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Recorro
bajo la cadencia lenta y enigmática del tiempo
la estela del renovado clamor inverso
mientras la ternura abierta del silencio
me ofrece
el perfecto arquetipo del opaco espejo,
la fragancia
desenvuelta y ligera desdoblada
de las oscuras promesas en su abanico de acero
Despierto
al extenso preludio del oceano del cielo
que jamás retrocede,
que nunca quiso ser humano
al que ningún ayer olvidó sin descifrar palabra.
Respiro
la dimensión ilimitada de un vendaval de holocaustos,
firmes en su sed, enteros y lacerados
en el filo apagado de una noche
sin asteriscos ni ensalmos.
Descubro
la esférica luz determinante......
desde la agostada raiz de la antítesis ausente
donde se alzó ya sobre los acuíferos imposibles el verbo sin eco
contra la terca e inaudita,
etérea presencia,
fisura y cristal del vuelo interior sin retorno ni abismo
de aquellos que lograron ser mis pasos.
Huellas sin contornos, sin ausencias
nacieron todas únicas,
estigmas de otros sueños que nunca lo fueron.
Sonido sin voz, espirales y materia
del aire poliédrico...
en briosa incontinencia
desde su vertical delirio mana de nuevo
el inasible rayo de las irisadas esferas.
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