No culpes a la mar pobre sirena,
Tu cárcel eres tú, no la corriente,
Tu no querer volar, tu cobardía,
Tu cárcel no es quién te ama ni tu gente.
No culpes a la mar que es inocente,
La mar te quiso libre y no has querido,
La mar es libertad, agua que escuece,
La mar, ya no es distancia, ahora es olvido.
No culpes a la mar por lo vivido,
Que no dudó la mar tu singladura,
Se transformó por ti en un estanque,
Que no dudó, negó de su bravura.
No culpes a la mar ni a su ventura,
La mar siempre te quiso navegante,
Así que siéntete libre de lastre,
La mar sabrá vivir sin tu semblante.
Comentarios
Me gustó mucho, el mar y su inmensidad siempre será la culpable de que los enamorados se inspiren en ella.;)
Amparo, yo no opino igual, la mar no tiene la culpa de nada, la mar es hermosa, imparcial, misteriosa...¿Pero culpable?solo es culpable quién guarda intención, los enamorados a veces (las muchas) no ven mas allá de sus naríces, otras ni siquiera estan enamorados, en el fondo es otra cosa.
¿Qué te parece a ti que le ocurre a esta sirena...
Un saludo, Mafalda
Pero me gusta imaginar que los enamorados se sientan a la orilla del mar y se inspiran, a que no es muy chèvere andar por la arena cogidos de la mano y mirando su inmensidad?:)
Ignatius me ha gustado mucho tu poema y la cadencia de las estrofas,siempre aludiendo a la inocencia del mar, pero, como dices es "agua que escuece".
Me resultan atractivas tus metáforas.
Saludos.
Muchas gracias por comentar y mi afectuoso abrazo.
Pero buen ritmo
¬¬
Saludos.
Pues francamente, de Casona solo tenía las referencias que se suelen tener por pura "inercia". He buscado la obra en cuestion y tengo que darte la razón en cierta forma, no sería capaz de negar rotundamente que no es asi, estoy seguro que en algun momento en algun medio, he leido u oido algun texto de la obra y... pudiera ser cosa del subconsciente... a saber.
Tambien Calima, tambien...
Muchas gracias a tod@s.