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Iufo

Selenia RoseSelenia Rose Pedro Abad s.XII
editado julio 2011 en Ciencia Ficción
Nos reunimos en la Catedral, porque solo ante los ojos de Dios podríamos ser invisibles ante los ojos de los hombres

I-El día que se inicio el Fin

Nada se movía, ni dentro ni fuera del automóvil. El silencio hacía horas que se había instaurado como se instala el incesante zumbido de una avispa cuando su dueña anda cerca, cuando se aproxima el sufrimiento, el silencio hace acto de presencia.
Nicolás alzó su mirada hacia el espejo para mirar al resto de ocupantes de aquel silencioso vehículo, que atravesaba en plena noche cerrada los últimos vestigios de la carretera que los alejaba de todo lo que habían conocido hasta la fecha, huían, rumbo a ninguna parte, aunque ninguno tenía claro cómo subsistirían a partir de la fecha, nadie se animaba a exponer sus pensamientos en voz alta, habían sido demasiadas emociones, sucesos vividos en poco tiempo. Dirigió una mirada hacia su copiloto: Una chica bajita, pelirroja,algo rellenita. Sus bucles rizados oscilaban movidos por la suave brisa fresca que se colaba por una rendija del cristal, bajado a conciencia, se mareaba en los largos viajes en coche. Desvió su mirada fija en el mapa de carretera al sentir la mirada de Nicolás, sus pupilas grises detectaron las negras de él, que rapidamente volvió la vista a los que ocupaban el asiento de atrás, después fijó su mirada en la carretera.

-Ha pasado un ángel...-la pelirroja por primera vez despegó los labios y su voz rompió de un mazazo el silencio que hacía horas los mecía, desde el asiento de atrás, el chico rubio abrió los ojos de golpe, sus pupilas azules electrocutaron al que conducía, cuya respiración por unos instantes se paró en el centro de su pecho, pero no tardó en recomponerse.
Acarició los cabellos negros de la chica que yacía aparentemente dormida en su regazo, aparentemente... Sonrío con tristeza y la acomodó mejor contra su pecho, apartándole el pelo del oído derecho susurró:

-No te preocupes Belinda, todo está bien, vamos a traerte de vuelta- movió la vía que la morena llevaba en la muñeca junto con su pulserita azul de hospital, le costó un mundo contener nuevas lágrimas al recordar todo cuanto había acontecido las últimas semanas,la muerte de la novia de Guada, y Belinda que yacía en coma...

-Hemos salido de Vetusta-anunció al fin Nicolás- Comenzamos a estar a salvo

León acarició el pelo de Belinda y la besó en la sien, Guada se acomodó mejor en el asiento del copiloto y guardó en la guantera el mapa de carretera

-A partir de aqui ya sé seguir-silbeó-despiertame cuando pasemos la primera gasolinera en el km 103...-dicho esto sus pupilas grises atardecieron para dar paso a la noche, y a un sueño intranquilo, que fue compartido por el resto de pasajeros, Nicolás los acompañó con sus pensamientos.

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado julio 2011
    Y este inicio, tendrá continuación,me imagino, se entrevee, historias peliagudas:eek::rolleyes::)
  • Selenia RoseSelenia Rose Pedro Abad s.XII
    editado julio 2011
    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

    Paramos en la gasolinera[estación de servicio] del km 103, Guada entreabrió los ojos en cuanto escuchó la puerta de Nicolás, que se cerraba tras él.
    León tapó a Belinda con su chaqueta y también abandonó el coche tras un portazo sordo.
    Guada entornó la cabeza hacia Belinda, volvió la vista hacia el cristal y vio a León dirigirse a la estación de servicio mientras Nicolás se encendía un cigarrillo, en breves segundos una estela de humo se elevaba hacia el cielo gris opaco en el que sin embargo, comenzaban a pugnar por asomarse los primeros claros del día.

    Guada se golpeó levemente la nuca contra el respaldo del asiento y entornó los ojos nuevamente. Se le estaba pasando el efecto de lo que se había tomado para dormir, buscó en los bolsillos de su abrigo y encontró la caja de capsulas, desterró una de su plástico protector y se la llevó a la boca, bebió un trago de agua y cerró los ojos.
    Abrió los ojos de golpe, sin saber cómo, su cuerpo abandonó el coche y se vio corriendo por el asfalto e interponiendo lo que quedaba de ella entre Nicolás y León, el primero escupió contra el pavimento un hilillo de sangre, Guada empujó a León hacia atrás y dijo unas palabras que no conseguía apenas distinguir, su vista se iba, agarró a León por el brazo y lo condujo al coche, entre tanto Nicolás se levantaba del suelo, y se iba al extremo opuesto de la explanada a encender otro cigarrillo, Guada se masajeó la sien y decidió que lo mejor sería volver al auto antes de desplomarse.

    León dirigió su mirada al coche, Guada aún permanecía dentro, Nicolás mantenía su mirada clavada en él, se fijó entonces en lo que el moreno tenía enredado en los dedos de su mano izquierda, la opuesta a la que mantenía sujeto el cigarrillo encendido.
    Sus ojos chispearon, con rabia mal contenida se dirigió hacia él y antes de que pudiese preverlo, lo golpeó con fuerza, Nicolás cayó al suelo y el cigarrillo se apagó al caer contra un charco de barro.
    León le arrancó de entre los dedos el colgante de Belinda, entonces sintió que algo lo impulsaba hacia atrás lejos del moreno, vio a Guada que lo empujó hacia atras y, pese a su rabia, lo sujetó del brazo alejándolo de Nicolás. Con el rabillo del ojo, vio que él escupía un hilillo de sangre, se levantaba y se alejaba, probablemente para hacerse otro cigarrillo, apretó los labios y se subió al coche, besó a Belinda en la mejilla y prestó atención a su cuello: Se preguntó cuándo aquel infeliz le habría arrancado a su novia el colgante que le regaló por su primer aniversario. Desenganchó la cadena y volvió a colgársela al cuello, Guada había vuelto al coche y estaba medio dormida, se preguntó cómo podría dormir en aquellas circunstancias, la puerta volvió a cerrarse, y para evitar una nueva pelea, León también cerró los ojos y fingió dormir, con Belinda abrazada a su pecho con los brazos muertos en un sueño del que ninguno sabían cuándo despertaría.

    -Debes ir hasta Noeria... a partir de allí conduciré yo-farfulló Guada antes de terminar de dormirse.



    PD-Hasta ahora no está muy animado, pero a partir de aqui se irá viendo su auténtica historia.
    :)
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