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FELIZ DÍA DEL PADRE (breve relato escolar)

doctorkauffmandoctorkauffman Pedro Abad s.XII
editado diciembre 2014 en Narrativa
El día más impactante que viví en el colegio fue cuando estaba en tercero de primaria. Unos ocho añitos de nada tenía yo. Mi clase era como una cualquiera; quiero decir que estaba el gracioso, el tímido, el burlón, la mimosa, el mimoso, el meón, el vago, el distraído…pero todos nos queríamos igual. No recuerdo muchas diferencias entre nosotros, ni siquiera en los recreos.

Un día nuestra profesora, bendita sea, qué bien nos trataba, se le ocurrió una idea de lo más interesante: como al día siguiente era sábado y no estaríamos en el colegio, nos pidió que para celebrar el día del padre saliéramos uno por uno a la pizarra a imitar a nuestros progenitores. Nos entusiasmó la idea. De inmediato, supe cómo emular al mío y vi en los rostros de los demás que también imaginaban la mejor forma de hacerlo.

Reconozco que siempre era yo la voluntaria para salir primero a todo, y, gracias a dios, sigo conservando ese carácter. Salí a la pizarra con un libro en la mano, cogí una silla y me senté; crucé las piernas y busqué la postura meditabunda y absorta con la que siempre veía leer a mi padre. Me encantaba. La profesora me felicitó, pero el silencio de los demás evidenció el poco entusiasmo que les despertó mi imitación.

Luego salió Arturo, un chico muy tímido, pero, para sorpresa de todos, empezó a imitar a su padre delante del televisor viendo un partido de fútbol. Madre mía, qué bien lo hacía; los gestos, las frases, hasta los insultos al árbitro. Le aplaudimos efusivamente y él, pobrecito, se disculpó por las palabrotas que había dicho, que sabía que esas cosas no se decían.

El siguiente turno fue para María. Estuvo divina imitando a su padre cuando le llamaban al móvil del trabajo. No sé cuántas empresas compró y vendió. La verdad es que nos divertíamos mucho. José Juan imitó a su padre limpiando y con qué maestría nos hizo ver la torpeza con que la hacía.

El último en salir fue Roberto, el gracioso de la clase. Muchas de sus bromas hacían eran divertidas, pero otras no, en especial para los maestros, pero nos daba igual, a nosotros nos trataba bien. Salió a la pizarra y se colocó frente a Beatriz, una dulzura de niña. Estuvo en silencio unos segundos, como si se estuviera concentrando. De pronto empezó a gritar y a mover los brazos. Gritaba y gritaba. Nosotros comenzamos riendo, pero tan pronto empezó con los insultos nos fuimos callando. Percibimos que aquello no iba bien del todo. La propia Beatriz empezó a asustarse pues Roberto no paraba de acercarse a su rostro mientras le gritaba; y entonces lo hizo, empezó a pegarle en la cara como un salvaje.

La profesora corrió a separarlo, cosa que consiguió con esfuerzo, pero Roberto seguía gritando, pataleando y golpeando la pared. Insultos y amenazas salían de su boca sin cesar, hasta que se agotó, o se mareó y se derrumbó de rodillas al suelo. Luego comenzó a llorar. Nosotros mirábamos en el más absoluto silencio con nuestros corazones latiendo acelerados, mientras la profesora consolaba a la pobre Beatriz.

Comentarios

  • PerplejoPerplejo Fernando de Rojas s.XV
    editado diciembre 2014
    Bien. Tiene estructura de cuento, principio y fin. Con estilo pretendidamente sencillo has descrito, creado tono y tensión. Aprovechando el registro inocente has dejado algún recado con sorna donde vislumbro elegancia en tu estilo.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado diciembre 2014
    No fue tan feliz para Beatriz, me imagino como quedara la madre de Roberto luego de cada muenda de su padre, :eek:
  • PerplejoPerplejo Fernando de Rojas s.XV
    editado diciembre 2014
    Me parece fatal que este relato que es sencillo y bastante redondo, no tenga comentarios críticos.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado diciembre 2014
    Sera por que no hay críticos en el foro, no se porque andan pidiendo de lo que no hay, increible:rolleyes:
  • doctorkauffmandoctorkauffman Pedro Abad s.XII
    editado diciembre 2014
    Perplejo, muchas gracias por tu apoyo, pero recuerda que nadie está obligado a comentar. Faltaría más :)
    Está claro que los comentarios siempre ayudan, incluso los de Amparo :D
    Muchas gracias a los dos.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado diciembre 2014
    Los mios son los que mas sirven, aunque no digan nada, ojala todos se pasarán por los escritos de los demas y no solo se conformen con entrar, colocar sus escritos y ni siquiera miran los de los compañeros, pero en cambio si quieren que hasta el perro les comenten:)
  • doctorkauffmandoctorkauffman Pedro Abad s.XII
    editado diciembre 2014
    Amparo, mi comentario sobre tus opiniones no iba con malas intenciones. Me gusta tu sentido del humor, aunque a veces seas muy sarcástica y algún iniciado en el foro no te entienda.
    Y sí, soy de los que nunca entrar a comentar. solo cuelgo mis relatos o novelas y trato de aprender de los comentarios. Solo cuando estoy de vacaciones, trato de comentar. Toda la razón para ti. ¿ves? Has conseguido hacerme sentir mal.:mad:;)
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado diciembre 2014
    Pues ojala se les caiga la cara a todos los que no comentan, esto es dar y recibir, sino quedaremos estancados y una cantidad de escritos sin comentarios, yo no me doy a basto para echarles un ojo a todos y mucho menos para hacer comentarios extensos y críticos.

    Si por cada escrito que colocan, comentaran dos o tres, no estaríamos tan llevados:rolleyes:

    Eso de que no tienen tiempo es pura paja, si se quiere, se puede.:cool:
  • avedonavedon Pedro Abad s.XII
    editado diciembre 2014
    Hola!

    Va a ser mi primera intervencion en el foro comentando un texto, asi que disculpadme si me voy un poco por las ramas :)

    Lo primero, decirte que el primer párrafo engancha, y eso ya sabes, es mucho ;). La idea está muy bien, pero de alguna manera el final se intuye un poco, y se me hace algo exagerado -por lo de pegar- como si el chaval estuviera un poco desiquilibrado, que si lo está, igual no das demasiadas pistas al principio, o eso me ha parecido.

    Lo he vuelto a releer a ver si le saco alguna pega de estilo, de formato, de estructura y nada. Lo único que he visto es un "efusivamente" que igual podrías cambiar, pero vamos, es casi por "tocar un poco los cojones", porque está perfecto como está.

    Te digo esto por "aportar" y quedarme en un "oh, que bonito" que yo es lo que odio que digan de mis escritos. Me parece un relato de puta madre, no esperaba leer cosas tan buenas "a la primera", enhorabuena.
  • doctorkauffmandoctorkauffman Pedro Abad s.XII
    editado diciembre 2014
    Avedon, puedes "tocar los cojones" todo lo que quieras :)
    Muchas gracias por tus palabras. En efecto, trato de evitar los adverbios acabados en mente, pero a veces se me cuela alguno.
    Respecto a la trama, mi idea es que los niños imitan a los padres y crecen asimilando lo que ven y oyen en casa.
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