Mírame bien...
Sé lo que ves;
Extraña, desconocida
Malvada, pervertida
Manipuladora...
Ésa, que te robó la vida.
Mírame otra vez.
Desnuda, vestida,
En la playa,
Sé que me tienes muy vista.
Y no te gusta lo que ves...
Cuidado, mírame de nuevo,
Despacio.
Joven, ladrona, maldita...
Cuidado...
Bien pudiera ser tu hermana,
O tu hija,
O tu madre,
O tu amiga...
Y puede que no te gustara
Si a ellas las vieran
Con los ojos con que me miras
¿Por qué me juzgas
Por una elección que no fue mía?
¿Tanto dolor te causa
La libertad de esa sonrisa?
Es tu miedo el que me castiga
Tu dolor el que me humilla
Mírame bien otra vez,
Nunca he sido tu enemiga.
Construí puentes;
Descubrí caminos
Hice barcas y remos
Por sí quería ir contigo.
Abrí la caja de Pandora
Me puse en tu bando,
No fuera que con ambas,
Andara jugando.
Le inste a que no te ignorara
Qué estúpida...
Y tú poniéndome trampas.
Mira de nuevo
Ten cuidado no te caigas...
Que por más que odies
Mirarme...
Es su libertad lo que te mata.
Comentarios
Me gusta la defensa a ser libremente, a no convertirse en objeto del hombre.Tus versos me hablan de esa revolución femenina de las relaciones de pareja, causa de muchas rupturas y de malos tratos.
Lo resumes muy bien:
"Es su libertad lo que te mata"
Saludos
Es la amante que, generosa, se pone en la piel de la esposa, haciéndole entender que son dos mujeres que quieren al mismo hombre, y que este puede estar jugando con ambas, o amando a ambas. Es la que, generosa, le dice al hombre compartido que no deje a su esposa, que no la ignore ni la abandone... porque entiende su sufrimiento.
La esposa decide, a diferencia de la amante, no ser tan comprensiva ante la libertad del marido de ir de una a otra... y la considera la culpable del juego a tres bandas. Y le dedica todo su odio...
Un poema con historia, Onirabma, donde nadie sale bien parado, y donde las comprensiones se vuelven un absurdo. Y una historia en donde la libertad del hombre es la que marca el camino.
Buen tema, Onirabma. Los conflictos sentimentales entre mujeres y hombres cuando salen de los cauces convencionales. Amar libremente es lo que cuesta de admitir cuando alguien toma como posesión privada al otro, sea hombre o mujer.
Saludos.
La realidad es que el sentido de posesión está muy arraigado en ambos sexos y, en la libertad de amar , siempre se buscan culpables cuando no los hay.
Saludos.
Una pequeñez: se te escapó un "andara jugando", en vez de "anduviera jugando". Sería bueno que lo corrigieras, porque el poema es valioso.
Te seguiré leyendo, Onirabma.