Metalenguaje de las bestias
No hay nada casual en el lenguaje,
palabras empapadas de luz
que brotan y trinan en las bocas.
Coágulos de silencio y sonidos
que humedecen los labios, efímero tul
engarzado en el ser y el existir del cuerpo,
goteando presente y pensamiento,
latiendo bajo el furor negro o azul
en el que el cielo desploma sus abismos
desarbolando la respiración del universo.
Sonoras ideas que salpican
cayendo una detrás de otra
de puntillas o en galerna
como pétalos de cerezo o de gazúl.
Singladura de fonemas levísimos,
enajenados y palpitantemente puros,
triscando entre dientes y costumbres.
¡No hay nada casual en el lenguaje,
todo es cántico tenaz contra la nada!
No hay nada casual en la condición humana
en lo humano todo es casualidad y circunstancia.
Comentarios
la palabra en tus manos,
alzándose siempre como teología inversa
y enantiomorfa,
crepitante de poesía
o nacarada sedosidad efímera
ancestral legado
milagroso y renaciente encuentro
himno sobrehumano.
Cuatro versos finales
en mi opinión perfectos
si dos a dos traslocados...
Tu poema ha de culminar en lo alto,
si dispones la exclamación al final
tomas el corazón al asalto.
.
Gracias, de corazón.
Besos
¡No hay nada casual en el lenguaje,
todo es cántico tenaz contra la nada!
Poética explicación de una realidad científica.
El metalenguaje es primordio de la infancia.