Lolita cerró las piernas bajo las luces de neón. Como una muñequita sin gracia y con casi treinta años bajo las escaleras con los tacones en la mano y el pelo revuelto. Intentó volver a casa por el camino más corto, pero se descubrió perdida en la ciudad. Amaba durante los días impares, y los días pares como hoy se escapaba corriendo meciendo el bolso en el aire y respirando la libertad que le daba sentirse viva. Sin embargo hoy la fórmula había fallado y reconocía su rostro en los escaparates. Hoy no tocaba amar y se le había olvidado al mirarle a los ojos. Hoy tampoco tocaba pagar la última copa y la había pagado. Ahora tocaba amar todos los días y ya empezaba a echar de menos. Hacía unas horas que había deshecho la cama sin utilizar las manos, bajo una lámina sucia de los amantes de Magritte le había besado las manos, los ojos, el vientre. Gastó el dinero de todo el día en pagar un hotel, no sabía volver a casa, y no quería estirarse la falda dentro del metro. Lolita aquel día sintió frío en la nuca al preguntarle su nombre. No sintió el peso de la rutina en sus movimientos y esta vez no se había atrevido a vestirse delante de él como otras veces. En el hotel respiró el olor de su ropa buscando algo que desconocía. La ansiada soledad que otras noches buscaba ahora le aplastaba contra el suelo enmoquetado, sin embargo ese incipiente sufrimiento se le antojaba dulce y necesario. Esperó la mañana intentado abrazar el suelo mientras se marchitaba entre lágrimas limpias y felices. El sol le trajo la armonía de las cosas que no cambian y los sentimientos congelados de quienes pagan el amor a ratos. Subió al metro pensando en las telas blancas que cubrían el rostro de los amantes iluminados por el neón, y la oscuridad de los túneles llenó de nuevo su corazón de besos ciegos y promesas de amor.
Comentarios
que bellezas tus relatos Poli,:) me tienes enganchada jaja
gracas por compartir.
un beso.
Este foro me está emocionando,
y si eres mujer, qué bueno, ya voy encontrando dos que escriben muy bien.
Saludos,
Lilitu
Una se siente en sintonía con la intimidad femenina de tu protagonista.
Me encantan tus escritos, POLIXENA.
Un besazo!!!