Mi mejor amigo

aquiles07

Fué el mejor amigo que tuve!. Siempre estuvo a mi lado cuando crecí en aquella casa tan llena de felicidad y fantasía que inventamos para escapar de lo duro que era estar fuera de ella. Disfrutaba de los paseos que dábamos cada mañana o cada tarde como ningún otro lo hacía, brincando, saltando y gimiendo como un loco; tanto que a veces tenía que regañarlo para que se tranquilice, pero igual él seguia disfrutando. En casa cuando desayunaba, él siempre estaba a mi lado esperando su galleta o su tostada con mantequilla, cómo le encantaba. Cuando se cansaba de esperar solo se sentaba y colocaba su pata sobre mi rodilla, hacíendome un gesto con su cabeza como señal de reclamo por la tardanza. Era genial verlo siempre contento, nunca enfadado. Nunca he visto una mirada tan pura y sincera reflejando amistad y leltad que la que él solía tener conmigo. Era tan noble que cuando notaba un sesgo de molestia en mi rostro bajaba la mirada y tan listo que la levantaba cuando veía una oportunidad para jugar. Cuando andábamos juntos solíamos mirarnos de rato en rato como para asegurarnos que nos teníamos el uno al otro. Cada vez que salía al trabajo se ponía triste y me seguía hasta la puerta como queriendo ir conmigo, pero tenía que darle la orden de quedarse y él lo entendía. Y cuando volvía a casa era el ser más feliz de la tierra que lo demostraba con brincos y saltos, tanto que a veces no podía con él. Era fantástico sentir su amistad y estábamos tan felíces de ser amigos que hubiéramos querido que nunca acabase. Siento rabia y tristeza cada vez que pienso que pude darle más momentos felíces en su corta vida y no lo hice. Mis ojos se llenan de lágrimas cada vez que lo recuerdo en aquellos paseos que significaban mucho para los dos. Los años pasaron y él ya no tenía las mismas energías para saltar o brincar, pero sí las mismas ganas de disfrutar nuestra amistad. Cuando envejeció empecé a llevarlo entre mis brazos para evitarle la fatiga de la caminata, hasta llegar al campo en donde lo soltaba para que se sienta libre, aunque él se enfadaba un poco porque hubiera preferido seguir andando a pesar de sus dolores. Recuerdo que unos días antes de su partida, en aquel campo nos quedamos más tiempo del acostumbrado, me miró fijamente a los ojos al mismo tiempo que posaba su hocico en mi rodilla y echando sus orejas hacia atrás me dió la muestra de cariño que jamás ser alguno ha recibido en su vida y hasta juraría que me agradecía lo bien que lo había pasado todo el tiempo que estuvimos juntos. Pude haber hecho más por él pero no lo hice y eso me entristece profundamente. Sin duda alguna fue mi mejor amigo ......

odmaldi

No me acuerdo dónde es que leí, o las palabras exactas, que explicaba el porqué la corta vida de los perros. Sólo recuerdo que decía que los humanos nacen para aprender a llevar una vida buena, aprender a amar al prójimo, y aprender a ser felices. Pero que los perros, sin embargo, viven una corta vida porque ellos nacen sabiendo llevar una buena vida, nacen sabiendo amar al prójimo, y nacen siendo felices.

Le iré a dar un besote a mi perro.

Gracias por compartir su texto.

amparo bonilla

Tierna historia, no hay que lamentarse de lo que se pudo hacer, mejor recordar lo que se hizo y lo bien que la pasaron mientras estuvieron juntos:rolleyes:

juancho

De niño tuve un labrador que se llamaba “rey” no recuerdo el porqué del nombre. Fue mi mejor amigo de infancia.

Saludos