Sala de Castigo
Tenía una cita, para veinte minutos después de la salida del colegio. Todo calculado, después de la campana, formar para salir, salir, caminar rápido hasta la plaza. En la esquina frente al Correo me estaría esperando junto con la María, la novia del "Calabaza" Manríquez, un compañero de curso. Éste me llevó a hablar con la María, para pedirle que convenciera a la Chabela de darme la cita, al final la María estuvo de acuerdo pero el "Calabaza" me llamó aparte y murmuró: --dos entradas al cine. Yo tenía pensado invitar a la Chabela, el soborno me obligaba a un cambio de planes, pero la necesidad tiene cara de hereje. Sucedió en la clase de Filosofía, el Manríquez confundió a Sócrates con Sófocles y el profe se enojó --No tienes una cabeza sobre los hombros, tienes una calabaza-- le dijo.
Después el Manríquez se reivindicó, en una interrogación oral lo hizo tan bien que se ganó un siete y la felicitación del profe, pero a nosotros nos importó un comino el siete y se quedó con su recién adquirido apodo, "Calabaza".
La culpa la tuvieron el "Tarro" Riquelme y el "Loco" Marín. El "Loco" le mandó un elasticazo en la oreja al "Tarro" y este le contestó con un reglazo en la espalda que resonó en toda la sala.
Se notaba que el "Pirulo" había amanecido de malas desde que comenzó la clase, en cinco segundos hizo el juicio y dictó la sentencia:
--Todo el curso, una hora de castigo.
Se alzaron las voces de protesta, pero el "Pirulo" levantó dos dedos. Lo conocíamos lo suficiente como para saber hasta dónde podíamos llegar y cuándo había que retirarse, el silencio cayó como una losa un segundo antes que los dos dedos se convirtieran en dos horas…
Así es que aquí estamos, en la sala de castigo y a cargo del "Seco", al que nadie ha visto jamás una sonrisa. Por eso es el encargado de los castigos ¿o será por eso que no sonríe?.
No se oye volar ni una mosca, con el "Seco" hasta las moscas saben que es mejor sentarse y quedarse quietas. Miro el reloj, diez minutos, ¡diez minutos! si me parecía que habían pasado por lo menos treinta.
Bueno, durante el castigo es obligación dedicarse a las tareas, decido comenzar con lo de Santo Tomás de Aquino y lo que tomó de San Agustín y de Platón, vaya lata, pero con eso ocuparé la hora y no tendré tiempo de pensar en la Chabela, que me estará esperando en vano.
Bueno, no creo que me espere más de diez minutos, pero lo del plantón podría tener malas consecuencias. Los hombres podemos estar una hora esperándolas a ellas, pero a ninguna mujer le gusta quedarse esperando en una esquina y menos en la plaza.
Antes de entrar al castigo le dije al "Calabaza" que teníamos que hablar con la María para que defienda mi causa, después de todo él no solo es testigo sino que también lo están esperando. Me dijo que bueno, pero que eso me costaría más que dos entradas, yo creo que el "Calabaza" va a ser abogado.
Pero mientras tanto hay que seguir con Santo Tomás, una idea ¿por qué no prometerle una vela? si es el patrono de los estudiantes, pero me voy a asegurar también con San Sebastián, el de los afligidos.
Tengo confianza en que la Chabela me va a perdonar, después de todo no fue mi culpa. ¿Por qué estoy dudando si ayer sus ojos gritaban "te quiero"?.
De pronto me vino la idea que poco la María y mucho menos el "Calabaza" tuvieron que ver con que me diera la cita.
Pero de lo que conozco a la María ahora recuerdo que tiene malas pulgas, yo creo que el que va a tener problemas será el "Calabaza", entonces será él quien me pida que hable con la Chabela para que la María lo perdone, le diré que sí, si para eso están los amigos, ja, creo que iré todo el mes al cine con la Chabela, lo voy a desangrar al maldito...
Jenofonte
Comentarios
Excelente relato, en la línea de "La Pragmática"... Una evocación muy realista de situaciones que inquietan el alma adolescente, contado en un lenguaje igualmente realista,con expresiones coloquiales que nos meten de lleno en situación: los motes, a veces mortificantes, que se ponen los chicos, sus rivalidades por las chicas, sus despistes escolares, etc. forman una trama perfectamente narrada.
Mis felicitaciones. Espero otros relatos. Todo lo que he leído tuyo, me ha parecido fantástico.
Un abrazo