¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Dos ángeles.

LESLES Pedro Abad s.XII
editado agosto 2009 en Fantástica
Dos ángeles

Beati i misericordiosi, perchè troveranno misericordia.
(Mat. 5,7)


Ayer recordé a Lucifer. Luego de largos años, he vuelto a respirar la tranquilidad de no saber más de él. Se me han abierto puertas a sueños muy bellos; luminosos. Incluso en estos han comenzado a aparecer otros ángeles. Muy distintos a él, muy similares a mí. No siento lástima. Así es la libertad; en sus dominios me encuentro a gusto ¿Pero él dónde estará, qué habrá sido de su alma?
Todo terminó tiempo atrás, cuando supe que no quedaban fuerzas en mí para sobrellevar otro de sus estados de derrumbe.
Recuerdo el día en que lo conocí. Al verlo quise simplemente escapar; desligarme de todo lo que tuviera relación con él y lo aborrecí abiertamente.
Reapareció tiempo después. Nunca lo hubiera imaginado. Su sóla presencia apagaba de un soplido todas mis luces, cerraba todas mis persianas; me sumergía en abismos de confusión en apariencia irrescatables.
Abismos, sin embargo, a los cuales en aquel entonces temía y a los que luego pude resistir; logrando finalmente acostumbrar mis ojos a la noche, ya sin el miedo de antes.
Surgieron entonces cosas buenas para los dos. Comprendí que mi intranquilidad era aquel miedo a una oscuridad hasta aquel entonces desconocida. Esa fue mi victoria. Sobreponerme al temor. Hallar finalmente mi paz. Sin embargo mi luz , la que me llenaba siempre de sonrisas, se me revelaba extrañamente distante.
Fueron tantas las veces en que lo llevé conmigo para mostrarle como barren las olas, la arena de una playa. Como silva el viento através de los álamos. Y sé que una fuerza nueva invadió su alma, proporcionándole un respiro a cielo y no a ceniza, un sonido a viento lleno de pájaros, no a sollozos y gemidos. Había bastado el hallazgo de la creación para rescatarlo.
Así, fuí llevándolo conmigo a donde pudiera proporcionarle sólo vida, amaneceres de oro, tardes de inmenso ocio, noches estrelladas sobre el mar. La libertad para disponer correr por una heredad y no por los pasillos de una obscura gruta..
Ese fue mi objetivo. Llevarlo conmigo. Porque me encariñé con él, porque llegué a quererlo y después a amarlo, que es igual a quererlo junto a mi en todo momento.
Verlo reír, soñar, jugar seguro en el viento, era para mi la idea perfecta de estar con alguien.
En ese intento por animar sus alas, proseguí con otras pruebas, en las que día a día observaba sus progresos y derrotas.
Un día cuando llevábamos juntos un gran tiempo de aprendizaje, seguro de su evidente mejora, tuve ante mis ojos la escena que desencadenaría mi congoja irreparable. Lo vi aparecer con una ala despedazada y ante mi propia vista destrozarse el ala sana en mil pedazos.
De lo que aquello provocó en mí, aún no puedo explicar a persona alguna aquel sentimiento de angustia y desesperanza. Allí, ante mis ojos, (inolvidable es aún aquel escenario) ví los pilares de mi amor venirse abajo.
Luego de aquello un acontecimiento inesperado que comenzó con un estremecimiento impaciente en mis alas. Tomé con furia la enorme roca que había ante mí y la dejé caer sobre él. Hice así sucesivas veces, hasta asegurarme de que había expirado.
Después mis alas se llenaron de viento y me apartaron de sus ojos fijos llevándome lejos. Supe con dolor que no serviría que tan lejos me llevaran, yo no conseguiría olvidar aquel paraje. Así es que volví por él. Arrastrando lo conduje hasta el acantilado mayor y lo dejé caer. Allí caería eternamente.
Mis alas nunca me permitieron del todo mantenerme cerca de aquel acantilado y parecían advertirme, vaciándose de aire, que si yo intentaba tan sólo acercarme un poco, se partirían dejándome mal herido.
He sufrido mucho pensando en el porqué de esta suerte tan desdichada, cuando pude estar tan cerca de él y sentirme impulsado infinitamente en mi amor y su amor hacia Dios. Cobrando un abrigo en el corazón como nunca yo había experimentado antes.
Hoy transito esta región muy solo y miro hacia todos lados buscando a alguien, pero es extraño, hace siglos que nadie viene a visitarme.
El cielo se ha enrojecido y el azufre ardiente a escamado mi enflaquecido cuerpo, por fortuna la marcha de los siglos a agregado afiladas pezuñas a mis patas para correr más rápidamente por estas comarcas.
Sé que es el colmo de mi optimismo, pero ansío encontrar de nuevo un joven ángel, algún día. Estrecharlo contra mi pecho fraternalmente. Que corramos despojados de nuestros pesares y enseñarle inmediatamente cúal es el curso que deben seguir sus alas.

Comentarios

  • ValdoValdo Fernando de Rojas s.XV
    editado diciembre 2008
    Gran relato. El calificativo de fantásico debería cambiarse por "cósmico". Su lectura, extraña, me ha arrastrado. Lleno de poesía, tristeza y profundidad.
    Dos ángeles o cómo descomponer y componer el orígen del mundo.
  • atheni24atheni24 Pedro Abad s.XII
    editado junio 2009
    Sin palabras!!!

    Me engancharon tus letras! Los personajes, el transcurso de la historia y su desenlace me cautivaron sobre todo la frase del final "enseñarle inmediatamente cúal es el curso que deben seguir sus alas".

    Maravilloso!
  • LESLES Pedro Abad s.XII
    editado julio 2009
    Hola Valdo, hola Atheni24. Tan sólo vuestro detenimiento sobre el relato resulta sumamente estimulante. Gracias por la lectura y la apreciación.
  • ZilamarZilamar Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2009
    Un relato cautivante

    Mi interpretación

    Lucifer, al caer al abismo se lleva al infierno al joven ángel que lo intenta salvar, y ahora este ángel trasmutado ya casi en un diablillo espera a otro ángel optimista.
    Creo que el círculo no se va a cerrar, siempre habrá alguien que piense que el mundo puede cambiar con el amor.
    Lo que no entiendo y no está claro para mí, es ¿por qué Lucifer aparece con el ala destrozada?


    Un relato muy bien logrado,


    :)
  • LESLES Pedro Abad s.XII
    editado agosto 2009
    Gracias Zilamar

    Paso a responder a tu última pregunta:
    He querido remarcar una actitud autodestructiva del ángel de la noche, también podría interpretase como un decrecimiento de la fe. Lo cual no me resulta condenable, pero en este caso, la soberbia y la ira han predominado por sobre la piedad, se han invertido los roles o el universo se ha reordenado.

    Un saludo.
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com