, me cerciore de que se lavara la boca como si fuese niña de siete años, cogimos como conejos, al final logro adaptarse a mi ritmo, no de forma natural, repito, de forma forzada. Como cuando yo la acompañe a la iglesia con su mamá, como cuando ella fue conmigo y mis amigos al bar del centro donde éramos clientes fieles, como cuando les sonreía a sus amigos que me deseaban mal, todo forzado. Y lo forzamos por unos meses más, hasta que ella no pudo más librar batallas contra su entorno, y yo no supe como ganar la batalla contra mis perjuicios y mis fantasías.

Al final termine pensando que nunca encontraría una mujer con quien comentar el Aleph, con quien compartir mis sueños. Cuando ella se entero de que esa mujer (La de mis sueños) había aparecido, me escribió por Chat para decirme que me mandaba un pasaje para ir a Miami ciudad donde vive, yo conteste que no, que no me gustaba Miami, ella me dijo –Yo sé que aunque te encantara no vendrías.- Tenía razón ya no había porque forzar las cosas, al fin, habíamos terminado la historia.

¿Y yo?, más feliz que nunca, yo me caso en Noviembre.

Comentarios

  • manuelchocanomanuelchocano Anónimo s.XI
    editado agosto 2008
    Habrán muchisimos más libros.... Gracias por la lectura y el comentario.
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