La vida militar es algo particular, pero tiene algunos aspectos interesantes, sobre todo el ordenamiento con el que se realizan las cosas. El soldado obedece al cabo, el cabo al sargento, el sargento al teniente y así sucesivamente hasta llegar al Capitán General o al Mariscal.
La cuestión es sencilla, el cabo grita: --¡Recluta, tírate por la ventana!, el recluta responde: --¡a la orden, mi cabo!, va y se tira. Que la ventana sea la del primero, segundo o quinto piso no tiene importancia, nadie debe distraerse con ese tipo de detalles.
Puede parecer algo extraño, pero el sistema no deja de presentar sus ventajas. En la vida civil la cosa es diferente.
--¿Vas a ir a comprar las verduras?
Bueno, lo que yo tenía en mente, y ya estaba haciendo, era leer el periódico, actividad que puede ser completamente inútil pero que no requiere de esfuerzo físico ni mental, esto último, claro, debido a la absoluta falta de profundidad de los periódicos. Respondo sin pensarlo:
--No...
--Entonces, ¿quién va a ir?
La segunda pregunta me desconcierta, estoy tratando de saber por qué Rusia no descarta que sus fracasos espaciales tengan "causas externas".
Digo estupidamente: --No sé...
Se desata una tormenta en día claro...
--¡Seguramente tendré que ir yo, si nadie más quiere ir tendré que ir yo. Como si no tuviera nada que hacer, pero yo tengo que hacerlo todo, porque nadie más quiere ir...!
Los truenos y relámpagos llenan el aire, hundo la cabeza entre los hombros en actitud defensiva, estoy seguro, muy seguro, que jamás dije que no quería ir, mi pecado es solamente de ignorancia.
No queda más que negociar una retirada estratégica.
--Bueno, voy a comprar la verdura...
Falta el último disparo.
--Mira, si no quieres ir no vayas.
No es cobardía, es solo que soldado que huye sirve para otra batalla...
--No, no, si quiero ir, voy ahora, dime que necesitas.
Y me voy tan alegremente como puedo a comprar las verduras, después veré que problemas tienen los rusos y como puedo ayudarlos.
Por supuesto que hubiese sido más fácil de la manera militar:
--¡Tienes que ir a comprar la verdura!.
--¡Muy bien, voy!
Y todos tan contentos.
Claro que ahora tengo otro problema, a ver, eran cinco de papas, uno de zanahorias, dos de cebollas, ajo, cilantro, ¿que más era? estoy seguro que había otra cosa, pero no me acuerdo.
Voy a llevar también tomates, lechugas y pepinos, ¿como no va a ser una de esas tres?
Ojalá acierte, en el ejército podría recibir un: --¡Recluta, veinte flexiones!
Pero en casa..., mejor llevo pimientos también, por si acaso...
Comentarios
"La vida militar es algo particular, pero"
Porque se lee como que "particular" es una desventaja cuando no lo es.
Tal vez podrías cambiar cualquiera de las dos.
Besos.
El problema, Monique, es que este Foro no permite editar el texto, si no habría eliminado el "particular", pero que remedio. Gracias.
Palindromo, si crees que es divertido es porque no te ha pasado, cuando te suceda te vas a reir como loco, te vas a reir...
Dragon, ¿cabo? creo que ese el grado que tiene el gato de la casa, yo, ni eso...
Me he reído. Ya me resulta familiar tu estilo y no quiero perderme nada de lo que escribas.
Oye, tal vez caes un poco en el tópico esede que las mujeres son mandonas en el seno familiar y el marido un fiel paciente con sentido del humor.
Hasta la próxima.
Un afectuoso saludo.
Bienvenido, maestro!
Como ya sabes me encanta como escribes, tu modo de contar... y esta historia ha despertado mi interés desde la primera linea, pues has retratado con maestría la escena.
Efectívamente la vida en el ejército es particular. Alguna vez preguntado a mi marido: "¿Como es posible que en el ejército siempre se esté dispuesto a ejecutar órdenes aunque sean estúpidas?", "ah, querida" me responde "es el ejército y en el ejército las órdenes no se cuestionan". Por eso no he podido evitar sonreir al leerlo, aparte de que el texto desprende un fino humor.
Creo que tu escrito refleja el pensamiento lineal y sencillo del hombre y la eterna suposición de la mujer.
Me ha encantado.
Mis más cordiales saludos!
Muy divertido, interesante, y ágil.
Saqué sonrisas y una buena carcajada.
Me agradan las historias de índole militar, mmm, no sé por qué.
¡Ay! Claudine, en las Fuerzas Armadas las órdenes son órdenes, claro que a veces pueden ser estúpidas, pero eso no es privativo de ellas, en la Industria sucede también que se dan órdenes que, si bien podrían no verse estúpidas a simple vista, si pueden ser criminales.
Gracias por leerme.
Pues sinceramente me gustaría leer más cuentos de índole militar tuyos, son muy sugestivos.
mmm, esa imagen que tienes, ¿no será de El Idiota de Dostoyevski? No, estoy seguro de que es de El Idiota.
De nada, leerte es un placer.
Gracias por la aclaratoria. Es una imagen muy profunda, muy romántica, realmente hermosa.
Los pintores románticos son los únicos que me gustan. Uno de mis favoritos es Delacroix.
No conocía Caspar David Friedrich (es que la mayoría de los pintores que conozco son franceses), pero es agradable conocer a uno más. Gracias.