¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Preparando una sorpresa

Groucho MarxGroucho Marx Pedro Abad s.XII
editado diciembre 2011 en Humorística
Madeleine me ha dicho que volvería a las cinco y media, así que tengo tiempo de prepararle una sorpresa. Me haría cargo de sus facturas, eso sí que sería una sorpresa. Sobre todo para mí. Pero no puedo, no tengo dinero. Tengo que buscar un trabajo cuanto antes y no ser una carga para ella. Aunque probablemente seré una carga con trabajo o sin él, así que ¿para qué molestarse?

No, tengo que hacerlo. No me será difícil, a lo largo de mi vida he tenido cientos de empleos. Claro que en ninguno he durado demasiado, y sinceramente no lo entiendo. Yo sólo imitaba lo que hacían mis jefes. Sus secretarias sí lo entendían perfectamente.
Recuerdo cuando fui ayudante del fiscal del distrito, aquella sí que fue una buena época. El índice de criminalidad en Nueva York estaba desbocado, y mi jefe y yo detuvimos e interrogamos a docenas de ladrones, timadores, estafadores y toda clase de pillos. Fue la época de mi vida en que más conocimientos adquirí.

También fue buena mi etapa de cazador profesional en las selvas de África. No cobré más que una pieza, un ratón silvestre al que atropellé con el Jeep. Pero los paisajes africanos eran sobrecogedores, y las noches estrelladas con el cielo increíblemente nítido eran ideales para dormir a pierna suelta debajo de la mosquitera, acompañado de alguna joven indígena a la que yo generosamente mostraba las ventajas de la civilización. A cambio ellas bailaban en taparrabos alrededor de la hoguera, sus cuerpos de ébano reluciendo con el fuego, y sus generosos senos apuntándome como si quisieran decirme algo... Hasta que un día me mandaron a la vieja hechicera yuyu y el baile dejó de ser divertido. A ésta le hubiera enseñado las ventajas de una buena plancha, porque tenía más arrugas que mi camisa de los domingos.

Aquí hay un periódico, voy a echar un vistazo a los anuncios de empleo. Vamos a ver... "Se necesita ingeniero de telecomunicaciones, con conocimientos informáticos a nivel de desarrollo de sitios web y amplia experiencia en lenguajes delphi, java, asp y punto net". Caramba, ¿quien es el contratante? ¿la NASA? Yo sé hablar un poco de lenguaje francés, quizás les sirva. "Experiencia demostrable en coordinación de equipos de desarrollo en entornos de ingeniería del software y minería de datos". En mis tiempos los mineros sólo sacaban carbón. Nada, demasiado complicado. Y todos los anuncios son más o menos igual....

¡Ojalá pudiera rehacer el bufete de abogados que monté con mi hermano Chico! No ganábamos un centavo, pero ¡hay que ver cómo nos divertíamos! Incluso publicamos un libro que fue un rotundo fracaso, pero nos proporcionó combustible en las frías noches de invierno. Un momento, ¿y por qué no? Puedo reabrirlo con ayuda de Madeleine, si ella acepta. Seremos famosos, apareceremos en todas las listas de morosos del Estado. Claro que no tengo título de abogado, pero tampoco lo necesito. Todos mis clientes eran delincuentes, y tampoco tenían título de delincuentes. Puro formalismo. Y las leyes no pueden haber variado mucho en treinta años. Apuesto cincuenta pavos a que siguen favoreciendo a los de siempre. Sí, eso hare. A Madeleine le va a entusiasmar, ya tengo mi sorpresa.

Además soy un gran negociador en cuanto a contratos se refiere…

http://www.youtube.com/watch?v=-ZBY7rIOrNg

VIDEO: Escena de los contratos de "Una noche en la Ópera"

DIÁLOGO:

(Groucho saca dos papeles, los despliega, le da uno a Chico y se queda con el otro).

Groucho.- Aquí hay que poner el nombre del divo. ¿Sabe? Y usted firma al pie. No es necesario que lo lea porque son duplicados.
Chico.- Sí, duplicados… duplicados.
Groucho.- Eso he dicho. Sí. Duplicados.
Chico.- Ya, ya. Duplicados.
Groucho.- ¿No sabe qué son duplicados?
Chico.- Sí. Los cinco gemelos de Canadá.
Groucho.- Los cinco gemelos del Canadá no son varones. Son niñas. Lea en voz alta.
Chico.- ¿Y qué es lo que dice?
Groucho.- Léalo y lo verá.
Chico.- No. Léalo usted.
Groucho.- Ya que usted quiere se lo leeré. ¿Oye usted?
Chico.- No. Aún no he oído nada. ¿Ha dicho algo?
Groucho.- Nada que valga la pena oírse.
Chico.- Tal vez por eso no oí nada.
Groucho.- Por eso no he dicho nada.

(Groucho acerca y aleja el contrato de sus ojos para tratar de leerlo).

Chico.- ¿No sabe usted leer?
Groucho.- Sé leer, pero no tan cerca. No sé que me pasa. Se me desenfoca. Si tuviera los brazos más largos lo leería. ¿No tiene por casualidad un chimpancé en el bolsillo? ¡Ah! ya. Ahora veo bien. Hará el favor de poner su atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice que… “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”. ¿Qué tal? Está muy bien. ¿Eh?
Chico.- No. Eso no está bien.
Groucho.- ¿Por qué no está bien?
Chico.- No lo sé. Quisiera volverlo a oír.
Groucho.- Dice que… “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”.
Chico.- Sí. Sí. Esta vez parece que suena mejor.
Groucho.- A todo se acostumbra uno. Si usted quiere lo leo otra vez.
Chico.- Tan sólo la primera parte.
Groucho.- Sobre la parte contratante de la primera parte.
Chico.- No. Sólo la parte de la parte contratante de la primera parte.
Groucho.- Dice que… “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. Y la parte contratante de la primera parte será considerada en este contrato…”. Oiga. ¿Por que hemos de pelearnos por una tontería como ésta? La cortamos.

(Groucho arranca la parte superior de su contrato).

Chico.- Sí. Es demasiado largo.

(Chico también arranca la parte superior de su contrato).

Chico.- ¿Qué nos queda ahora?
Groucho.- Todavía más de medio metro. Ahora dice…”la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte”.
Chico.- Eso sí que no me gusta nada.
Groucho.- ¿Qué le encuentra?
Chico.- Nunca segundas partes fueron buenas.
Groucho.- El otro día vi un partido de fútbol y la segunda parte fue mejor que la primera. Le pegaron al árbitro y todo.
Chico.- Escuche. ¿Por qué no hacer que la primera parte de la segunda parte contratante sea la segunda parte de la primera parte?
Groucho.- En vez de discutir qué le parece a usted si…

(Groucho arranca otra vez la parte superior de su contrato. Chico hace lo mismo con el suyo).

Groucho.- Aquí hay una cláusula que le va a volver a usted loco de alegría. Ya lo verá.
Chico.- No. No me gusta.
Groucho.- ¿Qué no le gusta?
Chico.- Sea lo que sea no me gusta.
Groucho.- No vamos a romper nuestra vieja amistad por una cosa sin importancia. ¿Listo?
Chico.- ¡Listo!

(Ambos arrancan otro pedazo de la parte superior de sus respectivos contratos).

Chico.- Ahora en esta parte que sigue hay una parte que no le gustará.
Groucho.- Bien, su palabra es suficiente para mí.

(Vuelven a arrancar otro pedazo).

Groucho.- Dígame, ¿mi palabra es suficiente para usted?
Chico.- Desde luego que no.
Groucho.- Bueno, quitemos un par de cláusulas.

(Y quitan otro trozo de papel de sus contratos).

Groucho.- “La parte contratante de la octava parte…”.
Chico.- No.
Groucho.- ¿No?
Chico.- He dicho que no.
Groucho.- “La parte contratante de la…”.
Chico.- No. Eso tampoco.
Groucho.- ¿No?
Chico.- No. Oiga ¿cómo es que mi contrato es más pequeño que el de usted?
Groucho.- No lo sé. Seguramente será porque usted es más “chico” que yo. De todos modos estamos de acuerdo. ¿Verdad?
Chico.- Sí. Eso sí.

(Groucho saca una pluma y se la tiende a Chico).

Groucho.- Entonces ponga usted su firma ahí y así el contrato será legal.
Chico.- Me olvidé decirle que no sé escribir.
Groucho.- ¿No? Es igual. La pluma no tiene tinta. Pero el contrato está hecho. ¿No es eso? Le obliga un contrato.
Chico.- Por completo.

Comentarios

Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com