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Sueño

ena69ena69 Anónimo s.XI
editado enero 2011 en Fantástica
Hola a todos, soy nuevo aquí. He estado leyendo un poco antes de postear y me ha parecido un sitio magnífico.
Todo ha empezado esta noche sobre las 5:30 de la madrugada cuando he soñado algo, y se me ha ocurrido postearlo aquí.
Espero críticas constructivas (jejeje), y las espero realmente. No tiene principio ni fin realmente pero bueno podría bien, ser un fragmento de una historia más larga ubicada en un contexto contemporáneo pero al mismo tiempo fantástico.

Iba de camino a mi casa de campo, desde la ciudad. La casa estaba en las afueras del pueblo. Era temprano, muy temprano, acababa de salir el sol. Iba esquiando por la carretera, pero no había nieve, ni siquiera hielo. Alguien que había madrugado más que yo la había retirado. Los esquís tiraban de mi cuerpo, como si la carretera no fuese llana y tuviese una ligera pendiente que descendía.
Poco antes de salir de la ciudad, recibí una llamada al móvil. Era mi querida, que me llamaba para darme los buenos días.
-Voy a desayunar un zumo de calabaza. - Decía ella.

-¿Granizado?-Pregunté.
-Pues claro que sí- Me reprochó por fin ella cariñosamente.
No se porqué hice esa pregunta, supongo que fue por el montón de nieve apelotonada que vi en medio de la carretera, de alguna manera lo relacioné. Parecía divertido pasarlo por encima con los esquís. Así que comuniqué lo que iba a hacer y lo hice mientras ella me aconsejaba que no lo hiciese. Tengo un buen recuerdo de ese momento.
Poco después me desviaba de la carretera principal para entrar en el camino que llevaba hasta mi casa. Este camino si estaba cubierto de una fina capa de nieve, y en el borde se apelotonaban las montañas de nieve. Cada veinticinco o treinta metros había un poste que sostenía el cable de la luz. En cada poste se podía ver un megáfono emitiendo una lista de canciones que yo le había programado previamente para que sonara. Siempre que entraba por ese camino sonaban en un tono muy elevado, pero suficiente para alegrarme el día. Yo seguía hablando por el teléfono cuando empezó a sonar una canción muy especial para mí. Era un tipo de música que no solían escuchar la gente de mi edad pero a mi me ponía de muy buen humor siempre. Mi querida empezó a protestar cuando yo despegué el aparato de mi oído para que ella lo pudiese escuchar mejor. No le gustaba que yo escuchase esa música, no era normal. De vez en cuando salía de la carretera para divertirme con los baches y los huecos que habían hechos en la nieve. Pasaba rozando los postes por detrás y acercaba el móvil para que ella pudiese oírlo. Me estaba divirtiendo mucho. Me acerqué al último poste que había antes de llegar a mi casa, y pude divisar un panal de abejas justo debajo del megáfono. Pensé que las abejas no estarían muy contentas con el ruido tan cerca. Pase tan cerca de ellas que dos que volaban libremente cerca de su hogar quedaron pegadas a mi piel. Unas cuantas más se unieron a estas dos últimas y empezaron a recorrer mi cuerpo con curiosidad. Disminuí la velocidad lentamente y sin hacer movimientos bruscos, no quería que me picasen. Al poco tiempo todas ellas se marcharon revoloteando libremente, menos las dos primeras que se quedaron examinándome la piel un poco más. Una trepó por mi cuello y entro en el orificio de mi oreja. Ahí se quedó produciéndome un horrible cosquilleo. Me detuve y escuche: -Ya está bien la broma de la música- Yo no contesté, no quería asustar a la abeja que estaba en mi oído. Quede inmóvil durante unos segundos…

Y aquí se acaba, no se si la abeja salió, me picó o que pasó. Os animo a que sigais la historia. Todo vale, para eso estamos en la sección de fantasia. Gracias a todos!

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