Heliotropo
Un cigarro se acercaba a sus labios tintados de rojo burdeos, sin olvidar la interposición de aquélla boquilla de marfil que había encontrado en una pequeña tienda de antigüedades. Sus manos agitaban un tanto distraídas las páginas amarillentas –por el humo, la vejez– de la última novela que había escrito Alejandro Dumas padre. ¿Es que no habría ya lugar en este mundo para la gran literatura? Su búsqueda de ideales se limitaba entonces a la conmemoración de un pasado que nunca existió, al menos no como ella quisiera. Así, mirando las flores amontonadas, sus nombres estampados en una lengua muerta y en una tipografía pasada de moda, seguía esperando alguna señal.
Contradicción evidente, en su bolso de piel artificial se distribuía una vibración inequívoca de la nueva tecnología. El brillo de la pantalla ilumina bajo la oscuridad de la cerradura las herramientas de la belleza; tres lápices más oscuros que el propio carbón para agrandar sus verdes ojos; un pincel que no iguala al de los pintores clásicos, y sin embargo cubre y crea la faz que al mundo expone una muchacha que apenas roza la veintena; la máscara de piel uniformada que alguna multinacional ha perfeccionado, para así deshacer en un único repaso las manchas que perpetúan los años, y los signos de la misma madurez. Su identidad es una
opera nova que debe vislumbrar, para que en un vistazo breve capte las miradas de un sueño imposible, pues bajo circunstancia alguna se ha de comprender su auténtico rostro.
Heliotropium, el jardín botánico y un banco de madera. La joven piensa en el origen del término y se recrea en su intelectualidad, en un acto del ego más
vintage que puede figurarse. Extrayendo su artilugio predilecto, vuelve a encerrar a Dumas entre las líneas y comprendiendo el mensaje que sobre el plasma se muestra, se sonroja. Ajusta de forma involuntaria sus pechos, casi incipientes, y recoge en vuelo la falda de estampado escocés. Se yergue, el sol en ciclo bajo, las nubes hoy lucen con los colores del ocaso, y ella no duda en captar el instante. Mas no son sus ojos, en ardua colaboración con la mente, los que dota de tal placer, sino los píxeles que siguen aferrados a su palma derecha. ¡Se acerca el momento!
Los pasos son lentos pero cargados de emoción, parece percibirlos en la lejanía. Tanto tiempo los ha estado esperando, una o dos horas quizás, demás. La silueta que tanto aguardó se aclara en la distancia, el abrigo llega hasta los tobillos y una gorra de lana cubre su mirada. Dos corazones parecen encontrarse, acelerado el latido en galope simétrico y bidireccional. Una sonrisa nerviosa tiembla en la joven, que ofrece su mejilla al recién llegado. Disculpas por su parte, transportes subterráneos que nunca alcanzan el destino deseado.
– Es un sitio muy bonito, en verdad – tartamudea.
– Yo también lo creo, suelo venir aquí a leer y... a veces también pensar.
– Eres tal como te imaginaba. Muchas mienten con sus imágenes, perfiles tan falsos que deberían avergonzarse. Me ha pasado alguna que otra vez. Pero contigo ¡ah, no podría estar más feliz!
– Ya ves, que yo no engaño – entona la muchacha, con una amplia sonrisa, y un diente manchado de carmín.
Y dejando el jardín de lado, marcharon tomados de la mano, a algún café cuya música insustancial no impidiera su charla. Ilusión de hoy, alabanza de los gustos refinados que su juventud y elección les había dado. "Hablemos de la poesía de los antiguos, de la sangre de algún Tarantino, de las melodías de décadas oscuras y amémonos, mientras dure el atardecer."
Los tallos seguían creciendo, mientras un anciano tomaba posesión del banco corroído. Ahora, entre sus arrugas se abría un cuaderno raído, y comenzaba a esbozar el sombreado de las espigas, de las hojas de vainilla, como de las espinas del dolor. Los dedos sucios y negros, del auténtico carbón.
pd: Una vez más, llevaba tiempo sin publicar por aquí. Espero que os haya gustado si le echasteis un ojo y deciros también que este relato está muy emparentado con uno que escribí hace meses. Os dejo un enlace
Quizás podáis suponeros quién podría ser este anciano.
http://www.forodeliteratura.com/showthread.php/25499-La-filia-del-arte
Comentarios
Muchos saludos a los dos ^^