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Alicia

DamapaDamapa Fernando de Rojas s.XV
editado septiembre 2014 en Prosa Poética
[FONT=&quot]La primera vez que la vi supe que con apenas nueve años recién cumplidos era más fuerte de lo que jamás yo podría llegar a ser. Alicia llegó a la tercera planta persiguiendo al conejo blanco, con un peluche en los brazos y la inocencia de quien no sabe que la unidad de oncología está muy lejos de ser el País de las Maravillas.[/FONT]
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[FONT=&quot]Recuerdo la primera toma de contacto, después de rellenar los papeles de su ingreso. Presentación, toma de constantes vitales, un guiño, un caramelo y un ligero pase mágico para que apareciese en su mano una bola de espuma con forma de conejo. Recuerdo sus ojos claros sin heridas de tiempo, pidiendo que me sentara a su lado para escuchar alguna de mis historias, y convertir la cama en un barco para navegar juntos entre palabras y cuentos, donde podíamos ser cualquier cosa: capitanes y grumetes; bellas y bestias; ella el ángel redentor y yo el demonio desterrado; o blancanieves y cenicienta, y yo los siete enanitos o el pretendiente que trataba de calzar en sus pies zapatillas con forma de mariposas… Cada noche, al finalizar mi turno, regresaba a su castillo de paredes blancas para darle cuerda al reloj de sus horas felices, para convertir mi vigilia en la antesala de sus sueños. En la puerta, paciente, Caronte esperaba.[/FONT]
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[FONT=&quot]“No te impliques demasiado”, enseñaban en la facultad. Pero cómo no hacerlo si en cada habitación hay un ángel al que el tiempo quiebra sus alas, si en cada pasillo veo a la muerte, implacable, acechando a los niños que se irán sin llegar a descubrir el misterio de los reyes magos. Cómo no hacerlo cuando solo se puede hacer arder sus inviernos con canciones y sonrisas de fuego. Cómo no hacerlo cuando aún recuerdo sus brazos extendidos, después de inyectar un citostático, con la frente perlada en sudores fríos, temblando, suplicando un abrazo junto al Estige. Y la sostenía entre mis manos como se sostiene un barquito de papel, hasta que el frío pasaba y reinaba la calma. Cómo no hacerlo.[/FONT]
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[FONT=&quot]Los días se traspapelaban entre juegos y tumores. La metástasis descubrió caminos nuevos en su cuerpo, pero fue incapaz de colonizar la alegría de sus ojos claros, de atrapar al conejo blanco. Se esfumaron sus fuerzas cuando se acercaba el invierno, congelando las palabras antes de nacer en sus labios. Sentado junto a su cama, en su unicornio con ruedas, al acabar el turno, la seguía visitando. De pie, impasible, Caronte se cansó de esperar y me cogió sin monedas en los bolsillos. “No estés triste, no llores… Solo me muero”, susurró como si no pasara nada, con la sencillez con la que se parte una rama.[/FONT]
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[FONT=&quot]Tengo su peluche aquí, junto a la mesa, mientras escribo estas letras, y una de las estrellas de papel que recortamos para adornar su cuarto. Algunas noches, cuando vuelvo a casa, puedo verla escondida en las nubes, con su mirada quieta que se refleja, inventando canciones con todos mis duendes, que siempre la cuidan. Algunas noches sigo escribiéndole cuentos, historias que apacigüen el dolor de todas esas Alicias que me esperan cada mañana para seguir siendo el guardián de sus sonrisas.[/FONT]
[FONT=&quot]
Algunas noches atrapo al conejo blanco, otras se escapa, junto a alguna que otra lágrima[/FONT]

Comentarios

  • DamapaDamapa Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    ** Nota** No lo puse en el hilo, pero este relato tiene nombre propio y está dedicado a una pequeña princesa llamada Alicia.
  • LilyJalileLilyJalile Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    No sé ni qué decir sobre este texto, que no parezca trivial. Sólo que llega hondo.
  • DamapaDamapa Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    lily, a veces mejor no decir demasiado. Llegar a un rinconcito de Tucumán ya es mucho :)

    Un saludo y gracias como siempre,

    Damapa
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado agosto 2014
    Muy triste historia contada bonitamente:rolleyes:
  • estrofaestrofa Garcilaso de la Vega XVI
    editado agosto 2014
    Tu profesión tiene que tener momentos muy duros emocionalmente, y difíciles. El no implicarse, sería lo recomendable para sobrevivir dentro del sufrimiento constante... pero no existe un botón que apague y encienda el corazón... eso nos convertiría en máquinas...

    Gracias Damapa.
  • DamapaDamapa Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    Amparo, supongo que el sufrimiento de los niños, visto desde los ojos de un adulto, es de lo más triste e injusto que puede uno presenciar. Pero su luz sigue brillando mucho tiempo después.

    Estrofa, creo sinceramente después de algún tiempo, que el error precisamente es no implicarse, que no está muy alejado de vivir sin amar lo que se hace. No entiendo el cuidado alejado de la raíz que es "cuidar con cariño". Y hay que cambiar muchas cosas.

    Un abrazo,

    Damapa
  • Nae SirudNae Sirud Juan Boscán s.XVI
    editado agosto 2014
    Lo más hermoso y auténtico que he leído desde hace tiempo. Y también comparto tu punto de vista. Gracias por el relato.
  • SinrimaSinrima Miguel de Cervantes s.XVII
    editado agosto 2014
    Enhorabuena, Damapa.Estremece la realidad en sí misma, pero hay amor y profundidad en tu forma de contarla. Gracias por este manojo de emociones solidarias que te provocan los que sufren y que me has hecho sentir tan hondamente.

    Un abrazo.

    Sobre la "no implicación emocional" de los profesionales de la sanidad,me hago preguntas de difícil respuesta. Tengo un poema que roza este tema pero no publicado por si alguien de la profesión se incomoda.
  • Dr FictizioDr Fictizio Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    Fenomenal. Sobra toda crítica, muy bien enfocado y escrito. Gracias.
  • Lalo NavarroLalo Navarro Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2014
    Hermoso!!....me conmovió.
    Yo viví una historia real y una historia de milagros. Lo viví con mi hijo, cuando el tenía 6 años y lo operaron del corazón. Esta historia me remontó a esas vivencias y estremeció mi corazón.
    Gracias a Dios mi hijo ahora tiene casi 16 y esta bien.

    Extraordinario relato y extraordinaria forma de contarlo.
    Felicidades!!
  • ArroyoArroyo Juan Boscán s.XVI
    editado agosto 2014
    Enhorabuena, Damapa. Es un conmovedor relato, escrito con una prosa clara, intensa y llena de sentimiento. Sabes trasmitir la emoción de lo vivido.

    Gracias por compartir tan bellos sentimientos.

    Saludos.
  • DamapaDamapa Fernando de Rojas s.XV
    editado septiembre 2014
    Nae Sirud, gracias a ti por tus palabras

    Sinrima, sobre lo que comentas de ese poema que tienes... Pues espero leerlo, al menos por mensaje privado si no lo publicas por no incomodar, pero bueno, a veces no es malo hacer que la gente se sienta algo incómoda para ver si espabilan un poco o piensen 2 minutos :P

    Dr Fictizio, ¿no hay críticas? Con lo que me gusta sobornar críticas gatunas a golpe de latitas de atún... XD

    Lalo Navarro, me alegra que compartas ese milagro por aquí con tu hijo y que todo fuese estupendamente. Milagros... Cada día los vivimos, yo creo en ellos y, como me decía una amiga hace no mucho tiempo, de alguna manera estoy convencido de que las manos de Dios en el mundo son las de cada uno.

    Arroyo, ¡qué sorpresa leerte! Me alegra verte por aquí y que te llegase el sentimiento del texto.

    Gracias a todos como siempre por compartir comentarios. Un abrazo grande,

    Damapa
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