Hace tiempo que no escribo poesía (no sé si esto es mejor o peor para el mundo poético
), estoy estancada. Vuelvo en un intento de recuperar esa parte que se ha ido, puede que la necesita de alguna manera... no quiero dejar que se vaya.
En preocupación permanente
Vivo en un trozo del planeta en el que no caen bombas
y las vidas no quedan destrozadas por la guerra.
Hubo una guerra civil, hace un tiempo, aún quedan restos
de odio transmitido en las generaciones.
Nos preocupa la alta tasa de desempleo,
el precio de la vivienda y los desahucios,
la cesta de la compra, siempre al alza,
-como los suicidios-,
la independencia o no de Catalunya,
hablar de fascismos, comunismos, nazismos, -ismos,
de dictaduras encubiertas en la democracia,
de la mediocridad endémica de los políticos, de su inutilidad latente,
del precio de los carburantes,
del de la luz que se dispara,
entre otras cosas a las que dar importancia un martes o un miércoles,
para el jueves pasar a otra noticia de portada.
Nos movemos por impulsos, o nos mueven.
Comparado con, suena a disparate absurdo,
a problemas nimios,
a comparación odiosa.
Anoche vi en el telediario a treinta personas saliendo de una furgoneta,
hacinados en un habitáculo minúsculo.
El precio de la libertad ronda los cuatro mil euros,
sin seguridad de llegar al destino,
en condiciones infrahumanas.
Profundizar en este tema puede hacerte odiar
una parte de nuestra condición, la que muestra la historia
tantas veces y en la que siempre tropezamos,
no una ni dos ni tres,
cientos de veces.
Primero hay que ayudar a los nuestros. Dicen.
No hay recursos para todos. Dicen.
Pueden entrar yihadistas. Dicen.
Su religión no es la nuestra, entre ellos hay delincuentes. Dicen.
Etcétera. Dicen.
El miedo en discurso permanente.
Y sálvese quien pueda.
La ley del más fuerte.
Comentarios
Nos quejamos por aquí de nuestra lluvia cuando en otros lugares hay diluvios...
Un abracito :-)
El ser humano ha muerto.
Somos animales de cemento.
Necesito dinero.
Prometo devolver.