¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Relatos del Odio: I - El Odio se hace presente.

ExcalfingExcalfing Gonzalo de Berceo s.XIII
editado abril 2014 en Otros
Grito estridente y oscuro que recorrer hasta el sitio más recóndito de tu ser. Poderoso y temible ser metafísico que todos pueden sentir pero nadie puede ver. Sabio e invencible para los incautos que oyen sus palabras; peligroso y perverso para quienes su arma es la templanza. Ese es el Odio.

Todos atendemos sus palabras y al principio parece que dice la verdad, pero cuando más se las piensa, uno se da cuenta que no son más que engaños elaborados. Y es que, cual demonio, sus artimañas están bien elaboradas que para los oídos insensatos suenan como frases hechas con gran elocuencia.

Oportunista, porque aparece cuando uno necesita algún consuelo; certero, porque dice lo que tiene que decir en el momento adecuado; hábil, porque sus palabras llegan a su víctima de una manera u otra; manipulador, porque domina a los que cayeron en sus tretas como si fueran marionetas; embaucador, porque todo lo que de sus abstracto labios son mentiras ingeniosas; eterno, porque siempre estará presente.

El Odio ha persistido por mucho tiempo en parte por la permeabilidad humana para entrar en contacto con el mal, así como para entrar en contacto con el bien, en parte porque se ha ido adaptando a las circunstancias, lográndolo sin mucho esfuerzo porque desde que surgió no ha cambiado mucho su forma de actuar, y en parte porque tiene un rival, un némesis, un adversario tan poderoso como él mismo, el cual mientras no desaparezca él tampoco desaparecerá: el amor.

Muchos han caído de sus redes y no todos han podido escapar. Los que lo lograron aprendieron una gran lección y se volvieron más resistentes a su influencia; en cambio, los que no lo consiguieron, sus vidas acabaron de forma miserable, marchitándose sus almas como si fueran flores, transformándose en seres que estaban muertos en vida, esperando con cierta impaciencia a que la muerte les dé su toque para que finalmente tengan su descanso eterno.

Vuelve poderoso a cualquiera en poco tiempo, permitiéndoles creer que pueden lograr cualquier objetivo que se propongan sin importar lo difícil que parezca al comienzo. Pero a medida que pasa el tiempo y descubre que no puede cumplir nada de lo que se planteó, se vuelve furioso, produciendo que la influencia se incremente, ocasionando que vuelva a creer que lo logrará sin problemas. No obstante, cuando nuevamente descubra que sus esfuerzos son en vano, la ira se acrecienta, acrecentando el odio. Más iracundo y sintiendo más odio que nunca, creerá que nada evitara que realice sus objetivos.

El ciclo continúa de esta manera, hasta que el influenciado se percate de que nada va a lograr si continúa de esa forma. Sin embargo, son pocos lo que se detienen a tiempo. Para el resto, habrá sido muy tarde y lo que le quedará es la desolación ocasionada por la destrucción que produjeron sus acciones. En ese momento, el odio ríe estrepitosamente, aunque nadie lo escuche, ni siquiera a los influenciados que tardaron en abandonar ese infierno oscuro y tramposo.

A pesar de que su poder es destructivo hasta niveles insospechados, hay quienes lograron canalizarlo, permitiéndoles realizar grandes cosas, que perdurarán para siempre, exaltando a la raza humana.

Algunos dirán que esas personas no sentían odio alguno cuando realizaron sus obras. ¡Tonterías! Otros aseverarán que tenían una percepción distinta a diferencia de los demás. ¡Sandeces! E incluso otros afirmarán que sus mentes fueron privilegiadas con un intelecto sin igual. ¡Estupideces! Es odio transmutado en algo que, extrañamente, sirvió más para la creación que para la destrucción. Podría decirse que son la excepción que confirma la regla. No obstante, cabe preguntarse, ¿el Odio se beneficia con esto? Nadie puede responder a esto; solamente él puede. Empero, no contesta pregunta alguna, solo responde a su conveniencia cual entidad oscura. Aún si hablara, mentiría. Por lo que tal vez nunca sabremos la respuesta.

Fuerza imposible de detener, influye a todos los que desee cuando lo desee. Nadie puede escapar de su poder por más impasible que pueda llegar a ser una persona. Incluso grandes sabios han caído en sus garras al menos una vez. Sin embargo, el problema no es qué hacer para evitar ser influenciado, sino cómo escapar de la influencia antes de que sea demasiado tarde. Hay muchas maneras, pero no todas son efectivas. Depende en gran parte de la voluntad de la persona influenciada para librarse de la misma. ¿Pero quién se libraría de algo que, en apariencia, ofrece todo para que uno sea muy poderoso y pueda cumplir con sus metas?

El Odio se hace presente cuando la confianza es dañada, cuando engaño es muy grande, cuando la impunidad es imparable, cuando el castigo para los que se lo merecen nunca llega, cuando nadie te da una mano para salir de una situación crítica, dejándote a tu suerte, como si estuvieras colgado al borde de una fina cornisa de un edificio muy alto y todos desearan ver el momento en que te caigas.

Su poder es grande, pero nadie puede dominar. Algunos pueden convertirlo en algo útil, pero a la larga el Odio reclamará lo que es suyo y, a veces, con intereses. Hablando de intereses, los demonios poseen unos muy elevados, hasta el punto que, en comparación, las entidades financieras son unas bancas comunitarias.

Más de una vez seremos víctimas de su poder. Pero, ahora que sabes lo que puede llegar a suceder si eres tan tonto como para pensar que puedes ser más astuto que un demonio, ¿qué harás cuando el Odio se haga presente?
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com