Ah, sonidos, estrellas,
luces efímeras recorriéndolo todo,
almas marchitas, solas, sin caminos,
buscando reposo, buscando otras almas,
sintiendo la música
enredada en las espaldas.
Cánticos indios
ancestrales, antiguos,
que os inundan de paz,
os bañan en calma
invocando a dioses desconocidos.
Oscuros mitos despertando a las palabras.
Danzas exóticas
panegíricas odas.
Cielos azules mezclándose en las aguas,
borrando horizontes que ya no existen.
Hoy no existen.
Y sonido,
de flautas, de gaitas,
astros bendiciendo cuanto se refleja
a sus pies. Tambores salvajes
como fieras, resonando
resonando, resonando
que huyen y escapan del cuerpo.
Escuchan la música,
escuchan y danzan poseídos
sin conciencia de tiempo,
sintiendo cada rayo de luz
enrededado a sus espaldas
(después de la tormenta
llegará la calma
y ellos lo saben
aunque no sea cierto).
Participan de todo
y nada les pertenece.
Ellos son música
y con música hablan.
Ellos son fuego
y con notas incendian
y con notas arden, incombustibles.
Ascuas de incendiadas melodías
dando forma a sus mundos,
abriendo a fuego caminos
que den sentido a sus vidas.
Comentarios
Saludos.
Saludos.
A mí lo que más me gusta es el punto final, que es lo más redondo... debe ser que tengo el día torcido
Una abraçada.