Grao de corvo
Estoy hablando con un hombre, junto a un campo de centeno; el viento hace ondear a las espigas. Hablamos sobre el cornezuelo, que aquí se llama grao de corvo. Yo nunca lo he visto, pero conozco sus propiedades: en la Edad Media fue causa del fuego de San Antón, también de inexplicables alucinaciones. “
É unha especie de verme negro que sae entre o grao do centeo”*; mostrando el dedo índice, el hombre explica:
“ás veces era así de largo”**.
En vano trato de encontrar algún ejemplo en el campo que crece delante mía; una bandada de gorriones picotea entre las espigas, buscando los granos maduros.
“Acórdome que de cativo mandábanme recollero, e logo vendíase ás farmacias”***. El hombre se pone en pie y, tomando una piedra, la lanza hacia los pájaros, que salen espantados.
“Algún grao escapábase na fariña, ó mellor por eso se vían meigas”****.
* “Es una especie de gusano negro que sale entre el grano del centeno”.
** “a veces era así de largo”
*** “Recuerdo que de niño me mandaban recogerlo; luego se vendía a las farmacias”.
**** “Algún grano se escapaba en la harina, quizá por eso se veían brujas
Comentarios
Una historia descrita con genialidad, transmitiendo una conversación sencilla en la que adentrarse y hacerse más preguntas sobre el Grao de corvo en el centeno...
Sonrisas
Saludos.
Un saludo.